≡ Leave Me ≡ La vida de TaeHyung es bastante tranquila. Suponiendo que con tranquila se refiere a estar bien con Jaebum molestándolo por todo. Como si eso no fuese suficiente, su peor pesadilla está de regreso en la ciudad y en su escuela.

≡ Perfiles ≡

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TaeHyung mordía sus labios nervioso. Realmente solo quería salir corriendo y no entrar jamás en el edificio. Aquello era como firmar una sentencia de muerte. Suspirando, tomó la correa de su mochila y se adentró entre la multitud. Como siempre, caminaba con la cabeza agachada y

su hombro golpeaba con algunas personas. Ya ni siquiera se disculpaba o esperaba una disculpa. Pero un golpe fue demasiado fuerte e hizo doler su hombro. Colocó una de sus manos ahí mientas se quejó. —Lo siento.—Se disculpó una voz ronca. TaeHyung supo al instante quien era.

—La culpa ha sido mía.—Hablo rápidamente el castaño. —¿Nos conocemos?—YoonGi ladeó la cabeza viendo al moreno. TaeHyung lamio sus labios con nerviosismo. YoonGi no había cambiado ni un poco, seguía molestándolo. —¿Sabes que? Simplemente moja mis libros o rompe mi brazo de una

vez, tengo clases a las cuales llegar.—Los ojos de YoonGi se abrieron enormemente. —¿Bolita?—TaeHyung arrugó la nariz al escuchar aquel viejo apodo.—¡De verdad eres tu!—El pálido sonrió viendo al castaño. —Sí, ahora...—Le pasó su mochila al pálido y éste lo vio sin entender.

—Vamos, DBoy. No tengo todo el día y de verdad no puedo seguir saltándome las clases.—YoonGi apretó los labios avergonzado al entender de que hablaba TaeHyung. Le dio la mochila y se fue de ahí.

YoonGi echó un último vistazo sobre su hombro. No podía creer que el chico que había dejado con un brazo roto. El TaeHyung que recordaba era un chico con regordetas mejillas y brillante sonrisa cuadrada, no el chico con el que se había topado.

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El castaño mordisqueaba su labio inferior mientras tenía el entrecejo arrugado. Estaba muy nervioso por encontrarse a solas con YoonGi, más no quería acudir a su hermanito. Cuando la campana sonó anunciando el final de las clase, TaeHyung suspiró derrotado metiendo sus cosas a +

su mochila. Se preguntaba si no era mejor ser un cobarde y decirle a su hermano. Apretó los ojos negando. Salió del aula y pasó por su casillero para dejar los libros que no necesitaba y tomar otros que si. Cuando su mochila estuvo lista, la afianzó en sus hombros apretando +

las correas con sus manos hechas puños. No podía seguir atrasando más aquello, con una mirada triste se encaminó a la salida del edificio y en cuanto vio al pelinegro esperándolo con las manos en sus bolsillos sus piernas temblaron como gelatina. Se abrazó a sí mismo intentando+

ocultar su cuerpo de los gatunos ojos del pálido. Trago duro y se acercó a éste por fin. —Estoy aquí.—Habló en un susurro. YoonGi se giró y ladeó su cabeza viéndolo con una sonrisa triunfadora. —Bien, mueve tu gordo trasero.—Dicho eso el pálido se encaminó a su auto.

TaeHyung sintió ganas de llorar al escuchar al pálido decirle gordo de nuevo. Pero se tragó el nudo en su garganta y camino unos pasos atrás del pálido.

Pronto llegaron a la camioneta del mayor y ambos se subieron, el moreno colocó su mochila en sus piernas y la abrazaba pegándola a su pecho. —Ponte el cinturón.—Ordenó el pelinegro. TaeHyung asintió suavemente sin hablar y casi sin moverse, se lo colocó.

El menor jugaba con sus dedos y mantenía su vista en ellos, el mayor simplemente lo observaba de reojo de vez en cuando. Realmente TaeHyung estaba más guapo que antes. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios al recordar lo lindo que se veía cuando tenía mejillas rellenas.

YoonGi aparcó el auto y giró a ver al moreno que ni siquiera dejaba ver del todo su rostro. Pues sus largo mechones de cabello lo subirán parcialmente. —Ya puedes bajar.—Informó YoonGi haciéndolo salir de su trance. Sin levantar la mirada, TaeHyung salió del auto.

Pero al levantarla del suelo para saber a donde ir se quedó congelado. —¿Que hacemos aquí?—Preguntó al pálido bastante confundido. —Tomar batidos, recuerdo que te gustaba mucho el de vainilla con jarabe de chocolate y crema.—Sonrió de lado. —Ya no me gusta.—Aseguró.

—Eso es imposible.—El pálido se rió. Se acercó a TaeHyung y tomó su mano para arrastrarlo al local. Lo dejo en una mesa y fue a pedir los batidos. TaeHyung busco de manera frenética en su mochila las pastillas, pero no había más, se había tomado la ultima en el almuerzo.

Su cerebro trabajaba a toda marcha, no podía comer eso. Eran demasiadas calorías, no podría hacer más ejercicio del debido sin que su madre se diera cuenta, tenía que ir a escondidas a una farmacia por más pastillas... mordió su labio inferior al pensar en su última opción.

—Aquí está.—YoonGi dejó un enorme vaso de batido frente a él, incluso había una cereza acaramelada.—Pedí de menta para ní ¿Quieres probar?—Ofreció acercando el vaso al moreno. —No...—Sus ojos no se despegaron del batido frente a él. Dio una rápida mirada a YoonGi y sin pensarlo+

más de lo necesario empezó a tomarse el batido de manera rápida. Los ojos de YoonGi se abrieron y sus cejas se arquearon. Cuando llevaba tres cuartas partes del batido dejó e tomarlo. —Estoy lleno.—Declaró limpiando su boca. Vio su reloj de manera rápida.

—¡Wow! Creí que habías dicho que ya no te gustaba.—Habló burlón el pálido, pero TaeHyung no le presto atención, en cuanto paso un minuto se puso de pie. —Necesito ir al baño.—Y sin dejar que el pálido dijera algo más, se encaminó a este.

En cuanto entró fue al último cubículo y cerró la puerta. Se hincó frente al inodoro y metió dos de sus dedos a su boca. Odiaba vomitar, por eso prefería tomar pastillas, pero ahora era su única opción. Siguió vomitando incluso parte del almuerzo. Cuando se sintió bien con +

lo que había desechado se puso de pie y jalo la cadena del inodoro. Se recargó en la puerta del cubículo suspirando cansado. Se sentía un poco mareado y con sueño.

La puerta del baño se abrió, TaeHyung hizo silencio. —¿TaeHyung?—Era YoonGi. —Ya voy.—Informó el moreno. Salió del baño y se encaminó a enjuagar su boca, el pálido lo vio con curiosidad y TaeHyung se dio cuenta de eso.

—No me gusta la sensación que queda cuando como algo.—Mintió rápidamente. —Pero si a ti te encanta comer.—YoonGi se rió. —No, ya no.—Informó el moreno con seriedad.—¿Aque juegas?—Preguntó de pronto. Él pálido lo vio sin entender.

—No estoy jugando a nada. Creí que éramos amigos...—TaeHyung se rió sin humor. —Creo que tus recuerdos están distorsionados entonces.—Atacó el moreno.—¿que es lo que quieres Min?—Escupió con frialdad.

—Solo quiero recuperar a mi amigo.—Respondió como si fuera lo más obvio. —Nunca fuimos amigos.—Atacó TaeHyung. —Claro que si.—Contraatacó el pelinegro. —Los amigos no se rompen los brazos.—Dijo entre dientes el menor. Aquello hizo a YoonGi abrir la boca y negar.

—¡Sabes que fue un accidente!—Medio gritó el pálido. —¡No lo fue! Me obligaste a saltar del techo de tu casa. Me obligaste a hacerlo. Dijiste que si no lo hacía me harías comer lombrices vivas de las que usaba de carnada tu padre ¿recuerdas?—Los ojos del menor se humedecieron.

—No iba a hacerlo de verdad.—Defendió YoonGi. —Aléjate de mí.—Ordenó el moreno.—Voy a decirle esto a JeonGguk. —Hazlo, no le tengo miedo—Masculló el pálido—En cambio tú deberías tenerlo de las viejas fotografías que mi madre tiene de nosotros. Los ojos de TaeHyung se abrieron.

—No lo harías...—Susurró apenas el menor. —Pruébame.—Reto el pelinegro. El moreno jadeaba por aquello, su mareo se hizo más fuerte pero se negaba a ceder ahí. Tomó sus cosas y salió del baño dejando al pálido solo. Quería irse a casa y dormir, solo dormir.

YoonGi al estar solo grito frustrado. ¿Por que siempre salía a flote lo peor de él cuando estaba cerca de TaeHyung? Molesto consigo mismo golpeó con su puño el espejo frente a él rompiéndolo y lastimando sus nudillos y brazo con los trozos.

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Mina secó sus lágrimas con furia. No podía creer que el chico que le gustaba estaba diciéndole aquellas cosas de su hermano. Se puso de pie y camino a la máquina dispensadora que tenía en frente. Llevaría galletas a su hermano.

Nunca le había gustado el ambiente de los hospitales, pero debía soportarlo por ahora. Por YoonGi. Cuando entró a la habitación vio que su pálido hermano hacía una mueca al moverse. —No te muevas. Te vas a lastimar.—Regañó la chica.

Se aceró al pálido y lo ayudo a acomodar las almohadas en su espalda. YoonGi le sonrío de manera débil. —Quiero largarme de este jodido lugar.—Se quejó puchereando. Por la cabeza de Mina pasaban las palabras de JeongGuk, pero viendo a su hermano le parecía algo increíble.

—YoonGi ¿Puedo preguntarte algo?—YoonGi se extraño de la seriedad de la menor. —¿Está todo bien? ¿Alguien te está molestando? —No, no es eso. Está todo bien. Es solo que...—Desvio su mirada.—¿Es verdad que rompiste el brazo de TaeHyung?—Los ojos del pálido se ampliaron.

—¿Quien te dijo eso?—Pregunto intentando incorporarse. —Alguien en la escuela, dicen que por eso te golpearon.—YoonGi mordió su labio inferior y suspiro. —Eramos niños.—Aquello rompió el corazón de Mina. Aquello le daba la razón a JeongGuk.

—¿Qué fue lo que pasó?—Preguntó con voz temblorosa. —Ugh, yo solo le dije jugando que si no saltaba del techo lo haría comer gusanos.—La voz de YoonGi fue descendiendo. —¿Y qué hay de Jaebum?—YoonGi se sentía avergonzado, ni siquiera podía ver a su hermanita.

—Cuando somos pequeños cometemos muchos errores, Mina. Y quizás yo cometí tantos que hasta ahora me ha llegado la factura y mira como me está yendo.—Cuando vio a su hermanita ésta tenía las mejillas húmedas.

—Por tu culpa JeongGuk no quiere salir conmigo. Arruinaste la vida de TaeHyung, YoonGi.—El corazón del pálido se encogió. Quiso hablar pero mina lo detuvo poniéndose de pie—Siempre me había sentido orgullosa de tenerte como hermano porque no sabía hasta que punto estabas enfermo.

—Mina, era solo un niño...—Intento excusarse YoonGi. —TaeHyung también y ahora debe vivir con esos horrorosos recuerdos de ti. Ahora entiendo porque te huye como la peste. Eres una peste, Min YoonGi.—Dicho eso salió de la habitación y abandono el hospital.

El corazón de YoonGi dolía. hizo puño su mano y golpeo la camilla lastimando sus costillas recién curadas. Tendría que hablar seriamente con los hermanos Kim cuando saliera del hospital.

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TaeHyung retorcia sus manos nervioso, no sabía porque YoonGi quería verlo. Pero el moreno estaba seguro de algo. Detendría cualquier mierda que el pálido tuviera con él. Cuando estuvo frente a la gran casa de los Min, llamó a la puerta con una mano temblorosa, tomó una profunda +

bocanada de aire. Cuando escucho a alguien abrir la puerta dejo salir de manera temblorosa todo su aliento contenido. —¿TaeHyung?—Mina estaba confundida. —Hola, vengo a ver a YoonGi.—Mordió su labio inferior. La pálida chica frente a él lo vio con desconfianza.

—¿Te obligó a venir?—Su ojos se entrecerraron. —¡No!—Gritó un poco. Carraspeo.—Quiero decir, mi hermano fue quien lo envío al hospital y yo uh, pensé que estaría bien si venía a ver como estaba y eso. JeongGuk lo hubiera hecho pero está castigado.—Para el moreno no pasó +

desapercibido como los ojos de Mina pronto se volvieron tristes. —Ah ¿Por eso no vino?—TaeHyung arrugo el entrecejo. —Sí ¿Por qué otra razón no lo haría? Sabes que JeongGuk te adora. —Ya no estoy muy segura de eso.—Mina se sentía mal por tener celos de TaeHyung.

—Mina ¿Está todo bien entre ustedes?—Mina parpadeo rápidamente y sonrío. —Sí, por supuesto. Pasa, te llevare a la habitación de mi hermano.—TaeHyung no se creyó para nada aquello, pero no quería ser un entrometido así que lo dejo pasar.

TaeHyung lamió sus labios nervioso antes de llamar a la puerta y abrirla para meterse lentamente. El pálido estaba en un sofá con algunos platos sucios en la mesa frente a él mientras jugaba videojuegos. Usaba ropa deportiva bastante ancha.

—TaeHyung...—Susurro YoonGi pausando su videojuego y acomodándosela mejor en el sofá haciendo espacio al moreno. —Uh, estoy bien aquí.—YoonGi vio como el moreno retorcía sus manos. —Realmente no puedo ponerme de pie para jalarte aquí, así que por favor...—TaeHyung asintió.

El moreno tomó asiento lo más alejado del pálido y este suspiro en rendición. Ni siquiera sabía como empezar a hablar. Talló su cara con fuerza con sus pálidas manos y encaró de nuevo al moreno.

—Solo escucha ¿Está bien?—TaeHyung le dio una rápida mirada y asintió viendo al frente de nuevo.—TaeHyung, creo que siempre intente convencerme de que lo que te hice no fue cruel o que no te hizo daño porque no quería sentir culpa. Creo que no puedo manejar la culpa muy bien... +

sin embargo, es hora de afrontarlo por fin.—El mayor cerró los ojos con fuerza.—Lamento muchísimo cada cosa que te hice cuando éramos niños, no entendía porque siempre quería molestarte de las peores maneras cuando tu solo me dabas esas dulces sonrisas con tus regordetas +

mejillas.—TaeHyung se removió incomodo.—Si yo hubiera sido diferente, ahora quizás seriamos muy buenos amigos y lamento mucho el hecho de que no sea así. Perdón por haberte causado tantos malos ratos y por haberte dado más problemas de los que me puedo acordar justo ahora.—El +

moreno giró a verlo y se sorprendió al ver los ojos del pálido cristalizados.—Sé que no merezco tu perdón y si no quieres dármelo está bien, puedo vivir con ello. Creo... creo que jamás me di cuenta de todo el daño que te cause hasta que estuve en el hospital y Mina lloro por +

mi culpa. Porque por mí, JeongGuk no quiere saber más de ella...—"Así que es eso" pensé el moreno.—Sé que siempre te estoy tratando mal, pero realmente no entendía nada hasta ahora. Me gustas.

—¿Qué?—La pregunta salió de manera temblorosa de los delgados labios del moreno. —Me gustas Kim TaeHyung y posiblemente me gustes desde la infancia, solo que no lo entendía y creía que lo que sentía por ti era odio o molestia cuando era todo lo contrario—TaeHyung negó incrédulo.

—No es verdad.—Negó sin creer aquello. —Eres libre de no creerme. Solo quería que lo supieras y que supieras que estoy muy arrepentido de todo lo que te hice.—Un nudo se formo en la garganta del moreno. —¿Entonces por qué parece que te estás despidiendo?—YoonGi sonrío.

—Porque es justo lo que estoy haciendo.—Entonces los ojos de TaeHyung se aguaron. —¿Por qué...? Te odio tanto.—Su voz se rompió. —Lo entiendo.—El pálido se arriesgo a tomar la delgada mano de eso largos entre la suya y sonrió sin humor al ver lo bien que encajaban.

—Hiciste que me odiara, hiciste que me sintiera asqueado de mi propio cuerpo. No puedo comer sin pensar en calorías, llevo pastillas para adelgazar o para desechar la comida más rápido a todos lados. Vomito a veces, uso ropa holgada porque aun siento los rollos en mi cuerpo y +

por más que deje de comer o me ejercite siempre siguen ahí.—TaeHyung respiraba de manera pesada mientras que YoonGi lo veía con la boca abierta. —¿El batido...? —Metí los dedos a mi garganta y me deshice de el.—El pecho de YoonGi dolio al ser consiente de hasta que punto había+

dañado al lindo chico de regordetas mejillas y sonrisas rectangulares. Jaló del moreno suavemente y lo hizo recargarse en su pecho, sus costillas se quejaron por el peso extra, pero YoonGi decidió ignorar aquello cuando TaeHyung se encontraba llorando de manera desconsolada.

—Lo lamento tanto...—Repetia una y otra vez YoonGi acariciando la espalda del moreno y dejando besos en su cabello mientras el delgado cuerpo se sacudía por el llanto. —Lo que más odio es que me sigas gustando.—La pálida mano quedó suspendida en el aire.

—¡Suelta a mi hermano en este instante, pedazo de mierda!—JeongGuk entró estampando la puerta de la habitación del pálido. YoonGi y TaeHyung se sentaron rectos. —Gukkie.—Taheyung se puso de pie secando sus lagrimas pero era evidente que había estado llorando.

—Hijo de puta.—Siseo entre dientes antes de dar zancadas a donde YoonGi ni siquiera se movió un poco, aunque quisiera hacerlo no podría. —¡Guk-ah!—TaeHyung corrió detrás de su hermano pequeño para detenerlo, pero este lo empujo haciedolo caer sobre la mesa.

TaeHyung cayó sobre algunos vasos de cristal que había en esta, un par se rompieron incrustándose en el brazo del moreno que se quejo al instante. —Guk-ah.—Llamó con voz temblorosa a su hermanito, cuando este se giró y vio el brazo de TaeHyung sangrando olvido por completo al +

pálido en el sofá, que ahora estaba poniéndose de pie con dificultad. JeongGuk se arrodillo frente a TaeHyung quien tomaba su brazo, pero la sangre ya estaba manchando el piso. —Debo llevarte a urgencias.—Habló rápidamente tomando el delgado cuerpo de su hermano en brazos y +

saliendo de la casa de los Min dejando un rastro de sangre en su camino. —Mina.—La chica se giró a ver a su hermano mordiendo su labio inferior mientras sus mejillas estaban mojadas. —Sabía que no podía dejar a TaeHyung a solas contigo.

YoonGi solo vio como su hermana tomaba su pequeño bolso y salía de su casa sin dirigirle una mirada antes de cerrar. —Lo siento.—Susurró dejando caer al piso derrotado.

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Nada más escuchar la campana del termino de clases TaeHyung tomó sus cosas y salió corriendo del lugar. Antes de irse envío un mensaje a JeongGuk diciéndole que iría a ver a YoonGi. A lo que éste le respondió que estaba bien, que si su madre preguntaba dijera que estaban juntos.

Le sorprendió saber que JeongGuk estaba bien con eso. Supuso que tendrían mucho de que hablar después sabiendo que su hermanito seguramente se había escapado de casa por la petición que había hecho.

TaeHyung no se dio cuenta de cuan grande era su ansiedad por ver a YoonGi, hasta que se encontró jadeante frente a la puerta de los Min por haber corrido. Su corazón iba a toda velocidad y no sabía si era por haber corrido o por el hecho de estar ahí para encarar al pálido.

Sintiéndose seguro de lo que estaba por hace levanto su mano y llamo a la puerta. Algunos segundos después ésta fue abierta por el mismo YoonGi que le vio sorprendido.

—¿Qué...—La pregunta quedó al aire. —Tenemos que hablar. Ambos se vieron a los ojos por un momento.

Ambos chicos estaban en la sala, el silencio reinaba entre ellos. El menor sabía lo que quería decir pero no sabía cómo empezar o siquiera en que orden. Cerró los ojos con fuerza y sacudió su cabeza para despejarla. Todo bajo la atenta mirada gatuna del mayor.

—Solo... solo escucha ¿está bien?—Pidió al mayor frente a él en el otro sofá quien solo asintió viéndole con curiosidad.

—Durante toda mi infancia me hiciste mucho daño. Creo que es algo que nunca se va a ir, realmente la mayoría de mis recuerdos se fueron porque no quería mantenerlos conmigo, eran algo doloroso. Pero aún así conservo algunos, no son malos del todo... pero eso no le quita +

peso a lo que me hiciste.—Dio una pausa.—Cuando te fuiste, al principio me sentí muchísimo mejor, creí que mi vida sería diferente... que seria feliz. Pero no fue así. Porque solo entonces me di cuenta la clase de sentimientos que tenía por ti. Aunque era tarde y tampoco es que +

tuviera alguna clase de esperanza de tener algo contigo. Después de todo eras quien más me odiaba.—YoonGi tragó duro.—Cuando regresaste... tuve mucho miedo, incluso pensé en muchas mentiras para decirle a mi madre y que me cambiara de escuela. No me importaba mudarme por ello. +

Pero entonces todo se nos escapó de las manos. Aunque seguías siendo el chico brusco que recordaba había partes blandas y de cierta manera dulces de ti que me confundían. Pasó lo de Guk-ah y creo que ese fue el punto de quiebre.—TaeHyung se removió un poco incómodo.—Yo jamás +

hubiera albergado la esperanza de que sintieras algo por mí, algo que no fuese odio o desprecio. Pero entonces confesaste tus sentimientos, los reales y el como apenas te habías dado cuenta de ellos.—El castaño elevó sus ojos para conectar su mirada con el morocho.—De cierta +

manera entendí el que te haya costado tanto trabajo entenderlo hasta ahora, porque yo también pasé por ello. Sé que debí odiarte y alejarme de ti en algún momento. Pero por alguna razón me pareció una idea descabellada e imposible. Fue así como descubrí mis sentimientos por ti. +

Pero me parece injusto que ahora que ambos sabemos lo que sentimos por el otro te vayas así sin más. ¿Realmente te importo o es solo otro de tus juegos? —Un suspiró tembloroso salió de los labios de TaeHyung. —Porque me importas es que me estoy yendo.

—¿Te estás escuchando?—Soltó una risita sin humor. —Escúchame ahora tu a mí, TaeHyung.—El menor puso cara de seriedad al igual que el pálido.—Tú ya sabías de tus sentimientos hace tiempo. En cambio yo acabo de descubrirlo ¿sabes como me siento de saber que solo le he hecho +

daño a la persona que me gusta? Me siento asquerosamente horrible. Incluso si me perdonas y me dices que todo está bien, no lo está para mí. Creo que debo alejarme por un tiempo. Dejar que las cosas entre nosotros se tranquilicen y no presionar. Lo que tenga que pasar va a pasar.

TaeHyung entendía aquello, entendía ahora el porqué YoonGi quería alejarse. Solo quería aclarar el torbellino de cosas que tenía en su interior, sin embargo no estaba diciendo que lo que no existía entre ellos aún fuese a terminar ahí, sino todo lo contrario.

Aquello le hizo feliz. Si era así, entonces él esperaría a YoonGi. El pálido se puso de pie con algo de dificultad y se acercó a donde el moreno estaba. TaeHyung alzó la vista con sorpresa al verlo frente a él.

Una pálida mano acarició con suavidad su mejilla y TaeHyung cerró los ojos disfrutando de aquel toque. Escucho algo caer y después un peso extra en sus muslos. Al abrir los ojos se encontró con que sorpresivamente, YoonGi estaba sentado en ellos con las piernas a sus costados.

—Yoon...—Cualquier cosa que TaeHyung fuese a decir, murió entre los labios de ambos. Sintieron como si fuegos artificiales estallaran en el interior de sus cuerpos. Había un hormigueo agradable recorriéndolos.

TaeHyung abrazó con fuerza la cintura de YoonGi pegabdolo a su pecho. Aunque eran más que nada caricias y abrazos torpes, pues ambos estaban nerviosos por la situación en la que se encontraban. No iban a ir más allá de algunos húmedos besos, pero aquello estaba bien por ahora.

Dos días después. YoonGi regresó al internado con la promesa de regresar por el moreno. Aquella promesa fue sellada por un par de besos, algunos abrazos y caricias tímidas de ambos.

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≡ ᴇʟ ғɪɴ ≡

Hemos llegado al final, realmente este es el final que tenía pensado desde un principio. No quería poner el típico final feliz porque realmente este par no podía estar junto aún. Deben tener una amistad -a distancia por ahora- y conocerse de manera adecuada para poder empezar +

algo como amantes. Hay muchas cosas que deben hablar aún y otras tantas que superar. No pienso hacer una continuación porque me gusta este final, es un final feliz aunque no uno definitivo. Es más un comienzo... y eso me gusta.

Gracias por leer y por esperar pacientemente aquí. Espero que no sea extraño por haberlo hecho a tiempos diferentes. Los errores van por mi cuenta y bueno, nos leemos por ahí. All the love, x.