NamJoon era un hombre temido entre los CEO, siendo él el dueño de una de las empresas más importantes de Asia. Puntual, estricto, responsable, directo, frío y calculador. Jamás perdía. +

JeongGuk es dueño de una pequeña florería a un par de cuadras de la cede de Kim Corporation. Un día mientras hacia entrega de un precioso ramo de flores, accidentalmente NamJoon golpea la bicicleta de JeongGuk con su auto al ir al teléfono; haciendo que el chico cayera regando +

las flores por todos lados y haciendo que sus cabellos rebeldes fueran en todas direcciones. NamJoon estaba molesto, casi podia leer los encabezados en todas las noticias más tarde. Pero todas sus preocupaciones se detuvieron cuando vio al chico hincado recogiendo sus flores +

mientras les pedía disculpas llorando un poco. NamJoon primero estaba por preguntarle si estaba bien, incluso se cuestiono si el chico no padecía alguna enfermedad mental, apretó los dientes al saber que eso añadiría sabor al nuevo escándalo. +

"Lo siento, lamento que les pesara esto. Perdón." Seguía repitiendo el chico mientras acariciaba las rotas flores con sus dedos de manera delicada. "¿Estás bien?" Pregunto con voz dura el CEO, a lo que JeongGuk le respondió que lo estaba, que no tenía porque preocuparse.

Se inclino algunas veces y recogió su bicicleta un poco arruinada por el pequeño impacto para regresar a su local y hacer un nuevo ramo. NamJoon no podía dejar de ser paranoico así que ordeno a uno de sus guardaespaldas que investigara al chico en caso de que quisiera +

demandarlo por el golpe que había recibido o algo por el estilo. Que grande fue la sorpresa de NamJoon cuando el chico ingresó en su oficina con un ramo de flores diciendo que se las enviaba TaeHyung. Su mejor amigo se había ido de viaje sin avisarle y estaba molesto con él. +

Solo entonces NamJoon se dio cuenta de que las manos del chico estaban lastimadas por las pequeñas benditas de dinosaurio que tenía en éstas. Aceptó las flores y el chico se fue, pero NamJoon ingreso al lugar al día siguiente con un regalo para disculparse con el chico. +

JeongGuk por su parte hablaba con un par de mujeres sobre que comprar mientras acariciaba las flores con dulzura. Sonrío abiertamente a algo que una de las mujeres había dicho y cuando giro su cabeza para atender a NamJoon algunos mechones salieron libres de la desordenada +

coleta que llevaba. Le sonrío abiertamente y agito su mano diciendo que ya mismo lo atendía. NamJoon no sabía que lo había llevado a hacer algo como eso, en otra ocasión hubiera enviado a alguien de su personal a hacer aquello por él, pero ahí estaba. +

"Te traje un regalo, es para disculparme por lo que pasó ayer." JeongGuk vio el delicado brazalete de oro en la linda caja de terciopelo pero la cerro y la regreso al moreno. "Gracias, pero no es necesario. Estoy bien."

NamJoon no se creía la fachada de chico inocente y desinteresado, pero aun así se moría de curiosidad por aquel chico tan... libre. Así que fue directo al grano explicándole sus sospechas al menor quien lo escucho con atención durante todo el rato hasta que el moreno le veía +

de manera fría por la pequeña sonrisa en los labios de JeongGuk. "Creo que no nos hemos presentado Sr. Kim; soy Jeon JeongGuk, hijo de sus socios, la pareja Jeon. Encantado."

NamJoon no podia creer que del joven frente a sus ojos fuera el hijo de sus socios, si bien le llevaba unos seis años quizas, ambos habían sido amigos cuando eran más jóvenes. Pero entonces los padres de NamJoon y los abuelos de JeongGuk se distanciaron. +

Ahora por primera vez en muchos años podía sentir vergüenza por lo que había hecho, intentar cubrir la culpa dandole un regalo costoso a alguien. Al final JeongGuk lo invito a un cafe el cual acepto de mala gana, pues la vergüenza seguía ahí.

NamJoon hizo rutina ir a la florería antes de ir al trabajo, le llevaba chocolate caliente y un postre al menor mientras él bebía su cafe. Hablaban un poco y el moreno iba a su oficina y se volvían a ver para el almuerzo. Más tarde, JeongGuk esperaba que el moreno terminara +

para que lo llevara a su casa. Se volvieron cada vez más cercanos, hasta que JeongGuk se canso de esperar algo de NamJoon y decidió invitarlo él a salir. Los medios estaban encantados por cómo era NamJoon con el chico. Pues si bien, JeongGuk lo +

tenía comiendo de la palma de su mano, NamJoon seguía siendo el mismo con el resto de las personas. Solo cuando estaba con el chico era amable o se le veía reír de manera relajada. Quizás aquel accidente no había estado tan mal después de todo.