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ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Jun 4, 2018
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•VHope OS• Taehyung va de viaje él solo, un fin de semana; siendo demasiado ingenuo se ve involucrado en una pelea. Por suerte Hoseok está cerca para darle una mano.

TaeHyung se bajo del tren aquella mañana de sábado. Estaba realmente emocionado, ya que era el primer viaje que hacía completamente solo. Llevaba su cámara con la correa al cuello y la mochila en su espalda donde tenía todo lo nevesario. Salió de la estación de tren y tomó su
Cámara para tomar algunas fotografías del lugar que después postraría en su Instagram. Necesitaba subir fotografías pues últimamente estaba muy inactivo. Pidió un taxi y le pidió amablemente al chofer que lo llevara a los lugares más bonitos de Seúl. El chofer amablemente
Iba contándole algunas historias de los lugares por donde pasaban. Al llegar al río Han, este le dijo que por ahí vería un poco de todo. Así que le pago al amable hombre y se bajo con sus cosas. En ese momento pensó en que sería mejor idea buscar donde comer, pues empezaba a
Tener hambre. Recorrió el lugar caminando mientras sacaba fotografías. A pesar de que estaba algo frío, el clima era agradable. Pronto vio un lugar donde vendían pizzas y no lo pensó dos veces para colgarse la cámara al cuello y encaminarse al pequeño y rústico local.
TaeHyung le saco fotografías a su comida porque se veía bastante bonita y apetitosa. Después de publicar la fotografía en su Instagram empezó a comer y a saborear cada rebanada.
Instagram.
El sol empezaba a ocultarse por pequeñas y grisáceas nubes. No pareciera que llovería, quizás simplemente el día estaría un poco más fresco que antes. Para cuando TaeHyung terminó su comida había pasado algo de tiempo y es que estaba disfrutando tanto la vista y el lugar
Que no se dio cuenta que el tiempo se había pasado volando. Tomó sus cosas rápidamente y salió del lugar. Vio en todas direcciones. Lo que veía eran museos y edificios corporativos. Se decidió a entrar a un museo y sacar algunas fotografías. Le pidió a algunas personas
Que le sacaran fotografías con algunas pinturas que a él le encantaban. Las postearía después. Cuando salió del museo sus ojos se abrieron enormemente. Pues estaba empezando a anochecer y no tenía idea de a donde ir a buscar un hotel barato para pasar esa noche.
Tomó algunas fotografías más del lugar con aquel bonito cielo de colores naranjas y se acercó al guardia del museo para preguntar por la zona hotelera, claro que le explicó que solo quería un hotel barato para pasar solo esa noche. El amable guardia le dio la dirección de uno
Aunque le advirtió que tuviera cuidado, aunque la zona solía ser segura nunca estaba de más el ser precavido.
Cuando llego a la zona donde el guardia le había indicado. No pudo evitar tomar con fuerza su cámara. Había algunos grupos de chicos y chicas por la calle, algunos lo invitaban a irse de fiesta. De pronto vio el letrero neón “OMELAS” y sonrió porque era el hotel que buscaba.
Cuando estaba a unos metros u chico se chocó con él. —Lo lamentó mucho, no te vi.—TaeHyung arrugo la frente porque el chico aún tenía sus manos en sus hombros. —Ugh, descuida.—Respondió TaeHyung moviéndose sutilmente para quitarse las manos del contrario.—Con permiso.
Rodeo a aquel chico y estaba dispuesto a seguir caminando. —Regrésale la cartera al pobre chico.—Orta voz sonó en su espalda haciendo que TaeHyung se detuviera y se girara. Su respiración se cortó. Cabello rojo, jeans de cuero que abrazaban aquellos muslos, camiseta negra
Y aquella chaqueta de cuero que hacían que aquel chico lo dejara sin aliento. —J-Hope, mi amigo.—El chico con quien había tropezado TaeHyung se acercó con una sonrisa al de cabello rojo. —Y una mierda Jackson. Dámela. No lo diré otra vez.—Jackson giro en dirección a TaeHyung y
Lo vio con una sonrisa que el menor no supo identificar. Pero hizo que arrugara su entrecejo y palpara sus bolsillos encontrándolos vacíos. —Que idiota.—Se quejó TaeHyung. —Lo eres.—hablo el ladrón. —Hablaba de ti.—Antes de que pudiera pensarlo las palabras habían salido.
El ladron cambió su expresión y caminó a donde TaeHyung estaba, haciendo que este retrocediera por el Aura amenazante. —Eres hombre muerto.—Le echó una mirada inspeccionándolo—O solo muerto.—TaeHyung se sintió ofendido. —Detente Jackson.—demandó J-Hope.
—No eres mi puta madre.—Fue la simple respuesta del chico. Tomó la camisa de TaeHyung y estaba listo para golpearlo cuando fue jalado bruscamente y sometido por el chico de cabello rojo. —Te lo pedí amablemente.—Dijo J-Hope mientras sacaba la cartera negra de su bolsillo.
El de cabellos rojos le tendió la cartera a TaeHyung quien con una mano temblorosa la tomó y la abrazo en su pecho. —Muchas gracias.—TaeHyung estaba realmente agradecido. —¿Qué demonios haces por aquí? Todo en ti grita turista ¿qué no sabes que eres un blanco para ladrones?
—Ugh, yo...—TaeHyung quería explicarlo pero estaba nervioso.—Estoy haciendo este viaje con unos pequeños ahorros, así que debo buscar lugares baratos.—Admitió un poco avergonzado bajando la mirada. Podía sentir la penetrante mirada del otro perforándole.
—Ven aquí.—J-hope tomó su mano y jaló de ella llevándolo consigo.—Puedes llamarme HoSeok—hablo sin voltear a verlo pues iba al frente jalando de la mano de TaeHyung. —uhm, soy TaeHyung.—hablo tímidamente este. De pronto HoSeok se detuvo y cuando Tae se asomó por su hombro
Sus ojos se abrieron mucho al ver una preciosa motocicleta frente a ellos. —Por favor dime que no les temes.—Rogó HoSeok, a lo qué TaeHyung solo sonrió en grande y negó. —Solía manejar una parecida, pero necesitaba dinero y la vendí.—Contó con pena.
—¿De verdad?— TaeHyung pudo captar la ligera burla en la pregunta. Pues bien, TaeHyung no lucía como un chico que montara en motocicleta, de verdad lo hacía. —Aunque te cueste creerlo, HoSeok.— Le dijo con algo de burla también. HoSeok sonrió y le tendió un casco. El cual se
Colocó rápidamente. Ya podía sentir la emoción en su cuerpo al subirse a una motocicleta nuevamente. —¿A dónde vamos?—Preguntó TaeHyung con sus manos al rededor de la cintura de HoSeok, quien estaba inclinado para conducir. —A vender tus órganos. Por supuesto.—Dicho eso, HoSeok
Aceleró la moto haciendo TaeHyung se sujetará fuerte de su cintura. —¡¿Es una broma cierto?!—Gritaba a todo pulmón TaeHyung. Más no obtuvo respuesta alguna.
TaeHyung seguía gritándole a HoSeok e incluso movía sus manos entrelazadas por la cintura de este. Pero seguía sin obtener respuestas. HoSeok solo se reía del pánico de aquel chico. Le parecía increíble que le hubiese creído esa tontería y ahora se preguntaba cómo es que sus
Amigos y familiares lo habian dejado ir en ese viaje solo. Era demasiado amable e ingenuo. HoSeok bajo un poco más el volumen de su casco, pues TaeHyung empezaba a gritar más fuerte. —¡Cierra la boca y disfruta el viaje!—Le gritó un esta vez HoSeok a través del micrófono.
—oh ¡OH!—Habló TaeHyung.—¿todo este tiempo me has escuchado claramente y me has dejado gritar así nada más?—Pregunto el menor palmeando suavemente el estómago del pelirrojo. —Sí.—Fue la escueta respuesta que le dio. —Bájame ahora mismo, nuestra amistad terminó.—Habló el menor.
—¿Tenemos una amistad?—Preguntó HoSeok molestándolo. —La teníamos, la has arruinado.—Fue firme TaeHyung. —Y yo que estoy llevándote a la feria.—HoSeok orilló la motocicleta y se detuvo. —¿Feria?—Pregunto con ilusión TaeHyung mientras se sentaba recto. —Sí, pero como no som...
—¡Sí somos amigos! ¡Ahora conduce!—demandó el menor—¿Por favor?— pidió con voz dulce a lo que HoSeok se rio e hizo lo que él menor ordenaba. TaeHyung no pudo evitar sentir las mejillas calientes al notar que el chico le parecía caliente y ahora le gustaba mucho su risa.
Cuando HoSeok aparcó su motocicleta. TaeHyung se bajo de esta a tropezones y quitándose el casco rápidamente. Las luces de los juegos mecánicos brillaban de una manera preciosa. HoSeok admiro el perfil de TaeHyung y cómo las luces de aquellos juegos hacían brillar sus grandes y
Y marrones ojos. Deseo poder inmortalizar aquel momento porque la piel acanelada de TaeHyung lucia tan preciosa. Además el viento revolvía su cabello suavemente. —Andando.—HoSeok colocó su palma abierta en la espalda baja del chico para hacerlo caminar.
—¡Vamos ahí!—TaeHyung apunto a la rueda mas grande. Ya que había una un poco más pequeña. —¿Estás seguro?—Preguntó HoSeok sonriendo. —¡Por supuesto! Quiero tomar fotografías. Sonaba tan emocionado como un niño de cinco años. HoSeok no dejaba de sonreír al verlo.
Instagram.
—¿Estás estudiando?—Preguntó HoSeok mientras seguía comiendo de su hamburguesa. —Sí, estoy en mi último año de diseño gráfico.—Respondió un sonriente TaeHyung. —Eres un bebé, ven aquí.—TaeHyung arrugó su entrecejo y se acercó a HoSeok quien con el pulgar quito catsup de la
Comisura de sus labios para después llevarlo a su boca. TaeHyung sintió sus mejillas arder y rápidamente pasó la servilleta de papel por su boca eliminando todo posible rastro. —Lindo.—Le sonrió HoSeok. TaeHyung casi se atraganta con su propia saliva al escucharlo.
—Mhm ¿Y qué es lo qué haces tú?—Pregunto esta vez TaeHyung. —Por ahora estoy dedicándome a mi música, aunque mis padres quieren que me quede con el negocio familiar.—El pelirrojo se encogió de hombros quitándole importancia. —¿Es por eso que eres así?—Preguntó el menor.
—Ugh ¿Así cómo?—El pelirrojo soltó una risita. —Como todo un chico rebelde... ya sabes—TaeHyung hizo un mohín con sus manos intentando explicar. —No.—HoSeok ahora si soltó una carcajada.—Soy así porque me gusta. Es mi estilo.—El pelirrojo siguió riendo.
—Oh, lo siento.—TaeHyung mordió su labio inferior.—Ugh, muchas gracias por todo esto, pero debería irme ahora. Aún debo buscar donde pasar la noche y bueno, fue agradable conocerte.—Mientras TaeHyung hablaba recogía las envolturas y servilletas que estaban esparcidas en la mesa.
—¡Oh, casi lo olvido!—Rebusco en su mochila y saco un lindo llavero de corazón con algunos listones de colores y otros colgantes pequeños. Lo tendió a HoSeok quien lo tomó con cuidado.—Lo compre para ti en agradecimiento por todo.—TaeHyung le dio una de sus sonrisas cuadradas.
—TaeHyung, puedes pasar la noche conmigo.—El menor que estaba poniéndose de pie se golpeó la rodilla con la mesa y se tambaleó un poco al escuchar eso.—¡No es eso! ¡Hablo de que puedes pasar la noche en mi apartamento! Tengo habitaciones extra—Explicaba rápidamente el pelirrojo.
—HoSeok, realmente no quiero molestar yo... —No molestas. De igual manera siempre estoy solo ahí y bueno. Así ahorrarías lo del hospedaje y estarás seguro.—Le interrumpió el mayor. —Pero si antes querías vender mis órganos.— bromeó TaeHyung.
—¡Era una broma!—Medio gritó el pelirrojo.—A lo que TaeHyung abrió los ojos en grande.—No quisiera que te pasara algo. Así que acepta, por favor...—Pidió HoSeok. TaeHyung mordió su labio inferior mientras pensaba en si debería o no aceptar la tentadora oferta.
Mientras TaeHyung se sujetaba firmemente de la cintura del pelirrojo iba apreciando la vista. Tragó grueso cuando se dió cuenta que estaban entrando a una zona que parecía ser de gente adinerada. Mordió su labio inferior con nerviosismo, empezaba a sentirse un poco tonto.
—Hemos llegado.—Anunció el pelirrojo bajándose de la motocicleta y quitándose el casco. TaeHyung admiro el enorme y lujoso edificio frente a aquel estacionamiento donde el auto más barato del lugar pagaría toda su universidad y le quedaría mucho dinero.
—Por aquí.—Habló HoSeok encaminándose a la recepción del edificio. TaeHyung jugueteo con sus dedos y las puntas de las mangas de su suéter. Al ver la lujosa recepción se detuvo. Se sentía intimidado por todo. Cuando HoSeok hablo de tener un departamento, él se imaginaba algo
Muchísimo menos lujoso que eso. Imaginaba un apartamento con algunos muebles y quizás un poco gastados pero en buen estado, alguna estantería con CD’s y algún buen equipo de sonido. Pero en su lugar tenía una recepción donde hasta un jarrón parecía costar más que su vida.
—HoSeok, creo que esto es una mala idea. Debería regresar a la ciudad y buscar algún hotel barato, puedo pagarlo. No hay problema puedo regresar caminando.—Mintió. Pues los pies le dolían a horrores por todo el recorrido de la feria. La feria...
Recordó la barata y grasosa hamburguesa y el estúpido llavero que le había regalado. Era obvio que lo vería como una baratija. Mordió su labio inferior cuando sintió ganas de llorar, sus mejillas seguro estaban rojas de vergüenza. Ni siquiera se atrevía a ver al chico a los ojos.
—¿De qué hablas? ¿Tienes idea de la hora qué es? No voy a dejar que andes por ahí solo y sin conocer la ciudad.—HoSeok no pudo evitar el tono molesto en su voz que TaeHyung no pasó desapercibido. —Es que yo...—El menor apretó los labios.
—Es que nada, ven aquí.—Esta vez el pelirrojo tomó la mano de TaeHyung e hizo su camino al elevador mientras lo jalaba suavemente con él. Mientras estaban en aquel elevador, HoSeok no evitó el mirar al chico que mantenía la cabeza agachada levante.
TaeHyung mordía sus labios y se notaba nervioso, su entrecejo estaba arrugado también. Cuando el pelirrojo se decidió a hablar las puertas de elevador se abrieron y este salió de la caja metálica siendo seguido unos pasos atrás por el menor.
HoSeok abrió la puerta del lugar y se hizo a un lado para dejar pasar a TaeHyung. Cuando este entró no pudo evitar el soltar un suspiro al ver la preciosa vista que el pelirrojo tenía desde la sala de su casa ya que había un muro completamente de cristal desde el piso al techo.
—Es precioso.—Dijo TaeHyung colocando sus palmas abiertas en el cristal y pegando su nariz a este para ver las luces de la noche. —Lo es.—Respondió HoSeok. Aunque él veía en otra dirección.
Cuando TaeHyung se giró encontró a HoSeok viéndolo y rápidamente desvió la mirada abrazando su cuerpo. Carraspeó levemente para que el pelirrojo reaccionara. —Voy a... voy a mostrarte tu habitación.—HoSeok se giró y murmuro algo sin sentido para TaeHyung.
La habitación era muy espaciosa. Muros blancos, muebles cafés, sábanas azules y una preciosa vista como en la sala. De nuevo TaeHyung corrió a esta y sonrió al darse cuenta que aun estando acostado en aquella cama podría seguir viendo la ciudad. —Podría darte mi riñón a cambio
De que me dejarás vivir un mes aquí solo por esta vista.—Suspiró al terminar de hablar. —Puedes... puedes venir cuando quieras.—Respondió HoSeok. TaeHyung dejo salir una risa sin humor. —Mi trabajo de medio tiempo me ayuda a pagar mi escuela, renta y algo de comida. No sabes
todo lo que tuve que hacer para ahorrar para este viaje.—HoSeok se le quedó mirando unos segundos en silencio. —¿Qué hay de tus padres?—Preguntó el pelirrojo con sigilo. —Apenas nos alcanza el dinero en la granja y me corrieron cuando supieron que quería estudiar diseño... oh,
y también cuando se enteraron que me iban más los chicos que las chicas.—El menor se encogió de hombros pero entonces cayó en cuenta de que nunca le dijo a HoSeok que era gay. Quizás él tenía problema con ello.—HoSeok yo... Ugh... —Soy bisexual, entiendo tu problema... un poco.
TaeHyung salió de la ducha y agradeció a HoSeok que le había prestado algo de ropa para dormir. Pues TaeHyung solo llevaba ropa limpia para el día siguiente. Realmente no quería regresar a su vida cotidiana. Le había gustado mucho ir a la feria con HoSeok. Pero eran de mundos
completamente opuestos. HoSeok lo tenía todo sin esforzarse mucho, al parecer y TaeHyung... él debía trabajar muy duro para tener algo de dinero extra. Se dejó caer en la enorme cama y suspiró pesado viendo el techo. Se seguía cuestionando el porque había aceptado ir ahí.
Llamaron a la puerta de la habitación y TaeHyung se sentó recto mientras veía que HoSeok entraba con dificultad. Pues traía una bandeja con algunas galletas y algo de chocolate caliente. El olor inundó las fosas nasales del menor quien no pudo evitar extrañar a su abuela.
Recordó aquellos buenos tiempos en los que solía ir corriendo donde su abuela quien siempre le regañaba por tener las rodillas raspadas. —No te pregunté, pero pensé que te gustaría algo caliente.—HoSeok sonrió amablemente mientras colocaba la bandeja en la cama.—No terminaste de
secar tu cabello.—Le reprochó el pelirrojo, TaeHyung se encogió mientras sonreía avergonzado. —Me dio pereza.—Admirio algo avergonzado. —Ven aquí.—HoSeok tomó el secador y TaeHyung tomó asiento frente a él. El pelirrojo también había tomado una ducha y TaeHyung no pudo evitar
dar una respiración profunda hasta que el shampoo del mayor llegó a su fosa nasales. Lirios. Los delgados y finos dedos del mayor acariciaban los castaños mechones del menor quien se dejaba hacer y se derretía por aquel suave contacto.
—Eres como un bebé. Aún no entiendo como es que te dejaron hacer este viaje solo.—Habló HoSeok una vez que terminó de secar el cabello del castaño. —Es porqué no quise que nadie viniera conmigo. Quiero probar que puedo cuidarme solo.—Dijo con orgullo el menor. HoSeok sonrió con
ternura. Eso causa TaeHyung en él. Ternura. —Por supuesto que puedes, pero hay algo en ti que pide a gritos protección.—TaeHyung hizo un puchero. Su mejor amigo, Jiminie siempre le decía eso. —¡No!—Gimió quejándose. Lindo. Pensó HoSeok. Muy lindo.
—Entonces... ¿vives aquí solo?—Los chicos tenían algo de tiempo hablando. Ya iban por su segunda taza de chocolate caliente. —Sí, en cuanto empecé a hacer dinero con mi música me separé de mis padres. No me malentiendas, los amo; pero querían controlar mi vida.—HoSeok arrugo
la nariz al decir eso. —Oh ¿puedo escuchar algo de tú música?—Preguntó tímidamente el menor. HoSeok no pudo evitar pellizcar una de sus mejillas. —Espera, iré por mi bocina.—Se puso de pie y salió de la habitación.
Un par de minutos después HoSeok regreso con una pequeña bocina portátil en su mano. Se acomodó en la cama y encendió la bocina para conectar su celular. Una vez estuvo todo listo busco los grandes ojos del castaño que se hicieron pequeños en una sonrisa mientras asentía.
TaeHyung abrió los ojos al escuchar aquella letra que hablaba sutilmente de las dificultades que había tenido el pelirrojo. El menor sonrió en grande pues las palabras de aliento llegaban a él como una clase de promesa no dicha. Sonriendo se lanzó con los brazos abiertos al
pelirrojo; quien apenas tuvo tiempo de reaccionar y tomar el cuerpo del castaño y caer ambos acostados en el colchón. TaeHyung sobre el cuerpo de HoSeok. —Gracias.—La voz del castaño sonaba amortiguada por tener su cara en el hueco del cuello del pelirrojo.
—Uh ¿Tae?—Pregunto confundido HoSeok. —Ah, lo siento.—El menor salió del cuerpo de HoSeok y se sentó frente a él mientras sonreía entre avergonzado y disculpándose.—La letra de tu canción me motiva a hacer lo que quiero sin importar las dificultades.—Explicó el castaño.
HoSeok sonrió en grande. Ya había recibido cumplidos por su trabajo antes. Pero de alguna manera el que fuese aquel lindo castañito quien lo hiciera; lo hacía sentir mejor. —Deberíamos dormir. Saldremos temprano de casa. Hay algo que quiero mostrarte.—Dicho eso, el pelirrojo
tomó la bandeja y salió de la habitación despidiéndose de TaeHyung, este sonrió cuando la puerta estuvo cerrada. No quería irse nunca de ahí, le agradaba mucho HoSeok. Con ese pensamiento, se dejó abrazar por el sueño.
—TaeTae...—El pelirrojo movió suavemente el hombro del castañito. —Abu, solo cinco minutos más.—Gimió TaeHyung mientras se removió a para abrazar más la almohada entre sus brazos y hacerse bolita. HoSeok sonrió al ver al adorable chico. Sacó su celular y le sacó una fotografía.
—Eres un bebé, anda es hora de despertar, sino vas a perderte el amanecer.—TaeHyung lentamente abrió los ojos. Sus labios estaban levemente hinchados por estar durmiendo, al igual que sus ojos, sus mejillas estaban rosadas y su cabello desaliñado. El corazón de HoSeok dio un
revoltijo. Puso su mano en él y dio respiraciones profundas para calmarlo cuando se dio cuenta que los adormilados ojos marrones del menor lo veían con atención. —¿Qué haremos?—Preguntó con voz más profunda de lo normal. —Ver el amanecer, ve a lavarte. Prepare chocolate.
Instagram.
—¡Whoa!—Los ojos de TaeHyung se abrieron con sorpresa al ver el revuelto que J-Hope había causado. —¿Qué pasa?—HoSeok se asustó. —Realmente eres muy famoso ¿Por qué no sabía de ti?—TaeHyung le vio con una enorme sonrisa. —No es para tanto.—El pelirrojo soltó una carcajada.
TaeHyung vio el reloj en su muñeca y HoSeok no pasó eso inadvertido. —¿A qué hora sale tu tren?—El pelirrojo mordió su labio inferior. —A las 4pm—El menor sonrió triste. —Bien, aún tenemos ocho horas antes de eso.—Intento ser optimista. —¿Qué quieres hacer?—HoSeok le sonrió.
Se montaron a la motocicleta del pelirrojo de nuevo y este le dio un rápido pero muy buen recorrido por la ciudad. Se detenía cuando TaeHyung se lo pedía para tomar algunas fotografías. TaeHyung sonreía y se veía tan lindo sonriendo mientras sacaba fotografías de todo.
Pero entonces HoSeok vio la hora en el reloj de su celular y su corazón cayó a sus pies. ¿Cómo es qué el tiempo había volado de esa manera? Ya era la 1pm y Debian comer algo. Rápidamente pensó en que lugar podría llevar al castaño. Lo invitaría como despedida.
El pelirrojo pensaba en que realmente no quería despedirse del castañito. Ni siquiera tenía un día de conocerlo, pero había hecho click al instante. Cuando llegaron al lugar tomó la mano de TaeHyung de manera posesiva y se encaminó a la entrada del lugar. Lo único que odiaba de
ahí, era la clase de personas que iba. TaeHyung jalo suavemente su mano para que lo soltara y cuando el mayor le echó una mirada sobre su hombro para verlo, este simplemente le sonrió. Unos pasos más adelante el pelirrojo escuchó como TaeHyung gemía de dolor y rápidamente se
giro para encontrarse con que un estúpido había golpeado con -quizás- fuerza el hombro del castañito. Aún siendo el menor el agredido, se disculpó e hizo una inclinación. El culpable sonrió de manera socarrona. —No entiendo como te dejaron pasar aquí.—Recorrió a TaeHyung de
pies a cabeza y este se encogió mientras se abrazaba a sí mismo. —¡Hey imbécil!—El chico volteó a donde HoSeok le hablo y al verlo al parecer lo reconoció.—Discúlpate ahora mismo. Pedazo de mierda.—El chico abrió los ojos y la boca en indignación. TaeHyung también abrió mucho
los ojos y corrió a donde HoSeok estaba viendo furioso al idiota. —HoSeok no...—Ni siquiera lo escucho. —¿Disculpa?—El tipo parecía molesto. —Tu chocaste con él y lo lastimaste, tú debes disculparte.—HoSeok se acercó a él mientras TaeHyung lo jalaba suavemente de la mano.
—No pienso disculparme con este pordiose...—Aquel chico no termino de hablar. El puño de HoSeok impactó con la mandíbula del chico haciéndola crujir. Muchas personas se acercaron a ellos para separarlos. —No me pongan una jodida mano encima.—los amenazo a todos. Aún si ya no era
parte de la familia. Seguía teniendo su apellido y era bastante de temer. Tomó la mano del castañito. El gerente había salido del lugar e intentaba hablar con HoSeok y disculparse. El pelirrojo giro y encaró al nervioso hombre.—Usted, su restaurante y clientes se pueden ir a la
mierda. No puedo creer que dejen entrar a personas como ese imbécil. Amaba la comida aquí, pero te rodeas de gente asquerosa cuando consumes en este lugar.—TaeHyung apretó sus labios y arrugó su entrecejo. Le había causado problemas a HoSeok y él solo había sido bueno con él.
Ninguno de los dos había hablado en el recorrido a un nuevo lugar. TaeHyung se sentía muy mal por haberle causado problemas al pelirrojo y HoSeok se sentía muy mal por haberle hecho pasar un desagradable rato al menor.
Cuando llegaron a un lugar donde HoSeok amaba el sushi ambos bajaron de la motocicleta. Entonces el pelirrojo se dio cuenta de la seriedad y nerviosismo de TaeHyung. —No fue tu culpa.—Hablo llamando la atención del castañito. —Pero peleaste...—Susurro mordiéndose el labio.
—Solo fue un puñetazo.—HoSeok rodó los ojos. —Aún así.—El menor dio un profundo y largo suspiro.—Vayamos a comer, tengo hambre.—HoSeok sonrió al escuchar al menor. —Yo invito.—Dijo el pelirrojo entrando al local. —¿Qué? ¡No!— Se quejó TaeHyung al entrar después de él.
—Por supuesto que sí.—Hablo el mayor tomando asiento. —Ya has hecho mucho por mí. Puedo pagar esto con lo que me ahorre del hotel y la cena.—Alego el menor. —Sé que puedes.—Sonrió HoSeok.—Es solo que quiero pagar yo. Es como una pequeña fiesta de despedida entre nosotros.
TaeHyung se pregunto cómo es que HoSeok podía cambiar tanto. Hacia un momento en el restaurante era tan intimidante que incluso él sintió miedo. Su mandíbula estaba apretada, la vena de su cuello se marcaba levemente y su entrecejo estaba arrugado.
Pero entonces cuando lo vio a él, le sonrió con toda la calidez del mundo. Y le tomó la mano con tanta suavidad que le parecía increíble como cambiaba de un segundo a otro. —Está bien.— se rindió el castañito.—Pero yo invito el helado.—Hablo muy seguro de sí mismo.
HoSeok soltó una carcajada por lo adorable que aquel chico era. Vio de nuevo el reloj en su celular y ya eran las 2:05pm. Odiaba lo rápido que se estaba yendo el tiempo. Quería pasar más tiempo con el adorable castañito.
Para cuando terminaron de comer se quedaron un poco charlando. Ya no había mucho que pudieran hacer realmente. Ya eran las 3:35pm y debían irse pronto pues debían estar a tiempo en la estación. —Podemos comer el helado en la estación mientras esperamos tu tren.—sugirió HoSeok.
Como había prometido, TaeHyung pagó por los helados de ambos. Se sentaron en una banca y mientras comían su helado seguían hablando de tonterías. En su mayoría TaeHyung se dedicaba a agradecer a HoSeok por haber hecho de su pequeño fin de semana ahí; algo increíble.
Los autoparlantes anunciaron la salida a Busan. Era el tren que TaeHyung debía tomar. Ambos se pusieron de pie y se dieron un cálido abrazo con grandes sonrisas. —Me agrado mucho conocerte, HoSeok.—Hablo primero TaeHyung tomando las correas de su cámara. —Lo mismo digo,Tae.
Y así sin más TaeHyung abordó su tren y HoSeok salió de aquella estación de trenes. Pero solo entonces ambos se dieron cuenta de algo. Nunca intercambiaron sus números de teléfono, alguna red social o algo. Cuando HoSeok entró corriendo a la estación el tren ya había partido.
Instagram.
Una semana había pasado de aquel mágico viaje, según TaeHyung. Ahora se encontraba en uno de sus trabajos, agradecía que no hubiera muchas personas en la cafetería, pues podía adelantar un poco de tarea. La campana de entrada sonó pero siguió escribiendo incluso cuando la persona
estuvo frente al mostrador. —Buenas tardes bienvenido a Park’s Coffee ¿qué desea ordenar?—Una risita del desconocido hizo que TaeHyung levantara la vista. —Hola.—Saludó sonriendo HoSeok. Su cabello ahora era castaño.
—¡HoSeok! ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?—TaeHyung estaba muy feliz de verlo. Casi saltaba el mostrador y lo abrazaba, pero se contuvo. —Nunca dije que te estuviera buscando...—Dijo el mayor jugando, TaeHyung se sonrojó avergonzado. —Lo siento.— Se disculpó rápidamente.
—Eres difícil de encontrar, Kim TaeHyung.—El menor arrugó la frente, pues nunca le dio su apellido al ahora castaño.—Use a mis seguidores como detectives. Es increíble lo que hacen, es de temer un poco también.—TaeHyung sonrió. —Quizás debería dejar de hablarte, no quiero que me
secuestren o lo que sea que hagan tus fans.—su respuesta fue tan seria en ese momento que HoSeok casi pensó que lo decía en serio. Sino fuese por la sonrisa que el menor intentaba esconder.
—¿A qué hora termina tu turno?—TaeHyung vio el reloj en su muñeca. —En una hora.—HoSeok asintió mientras revisó la carta. —Entonces dame un Americano frío y algún postre mientras espero.—Apunto a una mesa cerca del mostrador. TaeHyung asintió y empezó a preparar el pedido.
NOTA. Hasta ahorita me di cuenta de que escribí Busan en lugar de Daegu cuando TaeHyung aborda su tren. Idndifndkxbd lo siento muchísimo.
—¿Sabes que puedo desempacar mis cosas solo?—Preguntó sarcásticamente TaeHyung. —Pero si te ayudo terminarás más rápido y tendré más tiempo para besar a mi lindo, muy lindo novio.—HoSeok sonrió enorme mientras besaba la mejilla del menor. —Harás que quiera regresar a Daegu.
—¡Ni lo pienses! ¿Sabes cuanto tiempo tarde en convencerte de transferirte? ¡Tres meses! Y eso sin contar los ocho que teníamos saliendo cuando te lo pedí por primera vez ¿no te parece injusto que tuvo que pasar casi un año para que aceptaras?—TaeHyung soltó una carcajada por la
seriedad de HoSeok al decir todo aquello. —Bien, dejemos mis cosas para después. La verdad estoy algo cansado y solo quiero que nos demos una ducha larga y nos acurruquemos toda la tarde.—HoSeok tomó los muslos del menor para rodear su cadera. —Eso suena bien para mí.
TaeHyung sonrió al pensar en aquel fin de semana que se había costeado apenas con sus escasos ahorros. Si no hubiera hecho todos eso trabajos extras nunca hubiese hecho ese viaje y no hubiera conocido a HoSeok, quien ahora estaba muy ocupado dando pequeños besos en sus mejillas.
Sí, la vida es buena a veces. Ambos sonrieron viéndose a los ojos antes de unir sus labios en un suave y dulce beso. El fin.
Muchas gracias por leer. Nos vemos/leemos por ahí. Mucho amor, xoxo.
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