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ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Aug 7, 2018
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☂︎ ᴡᴇᴇᴋᴇɴᴅ ☂︎ HoSeok viaja por negocios. Por la noche conoce a un atrevido YoonGi por accidente... Terminan teniendo sexo y por la mañana HoSeok no está. Cinco años después ambos se reencuentran y ahora YoonGi tiene un hijo de cuatro años que oculta a HoSeok.

☂︎ M-Preg. ☂︎ Otros ships sin decidir. ☂︎ Posible comedia. ☂︎ No respondan en este hilo. Solo citen por favor. Los comentarios hacen que el hilo se rompa ☂︎
YoonGi tenía algunos tragos de más y empezaba a bailar con su mejor amigo JiMin sin importarle lo descoordinados que sus movimientos eran. JiMin a manera de juego golpeo la cadera del pálido haciendo que este perdiera un poco el equilibrio y golpeara el costado de otro
chico, éste observo al lindo y sonrojado pálido que le sonrío. Sus ojos estaban levemente maquillados haciéndolos ver más gatunos. —¿Estás bien?—Pregunto el castaño al morocho. —Ahora lo estoy.—Respondio YoonGi colocando sus brazos en el cuello del castaño. Los ojos de HoSeok
se hicieron enormes sin embargo coloco sus manos en la cintura de aquel chico. Tragó grueso al darse cuenta de lo pequeña que esta era. Se tomo un momento para ver la vestimenta del chico y esto lo hizo tragar grueso. Jeans de mezclilla rotos que llegaban a su cintura y dejaban
ver unas medias de red, una linda camisa que era mas un crop top muy suelto, si el morocho levantaba los brazos podía ver su estomago blanquecino y como toque final un choker con un anillo. HoSeok mordió su labio inferior al pensar en que quería ver al pequeño chico solo con
medias y el choker en su cuello. reafirmo el agarre en su cintura colocando las manos mas arriba para tener contacto con su lechosa piel. —Voy a cuidar de ti.—Eso bastó para que YoonGi descansara su cabeza en el hombro del castañohaciendolo sentir su aliento cálido en el cuello.
YoonGi desabotonaba con frenesí la camisa del castaño mientras caminaban por el que le parecía era un interminable pasillo. Cuando estuvieron frente a la puerta de su habitación, HoSeok se separo un poco para abrirla. El pálido aprovecho esto para atacar con indulgencia
el cuello del castaño sacándole algunos buenos gemidos. Con manos temblorosas metió al pequeño a la habitación y cerro la puerta de una patada. Tomando sus glúteos lo alzó sin problema alguno mientras que el pálido rodeaba su cadera con sus piernas y se restregaba contra él.
Rapidamente ambos estuvieron sobre la desastrosa cama desnudos, haciendo un vaivén que les hacia sudar, gemir y balbucear cosas sin sentido. Prontamente ambos llegaron al orgasmo... Pero eso solo fue el inicio, pues repitieron aquello algunas veces más hasta que ambos estaban
exhaustos y satisfechos. El constante pitido de su celular hizo despertar al castaño que al ver la pantalla de su celular abrió enormemente los ojos y maldijo su descuido. Se suponía que saldría ayer por la noche por algunos tragos y regresaría pronto a su hotel. Empezó a hacer
cálculos y quizás si alcanzaba a tomar su vuelo. Se detuvo a apreciar la blanquecina espalda del morocho y la urgencia por pasar su lengua nuevamente por esta le ataco. Sacudio su cabeza, si hacía eso perdería realmente su vuelo. Rápidamente saco una tarjeta donde estaba su
número telefonico, correo elettronico personal y la dirección de su empresa, rodeo la cama y coloco la tarjeta en una de las manos del pálido. El castaño al verlo ahí tan plácidamente dormido, con la sabana apenas cubriendo su pubis y dejando el resto del pálido cuerpo a la vista
le hacia considerar el perder su vuelo y la importante reunión que le esperaba en casa. El blanquecino cuerpo estaba lleno de marcas, HoSeok sonrío al pensar en que no solo el pálido estaría de esa manera pues recordaba muy nítidamente como este le arañaba la espalda o mordía su
hombro. Con una mano peinó hacia atrás el oscuro cabello y dejo un suave beso en su frente para ponerse de pie y salir del lugar con la esperanza de tener noticias pronto de aquel chico... Esperaba que le llamara.
YoonGi estaba con piernas y brazos abiertos en el medio de la cama, la sabana estaba cubriéndole apenas. Cuando abrió los ojos sonrío al recordar la noche anterior. La verdad es que nunca había tenido sexo tan placentero y había sentido una clase de conexión con el castaño
Entonces se dio cuenta de que la cama estaba fría a excepción de donde él se encontraba. Arrugo la frente viendo hacia la puerta abierta del pequeño baño, pero la luz estaba apagada. El corazón de YoonGi se oprimió al darse cuenta que lo habían botado.
Sin darse cuenta que aquella tarjeta descansaba debajo de la mesita de noche a su lado. HoSeok espero aquella llamada que nunca llego y YoonGi se llevo con él algo más que una noche de buen sexo sin saberlo.
☂︎ cinco años después ☂︎
—Vamks Seunggie, papá debe ir a una entrevista de trabajo.—YoonGi estaba hincado frente al pequeño de cuatro años que se rehusaba a quedarse en la guardería. —Pero papá, prometiste que pasaríamos el día juntos cuando nos mudáramos a Seúl.—El pequeño cruzó sus brazos.
—Lo sé y voy a cumplirlo. Buscaré un empleo que me deje más tiempo para estar contigo, lo prometo. Ahora papá debe buscar empleo o no podré comprar tu leche de fresa—Aquello pareció alarmar al niño. —¡Ve a conseguir empleo, papá! Seung será el niño mejor portado.—Sonrió el niño.
YoonGi sonrió al ver como el pequeño asentía de manera efusiva. Besó la frente del pequeño chico con la promesa de regresar más tarde. YoonGi arregló su traje y entró al enorme edificio. Se dirigió a la recepcionista quien rápidamente le indicó el camino a recursos humanos y le
entregó una identificación. Al pasar por seguridad mostró su identificación y le dejaron pasar indicándole nuevamente el camino. Cuando llego a la sala había otras cuatro personas además de él. Les sonrió amablemente y tomó asiento.
—Sr. Jung aquí están los expedientes de las personas que asistieron para la entrevista. Me tome la libertad de seleccionar a los mejores.—Dejo el motón de carpetas en el escritorio de HoSeok. —Gracias, HaNa.—La chica salió y HoSeok siguió trabajando en su ordenador..
Dos horas después cuando los correos estuvieron enviados, HoSeok tomo el montón de expedientes y empezó a leer toda la información en estas. Solo una persona de los ocho expedientes que había leído le parecía cumplir con todo lo que buscaba. Entonces abrió el noveno expediente y
sus ojos se ensancharon al ver la fotografía. Aunque habían pasado años de aquella noche, jamás olvidaría aquel pálido de Daegu, el mismo quien nunca llamo. —HaNa, contacta a Min YoonGi. Empieza a trabajar este lunes.—Dicho eso colgó el teléfono.
—Sr. Min hablo de JH Corporation para informarle que ha sido contratado y lo esperamos este lunes.—YoonGi sonrío al escuchar aquellas noticias. —Muchísimas gracias.—Cuando termino la llamada fue a la habitación de Seung para avisarle que tenían ahora cuatro días libres antes de
que entrara a trabajar. —¡Sí papá! Podremos ir al parque y al cine ¿Podemos tener un cachorrito?—YoonGi mordió su labio inferior. —No podríamos, un cachorrito requiere mucho cuidado y no estaremos durante el día. El tío JiMin viene hasta dentro de dos semanas.—Intento explicar
al pequeño de cuatro años que lo veía con un puchero. —Lo cuidare bien, papá. Lo prometo.—YoonGi vio al pequeño y suspiro derrotado. —Donde me hagan un desastre los llevo a los dos a un orfanato.—El pequeño empezó a reírse por la broma que siempre le hacía su papá.
Este es Seung♥️
Habían ido a los parques cercanos, al cine, algunos cafés donde Seung bebía chocolate y comía postres. Incluso habían ido al teatro. El domingo llegó rápidamente y Seung lloraba porque amaba pasar tiempo con su padre. A pesar de que YoonGi le había explicado todo con detalle
Seung seguía siendo muy pequeño para entender todo. —Seunggie, siempre tendremos la mitad de los sábados y los domingos completos para nosotros.—Habló suavemente YoonGi.—Además tendrás un cachorro y el tío Jiminie vendrá a vivir con nosotros.—Seung suspiró teatralmente.
—Está bien, papá.—Acepto derrotado. El pálido al ver el triste animo de su pequeño empezó a hablar. —¿Deberíamos llevar al tío Jiminie a la cafetería Sweetie?—El rostro del pequeño se iluminó. Pues habianun pastel de limon que le encantaba. —¡Sí, papá! El tío Jiminie debe
probar el delicioso pastel de ahí. Te apuesto que lo comerá todo de un mordisco y sus mejillas se llenarán como las de un hámster.—El pequeño infló sus mejillas y colocó sus mano en esta. YoonGi lo jalo para tomarlo en brazos y llenarlo de besos.
—¿Entonces?—Preguntó YoonGi fuera del jardín de niños. —Vendrás a recoger a Seunggie a las 6:30pm.—Respondió mientras asentía repetidas veces el pequeño. —¿Y?—El pálido enarcó sus cejas. —No me iré con nadie que no seas tú.—YoonGi sonrió con orgullo.
—Ese es mi muchacho.—Le toco la nariz sonriendo.—Dame un beso.—Pidió YoonGi poniendo su mejilla. Seung besó su pálida mejilla de manera sonora y después colocó su mejilla para que su papá lo besara también. YoonGi entregó la mano de Seung a la chica encargada de recibirlos y
se despidió por última vez agitando la mano recibiendo una sonrisa en respuesta. Cuando ya no pudo ver más al pequeño se encaminó al edificio de JH Corporation. La recepcionista al verlo lo saludo con una sonrisa y le entregó la misma identificación que el día anterior.
—Buen día Sr. Min.—Saludo la secretaria.—Soy HaNa. El Sr. Jung lo está esperando.—Aunque aquello de que el presidente y dueño de la empresa lo esperará le parecía extraño. Solo se encogio de hombros y tocó la puerta que HaNa le había indicado.
El hombre se encontraba hablando por teléfono dándole la espalda, en realidad veía el respaldo de la silla, por alguna extraña razón aquella voz le parecía familiar. Se quedó de pie a un lado de las sillas a la espera de que el Sr. Jung terminará su llamada.
—Es todo por hoy Kim.—Y por fin el hombre terminó con su llamada cuando giró su silla y quedó frente a YoonGi éste lo vio con el entrecejo arrugado. El hombre le parecía muy familiar.—Hola YoonGi.—Saludó HoSeok.—Nos volvemos a encontrar... solo que esta vez estamos sobrios y sé
tu nombre.—YoonGi no entendía. —Ah, lo siento Sr. Jung. No entiendo, su secretaria m...—HoSeok se rió. —Claro, aplicas el no acordarte por las copas de más que tenías.—Y de pronto algo hizo click en el cerebro de YoonGi. Abrió enormemente los ojos y rápidamente pensó en Seung.
—Eres el p...—YoonGi cubrió su boca antes de terminar la frase. Sintió el sudor frío en su nuca y humedeció sus labios. HoSeok lo vio con una ceja enarcada. —En fin. No dejemos que esto afecte la relación laboral así que...—Sacó una agenda bastante grande y un celular.—Serás mi
nuevo asistente personal.—El pálido abrió la boca. —¿Cual es el horario?—Preguntó rápidamente. —Oficialmente eres libre a las 8. Pero sabemos que un asistente personal nunca descansa.—El corazón del pálido se fue a sus pies. —Vine aquí por el puesto de secretario, no puedo ser
su asistente personal. Tengo....—Mordió su labio inferior. Tenía que ser cuidadoso.—Lo siento Sr. Jung, no puedo ser su asistente personal, si es el único puesto disponible que tiene, entonces me temo que debo rechazarlo. Con permiso.—Y sin esperar respuesta salió de ahí.
HoSeok no paraba de pensar en el pálido y en lo nervioso que estaba al darse cuenta de quien era él. Mentiría si dijera que al verlo cruzar el umbral no sintió deseos de acorralarlo y besarle con hambre. Con una mano froto ambas sientes. Se preguntaba que era lo que le
impedía tomar el empleo. Él no era tan exigente y el horario no estaba tan mal. Pero pronto recordó al pálido decir “tengo”. ¿Se refería a una pareja? —HaNa ven a mi oficina, por favor.—La chica inmediatamente estuvo ahí.—¿Necesitas ayuda con el trabajo?—La chica no logró
disimular su impresión. Pues hacía un par de veces le comento a su jefe que era demasiado trabajo para ella sola. Pero este solo le corto de manera tajante. —Sí...—Aquello sonó más a una pregunta.
—Bien, encárgate de hacerle espacio a la persona nueva. Yo me encargaré de traerla.—HaNa salió de la oficina con una sonrisa. Rápidamente pensando dónde poner el escritorio y todo lo demás. Mientras tanto HoSeok buscaba el expediente de Min YoonGi para hacerle una llamada.
—Entonces simplemente debo buscar otro empleo.—Habló YoonGi mientras le daba un sorbo a su café. —“Increíble que nunca hayas sabido quién era. Imagínate, le hubieras sacado mucho dinero”—Decía JiMin riendo. —No es gracioso. Seguro me demandaba por difamación al decirle que
estaba embarazado de él.—El pálido suspiró.—No puedo quedarme ahí Jiminie. No quiero que lastime a Seung.—JiMin podía palpar la preocupación del mayor incluso a través de la línea. —“Tranquilo, Yoonie. Adelanté mi viaje y en unos días llego. Juntos resolveremos esto. Como
siempre.”— El menor soltó una risita. —Ah ¿Qué haría yo sin ti?—Pregunto en broma el pálido. —“Vestir ropa de monja hasta en tus días libres”.—Ambos rieron por esto. La verdad era que YoonGi siempre amo vestirse sexy, incluso llegaba a usar faldas. Cuando conoció a JiMin
y ambos se dieron cuenta que tenían gusto por lo mismo, se volvieron mejores amigos e inseparables. No era que quisieran ser como chicas, realmente eran creyentes de que la ropa no tenía género y simplemente les gustaba vestirse lindo.
Aunque con la llegada de Seung, YoonGi cambió un poco al respecto y dejó de vestir de manera tan provocativa. No quería que Seung gustara de chicos o quisiera vestir como él porque veía a su padre. Si el niño quería hacerlo, sería porque realmente le gustara a él.
—Oh, debo colgar Minie, está entrando otra llamada.—El menor le envío muchos besos y corto la llamada. YoonGi arrugó el ceño al ver que era un número desconocido. Pero rápidamente se puso de pie y tomó sus cosas al pensar en que podía ser del jardín de niños.
—Min YoonGi.—Respondió sin aliento. —Soy Jung HoSeok.—Un escalofrío recorrió la espina dorsal del pálido y tomó asiento de nuevo.—¿Hola? —Sí, aquí estoy ¿En que puedo ayudarle Sr. Jung?—Preguntó con cortesía el morocho. —Venga a mi oficina ahora mismo.—YoonGi se molesto por el
tono demandante. —Ya deje muy claro que no voy a tomar el puesto Sr. Jung.—Dijo decidido. —Si no viene... Sr. Min, me encargaré de que no encuentre otro empleo.— YoonGi mordió su labio inferior. Sabía que HoSeok tenía ese poder, era rico y tenía contactos. —Bien, pero sigo sin
aceptar el puesto.—Dicho eso, corto la llamada dejando a un HoSeok con la boca abierta viendo la pantalla de su celular. —Pequeño malcriado. Debería azotarte para que aprendas la lección.—Habló para sí mismo.
El pálido entró de nuevo y HaNa le sonrió. Sin esperar nada abrió la puerta. HoSeok estaba en una llamada, así que tomó asiento sin esperar a que se lo dijera aquel hombre. Durante toda la llamada HoSeok no despegó los ojos de YoonGi y éste internamente temblaba como
gelatina al ver los labios del caliente hombre frente a él moviéndose. Le recordaba lo que esos labios habían hecho en su cuerpo hacía años y sus manos. Sus benditas manos. YoonGi trago duro y apretó los labios intentando mantener la compostura.
Cuando terminó la llamada HoSeok paseo sus ojos por el cuerpo del pálido y aunque éste fingía interés en la vista del ventanal, podía sentir aquella mirada sobre él. HoSeok carraspeó y YoonGi giró a encararlo. —He tomado en cuenta tus demandas.—El pálido enarcó una ceja.—Tu
puesto será de secretario. Últimamente HaNa está teniendo problemas con el trabajo. Así que si aceptas el puesto es tuyo.—YoonGi mordió su labio inferior. —¿Cuál es el horario?—HoSeok disimuló la molestia que la pregunta le causaba. —De 8am a 6pm. Tienes dos horas para comer.
Los sábados salimos a las 3pm y los domingos no se trabaja.—El rostro del pálido se iluminó. Podría cumplir su promesa con Seung y no tendría que decepcionarlo una vez más. —¡Eso es perfecto!—Sonrió YoonGi con genuina felicidad. —Entonces ve a recursos humanos. Ahí te dirán
que hacer. Por ahora puedes irte. Mañana le preguntas a HaNa lo que harás y ella te indicará tu lugar.—YoonGi asintió y se puso de pie. Dio un pequeño paso hacia el frente y movió un poco su brazo para estrechar su mano con la del castaño. Pero se arrepintió.
—Muchas gracias.—Fue todo lo que dijo para después salir de la oficina. —¿Qué estás haciendo HoSeok?—Se preguntó el castaño pegando su frente al escritorio.
Dos semanas habían pasado sin incidentes. Cada vez era más fácil compartir espacio con el otro. Lo único que lamentaba YoonGi era no poder tener una fotografía de Seung en su escritorio. Le encantaría ponerla para alegrar más su días. Pero le bastaba con hablar con él cuando
JiMin llevaba al pequeño del jardín de niños a la guardería de camino a su trabajo. Por suerte el horario de todos estaba muy bien acomodado, cuando era la hora de comer de YoonGi, era cuando JiMin salía de casa para recoger a Seung del jardín de niños. Mientras caminaban a la
guardería, JiMin le entregaba el celular al pequeño y le contaba todo lo que había hecho a su padre. Éste mientras comía le hacía preguntas o escuchaba las anécdotas que torpemente contaba el pequeño. Hablaba con orgullo cuando decía que aprendía una nueva palabra o números y
YoonGi no podía evitar sentir la felicidad burbujear en su pecho. Para cuando JiMin dejaba al pequeño en la guardería, su descanso casi terminaba y entonces JiMin iba a su empleo. Solía llegar por las 9pm a casa. Pero estaba bien porque YoonGi salía a las 6pm del trabajo y podía
recoger a Seung que salía a las 6:30pm. Ambos tomaban el autobús a casa y se duchaban juntos por buen rato para después hacer la cena y esperar a JiMin. Seung siempre le compraba dulces -con el dinero de su padre- le decía que eran para que no estuviera cansado y JiMin solo
sonreía despeinando el oscuro cabello del pequeño. A pesar de tener rutinas, nunca era aburrido y Seung no se quejaba por llegar una hora antes de que las clases empezaban al jardín de niños. Pues siempre estaba la profesora Sunny que cuidaba a los pocos pequeños que llegaban
temprano como él por los empleos de sus padres. Ya había hecho amigos nuevos y había una niña que le parecía muy bonita. Pero era muy torpe y tímido como para ser su amigo. Por su parte, YoonGi nada más dejar a Seung tenía que correr para llegar a tiempo a la oficina.
Ese día. Al llegar, se dio cuenta de la ausencia de HaNa y eso le extraño, pues HaNa siempre estaba ahí cuando él llegaba. Sin perder tiempo empezó a revisar los archivos que HaNa le había dado el día anterior. Pues al parecer tenían que revisar que esos estuvieran en orden.
—YoonGi, a mi oficina.—Los cabellos de la Nunca del pálido se erizaron al escuchar a HoSeok. Se puso de pie y se adentró. —Buen día Sr. Jung.—Saludo amablemente. —HaNa está enferma y necesito que la cubras.—El pánico inundo a YoonGi. —¿A que hora podré irme?—HoSeok bufo con
molestia. —A la hora que sea necesario.—YoonGi no se podía dar aquel lujo. —Sr. Jung, no puedo...—HoSeok le dirigió una mirada fría. —Entonces puedes irte en este instante y no regresar.—YoonGi mordió su labio inferior. No podía perder el empleo, lo que tenía permitido tomar
de sus ahorros ha lo había hecho y no tomaría más dinero de ahí. —De verdad necesito irme a las 6pm—Intento una vez más. —Ya se lo dije Min. Es su decisión.—Mordiendo su labio inferior salió de la oficina pensando en que podría hacer. Llevar a Seung a la oficina no era una
opción. Rápidamente telefoneó a JiMin.
Uno de los amigos de JiMin le dijo que podía encargarse del pequeño hasta que uno de los dos saliera del trabajo. Kim SeokJin era una persona muy amable y JiMin lo conocía de antes como para tener la confianza de dejar en sus manos al pequeño Seung. Aliviado, YoonGi le llamó
para agradecerle y decirle algunas cosas sobre el pequeño. También aprovechó para llamar a la guardería y decirle a la encargada que alguien más recogería a Seung ese día. Ni siquiera había tenido tiempo de comer adecuadamente. Tenía una barrita a medio comer y una taza de café
a su lado mientras hacía llamadas, agendaba citas, revisaba corregir y un sin fin de cosas más. Como prometió. SeokJin llamó nada más llegaron al apartamento y Seung rápidamente pidió hablar con su papá. SeokJin le entregó el celular diciéndole que le prepararía algo delicioso
para comer, eso hizo que Seung se sintiera feliz. —Hola cariño.—Saludo sonriente YoonGi mientras se recargaba en el respaldo de la silla. —"¡Papá no sabes! En mi salón tenemos una rana de mascota y es muy bonita ¿podemos tener una rana?”—YoonGi carcajeó ante aquello.
—Pero si iremos por el cachorro el domingo, amor.—Se escuchó un sonido del otro lado como si el pequeño recién recordara. —“¡Es verdad! Iremos por Holly—YoonGi rió de nuevo. —¿Qué tal si es un perrito y no perrita?—El pequeño bufo. —“Que tonto eres papá. Si las niñas pueden
usar jeans como nosotros y nosotros podemos usar rosa entonces un perrito puede llamarse Holly.—El pálido sonrió con ternura por lo listo que su pequeño era.—“Papá ¿debo bañarme con el tío Jinnie?”—La voz del pequeño era preocupada. —No lo creo, bebé. Espero llegar pronto a casa
para bañarnos juntos.—El pequeño soltó una risita y le contó un poco más a su padre sobre su día. El pálido solo lo escuchaba diciéndole cosas como cariño, bebé, amor... eran motes que siempre usaba para su pequeño. Pero la conversación se percibía de manera diferente desde los
oídos de otra persona... Jung HoSeok. El castaño estaba furioso al descubrir que la prisa que tenía el pálido por ir a casa era para follar con su amante.
—no le pagó para que haga llamadas personales, Min.—El tono autoritario de HoSeok hizo que YoonGi se sentara recto con el celular aún en su oreja. —Cariño, te veo más tarde en casa. Debo regresar al trabajo.—Hubo una pequeña pausa.—Te amo más.—Terminó la llamada y se giró a ver
al castaño. Estaba molesto.—Lo siento, Sr. Jung, es solo que debía asegurarme de algo en casa.—El pálido estaba nervioso. —Sí, escuche perfectamente. Vuelva al trabajo Min.—YoonGi asintió dejando su celular en el escritorio para seguir revisando los correos.
Los siguientes días, HoSeok cargo excesivamente de trabajo a YoonGi. Aún si HaNa había regresado. El pálido no entendía porque, pero estaba tomando sus horas de descanso e incluso llevaba trabajo a casa para poder salir a tiempo para recoger a Seung de la guardería. Empezaba a
sentirse cansado, pero no dejaría que HoSeok ganara. Sí creía que con eso iba a renunciar, estaba equivocado. Nadie diría que el trabajo de Min YoonGi era deficiente. A la segunda semana de dormir unas cuantas horas y mal comer el cuerpo del pálido empezaba a resentirlo.
Se quedaba dormido por pequeños lapsus y estaba bebiendo más café de lo normal. Ya un par de veces el pequeño Seung había hecho su parada en el autobús porque YoonGi estaba durmiendo. Vio el reloj y sonrió al ver que en media hora sería libre. —Min, a la oficina.—YoonGi se puso
de pie y se tambaleó un poco por un mareo repentino. HaNa lo vio preocupada. —Estoy bien, solo estoy cansado.—Tranquilizo a la chica antes de entrar a la oficina.—Sr. Jung.—Habló nada más entrar. En realidad no escucho nada de lo que éste decía. Pues todo se había vuelto negro.
Poco a poco los cortas pestañas del pálido empezaban a aletear con parsimonia. HoSeok observaba con cuidado a YoonGi, al despertar por completo gimió por la luz y cubrió su cara. —Oh no.—Se sentó recto y al ver a HoSeok a su lado, tomó su muñeca para ver el reloj 7:13pm.
Rápidamente se puso de pie y un mareo le atacó de nuevo pero no se detuvo, prácticamente corrió a su escritorio y empezó a guardar sus cosas de manera frenética. Cuando vio su celular quiso llorar. Tenía 12 llamadas perdidas de la guardería. —YoonGi...—HoSeok tocó su hombro.
—No me toques.—Se sacudió la mano del moreno.—Es tardisimo.—HoSeok arrugó el entrecejo. —¿Qué pasa?—Preguntó tomándolo por los hombros para que lo viera y se tranquilizara. Había lágrimas en los ojos del palido y solo entonces HoSeok fue consiente de su estado físico.
—Tengo que recoger a Seung de la guardería...—Habló con voz rota.—Es muy tarde y seguro esta solo y asustado.—HoSeok no entendía del todo. —Vamos, te llevo en mi auto.—El pálido pensó en negarse. Pero si iban en el auto llegaría más rápido.
El recorrido había sido silencioso. YoonGi no dejaba de llorar sin emitir sonido alguno. HoSeok se dio cuenta de las ojeras y lo delgado que estaba el pálido. Se maldijo internamente por haberle hecho aquello. HoSeok no era esa clase de persona, no entendía porque con YoonGi
era tan cruel. Pero tenía que detenerse. En cuanto aparco frente a la guardería YoonGi prácticamente salió corriendo y se adentró a la instalación. HoSeok apagó el auto y salió de éste para recargarse en el a la espera de YoonGi y Seung.
—Profesora Sunny.—Dijo sin aliento nada más enterar.—Oh bebé ven aquí.—se hincó abriendo sus brazos, Seung no lo dudo dos veces antes de correr a donde estaba su padre. —¡Papá!—Gritó con alegría y lo abrazó sonriendo.—La profesora Sunny y yo hemos armado un rompecabezas.—Contó
con alegría el pequeño. —Mi chico es muy listo.—Le dijo YoonGi pellizcando una de sus mejillas.—Lamento mucho la demora. Surgió un inconveniente en la oficina y no pude llamarle a nadie.—Se disculpó poniéndose de pie con el pequeño en brazos. —Descuide, no es la primera vez que
esto pasa.—Le tranquilizó la mujer sonriendo. —Muchísimas gracias.—La mujer nego sintiendo mientras tomaba su bolso. —No es nada. Además, Seung es muy buena compañía.—Sunny tocó la nariz del pequeño haciéndolo reír. Los tres se dirigieron a la salida. Pero YoonGi se quedó de
piedra al ver que Jung HoSeok aún estaba ahí. Tragó grueso pero se las ingenió para sonreírle y despedir a Sunny. —Uh, Seunggie.—El niño lo vio con ojos curiosos.—Voy a presentarte a mi jefe. Así que pórtate bien ¿okay?—El niño asintió. Tomando un respiro profundo avanzó a él.
—Sr. Jung.—HoSeok giró a ver a YoonGi y lo vio cargando a un pequeño que lo veía con curiosidad.—Este es Seung... mi hijo.—Los ojos de HoSeok se abrieron a tope. No era lo mismo hacer suposiciones a que éstas fueran reales. El niño parecía tener tres años, se parecía mucho a
YoonGi. —¿Dónde está su padre?—La pregunta salió antes de que se diera cuenta. YoonGi suspiró. —Aquí está papá.—Hablo Seung abrazando más a YoonGi y recargando su cabeza en su hombro sin dejar de ver a HoSeok.—También están el tío JiMin y el tío Jinnie.—Seung se puso recto y su
cara de ilumino.—El tío Jinnie hace unas galletas deliciosas.—Y una enorme sonrisa apareció en su cara. —Bueno, ahí lo tiene Sr. Jung.—HoSeok se removió incómodo. ¿Entonces YoonGi no estaba en una relación?—Gracias por traerme.—YoonGi le sonrió un poco y se giró. Había dado un
par de pasos cuando el llamado de HoSeok lo detuvo. —Puedo llevarlos a casa.—Ofreció. —La verdad es que nos gusta tomar el autobús.—Sonrió YoonGi y HoSeok sintió su corazón saltar con aquella imagen. Un YoonGi sonriente con un pequeño en brazos. —¡Son enormes!—Aplaudió Seung.
—Pero mi auto es más rápido.—Hoseok se sentía ofendido por un mocoso de tres años. —Papá dice que no es bueno ir rápido, eso es malo seño Jun.—YoonGi apretó los labios por la mala pronunciación de su hijo.—Puede lastimar a los perritos como Holly.—El pequeño hizo un puchero
apretando los labios mientras negaba en desaprobación. —Bien, entonces iremos despacio.—Seung parecía estarlo pensando. YoonGi ni siquiera hablaba pues era una platica entre ellos dos. —Pero el busbus tiene grandes ventanas.—HoSeok entrecerró los ojos. —En mi auto puedo bajar
los cristales.—Nuevamente el pequeño negó. —Eso también es peligroso seño Jun ¡Soy pequeño! ¡Puedo caerme!—Aquello era muy poco probable pero Seung lo decía muy en serio. —Dioses ¿Hay alguna jodida cosa que no sea peligrosa?—La pequeña boquita de Seung se volvió una perfecta O.
—¡Mala palabra!—El pequeño y corto índice apuntaba a HoSeok.—¡Papá, el seño Jun dijo mala palabra! Debe echar una moneda al frasco.—El pequeño lo veía de manera acusadora. —¿Que?—Preguntó dirigiéndose a YoonGi. —En casa no permitimos las malas palabras Sr. Jung, quien dice una
debe colocar dinero en un frasco. Al final compramos películas o helados con lo que se recolecta.—Aquello era estúpido. Nadie le decía a él cómo hablar. —Eso es estúpido.—Antes de que Seung hablara de nuevo, YoonGi lo interrumpió. —Cada quien educa a sus hijos como quiere. Como
dije antes, muchas gracias por traerme. Pero Seung y yo tomaremos el autobús.—El pequeño le sonrió y se despidió de él agitando la mano. ¿A caso él acababa de perder frente a un mocoso?
Otra semana pasó sin incidentes. Todo había regresado a la normalidad. Era sábado y YoonGi estaba ansioso por recoger a Seung e ir a casa a tomar un baño y ver películas toda la tarde. Al parecer JiMin invitaría a alguien, no era SeokJin, pues a él le había hablado personalmente
Seung para decirle que estaba invitado a la pijamada, solo debía llevarle galletas. YoonGi sonrió al ver la fotografía donde estaban JiMin y él sosteniendo un pequeño pastel con el número uno y a un Seung muy pequeño en su escritorio. Ya no tenía caso ocultarlo de HoSeok.
HoSeok no había dejado de pensar en el pequeño hijo del pálido. Era increíble lo mucho que se parecía a él. Solo se preguntaba dónde estaba el otro padre y porque no estaba YoonGi con él. Aunque solo pensar en que el pálido fue capaz de estar con alguien más cuando él solo podía
calentarse al recordar aquella noche. Lo hacía sentir rabia. Jamás olvidaría lo deliciosa que se veían sus piernas enfundadas en medias de red y lo caliente que se veía el chico estando a su disposición con solo medias y aquel choker.
Cerró los ojos y se recargó en el respaldo de su silla. Las llemas de sus dedos hormigueaban al recordar como se sentía al contacto aquella lechosa piel. Recuerda el rostro sonrojado de YoonGi pidiéndole más mientras pequeñas lágrimas bajaban por sus sienes. El como sus manos
se aferraban a sus hombros y bíceps cada vez que lo embestía y como su cuerpo abrazaba tan bien su necesitado pene. —Min, a la oficina.—Dijo con voz ahogada. YoonGi se extrañó de aquello pero se puso de pie y entró en esta. HoSeok lo veía de una manera extraña. Llevaba un corto
pantalón de vestir que llegaba a sus tobillos y realzaba su pequeño trasero, una camisa blanca que le quedaba algo holgada y zapatos negros. Se sentó frente al escritorio y HoSeok se puso de pie rodeándolo para sentarse en este frente a YoonGi.
—Sr. Jung.—Habló nervioso YoonGi. Pero HoSeok no dijo nada, solo lo vio con intensidad haciendo que el pálido bajara la vista. Al hacer esto no pasó desapercibido el bulto en los ajustados pantalones de HoSeok. Eso lo hizo tragar grueso. El moreno estiro su brazo y con el
índice debajo de la barbilla del pálido levantó la cabeza. Y con el pulgar acarició los labios del pálido adentrando levemente su dedo a la boca tocando sus dientes. —Aun recuerdo aquella noche...—Aquello disparó el pulso del pálido.
—Sr. Jung, es-estamo-os en la-la ofici-na...—Habló de manera entrecortada YoonGi. —¿No la recuerdas tú?—Preguntó con voz ronca. La mano del moreno descendió por su mandíbula y cuello hasta llegar a sus clavículas. Mismas que les fue fácil descubrir por la holgada camisa.
YoonGi empezó a sentir incomodidad en sus pantalones. Y se removió un poco. HoSeok colocó su mano en uno de los posabrazos de la silla y se acercó peligrosamente a él. —HoS.. Sr. Jung...—Habló sin aliento. —¿Por qué no repetimos lo de aquella noche?—Preguntó rozando sus labios
—Por la mañana podrás fingir que no pasó. Como entonces.—Y aquello reventó la burbuja de extasía de YoonGi trayéndolo a la realidad. Empujó a HoSeok y se puso de pie arreglando su camisa. —Sr. Jung, con todo respeto. Puede irse a la mierda.—Y sin más salió de la oficina.
Tres días después del incidente en la oficina de HoSeok, YoonGi seguía dándole vueltas a lo que había dicho. Él fue quien se marchó sin decir nada y ahora quería culparlo. El pálido apretó los labios y sacudió la cabeza para despejarla. Pronto sería el cumpleaños de Seung y
le haría una pequeña reunión en casa con JiMin, la profesora Sunny, SeokJin y JeonGguk el novio de JiMin. Por suerte era un sábado y así podrían quedarse hasta tarde, Seung de lo podía permitir. Siempre se dormía a su hora y un día que lo dejara dormir tarde estaría bien.
SeokJin se había encargado del pastel y pequeños potresitos que había en una mesa con mantel rosa. Pues al parecer ese color le gustaba a Seung. Adornaron con globos blancos y dorados ya que el pastel tenía blanco y rosa y la mayoría de cupcakes eran rosas.
Aquello a SeokJin le encantaba pues también era su color favorito, por lo tanto él y Seung iban vestidos a juego haciéndolos ver adorables. Ambos tenían un lindo suéter rosa, con jeans de mezclilla y tenis del mismo tono que el suéter. Unos anteojos circulares y ya estaba.
Por su parte, cómo estarían en familia YoonGi decidió que quería usar una de sus faldas. Se entusiasmó con ello cuando JiMin dijo que usaría una. Su falda era recta de cuadros y le llegaba a medio muslo, se colocó una camiseta negra holgada que metió a la falda y agregó algunos
accesorios. Sonrió frente al espejo al sentirse lindo. Como último toque en uno de sus muslos colocó un liguero de cuero. Le traía muchos recuerdos verse vestido así. JiMin tenía una sudadera negra que se le pegaba al cuerpo con una falda que iba hasta la cintura. Hacia resaltar
su trasero, un par de medias arriba de la rodilla y algo de labial. Seguro el pobre Gukie tendría problemas nada más de verlo. Aunque YoonGi no contaba con lo guapo que se vería el chico con jeans, camiseta blanca y una chaqueta de cuero. Hasta él sentía que hacía calor en casa.
—¡Papá! Te ves muy bonito.—Le dijo Seung nada más verlo. Él se agachó para quedar a la altura del pequeño. —¿Te gusta?—El niño asintió con entusiasmo.—¿Quieres usar una?—Preguntó con cuidado. —No, se ven lindas en papá pero yo no quiero. Quiero ser como el tío Jinnie.—Todos
fueron y SeokJin carraspeó yendo a la cocina por algo. JiMin se veía muy feliz con JeonGguk, le agradaba que a JeonGguk no le molestará el que su novio y él llevarán “ropa de niñas” o que a su hijo le gustara el rosa. Lo mismo con Sunny, quien sorpresivamente les contó sobre
su reciente pareja, una chica. Al parecer había terminado una desastrosa relación y su mejor amiga -Quién ahora era su novia- siempre había estado ahí. YoonGi y ella hablaron sobre ropa por mucho rato. Todo se sentía muy cómodo.
Le cantaron el feliz cumpleaños a Seung y poco después Sunny tuvo que irse y SeokJin también. Ambos tenían citas. Pero no dejaron que aquello los desanimara, hicieron un fuerte en la sala y pusieron Mulan, era la película favorita de Seung.
El domingo se despertaron tarde y decidieron ordenar primero. Cuando todos estuvieron duchados y cambiados se fueron en taxi al centro comercial para comer y quizás ir al cine o al teatro. JeonGguk se aparto de ellos diciéndoles que tenía algo que hacer. Pero que los alcanzaría
en un rato. Mientras decidían entre comer pizza o hamburguesa, YoonGi sintió la mirada de alguien. Disimuladamente vio al rededor pero no vio nada fuera de lo normal, así que simplemente ignoro aquello.
Cuando JeonGguk regreso y ellos esperaban una enorme pizza con extra queso. Traía varios paquetes blancos en manos. Estiro la mano entregando uno a YoonGi y otro a JiMin. YoonGi lo tomó dudando pero al abrirlo su rostro se iluminó. —¡Muchísimas gracias!—Pegó el paquete de fotos
a su pecho sonriendo. Pero decidió guardarlas en su mochila. Después las revisaría, no quería arruinar ninguna. Así pasaron el domingo entre dulces, helado y una obra de teatro. Seung se sentía muy feliz. Le gustaba cuando su papá Yoonie y su tío Jiminie sonreían mucho con él.
El lunes había llegado y como siempre la rutina con el. Seung estaba en el jardín de niños mientras JiMin estudiaba y YoonGi trabajaba. Cuando abrió su mochila vio el paquete blanco y se golpeó mentalmente por no haberlo dejado en casa, como tenía algo de tiempo libre pensó en
Ver las fotografías. Pero nada más colocar el paquete en el escritorio para cerrar su mochila, su teléfono de escritorio empezó a sonar. —Min, necesito que fotocopie los informes del sábado.—Sin más corto la llamada. YoonGi abrió el cajon al lado del escritorio y sacó una pila
enorme de carpetas. Eso iba a tomar algo de tiempo y HoSeok no era muy paciente. Bufo al pensar en eso. —Bueno, igual siempre puedo mantenerlo al margen.—Se encogió de hombros yendo a la habitación donde estaban los scanners, impresoras y todos esos aparatos.
Quince minutos después un molesto HoSeok salió y se encaminó al escritorio de YoonGi encontrándolo vacío. Vio el paquete blanco en éste y lo tomó. Cuando vio que estaba abierto echó una ojeada para ver si alguien lo veía, una vez seguro vio en su interior y vio las fotografías.
Pero una hizo que se ahogara con su saliva. Rápidamente la sacó y dejó el paquete donde estaba, regreso a la oficina y tomó asiento antes de verla nuevamente. YoonGi estaba de pie, al parecer hablaba con alguien, su mano izquierda tomaba su bicep derecho mientras que con su mano
derecha sostenía un vaso. Pero eso no era lo que llamaba su atención. Sus piernas estaban completamente al descubierto por aquella corta falda y aquel liguero no hacía más que provocarlo aún más. —Debo meterte a mi cama una vez más—Gruño HoSeok sintiendo sus pantalones tensarse.
Cuarenta minutos después. YoonGi cargaba un montón de papeleo en manos. Lo colocó pesadamente en su escritorio y tomó algo de aire. Nuevamente tomó la pila de hojas y se encaminó a la oficina de HoSeok.
Con dificultad maniobró para adentrarse a ésta y camino con cuidado de no caer hasta colocar los documentos en el escritorio. —Aquí tiene Sr. Jung.—Habló sin aliento. —Oh, gracias. Puedes irte.—HoSeok carraspeaba mientras hablaba. YoonGi simplemente asintió y salió de ahí.
Mientras caminaba a la salida de su oficina, HoSeok no quitaba sus ojos del pequeño y redondo trasero que una vez tuvo en sus manos. Nada más se cerró la puerta con YoonGi fuera, sacó aire que estaba conteniendo y pegó su frente al escritorio. Tenía una dolorosa ereccion en sus
pantalones y en 15 minutos tenía una reunión. ¡No podía ir de esa manera! Empezó a tomar agua fría, se lavó la cara e incluso dio vueltas por toda la oficina. Intento pensar en todo, menos en YoonGi. Sino, jamás saldría de ahí.
Ese sábado por la noche habría una fiesta de la oficina. Al parecer cada tanto tiempo se hacían estas. YoonGi realmente estaba indeciso sobre si ir o no, aunque JiMin se había ofrecido toda la semana a cuidar de Seung junto con JeonGguk. El pálido sabía que lo cuidarían bien.
Pero estaba negándose porque estaría todo el personal, ademas no sabía ni cómo vestir. No podía ir de la manera en que le gusta vestir a una fiesta de la oficina. Aún estaba en el trabajo y no podía dejar de pensar en eso ya que todos preguntaban si iría.
—¡Debes ir!—Se quejaba JiMin saltando en la cama a un lado de YoonGi quien estaba acostado. —No sé si quiero eso. Estarán todos ahí y no lo sé—Respondió viendo el techo. —Elegiré tu ropa y te haré el maquillaje. Ya le hable a JeonGguk y llegara pronto—YoonGi vio a JiMin riendo.
Jeans oscuros que se ajustaban a sus piernas y trasero. Camisa gris de mangas largas dobladas hasta debajo del codo, metida al jean y zapatos negros. JiMin aplaudió sonriendo mientras delineaba los ojos de YoonGi para acentuarlos más.
—Jiminie no estoy seguro de esto.—Hablaba YoonGi estando listo. —Hace años que no sales, no va a pasar nada porque salgas hoy.—Llevaba de los hombros al pálido a la sala. —¡Papá! El tío Gukkie ha traído un rompecabezas de autos ¡Mira!—El pequeño Seung estiro la caja a YoonGi.
—Seunggie, papá se irá de fiesta con unos amigos. Pero Gukkie y yo vamos a cuidarte.—Hablo JiMin suavemente. —Ah, papá, pero debes traerme dulces.—Decía Seung asintiendo. —Hecho.—Besó su frente y saludó a JeonGguk con la mano antes de salir de casa.
Nada más entrar al salón se encontró con HaNa. Llevaba un lindo vestido azul turquesa que acentuaba su pequeña cintura, su cabello estaba en ligeras ondas que enmarcaban su rostro. —¡HaNa, te ves preciosa!—Le habló YoonGi sonriendo. —YoonGi, tú también te ves muy guapo.—La
castaña sonrio.—Pensé que no vendrías.—Ladeó la cabeza viéndolo. —Al final mi amigo me obligó. Pero me iré temprano. No me agrada mucho esto.—Habló viendo al rededor.—Siento que no es mi ambiente.—HaNa se rió. —¿Entonces cual es tu ambiente?—YoonGi rió avergonzado.
—Un club. Aunque hace años que no voy a uno.—HaNa lo vio con una ceja arqueada. —Oh bueno...—HaNa soltó una risita. YoonGi tomó un vaso con ponche y lo bebió rápidamente. HaNa y él mantenían una buena conversación mientras bebían. Aquello le hizo al pálido la fiesta más amena.
—YoonGi, deja de beber tanto. El ponche tiene alcohol.—Los ojos del pálido se abrieron enormemente al escuchar a HaNa decir aquello. —¿Que no se supone que no bebemos alcohol aquí?—Aún así vacío el vaso. HaNa se rió de aquello, el rostro de YoonGi estaba algo sonrojado.
—Ya no bebas más.—Le advirtió HaNa. —Voy al baño.—El pálido se encogió de hombros. Empezaba a sentirse un poco mareado y feliz por el alcohol haciendo efecto en su organismo. Entró a un cubículo e hizo sus necesidades. Arreglo su ropa y salió para lavar sus manos.
En el lavabo estaba MinHo, el encargado de recursos humanos. —Hola YoonGi.—Le habló recargándose en el lavabo y cruzando sus brazos para ver al pálido. —Hola MinHo.—Saludo el pálido mientras lavaba sus manos. —¿Estás solo?—YoonGi rió. —No, estoy con HaNa.—MinHo rió.
—No hablaba de la fiesta.—YoonGi lo vio sin entender. MinHo se acercó lentamente al pálido quien lo veía con una interrogante. Una mano se poso en su cintura, mientras que la otra tomó su cuello.—Desde el primer día que te vi, me preguntaba como se sentía tocarte.
Los ojos del pálido se abrieron al igual que su boca. MinHo aprovechó esto para tomar posesión de los delgados labios. YoonGi empujó al chico sin lograr nada. Una mano de MinHo fue a su trasero y lo apretó pegándolo más a su cuerpo. Cuando pudo meter las manos alejó su cara y se
giró para tomar aire. —MinHo... no...—Hablaba torpemente. Ahora se maldecía por no haberse dado cuenta de que el ponche tenía alcohol. —Vamos, sabes que lo estás pidiendo. Siempre usas esa ropa provocativa...—Mordió el cuello del pálido haciéndolo encoger y gemir de dolor.
MinHo saco un pequeño gotero de su bolsillo y lo abrió. —Quería que fuera por las buenas...—tomó con fuerza la mandíbula del pálido haciéndolo abrir la boca.—Pero por las malas será.—Echó un par de gotas en su boca y dejó caer el gotero. El pánico invadió a YoonGi.
Tomó al pálido y con facilidad lo metió a un cubículo. Desabotonó la camisa de éste mientras entre balbuceos decía incoherencias. La puerta del baño se abrió y MinHo cubrió la boca del pálido, este se removía y gimió ya que no encontró otra manera de avisar que estaba ahí.
Golpearon con fuerza la puerta del cubículo. —Estamos ocupados, lo siento.—Seguro los dejarían en paz. —Salga ahora mismo de ahí...—MinHo trago grueso al escuchar la voz de su jefe. Abotonó de manera apresurada la camisa del pálido, para salir.
—Jefe.—Saludo nada más abrir, mientras tomaba el cuerpo de YoonGi con posesividad.—uh, YoonGi y yo estábamos uh, divirtiéndonos.—El pálido levantó su rostro apenas. —No...—Gimió viendo a HoSeok. Este miró furioso a MinHo. Tomó el brazo de YoonGi y lo acercó a él, apenas podía
mantenerse de pie. —Salga de aquí ahora mismo sino quiere que lo mate.—La voz de HoSeok era dura.—Y no está de más decir que espero su renuncia el lunes.—MinHo lo vio horrorizado pero salió del baño sin decir nada. —Casa...—Habló YoonGi recostado en su hombro.
—No puedo llevarte así, cariño ¿Qué le dirás a tu hijo?—YoonGi hizo un puchero. HoSeok tomó con fiermeza la cintura del pálido. Maniobró para quitarse el saco que llevaba y colocárselo para que no se dieran cuenta del mal estado de su ropa y poder sacarlo de ahí.
Por suerte, no muy lejos había un hotel en el cual HoSeok pidió una habitación, esperaría hasta que a YoonGi se le pasara el efecto de lo que sea que MinHo le hubiese dado. Cargándolo en brazos lo llevó hasta la habitación. —¿Quieres ducharte?—El pálido asintió con los ojos
entrecerrados. HoSeok respiró profundamente. Sabía que eso iba a ser una tarea muy difícil ya que el pálido no estaba en condiciones de hacerlo solo, por lo tanto tendría que hacerlo él. Lo sentó en la tapa del inodoro y empezó a desabrochar los botones de la camisa. Entonces
vio la marca en su cuello y los acarició con la llena de sus dedos. —Duele...—Su entrecejo se arrugó. HoSeok apretó los labios y dejó un suave beso ahí, provocando que la respiración del pálido se atascara. Sacó la camisa suavemente, le quitó los zapatos y calcetines para poder
sacar los jeans. El que YoonGi estuviera en ropa interior restregándose con él no le ayudaba nada. Por su propio bien dejó la última prenda en el pálido y lo metió a la ducha. Solo entonces fue consiente de que tendría que entrar con él para mantenerlo de pie. Lo recargo en el
muro mientras se desvestía rápidamente, dejando su ropa interior también y se adentró a la ducha tomando al pálido de nuevo. Rápidamente lavó su cabello con una mano, al igual que su cuerpo. Mantenía su mente fría al estar lavando aquella piel que tantas ganas tenía por tocar con
otras intenciones. Pero no era el momento ni las circunstancias. YoonGi seguía restregándose contra HoSeok y soltando pequeños jadeos. El castaño se apresuró a terminar con aquello para sacarlos a ambos de la ducha. Seco el cuerpo del pálido y le colocó una bata, una vez estuvo
su cuerpo cubierto, sacó la ropa interior mojada. Repitió lo mismo con la suya. —Bien, aquí estás.—Hablo HoSeok recostando al pálido en la cama. Tomó entonces el celular del pálido y buscó el contacto de JiMin, recordaba que Seung lo había mencionado. “La fiesta se alargo, me
quédate en casa de HaNa. Cuida bien de Seung. -MYG” Seguro el pálido no querría que su amigo supiera lo que realmente había pasado. —HoSeok...—El moreno giró y se encontró con que él pálido lo veía directamente.—¿Por qué siempre que hablas de Seunggie dices “tu hijo”?
HoSeok lo vio sin entender. —Porque es tu hijo.—Respondió con obviedad. —Debiste haberte hecho responsable.—El pálido se removió. —¿Qué?—HoSeok se rió. —Aquel día te fuiste sin decir nada.—YoonGi sorbió por la nariz. —Te deje una tarjeta con mi número.—Masculló el castaño.
—No es verdad, solo te fuiste y me dejaste ahí...—Lloriqueo el pálido. —Tu fuiste quien no me llamo jamás.—Atacó HoSeok. —¿Cómo iba a hacerlo si no tenía tu número?—El pálido se sentó. —¡Te deje una tarjeta!—Medio gritó exasperado. —¡No fue así! Te fuiste sin decir nada y
cuando desperté, tu lado estaba frío. Incluso pensé en que tendríamos otra ronda.—Admitió sin inhibiciones el pálido. —No me hagas esto YoonGi.—Gimió el moreno. Se acercó a tomar el rostro del pálido con ambas manos. —Pero has sido el mejor sexo que he tenido. Recuerdo como
tus manos...—HoSeok colocó sus pulgares en los labios del pálido para que se callara. —Cuando estes sobrio pídemelo y te juro que cumpliré todas tus demandas. Pero solo si lo haces estando sobrio.—El pálido hizo un puchero. —Pero no lo haré.—Se quejó.—Estoy asustado de que
te des cuenta de Seung. Siempre quiero que me toques pero no puedo porque ya me dejaste una vez.—Las caricias del moreno lo estaban adormilando. —Pero si ya conozco a Seung.—El pálido gimió negando mientras HoSeok lo recostaba de nuevo. —Es que no entiendes...—HoSeok empezaba a
desesperarse. Iba a decir algo pero vio que el pálido empezaba a llorar, besó su frente y acarició su espalda. —Entonces explícame.—Pidió con suavidad. —Cuando te fuiste yo... estaba muy triste... muy, muy triste...—El pálido empezaba a cerrar los ojos.—Llore mucho... y des...
después... empecé a enfermarme.—El rostro del moreno se llenó de preocupación.—Pero cuando fui al... al médico... me dijo que Seung estaba aquí...—acarició su vientre sonriendo.—Pero tu... nos dejaste a los dos...—El pálido siguió hablando entre balbuceos pero HoSeok no lo
escuchaba. Su mano se había quedado estática y el pálido se quedó dormido. Su cerebro estaba yendo a toda marcha en ese momento. Aquello no tenía lógica, porque Seung tenía tres años ¿cierto? Tomó el celular de YoonGi y empezó a buscar en la galería alguna foto del niño.
Pero entonces se encontró con fotos de la fiesta de cumpleaños de Seung. Había un enorme número cinco en el pastel. Rápidamente HoSeok empezó a sacar cuentas, sus ojos se abrieron a tope. —Un hijo. Mi hijo.
HoSeok estuvo mucho tiempo después pensando en cómo abordar el tema con YoonGi. Al final termino abrazando al muy dormido pálido sin darse cuenta de aquello, pues fue lo que le ayudó a dormir.
YoonGi se removió y sintió un peso extra en su espalda. De primera pensó en que era JiMin, pero después pequeños recuerdos de la fiesta llegaron a su mente. Abrió los ojos de golpe y una punzada lo obligó a cerrarlos de nuevo.
Sin saberlo. YoonGi se había quitado la bata por la noche, pues la droga aún había causado estragos. Mientras que HoSeok no podía dormir vestido. Así fue como ambos terminaron desnudos en la cama. Pero para la nublada y punzante cabeza del pálido algo había pasado entre ellos.
Intento salir de la cama pero un moreno brazo tomaba con posesividad su pequeña cintura y mantenía su espalda pegada a aquel firme pecho, sentía la respiración de HoSeok en la nuca haciéndole erizar los cabellos de esa zona. Una de las morenas piernas estaba entre las de él y
aquello estaba causándole mucho conflicto al removerse para quitarla. Un jadeo involuntario salió de sus labios al frotarse sin intención alguna con el muslo de HoSeok. Trago duro y vio sobre su hombro. El moreno estaba plácidamente dormido y agradecía aquello.
Mordió su labio interior al considerar seguir haciendo aquello. El moreno no parecía inmutarse y él realmente tenía demasiado sin tener buen sexo, aquello provocaba que su cuerpo estuviera más sensible que de costumbre. Levantó su pierna para acomodarse mejor sobre el muslo de
HoSeok. Jadeo por lo bien que aquello se sentía. Era mejor que simplemente masturbarse. Empezó moviendo suavemente sus caderas, sentía como su miembro de iba endureciendo lentamente, su respiración era entrecortada y soltaba leves jadeos pues intentaba mantener los gemidos bajos
bajos para no despertar a HoSeok. El vaivén empezaba a ser más acelerado, entonces la mano que descansaba en su abdomen tomó su cintura con fuerza y un gruñido salió de lo labios del moreno, avisándole a YoonGi que estaba despierto. Pero el pálido estaba tan cerca del orgasmo que
no le importo y siguió restregándose con su muslo. YoonGi sintió el duro pene en su espalda y pronto aquella mano en su cintura bajó acariciando su cadera y glúteo hasta tomar con fuerza su muslo sacándole un gemido de placer al pálido. —Si te sigues moviendo no me disculpare.
En respuesta a aquella advertencia, el pálido solo soltó un jadeo. HoSeok se relamió los labios y se separó de la espalda del pálido para observar el desastre que éste era. Su espina dorsal se marcaba cuando ondeaba las caderas y su muslo se sentía caliente y húmedo por los
fluidos de YoonGi. Con ruedeza sacó su muslo haciendo al pálido girar para que pegara su espalda al colchón. El moreno se subió a su cuerpo; mismo que lo recibió con las piernas abiertas para después rodear su cadera. HoSeok no perdió tiempo y por fin probó aquellos labios que
le provocaban desde que se habían encontrado de nuevo. El pálido ascendió sus manos por todo el abdomen de HoSeok hasta colocarlas en sus hombros. Movía sus caderas provocando al pálido al rozar sus miembros. Con suavidad acarició los costados de éste hasta llegar a sus muslos.
Se separó un momento para ver al pálido debajo de él. —Aún puedes detenerme...—Hablo jadeante HoSeok. Pero YoonGi puso su peso en uno de sus codos y tomó los labios de HoSeok de nuevo. El moreno profundizó aquel beso tomando su nuca. Se acostaron de lado besándose y HoSeok
aprovechó para meter dos de sus dedos entre sus bocas y humedecerlos. Cuando estuvo seguro de aquello, separó un poco sus cuerpo mientras que tanteaba la entrada de YoonGi. Metió uno de sus dedos y YoonGi gimió besándolo con más fuerza. Cuando el segundo fue insertado también
el pálido se separó para tomar aire, se estaba quedando sin oxígeno. HoSeok giraba sus dedos en su interior y los abría. YoonGi arqueaba su espalda por inercia saliva salía de una de las esquinas de su boca mientras que su cara estaba sonrojada.
HoSeok saco sus dedos sin cuidado y se separó de YoonGi. Tomó el par de almohadas y las colocó en la cabecera. Se sentó pegando su espalda ahí, su pene estaba completamente duro y YoonGi no podía despegar los ojos de el. —Quiero que me montes.—Dijo el moreno palmeando su muslo.
YoonGi se sentó en la cama pero negó sonriéndole al moreno. Este arrugó el entrecejo y antes de que pudiera decir algo, YoonGi había engullido por completo su pene. —¡Santa mierda!—Hizo puños tomando la sábana a su lado. El pálido se movió quedando frente a él sin dejar de tomar
aquel pene con su boca, solo que ahora veía con ojos felinos a HoSeok. Su pecho subía y bajaba de manera pesada. YoonGi abrió la boca liberando su pene solo par agacharse más y sacar su lengua empapada de saliva, algunas gotas calientes cayeron en los testiculos de HoSeok.
El pálido empezó a lamer desde la base hasta la punta sin dejar de ver a los ojos al moreno. Y en la punta después de darle una lamida dejó un casto besó. HoSeok lo tomó con rudeza del cabello de la nuca y lo jalo a su altura para besarlo probándose a sí mismo.
Durante el beso YoonGi se colocó mejor a horcajadas sobre el moreno y con su mano alineó el pene en su ano. Una vez tuvo la punta dentro dejó de besar a HoSeok para tomarlo por completo de una sola estocada. Los muslos de YoonGi se apretaron a los costados de las caderas de
HoSeok, mientras que éste atascó las uñas en los pálidos muslos al sentir aquella suavidad como la seda caliente rodear su necesitado pene. YoonGi se encorvó pegando su frente al sudado pecho del moreno, empezó a alzar sus caderas y bajarlas de manera suave, sacándoles leves
jadeos a ambos. Aunque el vaivén iba en aumento YoonGi quería más. Así que se levantó, estando de pie sobre la cama se giró colocando uno de sus pies entre las piernas del moreno mientras que el otro quedó a un lado de su cadera. Se hincó y HoSeok tomó su pene son su mano para
alinearlo nuevamente a la entrada del pálido. Cuando estuvo dentro. YoonGi se movía pero esta vez restregándose contra el muslo de HoSeok, lo cual hacía más placentero todo para él y HoSeok, pues éste no aguantaría mucho con todo aquello ni al ver el precioso y delgado cuerpo
haciendo todo. Su piel estaba perlada de sudor y HoSeok tenía la urgencia de pasar su lengua desde el pálido glúteo hasta el hombro, en lugar de ello deslizó sus manos por la pequeña cintura, amaba el contraste que hacían sus pieles, ascendió sus manos hasta los pezones del
pálido y empezó a juguetear con ellos sacando gemidos de YoonGi y provocando que éste se moviera con más entusiasmo. —Estoy... estoy cerca...—Apenas y pudo hablar por todas las sensaciones. HoSeok tomó entonces su cadera y lo ayudó a embestirlo de manera más dura y profunda.
YoonGi lo sentia muy profundo dentro de él y no tardo en llegar al orgasmo. HoSeok siguió moviendo sus caderas llegando poco después. Haciendo más placentero el orgasmo del pálido. YoonGi se recostó suavemente en el pecho del moreno. Éste colocó sus manos en el vientre del
pálido, ambos estaban sin aliento, sudados y HoSeok aún estaba dentro de YoonGi. Pero aquello no les incomodaba o les parecía asqueroso. Por el contrario HoSeok sonrió y dejó un beso en la húmeda cabellera rubia mientras abrazaba más su cuerpo. YoonGi quería quedarse ahí.
No quería salir de aquella cama, era así como se sentía aquella vez y quizás por eso sufrió tanto al darse cuenta que el moreno se había ido así nada más. Lo que habían hecho había sido tener buen sexo según YoonGi, en cambio para HoSeok acababan de hacer el amor.
—Quiero ducharme.—El pálido se removió con el pene de HoSeok aún dentro de él y a pesar de que ahora estaba blando, la sensación era muy buena así que gimió. HoSeok lo tomó por las caderas para detenerlo y salió suavemente de él, ambos suspiraron por el vacío que aquello creaba
Colocó al pálido a su lado. Ambos estaban exhaustos, al verlo así no evitó acercarse y darle un suave y húmedo beso. —Si no nos duchamos ahora, no lo haremos nunca.—Habló HoSeok con voz ronca. Ayudó al pálido a ponerse de pie, ya que no creía poder cargarlo por ahora. Y lo llevo
a la ducha. Ambos entraron en esta y abrieron el agua fría. HoSeok lavaba el cuerpo del pálido y aunque éste sabía que no había segundas intenciones en aquellas caricias, no evitó restregarse contra el moreno y que la ducha se alargará por su segunda ronda.
Una vez que estuvieron ambos medio vestidos con sus arrugadas ropas se sentaron en la cama. HoSeok no sabía que decir pero la tensión entre ambos era palpable. —Anoche dijiste algo extraño...—El corazón de YoonGi corrió a toda velocidad y se giró a verlo al escucharlo decir eso.
—¿Qué dije?—Pregunto con miedo. —Que me marche sin dejar mi número o algo. Pero no es así, YoonGi. Antes de irme deje una tarjeta en tu mano. Ahinestaba hasta el nombre de mi empresa. Estuve esperando tu llamada por semanas, hasta que entendí que no te interesaba.—YoonGi lo vio
con la boca abierta. —No, tu te fuiste y me dejaste.—Negó el pálido. —No tengo como probar el que estás equivocado... pero...—HoSeok tragó grueso, iba admitir algo que le avergonzaba.—No pude estar con nadie más después de ti—Rápidamente bajo la mirada y su cara se volvió roja.
—Eso es mentira.—Acusó YoonGi aún sin notar indicios de que aquello fuera falso. —Sabes que no es así. Por la manera en que...—Esta vez fue la cara de YoonGi la que se puso roja y suspiro derrotado. —Yo, ugh. Deje de salir a citas y todo eso después de Seung. Pero...—El
pálido cubrió su cara.—Jiminie es muy desvergonzado y me hace regalos muy... uh... ¿Estimulantes?—Veía al moreno a través de sus dedos abiertos. HoSeok soltó una risita al entender. —¿Hay algo más que quieras decirme?—Preguntó suavemente HoSeok tomando la pálida mano.
El pálido mordió su labio. Una parte de él quería decirle sobre Seung pero estaba tan asustado de todo. Respiro profundo y pensó en pros y contras de todo eso. Le asustaban mucho los contras, pero había algo que le daba cargo de conciencia ahora. HoSeok no lo había votado y tenía
derecho de saber sobre Seung y decidir si quería ser parte de la vida del pequeño o no. —Promete que no vas a quitármelo.—Habló con voz temblorosa, Hoseok sonrío entendiendo de inmediato. —Nunca te quitaría a Seung...—Dijo mientras le acariciaba la mejilla mientras YoonGi lo
veía con los ojos y la boca abierta. —¿Cómo...?—HoSeok besó su frente y se alejó para ver su consternado rostro de nuevo. —Dijiste algo anoche y yo... uh... puede que haya tomado tu celular y haya visto algunas fotos de su cumpleaños.—YoonGi tenía el corazón en una mano y
estaba tan confundido que ni siquiera podía molestarse por lo que hizo el moreno.—Creía que Seung tenía 3 años. Pero al ver las fotografías de la fiesta y después de hacer cálculos todo embono.—Entonces YoonGi rompió a llorar.
HoSeok lo abrazó pegándolo a su cuerpo mientras el pequeño pálido temblaba por el llanto. Después de un rato estaba un poco más tranquilo y se alejó del abrazo de HoSeok. —Nunca quise ocultarlo de ti.—Sorbió por la nariz.—De primera creía que me habías votado, entonces no le vi
caso el buscarte... incluso pensé en no tenerlo...—Aquello oprimió el corazón de HoSeok.—Pero no me atreví a que lo sacaran.—Secó su lágrimas con su manga dejando sus ojos más irritados.—Cuando nos encontramos en tu empresa, me asusté al ver lo rico que eras.—HoSeok rió por eso.
—¿Por qué?—Preguntó curioso. —Porque tienes el poder de quitarme con facilidad a mi... nuestro hijo.—El corazón del moreno se sintió cálido al escuchar a YoonGi corregirse.—No te conocía nada y pensé que si sabias de Seunggie me demandarías por mentiroso o algo así. Por eso lo
mantuve oculto hasta el día en que me llevaste a recogerlo.—HoSeok rió fuerte de nuevo. —El mocoso es listo.—Aquel nombre no sonaba de manera despectiva. Sino más bien cariñosa. —Lamento mucho que te hayas perdido tanto tiempo de Seung. Lo siento mucho...—Y de nuevo, YoonGi
rompió a llorar. HoSeok lo jalo suavemente para sentarlo sobre sus piernas, recostó su cabeza en su hombro y acariciaba suavemente su muslo y su espalda. —Todo está bien cariño. Todo fue un enorme mal entendido. No es culpa de nadie.—HoSeok dejaba suaves besos por su cara.
—Pero es que te has perdido tantas cosas...—YoonGi lucia como un pequeño de tres años llorando porque acababa de golpearse y aquello le dio muchísima ternura al moreno. —No importa. Puedes mostrarme fotografías, está bien. Ahora la pregunta es ¿Cómo le diremos?—YoonGi seguía
sollozando mientras lágrimas bajaban por sus mejillas. —No lo sé ¿Y si me odia? ¿Si no le agradas? ¿no vas a quitármelo?—HoSeok sonrió y besó su nariz roja. —No voy a quitártelo, te lo prometo.—YoonGi asintió y se acurruco contra el moreno.—Quizás debería llevarte a casa.
YoonGi se hizo bolita en los brazos de HoSeok. —Solo cinco minutos.—Su voz salió constipada por el llanto. HoSeok suspiró e hizo que el pálido se sentara a horcajadas sobre sus piernas. Tomó su rostro y atrapó los delgados y rosados labios entre los suyos.
Después de muchos largos besos, por fin fueron capaces de salir de la habitación. YoonGi se sentía muy feliz pero al mismo tiempo muy asustado sobre cómo explicaría aquello a Seung. Ambos estaban en un pequeño trance y el camino al apartamento del pálido se les hizo cortísimo
Cuando YoonGi estaba abriendo la puerta de su apartamento estaba prácticamente masticando su labio inferior. —¡Papá!—Seung se impactó con las piernas de YoonGi abrazándolo mientras su barbilla descansaba en su muslo y le sonreía.—El tío Guk y el tío Jiminie hicieron un fuerte y
dormimos ahí. Me hicieron chocolate caliente y me dejaron comer helado. También vimos cars y la cenicienta...—Contaba con entusiasmo el pequeño. YoonGi se agachó para tomarlo en brazos y llenarle la cara de besos.—¡Oh! Seño Jun.—Seung se removió incómodo y al notar aquello
YoonGi se puso más nervioso. —¿Qué pasa cariño?—Preguntó suavemente. —Estoy en mi pijama de carritos.—Medio susurro, pues hasta HoSeok lo había escuchado. Soltó una risita al conocer la preocupación del pequeño. —Hola Seunggie ¿puedo decirte Seunggie?—HoSeok metió sus manos a
los bolsillos mientras se acercaba. —Los tíos me llaman así.—Asintió sonriendo. HoSeok lo pensó mejor. —¿Podemos hablar de hombre a hombre?—Preguntó con seriedad. —Sip.—Contestó el pequeño.—Pero después de que papá me duche y me ponga otra ropa, no puedo hablar como hombre en
mi pijama favorito.—ambos adultos apretaron los labios para no reír por lo serio que había dicho aquello el pequeño. —Bien, entonces te esperare aquí—HoSeok de encogió de hombros. —Ahí hay galletas con chispas de chocolate que hace el tío Jinnie y la leche está en el friferador
HoSeok intento no sonreír por la mala pronunciación del pequeño. —Entonces comeré eso mientras espero.—Dicho eso, YoonGi y Seung desaparecieron por el pasillo. Mientras, HoSeok se tomó la libertad de hacer el desayuno, esperaba que a YoonGi no le importara aquello.
Seung regresó vistiendo unos shorts de mezclilla con una camiseta rosa y tenis blancos. HoSeok lo veía con ojos distintos ahora. Estaba viendo a su hijo, un hijo de él y de YoonGi. Ese pequeñito era suyo también. —Seño Jun, huele rico.—Sonrió Seung intentando ver la estufa
desde lejos. —¿Qué haces?—Preguntó con curiosidad el moreno. —Papá no me deja acercarme a la estufa, puedo lastimarme.—Sonrió tiernamente. Dios, su hijo era tan lindo y tan obediente. —Tu papá tiene razón.—Hablo con seriedad HoSeok.—Por cierto, puedes decirme HoSeok.—Sonrió
el moreno. —Hobi.—Asintió sonriendo Seung. —No, no. Ho-Se-ok.—Habló con pausas. —Por eso, Hobi.—Repitió el pequeño. HoSeok parpadeo un par de veces ¿el niño no escuchaba bien? —Nunca llama a nadie por su nombre.—La voz era de YoonGi que estaba recargado en la puerta.
Después de que JiMin y JeonGguk se unieran al desayuno y medio le explicara el pálido a su mejor amigo que ahora HoSeok lo sabía y todo era un malentendido. JiMin y JeonGguk habían salido en una cita, dejando a la familia en la sala.
—Seunggie ¿recuerdas que te hable que para que vinieras al mundo tenías otro papá?—El pequeño asintió.—Bueno, ese otro papá es el S... HoSeok.—YoonGi le sonrió a su hijo que lo veía con el entrecejo arrugado. —¿Entinces Hobi es mamá?—El moreno se ahogó con su propia saliva.
—No, no. Soy tu papá.—El pequeño bufo cruzándose de brazos. —No, tengo a papá Yoonie.—YoonGi quería reírse por aquello. —¿De verdad es mi hijo?—Preguntó dirigiéndose a YoonGi. —No, yo soy hijo de papá Yoonie.—Hablo de nuevo el pequeño.
—Quizás deberíamos intentar cuando tenga uno o dos años más.—Sugirió el pálido. —Ya que.—El moreno colocó una mano en su cara. —Mamá ¿me compras helado?—Y entonces si YoonGi no contuvo su carcajada al ver la cara de resignación del moreno.
☂︎ Dos años después ☂︎
—Mamá ¿Dónde está papá?—Preguntó Seung jalando la ropa de HoSeok quien estaba cocinando. —Está durmiendo y debemos mantener la muy calladitos. Papá no ha dormido bien porque Luna patea mucho.—Seung arrugó el entrecejo. —Luna no me agrada, no deja dormir a papá y lo hace ver
gordo ¡por su culpa no puedo dormir con papá y contigo!—El pequeño se cruzó de brazos y HoSeok quiso llorar al ver su cara, era la viva imagen de YoonGi. —Pero Luna será tu hermanita menor, debes cuidarla muy bien.—Le hablo con suavidad HoSeok.—Si no quieres a tu hermanita papá
y yo nos podremos tristes.—Seung hizo un puchero abrazando al moreno. —No quiero que estén tristes.—HoSeok sonrió. —¿Le llevamos la sopa a papá juntos?—El pequeño asintió.—Sirvele algo de jugo de naranja.—Su sonrisa se hizo más grande al sentirse responsable de una tarea tan
importante cómo vertir jugó sin ayuda en un vaso. Pusieron todo en una bandeja y subieron a la habitación donde YoonGi estaba recostado. Era su última semana y en cualquier momento Luna llegaría al mundo. —Le dije a mamá que Luna no me agrada porque no te deja dormir, pero me
dijo que te pondrías muy triste si no quiero a Luna. Así que voy a cuidarla muy bien, papá.—Habló el pequeño de pie a un lado de la cama. YoonGi sonrió con ternura y acarició la mejilla de Seung.
—Jiminie, lamentó haber arruinado tu boda.—Habló con pena YoonGi, tomando la mano del menor. —¿Y esperabas que me perdiera el nacimiento de mi nena? ¡No gracias!—Respondió riendo. —Te ves tan guapo y es una pena que estes pasando tu boda aquí.—YoonGi quería llorar.
—No pasa nada, eres mi familia y te amo. Al igual que a Seung y a Luna ¡Dios! Ya quiero conocerla. Seguro que es preciosa ¿recuerdas cuando nació Seung?—Ambos rieron por el recuerdo. Por la puerta entró Seung con un peluche, HoSeok con flores y JeonGguk con cafés.
Estaban en medio de la fiesta de bodas de JiMin y JeonGguk cuando la fuente de YoonGi se rompió. Después todo fue caos, así fue como terminaron todos vestidos de gala en el hospital. —¿Cómo estás, amor?—HoSeok besó su frente. —Quiero ver a Luna.—Y como si solo eso se necesitará
La puerta se abrió y una enfermera entró con la pequeña envuelta en una manta rosa. —Hola.—YoonGi sonrió estirando los brazos para tomarla. Nada más tenerla entre ellos lloro y JiMin besó su mejilla sonriendo mientras lágrimas bajaban por sus mejillas.
—Mamá ¿Cómo voy a jugar con Luna si es así de pequeñita?—Preguntó Seung indignado. —Pronto será igual de grande que tú.—Hablo JeonGguk.—Entonces tendrás que alejar a las personas que quieran besarla. Aquello pareció molestar al pequeño. —A Luna solo la podemos besar nosotros
y nadie más.—JeonGguk se rió de aquello. —¡Hola! Lamentamos la tardanza, esperamos a que todos se hubieran ido, mandan muchos buenos deseos.—Habló SeokJin sonriendo. —¿Ya trajeron a Luna?—Preguntó nada más entrar TaeHyung.—Mira lo preciosa que es, Jin.—Cuando giró a ver a su
esposo se dio cuenta que estaba llorando.—Cariño ¿Qué pasa?—TaeHyung preocupado se acercó al mayor para abrazarlo y dejar besos en su cara y cabello. —Quiero un bebé.—Soltó sin filtros. TaeHyung se río por aquello. —Entonces tengamos bebés.—SeokJin se abrazo al menor y se
oculto en su cuello. —Por cierto...—Habló de nuevo JeonGguk.—Queríamos esperar a un momento especial y supongo que este lo es.—Tomó la mano de JiMin.—Minie está embarazado.—El recién nombrado sonrió y YoonGi estiró una de sus manos para tomar una de JiMin. —¡Jiminie! Que
alegría.— JiMin secó sus lágrimas y sonrió. —Cásate de nuevo con HoSeok para tener al bebé en su fiesta de bodas.—Bromeó riéndose. —Puede ser.—Está vez fue HoSeok. —¿Que haya muchos bebés quiere decir que dejare de ser el consentido?—Preguntó realmente preocupado Seung.
Todos rieron por eso. Así pasaron el día en el hospital, hablando del todo y la nada mientras estaban en familia. Seung los veía a todos y sonrió pensando en que le gustaba tener a su mamá y papá. También a Luna aunque sea molesta. Al tío TeTe que juega mucho con él, al igual
que el tío Guk. Al tío Jinnie que siempre le está haciendo postres y le regala cosas rosadas. Al tío Jiminie que siempre le compra helados y pijamas a juego para ser iguales. Vagamente tenía recuerdos de que su familia era pequeñita como Luna. Solo eran Jiminie, papá y él.
Pero ahora tenía a muchas personas más y eso le gustaba porque eran muy felices estando juntos. Además su papá sonreía mucho y lo que más le gustaba era cuando su papá estaba muy feliz. Solo necesitaba eso para sentirse muy feliz también. ☂︎ ᴇʟ ғɪɴ☂︎
Muchas gracias por leer esta historia. Ya saben que los errores van por mi cuenta y que los amo mucho. Nos leemos por ahí. All the love, x.
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