SKETCH Dónde NamJoon es un estudiante de artes quien conoció a un misterioso chico en una fiesta. Nunca pregunto por su nombre pero ahora no puede dejar de dibujar al pálido.

perfiles

NamJoon estaba en uno de los cómodos sofás en la sala de aquella enorme casa de alguien que ni siquiera conocía. La música electrónica zumbaba en sus oídos sin llegar a ser molesta del todo. Pues realmente no prestaba mucha atención a aquello.

Tomó un sorbo de su vaso rojo y acomodó el armazón de falsas gafas en el puente de su nariz. Suspiró al ver a sus amigos divertirse mientras él veía a todos lados sintiéndose un poco abrumado por la cantidad de personas ahí. Las ganas de ir a casa y ver alguna mala película o +

algún documental burbujearon en su interior. Mordiendo su labio inferior se puso de pie dispuesto a irse. —Mierda.—Masculló al sentir su camisa empapada del líquido que antes había estado en su vaso. —Oh Dios.—El pequeño chico jadeó acercándose a él.—¿Estas bien?

NamJoon no respondió. Solo se quedó viendo al chico. Su pálida piel contrastaba con su disfraz de bruja que era de color negro con verde oscuro. Short a medio muslo, botas arriba de la rodilla con algunas tiras de tela colgando, camisa grande y amplia de las mangas. Una larga +

capa oscura y un pequeño sombrero como último detalle. El disfraz tenía discretos accesorios en dorado dándole vida y el maquillaje aunque era cargado solo enmarcaba más el fino rostro del chico. NamJoon tragó grueso antes de verlo a los ojos nuevamente.

—Uh...—Al ver cómo el pálido lo veía, se dio cuenta que llevaba demasiado tiempo callado observándolo.—Sí, sí. Estoy bien.—El bajito mordió su labio inferior viendo la entrada. Hizo algunas señas y después tomó la mano del moreno jalándolo con suavidad.

Se movieron entre el tumulto de personas tomados de la mano, a NamJoon le fue imposible preguntar a donde iban. Pero su pregunta tuvo respuesta cuando el pálido los encerró en un baño. Se sacó el sombrero y la capa colgándolos en un mueble que se encontraba ahí.

Cuando levantó los brazos para colgar la capa, NamJoon -qué estaba sentado en la tapa del retrete- pudo ver la lechosa piel de su diminuta cintura. —Uh ¿puedes darme tu camisa?—El moreno arqueo ambas cejas y el pálido solo puso los ojos en blanco.—Es para enjuagarla.

NamJoon asintió sintiendo sus mejillas calentarse. Se puso de pie quedando relativamente pegado al pálido y empezó a desabotonar la camisa sacándola de su cuerpo y pasándosela al más bajito quien la tomó lamiendo sus labios al ver el moreno torso desnudo.

—¿Cuál es tu nombre?—Preguntó el pálido girándose al lavamanos para enjuagar la camisa. —NamJoon.—El moreno carraspeó.—¿Qué hay de ti?—El pálido lo vio sobre el hombro y le sonrió un poco. —Puedes llamarme Chu.—Y dicho eso volvió a su tarea.

NamJoon iba a objetar sobre aquello pero el móvil del morocho empezó a sonar. Dejó lo que estaba haciendo para responder y NamJoon intentaba no escuchar nada lo cual era difícil estando en un espacio tan pequeño. MiMi. Aquel nombre salió varias veces en aquella llamada.

Al terminar la llamada. El morocho giró de manera bruzca golpeando el mueble donde había colocado sus cosas haciéndolo moverse. NamJoon se asustó un poco y se puso de pie deteniéndolo. El pálido se sintió atrapado entre el pecho del moreno y el mueble; y quiso reír por lo cliché.

Pero aquello poco duro. Pues sentía la respiración de NamJoon en la nuca haciéndolo temblar levemente. El pálido se giró lentamente hasta encarar el amplio y limpio pecho de NamJoon. Dejando el aire salir de sus pulmones levantó una mano y la colocó en el abdomen del moreno.

NamJoon dejó salir un suave jadeo y solo entonces, el pálido levantó su rostro para observarlo. Sin esperar un segundo más, estamparon su labios en un beso hambriento.

Sus manos exploraron el cuerpo ajeno y a pesar de que aquello fue rápido y hambriento. No evitaron sonreír cuando se liberaron. Cuando NamJoon dejó de reír y se acercó al pálido para besarlo nuevamente este se puso de pie, se vistió a toda prisa y salió huyendo sin decir nada.

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YoonGi acomodó las gafas en el puente de su nariz, su cabello empezaba a picar sus ojos, debería decirle a JiMin que lo despuntara pronto. El enorme suéter negro que llevaba cubría la mitad de las palmas de sus manos y le llegaba a medio trasero quedando abultado en esa zona.

Sus jeans de mezclilla eran parejos y flojos y para finalizar sus preciados converse. Suspiró profundamente antes de entrar al enorme edificio, odiaba tener historia tan temprano porque realmente le gustaba la materia, pero tenerla a las 7am era horrible porque apenas empezaba +

a despertarse por la segunda hora. Así que solo atrapaba información al aire de lo que el profesor había hablado antes. Sus ojos se abrieron enormemente y se detuvo en seco al ver a NamJoon y JeongGuk entrar al aula. Había olvidado que compartía esa clase con ellos.

Mordiendo su labio inferior afirmó los libros en su pecho y se encaminó a la entrada que había quedado vacía. Al ingresar maldijo entre dientes al notar que los únicos asientos libres eran los de atrás y por si fuera poco, NamJoon y JeongGuk estaban en la última fila.

Algo temeroso dejó sus libros y sacó la mochila de sus hombros para ver al frente. Tamborileaba sus dedos contra la madera de la mesa para distraerse un poco. Solo quería tomar la clase de menara cómoda. Pero al parecer no sería así.

—Hey idiota.—YoonGi sintió el golpe en el respaldo de su silla.—Espero que traigas dinero suficiente esta vez. La semana pasada no pude comprar mucho para comer.—JeongGuk se rió después de decir aquello.—Y sabes que a Nam le gusta comer bastante.—El aludido soltó un risita.

YoonGi sin girarse asintió agitando su cabeza. —¡Pero habla! Parece que estuvieras asustado de nosotros.—Esta vez era NamJoon quien golpeaba con su pie el resultado de hongo.—Si nosotros somos muy buenos amigos ¿Cierto gordo?—YoonGi sintió ganas de llorar.

Mordió su labio inferior y con sus manos en su estómago hizo puños la tela. Acomodó los lentes que se estaban deslizando por su nariz y carraspeó. —Sí.—Fue todo lo que dijo con voz bastante aguda. —Así me gusta.—NamJoon dejó de patear el respaldo y YoonGi se sintió aliviado.

Como si el molestarlo de aquella manera no fuese suficiente. Los asientos a sus lados fueron tomados por namjoon y JeongGuk. YoonGi quería salir corriendo del lugar, pero bien sabía que si hacía aquello solo iba a irle peor y JiMin no daba señales de vida para pedirle ayuda.

NamJoon palmeaba su espalda con fuerza fingiendo que se reían de algo. YoonGi solo se encogía volviéndose cada vez más pequeño. Seguro aquello golpes le dejarían moretones. Por otro lado, JeongGuk pellizcaba los rollitos que se hacían en su estómago para +

molestarlo y después hacía una cara de asco. YoonGi quería llorar. Odiaba el ser tan sensible a esa clase de cosas y odiaba que lo molestaran cuando él nunca les hizo nada.

Recordó con tristeza como había creído que cuando entrara a la universidad, se desharía por fin de aquellos chicos que lo molestaban desde los once... que equivocado estaba.

Solo se habían encargado de hacer cada experiencia escolar algo más detestable y difícil de llevar. —Uh, N-Nam-mJoon...—El moreno lo vio con una ceja arqueada.—¿Pu-Puedes decirle-le a tu-tu madre de la co-comida hoy en mi-mi casa?—NamJoon lo vio divertido.

—Hazlo tú mismo, no soy tu mandadero.—YoonGi asintió y volvió su vista al frente. Lo peor de todo aquello, era que sus madres eran realmente buenas amigas. Y ellas creían que con sus hijos pasaba exactamente igual.

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Algunos días pasaron desde que YoonGi le había enviado aquel mensaje a NamJoon. A pesar de que el moreno seguía bastante molesto porque le hubiera hablado no le había dirigido ni una sola mirada y realmente el pálido agradecía eso, pues era como tomarse un respiro de todo.

Cuando le contó a JiMin lo que había sucedido cuando le confesó que era él, el chico rápidamente lo abrazó y acarició para hacerlo sentir mejor. JiMin odiaba el como NamJoon era con él, estaba tan furioso que ni siquiera estaba pensando con claridad cuando a la hora de descanso +

fue a buscarlo a la azotea de la universidad. Pues sabía que claramente los chicos estarían ahí. Golpeó la puerta con fuerza causando estruendo y se plantó en la azotea sintiendo los ojos del grupo sobre él.

—¡Tú jodido imbécil!—JiMin señaló a NamJoon y el moreno solo arqueó una de sus cejas. —¿Disculpa?—Soltó una risita. —No te disculpo, jodido idiota. Estoy harto de ti y tú mierda.—JiMin se había acercado al moreno hasta quedar cara a cara con él.

—Al menos debería a que se debe que una pequeña mierdecilla como tú esté aquí interrumpiendo mi descanso.—NamJoon sacó el humo de su cigarrillo tirándolo directamente en la cara del más bajito haciéndolo toser. —Deja de molestar a YoonGi.—Soltó furioso.

Algo en la cara de diversión de NamJoon cambio. Un brillo peligroso apareció en sus ojos, pero aún así JiMin no retrocedió. —Estoy harto ¡Ese gordo de mierda me tiene enfermo!—El moreno pegó su lengua a su mejilla mostrando cuan furioso estaba. —¡Hey imbécil!—Gritó JiMin.

Sin pensarlo un par de veces. El de baja estatura tomó a JeongGuk del cuello y estampó su puño sacándole sangre de la boca. El menor había agarrado el trasero de JiMin y éste se había enfurecido por eso. Rápidamente HoSeok lo tomó de los hombros y lo alejó del menor.

—¡Si vuelves a tocarme voy a sacarte los dientes!—Escupió JiMin intentando zafarse del agarre de HoSeok. NamJoon agarró con fuerza la cara de JiMin apretando sus mejillas y con una sonrisa le dio un puñetazo en el estómago sacando el aire de sus pulmones.

HoSeok soltó sus brazos dejándolo caer al suelo como peso muerto. El trío solo se rió. Un jadeante YoonGi apareció por la puerta y sus ojos se abrieron enormemente al ver a JiMin en el suelo mientras el trío se reía y lo movían con sus pies.

YoonGi se acercó empujando suavemente a hosoek en el acto. Se arrodilló a un lado de su mejor amigo quien intentaba recuperar el aliento. —MiMi.—El entrecejo de YoonGi estaba arrugado. Quería llorar.—Te dije que te mantuvieras alejado, debiste escucharme idiota.—Lloró el pálido.

—Jeon.—NamJoon señaló a JiMin con su barbilla y el menor entendiendo el mensaje empujó sin cuidado a YoonGi y tomó al pequeño en brazos. —¡Hey...!—YoonGi cerró la boca al sentir la mano de NamJoon en su hombro. —Tu te quedas.—Ordenó el moreno de manera firme.

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instagram.com/p/BPVxUpcgynM/… Post original del autor del dibujo

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Un par de semanas pasaron de manera lenta y tortuosa para YoonGi quien estaba tramitando su transferencia a una universidad en Daegu. Los últimos días habían sido realmente pesados, las personas lo veían más de lo normal, lo señalaban y hablaban a su espalda.

Sabía que se debía al incidente de su visita al hospital. De alguna manera todos en la universidad terminaron enterrándose y por eso mismo se había ganado algunos golpes extras de manera “accidental”. Sobre todo de chicas que lo golpeaban con sus hombros o lo empujaban.

NamJoon no había tenido nada que ver en su incidente. Pues realmente un grupo de chicos le habían quitado su dinero, por suerte alguien intervino y no se llevaron su móvil o alguna otra cosa. Pero la noticia que circulaba en la universidad no era la misma.

Se decía que YoonGi había culpado a NamJoon de el incidente cuando el moreno ni siquiera había estado ahí y que solo lo había hecho para conseguir algo de dinero y atención del mencionado. Las chicas se habían puesto furiosas, sí bien era sabido que NamJoon era gay, eso no +

afectaba para que el moreno tuviera un grupo de fieles admiradoras y ni hablar de los chicos. Por suerte, era el último día de YoonGi en ese lugar. Extrañamente NamJoon o sus amigos no lo habían molestado en todos esos días y aquello no parecía ser bueno.

Con un suspiro cerró su casillero. Fue extraño verlo vacío, pues había estado llevándose sus cosas durante la semana y ahora solo le habían quedado algunos libros que descansaban en su mochila. —¡Chu!—JiMin apareció al final del pasillo saludándolo con una sonrisa.

“MiMi.” Pensó el pálido con tristeza. No le había dicho nada a su mejor amigo de que se iría. Pensaba hacerlo ese día para pasarlo juntos y el siguiente tomaría un tren a Daegu. JiMin era lo único importante que estaba dejando atrás y quizás por eso le dolía tanto.

La pequeña sonrisa de YoonGi se borró y su andar se detuvo cuando JeongGuk apareció un paso atrás de JiMin con las manos en los bolsillos y su vista fija en él. Su corazón empezó a martillear contra su pecho ¿Qué hacía JeongGuk ahí? ¿Quería lastimar a JiMin por su culpa?

—MiMi...—Su voz salió temblorosa y sus ojos se cristalizaron. El menor vio sobre su hombro y después volvió su mirada a YoonGi. —Lo siento.—JiMin entrelazo sus propias manos.—Sabia que si te decía que él venía te rehusarías. Necesita hablar contigo.—YoonGi los vio confundido.

—No entiendo.—Negó el pálido dando un paso hacia atrás. —Es sobre NamJoon.—Habló por primera vez JeongGuk.—Hay algo que necesitas saber.—El pálido mordió su labio inferior y vio a JiMin desesperado. Quería tomar la mano de su mejor amigo y salir huyendo a toda prisa de ahí.

—Yo... Debo irme.—Dijo el pálido dando media vuelta listo para salir corriendo. Pero JiMin tomó su mano antes. —Deberías escucharlo, no estarás solo. Prometo quedarme contigo.—YoonGi sabía que JiMin no le mentiría jamás. Pero estaba asustado. Con ojos inseguros vio a JeongGuk.

Sin soltar la mano de JiMin, YoonGi siguio al par a las afueras del edificio. Cuando llegaron a una de las bancas que había se sentaron, aunque YoonGi prácticamente estaba sobre JiMin quien abrazaba su cadera para hacerlo sentir seguro. —Debes ponerme atención.—Dijo JeongGuk.

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NamJoon se removía intranquilo en su asiento. Deseaba que el tren fuera muchísimo más rápido y poder estar en Daegu en un parpadeo. Pero no era así. JiMin no estaba atendiendo sus llamadas y YoonGi cortó la suya. No tenía noticias del pálido.

—Tranquilo Joon. Va a estar bien.—Hablo con calma JeongGuk palmeando la rodilla del mayor. —Lo sé. Pero JiMin podría al menos decirme algo ¿No?—Aunque el moreno estaba tranquilo su voz salía de manera atropellada.

—JiMin ama con locura a YoonGi. Seguramente está llorando sobre su flacucho cuerpo mientras YoonGi le dice que se calle o le da besitos en el cabello.—JeongGuk suspiró profundamente.—Qué suerte ser YoonGi.—Reconoció con un deje de tristeza.

—¿Podmeos enfocarnos?—El menor puso los ojos en blanco. Cuando sintió su bolsillo vibrar. —¡Oh! Es JiMin.—Informó con una enorme sonrisa al mayor. Deslizó su dedo por la pantalla y respondió con alegría.—¡Hola Minie! —¿Qué tan rápido pueden llegar?—Aquello alertó al par.

—Nos faltan como veinte minutos para llegar a la estación de Daegu.—informó NamJoon viendo el reloj en su muñeca. La línea del otro lado se quedó en silencio po unos segundos. —No lo va a lograr. El médico dice que perdió mucha sangre y su anemia no ayuda.—Soltó de pronto.

NamJoon sintió como su corazón se detenía por un momento y le costaba respirar. JeongGuk posó su vista sobre el moreno quien se quedó congelado sin mover un solo músculo. —¿Qué?—Aquella pregunta salió como un jadeo. —Cuando...—JiMin se rompió en ese momento.

—¿Minie?—Preguntó el menor. —Lo encontraron inconsciente en un charco de su propia sangre y... tiene marcas horribles. Pareciera que lo arroyó un camión.—JiMin sorbió por la nariz.—Quiero abrazarlo y no me dejan ni pasar a verlo de lejos.

NamJoon estaba jadeante. Sentía como si hubiera corrido una maratón, su cabeza punzaba y sus pensamientos eran borrosos. —Mentira.—Susurró muy apenas.—Es una mentira. Él está bien.—JeongGuk lo vio con ojos enormes.—Yo hablé con él y sé que está bien.—Decía más para sí mismo.

JeongGuk cortó la llamada cuando tranquilizó a JiMin; ahora debía tranquilizar a NamJoon. Se asustó un poco al verlo con la mirada perdida en la nada y el rostro desencajado. Posiblemente pensaba en esas veces que culpó a YoonGi de algo siendo que el pálido era una víctima más.

Con una suavidad casi dolorosa, JeongGuk colocó su mano en el hombro del morenoquien no se inmutó por el toque. Muy por el contrario posó sus ojos en los del menor, quien pudo ver un torbellino de emociones en ellos.

—Nam...—El moreno negó y sus ojos se cristalizaron. —Es mi culpa. No me digas que no es así porque es la verdad... le hice la vida imposible, le dije cosas horribles... cosas de las que me arrepiento ¿Y de que me sirve ahora? ¿Qué gané?—Su mandíbula tembló al final.

JeongGuk no volvió a mencionar nada. Simplemente dio un apretón al hombro del moreno quien dejó que sus lágrimas bajaran por sus mejillas. La llegada a la estación les pareció eterna a ambos....

Tomaron sus mochilas de mano y salieron a toda prisa del tren a la zona donde había taxistas. Una vez dentro del auto le ofrecieron algo de dinero extra si se apresuraba a llegar al hospital, el hombre acepto yendo sobre el límite de velocidad y tomando atajos.

Cuando llegaron, JeongGuk se tuvo que encargar de pagar la tarifa, pues NamJoon salió a toda prisa del auto y se adentró al edificio blanco. Sus oídos zumbaban, su corazón iban a toda prisa, el oxígeno no llegaba a sus pulmones y su vista estaba borrosa. Quería respuestas.

—Paciente Min YoonGi.—Soltó nada más llegar a la recepción. La chica lo vio un poco extrañada pero tecleó el nombre. —Está en la tercera planta, pero no podrá pasar a verlo.—Le dijo con suavidad. NamJoon asintió y se encaminó a los elevadores siendo seguido por JeongGuk.

Nada más se bajaron del elevador se encontraron con un JiMin sentado viendo a la nada en la sala de espera. Esta vez fue JeongGuk quien se adelantó y cuando estuvo cerca del chico se arrodilló frente a él. JiMin no dudó en abrazarlo con fuerza.

—KoKo, lo voy a perder.—Soltó JiMin ahogándose con su propio llanto mientras apretaba el cuerpo de JeongGuk.—Voy a perder a mi mejor amigo.—Lloró con más fuerza. —No, YoonGi saldrá de esto. Ya veras.—Tranquilizó el menor besando su frente.

JiMin se separó un poco quedando frente a JeongGuk quien con suavidad secó las mejillas del mayor. JiMin negó dejando salir nuevas lágrimas. —La enfermera me dijo que podíamos pasar a despedirnos. Los estaba esperando.—Aquello fue un detonante para NamJoon.

Jadeó al sentir un dolor punzante en su pecho y se dejó caer de rodillas en signo de derrota. Había esperado que al llegar JiMin le dijese que todo era una broma, que YoonGi estaba bien, que solo querían darle una lección... pero no era así. NamJoon había ganado perdiendo.

Los tres siguieron a una enfermera que les indicaba el camino. Cuando llegaron a la habitación, NamJoon se quedó atrás del par con la mirada en el suelo. No se atrevía a ver a YoonGi, estaba aterrado. ¿Era así como terminaría todo? ¿Sin siquiera haber empezado?

—Hey...—Hablo con suavidad JiMin.—Vas a salir pronto de aquí.—Sonrió con fingida alegría tomando la pálida mano entre las suyas.—Iremos a casa a ver esas tontas y aburridas películas que tanto te gustan ¿te parece?—YoonGi sonrió levemente negando. —No llores.—Susurró.

—Chu... Eres mi mejor amigo y la amistad más bonita, pura y sincera.—JiMin apretó sus labios y respiro profundo intentando no llorar.—Te amo. Lo sabes bien ¿Cierto? Te amo con todo mi corazón, por favor dime que lo sabes.—YoonGi sonrió dejando sus primeras lágrimas salir.

—Lo sé MiMi. También te amo. Gracias por quedarte siempre a mi lado.—JiMin empezó a llorar más fuerte y JeongGuk vio al pálido con ojos de disculpa mientras se llevaba al chico al pasillo para tranquilizarlo. NamJoon fue consciente de que habían quedado solos en la habitación.

—Joonie...—Habló con suavidad YoonGi haciendo que NamJoon por fin levantar su vista del suelo quedándose congelado con la imagen frente a sus ojos. Mordió su labio con fuerza para no gritar y se contuvo para no romper nada en la habitación.

La pálida piel de YoonGi se encontraba sucia con diversas marcas. Tenía algunas heridas que no se veían profundas pero eran lo suficientemente molestas a los ojos de NamJoon. Sentía la ira remplazar su tristeza y sentía la necesidad de golpear algo para descargar su furia.

—Voy a matarlo.—Mascullo entre dientes dejando sus lágrimas salir. —No, por favor no.—Suplico con voz débil el pálido.—Ya no más, Joonie.—Suplico desarmando al moreno. —YoonGi.—El pálido sonrió muy apenas y negó con suavidad.—YoYo...—Susurró NamJoon ganándose un asentimiento.

—¿Me odias aun?—Preguntó estirando con mucho esfuerzo su mano hacia el moreno quien la tomó. —No lo hago. Pero debes... debes recuperarte y regresar a casa.—Suplicó NamJoon sabiendo que aquello era ridiculo de pedir. —Lo siento.

—Quiero más tiempo.—Dijo NamJoon agachándose hasta pegar su frente con el dorso de la mano de YoonGi.—No. Quiero regresar en el tiempo y no ser un idiota que cometió tantos errores. No quiero que te vayas. Por favor no te vayas... por favor.—Suplicaba.

YoonGi acarició su mejilla y NamJoon se acercó a besar su frente. —YoYo por favor. Prometiste que siempre estarías conmigo ¿Lo recuerdas?—YoonGi asintió con ojos brillantes. —Nunca lo haré, nunca voy a abandonarte. Lo prometo.—Habló con seguridad el pálido.

—¿Entonces por qué me estás dejando?—Preguntó frustrado el moreno. —Aún así seguiré contigo.—Le dio una pequeña sonrisa al moreno.—¿Puedes...—YoonGi mordió su labio inferior.—...Puedo besarte?

NamJoon tragó grueso y asintió lamiendo sus labios. Se agachó hasta quedar a centímetros del rostro de YoonGi y vio con cuidado cada facción del pálido. —Eres tan hermoso.—Susurró más para si mismo. El pálido sintió un agradable calor en sus mejillas.

Con suavidad, el moreno descendió y unió sus labios con los del pálido quien suspiró entre el beso. Fue un beso suave en el que sus labios se acariciaron y con aquel pequeño momento íntimo fue suficiente para tranquilizar el corazón de ambos.

El agarre de YoonGi se fue haciendo un poco débil y NamJoon se asustó por ello. El pálido le dio una sonrisa y se acomodó mejor en la camllilla. Tengo sueño, Joonie.—Habló YoonGi quien se dejó hacer cuando NamJoon se acomodó a su lado y lo pegó a su cuerpo.

—Aquí estaré cuando despiertes.—YoonGi se acomodo mejor y sus párpados empezaron a pesar haciéndole imposible mantenerse despierto por más tiempo. —Gracias Joonie, gracias por perdonarme.—Soltó en un balbuceo mientras se quedaba dormido.

NamJoon se aferró al pequeño cuerpo entre sus brazos. No quería llorar a pecho abierto pero sus emociones lo estaban sobrepasando. Solo quería salir corriendo a cualquier lugar y gritar con todas sus fuerzas hasta que sintiera su garganta destrozada.

Pero en su lugar solo se mantuvo ahí acariciando el cuerpo de YoonGi quien poco a poco se dejaba abrazar por los brazos de Morfeo.

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Post original. instagram.com/p/Bogns-BjRie/…

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ᴇʟ ғɪɴ

Gracias por haber estado en este largo recorrido conmigo y por haberme tenido tanta paciencia como siempre. Realmente la historia original era muchísimo más cruda, pero me arrepentí en el camino y posiblemente haya quedado un poco extraño por eso.

Los quiero muchísimo y los errores corren por mi cuenta, ya saben. Nos leemos por ahí. All the love, x.