⚠︎ ʙʟᴜᴇ sɪᴅᴇ ⚠︎ HoSeok era la clase de hombre que solo tenía acostones y jamás volvía a repetir de pareja. Pero entonces conoce el club Blue Side y se obsesiona con el único bailarín del lugar. Entonces, descubre la verdad sobre JiMin.

El castaño suspiró profundamente sintiéndose cansado de lo mismo. Se dejó caer en el respaldo de su cómoda silla y giró su cabeza viendo al exterior el panorama por el gran ventanal de su oficina. Se preguntaba cuántas personas estaban cansada de lo mismo como él en los enormes +

edificios que se apreciaban en el exterior. Estaba en un punto de su vida en que al tenerlo todo; la vida empezaba a volverse insípida. Podía tener el cuerpo que quisiera debajo del suyo gimiendo su nombre, podía irse de viaje a donde se le antojara y gastar dinero en ropa o +

accesorios innecesarios solo por el placer de mostrarle al resto lo muy por encima que estaba de ellos al poder permitirse lujos que la mayoría de las personas solo podía anhelar desde lejos.

Su móvil sonó notificándole la entrada de un nuevo mensaje. “¿Vas a acompañarme? Verás que no te arrepentirás.-KNJ” HoSeok rodó los ojos. El azabache tenía días pidiéndole que lo acompañara a un club que había encontrado recientemente. Al parecer las bailarinas eran muy buenas+

pues el menor seguía hablando del lugar y pidiéndole que lo acompañara de manera muy insistente. “Si con eso dejas de molestarme. Está bien, te veo a la salida.-JHS” Cuando se aseguró de que su mensaje se había enviado se estiró un poco y regresó al tedioso papeleo.

HoSeok perdió la noción del tiempo solo se dio cuenta cuando su móvil empezó a vibrar y en la pantalla se leía el nombre de NamJoon. Rechazó la llamada para recoger sus cosas, apagar el computador y cerrar la oficina, estaba cansado. Ni siquiera sentía emoción por ir al club.

—Creí que al final no me acompañarías.—Confesó con sinceridad NamJoon nada más verlo. —Si no lo hago no dejarás de molestarme con lo mismo.—HoSeok puso los ojos en blanco y el azabache palmeó su espalda mientras reía.

HoSeok escuchaba la música de la radio, se sentía lo suficientemente perezoso como para conectar su móvil y poner algo de su biblioteca. Seguía a NamJoon con tranquilidad y se sorprendió bastante al darse cuenta que se dirigían a la zona alta de la ciudad. Usualmente a NamJoon +

le gustaba aventurarse en barrios bajos y meterse en peleas bastante duras. En más de una ocasión, HoSeok había tenido que ir sacarlo de la comisaría pagando altas fianzas. Pero de cierta manera lo entendía. Tenían todo; que debían buscar otras maneras de emocionarse.

Aparcaron fuera de un edificio bastante lujoso. Aquello no parecía un club de los que su mejor amigo solía frecuentar y aquello le estaba intrigando. Con unas letras azul neón se leía “Blue Side Club”. Un nombre algo interesante para un club, pensaba HoSeok saliendo del auto.

En la entrada había un par de guardias que no se inmutaron al verlos. Nada más pasar un estrecho y largo pasillo siendo guiados por una preciosa rubia cambió el panorama. Ya no era el estrecho pasillo que te recibía siendo apenas iluminado, muy por el contrario el interior del +

club era muy espacioso y aunque estaba muy bien iluminado con luces blancas en puntos estratégicos seguía habiendo cierta penumbra que le daba un toque seductor. Había un escenario de un tamaño bastante respetable, algunos tubos que llegaban al techo y por el lugar se paseaban +

chicas realmente hermosas con ropa que cubría perfectamente sus cuerpos pero las hacía verse sexys. Ahora entendía porque a NamJoon le gustaba el lugar. Tomaron asiento cerca del escenario y NamJoon pidió una botella y un par de copas que la chica llevo con una sonrisa.

—Bueno...—Empezó a hablar el castaño aflojando su corbata y sacando su saco.—Debo admitir que el lugar es bueno.—Dio otra rápida mirada.—Y ni hablar de las vistas.—Sonrió de manera ladina. —¿Qué?—Preguntó de manera incrédula el azabache.

—Las chicas.—Obvio HoSeok a lo que NamJoon sonrió. —No, estamos aquí por JiMin.—El castaño lo vio sin entender. —¿Es la mejor bailarina o algo así?—El azabache sonrió soltando una risita y negando. —Ya verás.—Cortó dando un sorbo a su copa.

La música era lenta, suave y te invitaba a mover tu cuerpo de manera lasciva. HoSeok y NamJoon habían empezado platicas de unviaje que estaban organizando en unos días. Varias chicas habían ofrecido sus servicios especiales pero ambos declinaron. NamJoon por esperar el acto de +

JiMin y HoSeok por no conocer a las chicas de ahí y de qué tan limpias estaban. Aunque viendo el lugar el dueño o dueña debía ser estricto al respecto. De pronto las luces de colores rojas y rosadas fueron cambiando a un azul turquesa y un azul cielo.

NamJoon giró su cara al escenario viéndolo con ojos brillantes y hostel solo se giró cuando el azabache le hacía gestos exagerados para que el también lo hiciera. Una espesa cortina se abrió y algunas bailarinas salieron de ahí... Su respiración se cortó.

Un chico con cabello entre gris y azulado se hacía notar sobre las bailarinas de compañía. Las chicas vestían ropa pegada enmarcando sus curvas y realzando sus atributos. Los trajes eran completamente negros, llevaban el cabello atado pulcramente y abanicos blancos en sus manos.

Mientras que el chico vestía un pantalón algo suelto de seda negro, una camisa también de seda pero de color blanca con detalles en color crema satinado y una bata negra también le daba la vista de fluidez a sus movimientos. En su mano llevaba un abanico naranja.

Su ropa no enmarcaba su cuerpo y cuando mucho se podían apreciar sus clavículas o su hombro. Pero había algo en los movimientos y las expresiones faciales de aquel chico que te cautivaba. HoSeok sintió un leve tirón en sus pantalones y se removió incómodo por el pequeño bulto.

La pequeña presentación no duraba más de cinco minutos y tenía al lugar comiendo de su mano. Cuando el show termino; y quien ahora sabía que era JiMin se despidió, lo hizo con una mirada de lujuria mientras sonreía de manera ladina. Lo necesitaba en su cama.

—Nam... —No se acuesta ni relaciona con nadie.—Habló antes de que siquiera terminará. HoSeok arqueó las cejas.—Eso era lo que ibas a preguntar ¿No? El cómo hacer para meterte en sus lindas piernas. Créeme ya lo intenté y no conseguí absolutamente nada.—Dijo de manera triste.

HoSeok regresó su vista por donde el precioso chico se había perdido. No podía sacarlo de su cabeza ahora. Cuando fue bastante tarde y el cansancio llegó a ambos, salieron de lugar lo bastantes sobrios como para conducir. Pues cuando mucho, se tomaron un par de copas.

Tres semanas pasaron y HoSeok iba directamente al club nada más salir de la oficina. No había tenido sus tan acostumbrados acostones de una noche, su vida ya no se sentía tan insípida. El ver a JiMin presentarse le daba cierta emoción... Sobre todo cuando el chico lo veía a él.

Y es que el bailarín había posado su mirada cargada de lujuria en HoSeok y sonreía muy levemente mientras bailaba. Pero solo aquello bastaba para que HoSeok quisiera entregarle hasta su alma si aquello fuese posible. El castaño estaba moviendo algunos hilos para poder hablar con+

el dueño del lugar y llegar a algún acuerdo donde el pudiera conocer de manera más personal e íntima -no sexual- a JiMin. Quería conocer todo sobre aquel chico y HoSeok estaba aterrado por eso. Sentía que podía entregarle el universo sin pensarlo si el chico lo pedía.

Y después de un mes y medio de haber ido por primera vez al club. Al fin había conseguido lo que quería. Por fin podría hablar con JiMin. El dueño del lugar le pidió una jugosa cantidad de dinero y solo le dijo “Si te decepcionas con la verdad no tendrás un reembolso”.

Como todos los días HoSeok se sentó frente al escenario a ver con ojos destellantes la presentación del chico quien nuevamente lo veía con lujuria mientras bailaba. HoSeok podía sentir el conocido tirón en su vientre bajo, pero ese día sería diferente.

Cuando la presentación terminó y JiMin desapareció tras las espesas cortinas minutos después una chica se acercó a él pidiéndole amablemente que la siguiera. Con nervios, HoSeok terminó su copa y se encaminó detrás de la pelirroja que lo guiaba hasta una puerta de metal +

dónde un guardia les cedió el pase. El pasillo era estrecho pero lo bastante amplio como para que dos personas caminaran hombro a hombro. Aún así, HoSeok se mantuvo detrás. Giraron cambiando de pasillo a uno donde había muchas puertas negras con nombres en ellas.

Al final estaba una con un solo nombre. Aquello hizo al castaño tragar grueso. Las chicas compartían camerinos, pero el de JiMin solo tenía su nombre. La pelirroja le pidió amablemente que esperara ahí; poco después salió del camerino y le indicó que entrará.

HoSeok se adentró al lugar cerrando la puerta a su espalda. La habitación era pequeña, tenía un par de percheros llenos con diferentes atuendos aunque todos tenías casi los mismos colores. Había un sofá negro de piel con cojines rojos y azules, un enorme tocador con maquillaje +

y luces. Al frente de ese había un banquillo acolchado. Habían otra puerta en la habitación que supuso sería el baño. Cuando se abrió dejando ver a JiMin a HoSeok se le cortó la respiración. JiMin provocaba mucho eso en él.

—Hola.—Saludó en un susurro el castaño. El peliazul lo vio con curiosidad parpadeando un par de veces. —¡Hola!—Saludó ladeando su cabeza y sonriendo. Aquello descoloco al castaño, la imagen que daba JiMin en ese momento era prácticamente angelical, nada que ver al bailarín.

—Soy uh, soy Jung HoSeok.—Se presentó estirando su mano, misma que JiMin vio con curiosidad antes de ver su propia mano y estirarla al moreno. Su piel era extremadamente suave. —Soy JiMin.—Nuevamente sonrió de manera dulce.

—Lo siento. Yo... uh.—JiMin lo vio con ojos curiosos y había un brillo en ellos que inquietaban al moreno.—Es extraño que esta sea tu personalidad cuando en el escenario eres alguien bastante... Uhm ¿lascivo?—Salió a modo de pregunta.

—Es lo que el Sr. Kim me dice que debo hacer.—Explico como si nada. Era demasiado honesto. —Sí, lo sé. Es solo que es extraño.—Hosoek mordió su labio inferior viendo el lugar.—¿Te gusta esto?—Preguntó antes de pensarlo. —No entiendo.—JiMin ladeó su cabeza.

—El bailar aquí ¿Te gusta?—Pareció pensarlo un poco. —Supongo.—Fue la escueta respuesta. —¿Quieres algo de beber?—Preguntó HoSeok. Quizás si bebían un poco se soltaran un poco más. —Podría beber una copa pero nada más.—Aclaró de manera solemne el peliazul.

El mismo JiMin se encargó de servir las copas y entregar una a HoSeok invitándolo a sentarse en el sofá. —¿Te dejan hablar con muchos clientes?—Preguntó con curiosidad el castaño. —Eres el segundo.—Bebió un poco de su copa y volvió su atención al HoSeok.

—¿Por qué son tan estrictos contigo?—Esoeraba que también fuese sincero con aquello. —El Sr. Kim dice que podrían dañarme y soy su posesión más preciada, así que debe cuidarme mucho.—Aquello a HoSeok le sonaba a un tipo de encarcelamiento y esclavización.

—Pero...—No pudo seguir hablando porque JiMin había dejado su copa en una mesita al lado del sofá y se acercó más al castaño. —¿Quieres besarme? Está bien si quieres.—El castaño se atraganto con su propia saliva. —No, no...—Negaba jadeante por la falta de aire.

—Pero tu cuerpo dice que quieres tocarme. Está bien si lo quieres. Puedo hacerlo.—El que JiMin dijera todo aquello con un toque de dulzura solo hacía sentir más enfermo y odio a sí mismo a HoSeok. Pues no estaba equivocado. Él realmente quería besar a JiMin... y quizás algo más.

—No quiero hacer nada si no te sientes cómodo. No debes hacer algo si no quieres.—El peliazul parecía pensar un poco lo que acababa de decir pero después sonrió. —Puedo besarte.—Y dicho eso estampó sus gruesos labios con los de HoSeok.

El moreno abrió los ojos enormemente, su cuerpo estaba un poco tenso pero se empezó a relajar cuando las suaves manos de JiMin acariciaron sus mejillas y parte de su cuello. Sus caricias se sentían como si algunas suaves plumas estuvieran contra su piel.

Sus lenguas se encontraron y ambos gimieron al contacto. El peliazul se subió a los muslos del moreno dejando sus piernas a los lados de sus caderas. HoSeok posó sus manos en la pequeña cintura del peliazul sintiendo el trabajado cuerpo de este.

Cuando HoSeok se separó de JiMin al sentir que la exitacion de su cuerpo había subido se asustó al ver que los oscuros ojos de JiMin ahora eran de un color azulado. El castaño vio aquello con extrañeza, sabía que JiMin tenía ojos cafés oscuros y no azules ¿Cierto?

—¿JiMin?—Preguntó algo inseguro. El chico esta vez no sonrió de manera dulce sino más bien cómo sonreía en el escenario. —¿Quieres que juegue contigo?—Preguntó con voz profunda. —No ¿Qué es lo que te pasa? ¿Estas bien?—El moreno se estaba preocupando.

—Creí que querías jugar. Tu cuerpo decía eso.—Sus ojos volvieron a ser cafés y ladeo su cabeza dándole el aire dulce nuevamente. —¿Qué...?—HoSeok estaba perdido. —Estoy programado para leer las expresiones corporales y darle a las personas lo que quieren.—Su corazón se detuvo.

—¿Programado?—No entendía nada o no quería hacerlo. —El Sr. Kim le pidió a mi fabricante que pudiese leer las expresiones corporales así podré saber que es lo que los humanos buscan de mí para hacerlos sentir bien. —Humanos.—Repitió en un jadeo el castaño.

—Sí. Como tú o el Sr. Kim.—JiMin lo veía con curiosidad. —Entonces tú no... tú no eres real.—El peliazul ladeó su cabeza. —Lo soy. Solo no soy como tú.—Sonrió de manera dulce. —Pero eres JiMin. Tu nombre es JiMin.—Hosoek sabía que lo que decía no tenía sentido pero necesitaba+

aferrarse a algo de manera desesperada. —Es un juego con mi número de serie para cuando necesito que hagan ajustes o me den mantenimiento.—Explicó lentamente.—Es más fácil identificarnos así.

—Oh Dios.—Jadeo HoSeok.—¿Por eso tus ojos se vuelven azules?—Preguntó mas para si mismo que para el peliazul. —Eso es porque mi programación tiene diferentes funciones y depende de esta es el color de mis ojos para que el Sr. Kim sepa que me esta pasando. Cuando debo hacer +

sentir bien a alguien se vuelven azules y mi sistema se prepara para ayudar a la otra persona estimulándolo dependiendo de su expresión corporal.—HoSeok quería llorar. —No se que pensar. No se que decir.—JiMin lo vio con curiosidad, HoSeok sabía que lo estaba leyendo.

—¿Quieres que te ayude?—HoSeok tomó los hombros de JiMin al notar como sus ojos empezaban a tener ese peligroso brillo nuevamente. —¡No!—Y desaprecio.—No quiero que me ayudes así. —Oh. Está bien.—Sonrió nuevamente y hostel acarició su mejilla.

Aún si sabía que para JiMin aquello no era nada dejó un suave beso en su mejilla y bajó al peliazul de su regazo con suavidad poniéndose de pie. —Fue un placer conocerte, JiMin.—Se encaminó a la salida. —Igualmente. Nunca te olvidare HoSeok.—Aquello hizo su pecho doler.

—Lo harás.—Dijo viéndolo sobre su hombro. —No, porque eres la única persona que me ha hecho tener rosa.—Explicó señalando sus ojos que efectivamente estaban cambiando ligeramente. —¿Qué significa eso?—Preguntó sin moverse. —Apreciado. Me hiciste ver que valgo. Gracias.

Con aquellas palabras calentando su pecho, HoSeok salió del camerino y del edificio temblando cuando el frío viento de la noche arremetió sin piedad contra su cuerpo. Antes de subir a su auto vio como el letrero neón era apagado y con aquello se adentró y se fue del lugar.

Cada noche HoSeok regresaba a Blue Side y observa las presentaciones de JiMin. Su corazón no dejaba de saltar irregularmente al conectar sus ojos con los de JiMin y menos cuando el peliazul le sonreía ya no de manera lasciva, sino de una manera un tanto dulce.

Y aunque jamás habló de nuevo con este, HoSeok seguía regresando de manera fiel. Siempre querría regresar a Blue Side, porque su corazón se lo exigía cada mañana nada más abrir los ojos.

⚠︎ ᴇʟ ғɪɴ ⚠︎

Perdón por la tardanza y gracias por su paciencia como siempre. Espero que les haya gustado, la idea nació del vídeo de una canción que realmente no recuerdo. Pero me pareció buena idea el tomar como tema principal Blue Side aún así. +

Espero que les haya gustado y que no haya quedado extraño. Los errores corren por mi cuenta, ya saben. Y pues nada, que los quiero millones y nos leemos por ahí. All the love, x.