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ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Sep 8, 2019
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☾ ᴍɪssɪɴɢ ʏᴏᴜ ☾ ᴏs JiMin y TaeHyung saben los secretos del otro por las largas pláticas que tienen cuando la ciudad duerme. Pero durante el día la historia es diferente, TaeHyung no le dirige una mirada al castaño y JiMin nunca sonríe.

𝟮𝟬𝟬𝟱
—¡Hola! Mi nombre es JiMin. Somos vecinos ¿Cuál es tu nombre?—Un pequeño JiMin de diez años con mejillas regordetas y rosadas saludaba de manera efusiva al moreno frente a él quien se aferraba a un peluche de un perrito. —Yo, Uhm. Soy TaeHyung.—Se presentó el moreno.
La familia de TaeHyung acababa de mudarse al barrio y JiMin no pudo evitar chismosear al ver el gran Niño de mudanzas y el auto que aparcaba al lado. Se puso muy feliz cuando del auto bajó un chico de su edad y no dudo en ir a presentarse para que fueran amigos.
—¡Oh!—JiMin corrió al balcón de la habitación del moreno.—¡Esa de ahí es mi habitación!—Volteó a donde TaeHyung le veía y le sonrió enormemente.—Wow, puedo ver mis juguetes desde aquí.—Decía JiMin contento. —Deberíamos tener radios.—Opinó el moreno.—Para comunicarnos siempre.
𝟮𝟬𝟬𝟲
—Tigretae al habla, cambio. ¿Estás ahí pollomin? Cambio. TaeHyung hablaba a través de los vasos con hilo que conectaban el balcón de JiMin con el suyo. Habían creado esa manera para comunicarse ya que sus balcones estaban a una gran distancia. Dos metros aproximadamente.
—Pollomin aquí, cambio ¿jugaremos hoy? Cambio.—TaeHyung sonrió al escuchar la chillona voz de JiMin. Aquella tarde se reunieron como siempre. Comieron algunas galletas y dibujaron para pasar el rato. Cuando la noche empezó a caer, JiMin tuvo que regresar a casa.
—Mamá ¿Por qué los padres de TaeTae nunca están en casa?—Preguntó con curiosidad el pequeño. Su madre le arropó y dejó un beso en su frente después de peinar su cabello hacia atrás. —Porque tienen trabajo que hacer, así como tú padre. Pero tú siempre puedes hacerle compañía.
Al salir su madre. JiMin no dudo en saltar fuera de su cama y correr a su balcón. Tomó pequeñas piedrecitas de las macetas con flores que había en este y las lanzó a la ventana del moreno para que éste saliera. —¡Tae!—Gritaba en un susurro para no despertar a sus padres.
Después de algunos intentos logró su acometida y el moreno asomó su cabeza al balcón. —¿Que pasa Minnie?—Preguntó con el entrecejo arrugado. —Nunca te voy a dejar solo ¡Es una promesa!
Después de confesar aquello ambos se despidieron agitando sus manos y entrando a sus respectivas habitaciones. JiMin durmió sonriendo después de decirle a su mejor amigo que él siempre estaría ahí para él.
𝟮𝟬𝟬𝟳
JiMin se encontraba en su balcón llorando. Los niños podían ser muy crueles a su edad. No entendía porque le molestaban tanto si él nunca les hizo nada. Pero lo que más rompió su pequeño corazón, fue como TaeHyung no hizo nada para defenderlo.
El moreno había presenciado el momento en que un par de chicas echaban sus charolas de comida sobre él y como algunos chicos le gritaban apodos horribles. Pero TaeHyung nunca dijo nada para detenerlos, ni siquiera una palabra.
Él creía que era su mejor amigo. Pero ahora noestaba seguro. Un avión de papel cayó a su lado u sorbiendo por la nariz lo tomó para leerlo. “Lo siento. KTH” El castaño se asomó sobre el muro protector en el balcón y vio como el rubio mordía su labio inferior viéndolo.
JiMin se agachó rápidamente al sentirse descubierto. Apretó los labios y si entrecejo se arrugó nuevamente al sentir aquella opresión en su pecho. —Minnie, lo siento. De verdad lo siento.—Le dijo el moreno con voz rota... y JiMin le creyó.
𝟮𝟬𝟬𝟴
El rubio pasa del castaño cuando éste le pide que regresen juntos a casa. Los amigos de TaeHyung solo ríen a carcajadas al ver el rostro afligido de JiMin. Al principio TaeHyung había cambiado como lo había prometido, pero no tardo en ser como los demás.
JiMin odiaba aquello porque solo bastaba que TaeHyung le invitara a su casa a jugar videojuegos o leer cómics, bastaba con que le enviara notas en aviones de papel por el balcón o incluso que le dejara dulces en la puerta de su casa con una tarjeta de “lo siento”.
Y es que el castaño no entendía aquello. No entendía porque si eran amigos TaeHyung lo trataba tan mal cuando estaba rodeados de personas pero era tan bueno cuando estaban solos. Lo peor de todo; era que JiMin sentía algo más que amistad por TaeHyung y quizás por eso lo dejaba.
𝟮𝟬𝟬𝟵
—Hola JiMin.—Saluda TaeHyung saliendo a su balcón arreglando su cabello. —Hey.—Simplemente mueve su cabeza sin dejar de dibujar en su bloc desviando su vista solo para tomar su taza de té y darle pequeños sorbos. —Ha pasado algo de tiempo.—Habla TaeHyung sonriendo.
—Si.—JiMin se dio por vencido al saber que TaeHyung quería hablar y no se iría hasta que le diera su atención.—¿Qué pasa?—Pregunta dejando el bloc en la pequeña mesa.
El moreno traga grueso y rascando su nuca gira su rostro hacia un lado, mostrando lo nervioso y avergonzado que se sentía. —¿Quieres... quieres ir a una fiesta?—Los labios de JiMin se abren un poco al escuchar aquello. —¿Contigo?—Pregunta incrédulo.
—¡Por supuesto! Podremos divertirnos mucho.—Hablaba entusiasmado el moreno asomando su cuerpo por el balcón con una gran sonrisa. —¡Bien!—JiMin aceptó poniéndose de pie de un salto y sonriéndole.—Nos vemos más tarde.
JiMin no disfruto de aquella fiesta. Obtuvo lo suficiente como para no querer ir a ninguna otra en su vida. TaeHyung había besado a HoSeok como si su vida se fuera en ello, justo frente a su rostro después de haberle confesado sus sentimientos y hablarle dado su primer beso.
Y como siempre, al día siguiente en la puerta de JiMin apareció un obsequio. Esta vez era un pequeño gatito amarillo con un listón rosa. Pero no había ninguna nota como en las ocasiones especiales. JiMin lloro abrazando el pequeño gatito en su pecho.
𝟮𝟬𝟭𝟬
TaeHyung camina por los pasillos de la escuela rodeando la cintura de HoSeok mientras éste le sonríe mostrando sus hoyuelos. JiMin no lo culpa al salir con él por el simple hecho de que si fuese TaeHyung también lo elegiría.
El tiempo seguía pasando y ellos cada vez se distanciaban más. El castaño se abrazó a sí mismo sintiéndose estúpido al usar aquel suéter que TaeHyung le había regalado hacía un año en su cumpleaños. Ni siquiera dirigió su mirada al moreno, sabía que él nunca le dirigiría ni un +
movimiento de cabeza mientras estuvieran rodeado de personas. Tampoco es que me importara mucho en ese punto; pues TaeHyung había cambiado completamente. La casa de al lado se había vuelto muchísimo más grande. Sus padres se ausentaban cada vez más y él moreno se mezclaba con +
gente de dudosa reputación. TaeHyung tan solo con quince años era una clase de mafioso en la escuela. Peleas, drogas, fiestas, sexo y alcohol. El moreno estaba viviendo una vida demasiado acelerada... todo lo contrario a JiMin.
Desde su desastroso primer beso y la confesión que había hecho a su entonces mejor amigo. Jamás pensó siquiera en volver a repetir aquello. —¡Jiminie!—JeongGuk llegó sonriendo mientras plantaba una caja envuelta en papel frente a él.—¡Feliz cumpleaños!—Dijo antes de abrazarle.
JiMin sonrió de manera tímida y estiró sus brazos tomando la caja con sus dedos que apenas y asomaban por las largas mangas del suéter. Cuando la abrió sonrió enormemente, era un set de dibujo, uno que JiMin quería y estaba ahorrando para comprarlo.
—Guk, no tenías porque.—Dijo con ojos brillantes de la emoción. —Claro que tenía que.—Dijo abrazándolo nuevamente con ganas. A la distancia, TaeHyung veía todos que pasaba entre el par. Quería que las clases terminaran para ir a casa pronto.
𝟮𝟬𝟭𝟭
—¿Qué? ¿Tienes algo que decir a caso?—Preguntó la rubia haciendo un falso puchero. Pero una sadica sonrisa surcó su cara y estampó su palma en la mejilla del castaño haciéndole sentir como quemaba su piel. —Por favor.—Rogó JiMin intentando moverse del agarre de un par de chicos.
JiMin sabía que aquella mañana todo iría mal cuando se cruzó con Jennie; una de las tantas amistades de TaeHyung. Y un pequeño grupito de chicos y chicas. Y tal como predijo, su cuerpo estaba magullado, su cabello había sido cortado de manera horrible, sus labios estaban +
reventados, y tenía heridas que debía limpiar pronto. Jennie tomó el rostro del castaño sin cuidado, atascando sus uñas en las mejillas de éste para sonreírle y estampar por última vez su palma. —Suéltenlo. Así sabrá que es lo que debe hacer y como debe mantenerse en su lugar.
Los chicos soltaron al castaño y éste cayó como peso muerto al no tener más fuerza para sostenerse. Gimió de dolor pero no hizo nada por acomodarse en alguna posición más cómoda. Escucho el soñar de la campaña anunciando el inicio de clases, pero poco le importo.
Tomó sus cosas y con dificultad se puso de pie para irse del lugar. Ya sabría que decirle a su madre de porque no había asistido a clases; esa era la última de las preocupaciones en ese momento. El camino hasta la reja de la escuela se le hizo eterno con los golpes.
Pero cuando la atravesó, sintió como si un peso se quitara de sus hombros. —¿JiMin?—El castaño conocía perfectamente aquella voz, pero simplemente la ignoró.—¡JiMin! ¿Qué demonios te paso?—Pregunta el moreno examinándolo.
JiMin continuó con su mirada fija en el otro lado de la acera y enfocado en mantenerse caminando.—Hey.—TaeHyung toma su brazo sin cuidado y el castaño se encoge y gime de dolor. Puede sentir como las lagrimas llegan a sus ojos per se niega a dejarlas salir.
Con el poco valor que le queda, JiMin gira su cabeza con dirección a donde el rubio se encontraba, y dándole una vista tan triste y deplorable. —Aléjate de mi. No te quiero cerca. Te odio con todo mi corazón y maldigo el momento en el que nos conocimos, Kim TaeHyung.
𝟮𝟬𝟭𝟮
JiMin coloreaba sobre su bloc con gran ímpetu. En sus audífonos sonaba la suave melodía de The Power of Love de Gabrielle Aplin. Había elegido aquella canción para su examen de danza contemporánea e intentaba memorizarla lo mejor posible.
El moreno salió a su balcón y se sorprendió de encontrar a JiMin en el suyo. Había cambiado muchísimo. Ya no era El Niño de regordetas mejillas. JiMin tenía un cuerpo tonificado que se adivinaba hasta con sus ropas holgadas. Sus mejillas seguían siendo esponjosas pero ya no lo +
eran como antes. Vio como el castaño tenía su concentración en su bloc por lo que no noto su presencia, tampoco lo escucho; pues los audífonos lo aislaban del exterior. Justo cuando iba a hablar un gato salto a la mesa asustando a JiMin; y a él, haciéndolo saltar un poco.
—¡Luna!—Regañó el castaño a la gatita peluda que había metido sus patas en la pintura.—Eres un desastre, ven aquí.—Se puso de pie y la tomó en brazos para bajarla. Solo entonces se percató de la presciencia del moreno. Quien carraspeó y desvió la vista al cielo.
JiMin apretó los labios y dejó con delicadeza a la gata en el suelo para ordenar el desastre. TaeHyung no perdía detalle de los movimientos del castaño. —Jiminie...—Soltó antes de darse cuenta.
El castaño se congeló en su lugar por un segundo. Pero continuó tomando sus cosas como si no lo hubiera escuchado. —¿Podemos hablar?—La ronca voz de TaeHyung envío un escalofrío a su cuerpo; pero siguió sin prestarle atención.—Ji... —¡Hola amor! Dios, el trafico era horrible. +
Pero ya estoy aquí solo para ti.—HoSeok se lanzó a los brazos y los labios del rubio quien por mera inercia continuó aquello. Estaba frustrado porque JiMin seguía sin hablarle después de tanto tiempo, necesitaba sacar aquello. Tomó la nuca de HoSeok con una de sus manos y con +
la otra apretó su trasero pegando más sus cuerpos. El beso era descuidado, húmedo y hambriento. Taehyung se estaba dejando llevar por la nube que aparecía en su mente llevándose cualquier pensamiento siendo remplazado con lujuria. Cuando escucho una puerta cerrarse.
Aparto a HoSeok para girar su rostro y encontrarse con el balcón de en frente vacío y con el ventanal cerrado y bloqueado con la gruesa cortina. TaeHyung mordisqueó su labio inferior y se maldijo mentalmente por haberse dejado llevar tan fácil.
𝟮𝟬𝟭𝟯
JiMin caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, a su lado como siempre le acompañaba JeongGuk. Hablaban animadamente sobre alguna que otra tontería haciendo que ambos rieran. Hacía tiempo las personas habían dejado de molestar a JiMin, sobre todo el grupo de +
TaeHyung. Al principio el castaño había tenido sus dudas sobre pasaba e incluso se mantenía alerta todo el tiempo. Hasta que se dio cuenta que no iban a seguir molestándolo más. JeongGuk le ayudó con sus inseguridades y problemas hasta hacer que el castaño fuera libre.
TaeHyung camina de la mano de HoSeok en dirección contraria. Haciendo que su encuentro sea algo inevitable. El moreno vio por el rabillo del ojo como el castaño pasaba de él. Le dolía el ver a JiMin tan cerca y tan lejos, pues desde aquel fatídico día, las cosas sólo iban peor.
Ya ni siquiera se saludaban y JiMin no le ocultaba el desagrado que sentía por el moreno a todo el mundo; incluso a sus padres quienes en más de una ocasión invitaron a la familia Kim a cenar, para recordar viejos tiempos. Donde JiMin hacía como si él no existiera.
El mensaje había llegado al moreno pero aún así no dejaba de preocuparse por el bienestar de quien había sido su mejor y único amigo en la infancia. —Necesito beber hasta perder la consciencia.—Solto de pronto el moreno. —Mis padres no están. Hagamos una fiesta en mi casa.
JiMin estaba en su balcón acariciando a la gata que descansaba en sus muslos mientras tarareaba. Los ojos del castaño estaban cerrados y disfrutaba de la fresca brisa de esa noche. Pero si tranquilidad se vio interrumpida cuando la puerta del balcón ajeno se azoto.
—¡Te estaba buscando a ti Minie!—TaeHyung iba ebrio y quizás algo drogado.—Fue triste que no estuvieras en la fiesta esta noche ¡Te hubieras divertido mucho!—El moreno se tambaleó pero se sostuvo del barandal.
Ambos se quedaron viendo en silencio; JiMin con el rostro sin expresión, mientras que TaeHyung lo veía con una sonrisa estúpida. —¡Voy a tu casa!—Anunció de pronto. —No lo harás.—Sentenció el castaño. —Me hablaste.—Susurro el rubio.—Con más razón debo ir.—JiMin se puso de pie+
con la gata en brazos y dispuesto a encerrarse en su habitación.—¡Espérame!—Y por alguna razón aquello lo hizo ver sobre su hombro. Sus ojos se abrieron de sobremanera y dejó a Luna en el suelo mientras que corría a la orilla de su balcón.
—¡Baja de ahí, vas a romperte un brazo!—Le regaño sintiendo una presión en su pecho. —Voy a saltar.—Anunció sonriendo de manera tonta.—¡Aquí voy!—Y lo hizo.
JiMin dio un paso hacia atrás de manera instintiva, y TaeHyung llego a su balcón, a sus brazos. Ambos terminan golpeándose y en el suelo, JiMin respiraba de manera pesada mientras que el moreno solo reía sobre su oreja. —¡Hagámoslo de nuevo!—El moreno se apoyó en sus manos para+
poder ver el rostro del castaño quien estaba bajo su cuerpo. Cuando noto las lágrimas en los ojos de JiMin, su sonrisa se esfumó por completo. —Minie...—Su voz salió ronca. —¡Eres un idiota! ¿Qué pasaría si no hubieras llegado?—Le reprocho con la cara roja.
—Entonces me hubiera roto un brazo y tú hubieras llamado a emergencias.—La voz de TaeHyung era un susurro dulce. —No puedo creer que me haya preocupado por ti cuando te odio.—Se quejó el castaño girando su rostro.
—Yo también te odio.—Soltó de pronto el moreno haciendo que el castaño lo viera con los ojos abiertos a tope.—¿Por que eres tan bonito Minie?—Dicho eso, pego sus labios a los ajenos.
JiMin se resistió al principio. Pero después tomó con puños los costados de la camisa del moreno jalándolo suavemente y pegando sus cuerpos. Cuando se separaron ambos suspiraron largamente sin despegar sus frentes. —Quédate esta noche.—Pidió el castaño.
𝟮𝟬𝟭𝟰
JiMin estaba emocionado por llegar a casa. Era su primer semana fuera de casa por la universidad; saludó a su madre y subió a su habitación. En su cama Luna descansaba, acarició su cabellera y sin esperar más salió al balcón. Su sonrisa se hizo enorme al ver al moreno.
—¡Hola Tae!—Salido con emoción. Tae hyung le dio una calada a su cigarrillo y giró a ver al castaño. —Estás aquí.—Dijo en un suspiro antes de sonreír. El castaño mordió su labio intentando mantener su sonrisa más discreta, pero falló en el intento.
TaeHyung y JiMin pasaron el fin de semana juntos. Yendo de un lado a otro. Jimin estaba contentísimo de haber recuperado a su mejor amigo, nuevamente eran los guardianes de los secretos del otro. TaeHyung estaba estudiando fotografía en una universidad local.
El castaño a pesar de estar feliz no podía evitar el notar como el moreno de pronto le veía más de lo necesario y sus ojos parecían un tanto triste. —¿Está todo bien?—JiMin dejó caer su cabeza en el hombro del moreno. —Sí, solo estoy muy feliz de conocerte y tenerte aquí.
JiMin sonrió enormemente y se pegó más al moreno. TaeHyung por su parte disfrutó de la calidez del pequeño cuerpo del castaño pegado al suyo. Ambos estaban felices de aquel fin de semana juntos, sus corazones se sentían cálidos.
JiMin se despertaba cerca de las 5 de la mañana para tomar un autobús e ir a la ciudad vecina para llegar a su clases a las 9am. Sintió como lo sacudían suavemente, su madre estaba sentada a un lado del colchón y lo veía con angustia. El castaño aún envuelto en una neblina de +
sueño, se sentó y vio a su madre. —¿Qué pasa mamá?—La preocupación empezaba a aflorar en su cuerpo. —Cariño.—La mujer tragó grueso y acomodó los largos mechones de JiMin tras su oreja.—Es TaeHyung.—Aquello bastó para que su pecho se oprimiera.—Sus padres lo encontraron...
JiMin no escucho el resto. Todos sus sentidos se nublaron y su cuerpo empezó a temblar. No podía ser cierto, hacía unas horas ellos habían estado juntos. TaeHyung estaba bien ¿Que había pasado? ¿Por qué hizo aquello? El castaño salió de su cama y bajó las escaleras a toda prisa.
Poco le importo salir de su casa con los pies desnudos y un ligero pijama. En la casa de al lado estaba una patrulla aparcada y la puerta de los Kim abierta de par en par. Burlando la seguridad, JiMin corrió a la habitación de su mejor amigo. Todo el tiempo estuvo pensando en +
que todo aquello era un sueño, era mentira. No podía ser posible. Cuando entro a la habitación de TaeHyung, sus ojos se cristalizaron y por fin se rompió. El cuerpo del chico no estaba en la habitación. Pero había sangre manchando las blancas sábanas.
Cuando JiMin se acercó a la cama un policía lo detuvo. —¡Lo quiero fuera!—Gritó a otro quien dejó una bolsa plástica con evidencia. JiMin pudo notar que era una fotografía de ellos, misma que tenía marcas de dedos ensangrentados. Aquel día, una parte de JiMin murió.
𝟮𝟬𝟭𝟱
JiMin estaba en su balcón con Luna en brazos y audífonos en sus orejas. Su vista se mantenía en el balcón frente al suyo, en el que ahora podía divisa suciedad y hojas marchitas. —Te extraño.—Dijo el castaño tocando con la yema de sus dedos de manera delicada el marco de +
aquella fotografía que cargaba a todos lados. A la nariz de JiMin, llegó el suave olor a cigarrillo y giró nuevamente al balcón frente al suyo, una suave brisa removió sus mechones castaños y sus ojos se inundaron de nuevo. —Te veré después Tae, solo espera que sea mi momento.
Y aquella fue la despedida. No hubo abrazos cálidos, besos en la mejilla. No se tomaron de la mano y ninguno revolvió el cabello del otro. Pero más que una despedida fue una promesa. Por ahora... solo le quedaba extrañarlo.
☾ ᴇʟ ғɪɴ ☾
Gracias por leer y tenerme paciencia. Siempre les digo esto pero; lxs amx un montón. All the love, x.
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