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ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Oct 3, 2018
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☼ ʀᴇᴅ sᴛʀɪɴɢ ᴏғ ᴅᴇsᴛɪɴʏ☽ ᴏs Cuenta la leyenda que las personas destinadas a estar juntas, están conectadas por un hilo rojo invisible. Se dice que son almas destinadas que se han amado desde la creación del universo.

☼ Historia corta no tan corta. Después de leerme GW y hablar con Rainy sobre el hilo rojo me dieron ganas de hacer una historia de almas gemelas/mates/parejas destinadas y heme aquí.
☽ All the love para Jian, Rainy y Lulu que me dieron la idea de manera indirecta. ☽ Jin es mayor que Nam por 3 años. ☽ SeokJin top/NamJoon bttm.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧
Cuando encontrabas a tu pareja destinada, podías ver el hilo rojo que te mantendría unido para toda la vida. Para los demás solo era visible un simple aro rojo en el dedo anular de las personas que ya habían encontrado a su mate.
Cada aro a pesar de ser del mismo color rojo tenía una diminuta figura diferente para la pareja y ninguna se repetía. Podían ser simple lineas, letras o algún pequeñísimo dibujo pero algún significado tenía para cada pareja.
Solías conocer a esa persona entre los dieciocho y veinticinco años, no importaba si en ese momento estabas saliendo con alguien más simplemente encontrabas a tu mate y la necesdad de estar con esa persona quemaba en el pecho de cada uno.
Nadie podía ir en contra de aquello pues provocaba dolor a ambas almas al sentirse rechazadas, pero aun así había pequeños grupos de rebeldes que decían negarse a aquello… aunque tarde o temprano terminaban cediendo.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘʀᴏʟᴏɢᴏ 」
SeokJin había entrado con sus amigos aquel día en el pequeño bar. Estaban celebrando el final del semestre y que eran libres por ahora, además le habían ofrecido exponer sus obras en un pequeño museo de la ciudad. Pero eso era muy bueno para alguien que seguía en la carrera.
Nada más entrar, el chico de piel morena, gruesos labios, hoyuelos encantadores y cabello rosado había captado su atención. Estaba riendo con otros dos chicos a un par de meses de donde SeokJin se sentó con sus amigos que rápidamente ordenaron tarros de licor.
Sacó un cigarrillo y lo encendió dandole una profunda primer calada cuando volvió su atención al moreno chico a quien se encontró con que le estaba viendo con curiosidad con su cabeza inclinada. Cuando el moreno se vio descubierto por SeokJin le dio una radiante sonrisas con +
hoyuelos marcados y agitó su mano al aire en su dirección. SeokJin hizo un movimiento con su cabeza a modo de saludo y no pasó desapercibido como los amigos del pelirosado lo molestaban un poco haciendo que éste se encogiera de hombros riendo.
NamJoon siendo mas extrovertido y atrevido se encamino a la mesa del rubio y éste al ver las intenciones del chico se puso de pie sin quitarle los ojos de encima, se encontró con él a mitad del camino.
Tomaron asiento en la barra del bar dejando olvidado a sus amigos. Entonces supieron sus nombre y la diferencia de edad entre ellos. Mientras NamJoon tenia dieciocho, SeokJin tenia veintiuno.
La noche se les fue como agua entre los dedos por la buena compañía que tenían. NamJoon no pudo evitar sentir un tirón en su estomago cuando vio lo guapo que se veía el rubio al sonreír, pues no era muy expresivo. Al finalizar aquella noche... ningún aro apareció en sus dedos.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ɪ 」
SeokJin se encontraba en su pequeño estudio en el departamento que compartía con NamJoon; solo llevaba un holgado pantalón de chandal, sus pies estaban descalzados y su cabello era detenido por una bandada en su frente.
Tarareaba The Night We Met de Lord Huron. Aquella canción había estado sonando en el pequeño bar donde vio por primera vez a NamJoon. Quien ahora llevaba el cabello de un lindo rubio mientras que él lo llevaba negro. De eso, habían pasado tres años ya.
Aunque tenían dinero suficiente para mudarse a una mejor zona o un mejor edificio, ambos preferían quedarse en el pequeño departamento que compartían desde un año y medio. Y es que era muy acogedor y suficiente para ambos, no necesitaban algo lujoso, solo la compañía del otro.
La renta era barata y quedaba cerca del trabajo y la universidad del menor. Muchas veces SeokJin le dijo que no era necesario que trabajara, que se enfocara solo en estudiar. Pero este se negaba sonriendo para después besarlo como si hubiera hecho una travesura.
La mayor parte del tiempo -si no era que todo el tiempo-, el morocho estaba en casa. Pues había convertido una de las dos habitaciones en un estudio donde tenia sus pinceles, tripoides, pinturas y lienzos ocupando la mayor parte del lugar.
Mientras que en una esquina había dos escritorios. En uno descansaban varios tomos de grosor considerable, una vieja maquina de escribir, carpetas, notas de colores por todos lados y un recipiente con lápices, marcadores y plumas.
En el otro había un computador de muy buena calidad, tabletas gráficas y algunos papeles.
SeokJin posó su vista en un enorme reloj que NamJoon se encargó de colocar ahí para que el mayor tuviera noción del tiempo porque a veces se olvidaba de ello. Soltó una risita sin humor al ver uno de sus cómics a medio terminar en la pantalla del computador.
NamJoon iba a molestarse cuando lo viera. SeokJin tenia como pasatiempo el hacer cómics, trabajaba sin presión en ellos y a su propio ritmo. Todo empezó cuando se dio cuenta que a su pequeño novio le fascinaban y podía pasarse el día entero leyéndolos.
Una empresa no muy conocida se contacto con él y le ofrecieron ser su plataforma. Le dieron la facilidad de elegir sus horarios, tipos de entrega y todas esas cosas.Pues SeokJin era ya algo conocido en el país por sus pinturas, aunque solo la empresa sabia +
que él era el autor de esos cómics. Siempre en sus personajes, había algo del moreno, ya fuese algo físico o algo de su personalidad y este siempre se hacia el molesto, rápidamente arreglaba eso con un beso y un buen abrazo apretado.
La puerta de entrada hizo ruido cuando el moreno llegó a casa y SeokJin aplastó su cigarrillo en el cenicero, se tomó lo ultimo que quedaba en su taza de café -ya frío- y salió con pereza del estudio. Cuando NamJoon lo vio sonrío inclinando su cabeza hacia un lado.
—Traje pastel de fresa.—Informó alzando la pequeña caja a la altura de su cara mientras le daba una radiante sonrisa a su novio.
SeokJin se acercó al menor y colocó sus manos en las mejillas de este, quien se rió al instante dejándole ver aquellos hoyuelos que tanto amaba. Pronto, dejó un suave y delicado beso en los labios de su lindo novio quien suspiro cuando el mayor se alejo un poco.
—¿Qué tal estuvo tu día en la cafetería?—SeokJin quitó la caja de las manos del moreno y la colocó en la pequeña barra de la cocina para dejar que el moreno se quitara el gorro, guantes, bufanda y abrigo para que estuviera más cómodo.
—Hoy estuvo algo cansado, fueron muchas personas. La mayoría eran universitarios, como los exámenes están a la vuelta de la esquina todos se reúnen en la cafetería a estudiar en grupo.—Dejó salir aire cansado sintiéndose más ligero sin los montones de ropa.
—Compré la tinta para tu maquina de escribir.—Informó SeokJin regresando con una humeante taza de chocolate caliente para NamJoon, quien la acepto gustoso.
—Muchas gracias, realmente no hubiera tenido tiempo de comprarla hoy y necesito terminar ese borrador para este viernes.—Bebió de la taza cerrando los ojos para disfrutar del dulce pero al mismo tiempo amargo sabor.
—Voy a prepararte la ducha.—Dejó un beso en la coronilla del moreno quien le sonrío en respuesta y se encaminó al baño para abrir el agua y regularla para llenar la tina. Vertió algo de jabón con olor a manzana y medio su mano para asegurarse de que estaba bien.
SeokJin no era la clase de chico que decía sus sentimientos a la ligera, NamJoon podría contar las veces que le había dicho con palabras que lo quería o que lo extrañaba. Solía ser alguien más de pequeñas acciones hacía el menor quien después de ese tiempo entendía eso.
Eran como silenciosos te quiero o te amo del mayor hacía él quien lo aceptaba gustoso. Sosas como el preparar una relajante ducha para él, siempre tener listo chocolate caliente para su hora de llegada, preguntar por su día y ayudarlo con pequeña cosas de la universidad.
Aquello bastaba para NamJoon porque no podría en duda los sentimientos de SeokJin nunca, sabia que el amor que estaba dando era el mismo que recibía por parte de su novio.
Sin saber porque, a la mente de NamJoon regreso aquellos días en los que el circulo de amigos de ambos solían decirles que tuvieran cuidado, que no se dejaran llevar mucho, pues en cualquier momento podrían encontrar a su mate y esa relación acabaría.
Pero por alguna razón, NamJoon y SeokJin estaban seguros de sus sentimientos, ya tenían tres años juntos y ninguno había encontrado a su mate aun. Tampoco quería encontrarlo, pues NamJoon estaba seguro que su pareja destinada era SeokJin, solo que el universo se equivocado.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ɪɪ 」
Era domingo y NamJoon se encontraba en el único sofá lo bastante grande como para acostarse en la sala, con un tazón de palomitas en el estomago mientras veía Howl no Ugoku Shiro.
SeokJin había sacado su trípode para seguir pintando frente al gran ventanal y donde pudiera ver al moreno sonreír o puchera por las escenas de la animación. Aunque se encontraba concentrado en su pintura, siempre se sentía mejor cuando veía a su lindo novio en pijama.
—Jinnie.—Llamó el moreno dejando el tazón en la mesita del centro y sentándose en el sofá.—Deja de dibujar y dame muchos besos.—El menor arrugó su entrecejo viendo al morocho con molestia.
Éste soltó una risita y dejó sus pinceles y pinturas en la mesa del comedor para caminar a donde NamJoon lo esperaba con una sonrisa moviéndose rápidamente para hacerle espacio.
—Sabes que debo terminar esas pinturas para la exposición.—SeokJin se sacó las pantuflas que NamJoon lo obligaba a usar, pues siempre estaba regañándolo por andar descalzo y sin camisa. Así se sentía cómodo pero odiaba que el menor se molestara con él, así que las usaba.
—Pero es domingo, es el único día en que estoy en casa solo para ti.—Se quejó girando para recostarse en el pecho de SeokJin que se había acomodado pegando su espalda al reposabrazos del sofá y abriendo sus piernas para que el menor se acomodara mejor.
—Eres como un cachorrillo que necesita de atención.—SeokJin metió su mano en los rubios cabellos de NamJoon y empezó a masajear suavemente haciendo que este gimiera en conformidad y se pegara más a su palma.
—Quiero un poco de atención de mi novio ¿Qué tan malo es eso?—Colocó una de sus palmas sobre la otra en el pecho desnudo del morocho para apoyar su barbilla y ver a SeokJin a los ojos quien sin decir nada con una pequeñísima sonrisa asintió viéndolo a los ojos.
NamJoon levantó su cabeza de su apoyo y se estiró un poco más hasta besar los gruesos labios de SeokJin quien acepto el beso gustosamente. Las manos del mayor se apoyaron en las caderas del moreno y lo pego aun más a su cuerpo hundiendo sus dedos en la suave carne sobre la tela.
NamJoon se movió sobre el fornido cuerpo del morocho sin deshacer el beso en el que sus labios y lenguas se acariciaban con parsimonia. Se las ingeniaron para que el moreno acomodara sus piernas a los lados de las caderas del mayor y así poder restregarse contra su cuerpo.
Las cálidas manos de SeokJin hicieron su camino por el interior de la camiseta de pijama del menor haciendo que este suspirara y jadeara entre el beso haciendo que los cabellos de la nuca del mayor se erizaran de satisfacción.
—¿Preparamos algo de comer o buscamos comida chatarra?—Preguntó NamJoon dejando un beso en el blanquecino cuello del morocho. —Vayamos a comer fuera, deberíamos ir al cine o a algún museo ¿Quieres, Moonie?—La mano del mayor acariciaba la desnuda espalda morena con suavidad.
—¡Quiero!—Respondió con emoción el moreno. Sin embargo ninguno hizo ademan de moverse del sofá. Pues SeokJin se sentía cómodo con el peso extra que implicaba el cuerpo del moreno sobre él y a NamJoon le gustaba sentir su cuerpo desnudo aplastando al ajeno, le gustaba sentir el+
roce de sus pieles, la gentil mano de SeokJin acariciando su espalda después de haber hecho el amor en aquel sofá. No sentían la urgencia de cubrir sus cuerpos desnudos, pues amos disfrutaban ver el cuerpo del otro de aquella manera y aunque afuera estaba nevado, +
en el interior de su pequeño departamento, la calefacción hacia lo suyo manteniendo sus cuerpos a temperaturas cómodas. Haciendo así que las carias que compartían después de una buena sesión de amor, fueran algo muy agradable.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ɪɪɪ 」
—¡Recuerda pasar por mi para ir a cenar a casa de Yoonie y Seokie!—Le gritaba desde la entrada el moreno mientras se colocaba los la bufanda y el gorro. Su turno en la cafetería empezaba en media hora y le queda a quince o veinte minutos en autobús dependiendo del trafico.
SeokJin salió de la cocina y se dirigió a la entrada para entregarle un termo y un recipiente plástico que NamJoon apresuro a meter en su mochila, sabia que eran sandwiches y chocolate caliente.
—Cuando tengas un descanso, comételo.—Ordenó el mayor viendo como su novio se apresuraba a colocar todo en su lugar para irse. —Siempre lo hago y lo sabes.—Defendió sonriendo.
—¿Llevas tu celular?—El morocho acomodó bien la bufanda en menor. NamJoon palmeo sus bolsillos y sacó el pequeño aparato mostrándoselo al mayor.—Bien, recuerda que puedes llamarme para cualquier cosa.
—Lo sé, llámame cuando estes en el café o entra para que no te quedes solo en el auto.—SeokJin asintió y se acerco a besar cortamente los labios del moreno quien le sonrío al separarse.—¡Te amo!—Gritó al salir por la puerta.
—Te veo más tarde.—Aunque habló con un tono normal, NamJoon alcanzó a escucharlo y se giró para agitar su mano en dirección de su novio una vez más.
Mientras hacía su corto recorrido en el autobús que estaba medio vacío, sacó el termo que SeokJin le había entregado y dio un sorbo al chocolate después de olerlo. Le agradaba la sensación de sentir el cálido liquido bajando por su garganta y del sabor que quedaba burbujeando
en su lengua. Lo cerro bien y lo guardo de nuevo para ver la ciudad por la ventanilla. El día estaba algo nublado pero eso le gustaba mucho, sonrío disfrutando del viaje mientras frotaba sus manos enguatadas.
Cuando llegó a la cafetería saludo a HaNeul y HaNa que eran quienes estaban de turno con él ese día. Rápidamente cambio su ropa por el uniforme que estaba en su casillero y arreglo su cabello que había sido aplastado por el gorro.
Regresó a la cafetería y se puso a trabajar pues el lugar se encontraba lleno como lo había estado días anteriores por los universitarios que se reunían ahí.
Toda la tarde estuvo corriendo de un lado para otro, por suerte había transcurrido sin incidentes y llego ese momento muerto, en el que tenían unos minutos de paz con escasos clientes. Lo cual los tres agradecían profundamente, pues les daba un respiro.
—¡Namie! ¿Te importa llevar los pastelillos a la vitrina?—Preguntó HaNeul asomándose desde la cocina donde preparaban los postres. —¡Ya voy!—Tomó en sus manos la bandeja que la castaña le había indicado y con cuidado salió de la cocina sin ver al frente.
Escuchó voces proviniendo del mostrador donde HaNa estaba hablando con alguien, pero no prestó atención hasta que estuvo al lado de la vitrina.
Centímetros más bajo que él, cabello castaño, lindos ojos, labios pequeños y atlético. NamJoon sintió un tirón en su pecho que lo hizo quedarse estático con la boca abierta y jadeando.
—¿Estás bien?—Preguntó HaNa acercándoselo a él preocupada de lo pálido que se había puesto NamJoon quería gritar que no, que nada estaba bien. Sin embargo el ver el hilo que iba hasta aquel castaño lo tenia estupefacto.
—Tengo que irme.—Entregó con brusquedad la charola a HaNa y salió corriendo a la habitación de empleados.
Quiso llorar cuando vio el aro rojo formándose en su dedo anular, negaba de manera frenética. Él no quería eso, amaba a SeokJin y quería pasar su vida solamente con él.
Ni siquiera cambió su ropa simplemente tomó su abrigo y se lo coloco de manera torpe al igual que sus guantes y demás. Cuando cerró su casillero dio un salto y llevó su mano al pecho por el susto, el castaño estaba ahí viéndolo de manera extraña... estudiándolo.
—Soy JeongGuk.—NamJoon parpadeo un par de veces y negó. —¡No!—Fue todo lo que dijo antes de salir casi corriendo y tropezando de la cafetería.
Debía pensar en como ocultar ese anillo, en como hacer para que SeokJin no se diera cuenta de que había encontrado a su mate. Se rehusaba a dejar a SeokJin por alguien más, NamJoon estaba seguro que el morocho era el amor de su vida, no alguien que un tonto hilo rojo le dijese.
Se encamino a un centro comercial y entro a una joyería en la cual se compro varios anillos de plata que coloco en diferentes dedos de sus manos, uno era lo suficientemente grueso como para cubrir el anillo en su dedo anular.
Mordisqueo su labio inferior el ver aquellos anillos en sus manos, se preguntaba si SeokJin no encontraría extraño aquello ya que nunca había sido muy fanático de usar joyería, solo usaba un collar de oro con una luna que su novio le había obsequiado hacía un año.
El celular en su bolsillo empezó a vibrar y su corazón se aceleró al ver que era SeokJin. Dio unas cuantas respiraciones profundas antes de responder intentando sonar normal.
—Moonie ¿Dónde estas?—Sabía que el morocho estaba preocupado.—HaNa me habló preocupada preguntando si había pasado algo porque te fuiste de la cafetería ¿Está todo bien?—El moreno mordió su labio inferior intentando retener sus lágrimas.—¿Moonie?
—Jinnie…—El escuchar la voz estrangulada de su novio encendió todas las alarmas en el cuerpo de SeokJin. —¿Dónde estás? Iré por ti.—Se escuchaban ruidos a través de la bocina del teléfono.—Cariño, háblame por favor.—Rogó del otro lado de la linea.—Estoy yendo a buscarte, amor.
NamJoon le dio el nombre del centro comercial y corto la llamada para salir y esperarlo en las bancas que había en el exterior,. A pesar de que el viento frío dolía, en ese momento no sentía nada.
Solo quería ir a casa y que SeokJin le hiciera el amor hasta que el estúpido aro en su dedo desapareciera.
No paso mucho tiempo cuando sintió unos brazos rodearle, al instante supo que se trataba de SeokJin. Se aferró al abrazo de su novio y hundió su cara en el cuello del mayor.
—¿Qué pasa?—Preguntó nada más separarse un poco tomando las mejillas de NamJoon para que le viera a los ojos. Su nariz y ojos estaban irritados más por el llanto que por el frío y eso hizo que su corazón se encogiera.
—No quiero, Jinnie...—El mayor seguía sin entender pero le dolía ver a su pequeño de esa manera. —Vamos a casa, Moonie.—Dicho eso se puso de pie y tomó la mano enfundada en un guante del menor.
El regreso a casa fue silencioso, aunque SeokJin no pasó desapercibido que el moreno limpiaba sus lágrimas constantemente y retorcía sus manos. Algo lo tenia ansioso, solo hacía eso con sus manos cuando algo lo estaba atormentando de alguna manera.
Una vez aparcado el auto, ambos salieron de éste y se dirigieron al elevador en silencio. Una vez adentro de la caja metálica NamJoon se abrazó a la cintura del mayor y descansó su cabeza escondiendo su rostro en el hueco del cuello de SeokJin nuevamente.
SeokJin acarició con suavidad la nuca del moreno y con su otro brazo lo rodeó haciendo de aquello un abrazo apretado. NamJoon aspiraba el olor de SeokJin, eso logro relajarlo un poco.
La campana sonó haciéndoles saber que habían llegado a su piso. El morocho tomó la mano del menor de nuevo y lo guió hasta la puerta de su departamento. SeokJin se encargó de abrir y cuando estuvieron en la seguridad y calor de casa se deshizo de su abrigo y demás.
NamJoon lo veía sin atreverse a mover un solo dedo. SeokJin giró a verlo con el entrecejo arrugado. —¿Está todo bien?—NamJoon se apresuró a asentir. Empezó a imitar los movimientos del mayor, pero al llegar a los guantes dudó un poco de quitárselos.
NamJoon elevó su vista solo un segundo para darse cuenta que SeokJin seguía viéndolo con un deje de preocupación. Temblando levemente, NamJoon empezó a sacarse los guantes y no se atrevió a ver al mayor en lo que terminaba de sacarse la demás ropa extra.
—Moonie, son lindos.—Habló el mayor tomando una de las morenas manos del chico entre las suyas acariciando los aros en sus dedos. —Encontré a mi mate.—Soltó antes de darse cuenta. Sintió el cuerpo de SeokJin tensarse y éste soltó su mano dando un paso hacia atrás.
—¿Qué?—Preguntó sin aliento el mayor. —Había un chico en la cafetería...—Nuevas lágrimas salieron de los ojos de NamJoon. Negó rápidamente secándolas, tomó la mano de SeokJin quien en su estado de perplejidad se dejó hacer.
Tomaron asiento en el sofá de la sala, aquel que había sido testigo de tantas risas, tantas caricias, tantas noches de películas, tantas veces que sus cuerpos se fundieron convirtiéndose en uno solo y se juraban amor eterno de manera silenciosa con caricias.
En cuanto estuvieron sentados, NamJoon sacó los aros de sus dedos dejando el grueso aro plateado en su dedo anular. SeokJin entendiendo aquello tomó con delicadeza la morena mano de su amante y beso la palma de este antes de sacar suavemente +
aquel aro dejándole ver el temido aro rojo. El mayor dejó salir un suspiro tembloroso mientras veía aquel aro arponar la linda piel de su amante.
—Jinnie, yo solo te amo a ti y lo sabes. No quiero estar con él. No lo quiero…—Decía desesperado el menor tomando el lindo rostro de su novio ente sus manos para que lo viera.
—uh...—SeokJin lamió sus labios con nerviosismo. No sabía que hacer o que decir. —Jinnie por favor.—Suplico el menor acercándose más. Con sus pulgares acaricio sus mejillas y cortó toda distancia entre ellos besándolo.
NamJoon se subió a los muslos del mayor y empezó a profundizar el beso que estaban compartiendo, esperaba que SeokJin se diera cuenta de lo que sentía por él con ese beso, que pudiera transmitir todos sus sentimientos.
Cuando se separaron con respiraciones jadeantes, SeokJin uno sus frentes pero no abrió sus ojos. —Moonie, si quieres ir con él estaré bien, lo entiendo.—Cuando abrió los ojos le dio una sonrisa tan triste al menor que eso solo lo hacia sentir más roto.
—¡No!—NamJoon sacó aquello desde el fondo de su pecho.—No, yo te amo a ti, quiero pasar mi vida contigo. Tu eres el amor de mi vida, Jinnie.—NamJoon se abrazó de nuevo al mayor y esta vez el cuerpo de éste se relajó.
—No quiero que te quedes a mi lado de manera obligada ¿Sabes que eres libre, cierto?—El moreno asintió sin dejar de abrazarlo y sorbiendo por la nariz. Mi lugar y mi felicidad están a tu lado. —Te amo.—NamJoon sonrío sabiendo que aquellas palabras eran genuinas.
Le enviaron un mensaje a sus amigos diciendo que se les había presentado algo y que no podrían ir a cenar con ellos esa noche.
Y tal y como NamJoon había querido horas antes, no se preocuparon de fechas limite para sus entregas, de sus empleos. No les importo hacer nada más que adorar cada milímetro del otro. De esparcir besos por la piel ajena, dejar caricias y susurrarse lo mucho que se amaban.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ɪᴠ 」
Una semana había pasado y NamJoon había evitado por completo a JeongGuk en la cafetería, incluso había cambiado sus horarios para no tener que estar con él. Fingía tener prisa cuando el chico se acercaba a él con la clara intención de hablar.
SeokJin por otro lado, estaba trabajando a marchas forzadas en sus pinturas, pues su mente no dejaba de divagar en la situación que se encontraba ahora con el menor.
Aunque no desconfiaba de los sentimientos del menor hacia él no podía evitar sentir miedo de que en cualquier momento empezara a desarrollar sentimientos por su mate, que sería lo más natural.
—NamJoon…—El moreno se congelo al escuchar la voz de JeongGuk. Se suponía que su turno era por la mañana.—No puedes huir para siempre. El moreno estaba dispuesto a huir de nuevo pero al ver la cara suplicante del menor se quedó estático.
—No entiendes.—Negó con tristeza NamJoon. —No lo hago porque ni siquiera me dejas hablarte.—Sintió algo de culpa por aquello.—¿Tienes algo de tiempo?—El moreno echó un vistazo a la cafetería que estaba medio vacía pues faltaba media hora para que cerraran.
Se alejó de JeongGuk quien dejo caer sus hombros en rendición, estaba dispuesto a irse de la cafetería cuando escucho al moreno hablar con HaNa. —¿Te importa si me voy primero? Tengo algo que hacer.—La chica negó sonriendo y se despidió dirigiéndose los vestidores.
JeongGuk se recargo en uno de los muros de la entrada a la espera del moreno. Pasaron cerca de cinco minutos cuando este salió y solo lo vio con seriedad. Suspiro de manera profunda antes de hablar. —Vamos.—El menor abrió la puerta y dejo que el rubio saliera primero.
—¿Ya cenaste?—Preguntó el castañito cuando ambos estuvieron en el auto del menor. NamJoon negó. —Pero no creo estar vestido para algo muy elegante.—Informó con algo de pena.
—Estaba pensando en una enorme y grasosa hamburguesa de tocino con una orden doble de papas y un vaso de refresco grande.—NamJoon abrió los ojos impresionado por aquello. —Eso… está bien supongo.
JeongGuk se dirigió a un restaurante de comida rapida. Cuando llegaron el menor fue a pedir para ambos y llevó una charola bastante cargada con comida a la mesa donde NamJoon lo esperaba sin gorro, bufanda y guantes, el abrigo lo dejo aunque lo desabotono.
Le pasó su pedido al mayor y tomó el suyo preparando su hamburguesa poniéndole algunos aderezos y probando algunas papas antes. De pronto escucho una risita de NamJoon quien estiro su mano y limpio la comisura del menor con una servilleta de papel.
Cuando se dio cuenta de lo íntimo que podía ser aquello carraspeó alejando su mano a toda velocidad y se dispuso a sorber el popote/pajilla de su vaso de refresco.
Ambos comieron un poco antes de decir alguna palabra, cuando NamJoon se armo de valor para hacerlo irónicamente de fondo empezaba a sonar Give Your Heart a Break de Demi Lovato. Aquello debía ser una clase de burla para él.
—Bien…—Empezó tomando una gran bocanada de aire. JeongGuk dejó de lado su hamburguesa por ahora y limpió su boca. Le dió un gran sorbo a su bebida para tragar todo.
—Sé que tienes pareja.—Aquello tomó por sorpresa al mayor.—Entiendo que estes asustado ¿Crees que no lo estoy también? Cuando descubrí que mi mejor amigo no era mi mate.. eso rompió mi corazón ¿Sabes? Yo realmente quería estar con él, podía jurar que nos queríamos de esa manera.+
Así que en parte entiendo que estes abrumado por todos estos cambios porque yo también lo estoy.
—No voy a dejarlo por ti.—Aseguró de manera algo brusca. —No estoy pidiendo que lo hagas. Quisiera pedirte una oportunidad pero eso sería ser egoísta de mi parte ¿No es así?—NamJoon se sintió mal al ver que el menor le regalaba una pequeña sonrisa. Una real.
—¿Soy mala persona por querer que jamás aparecieras?—Preguntó con voz rota.
—Si te sirve de algo, yo tampoco quería que aparecieras. Así al menos podría estar con JiMin de alguna manera.—Hizo una pequeña pausa pensando en como decir lo siguiente.—Pero no puedo evitar tener este sentimiento de necesidad hacia ti, supongo que eso es ser almas gemelas.
El moreno asintió porque él se sentía de la misma manera, incluso sentía un pequeño pinchazo cada vez que se negaba a hablar o dirigirle la mirada al menor.
—Lo amo con todo mi ser, JeongGuk.—El menor asintió sonriendo y estiró una mano sobre la mesa para tomar su mano y darle un apretón suave. —Es un chico afortunado, NamJoon. Realmente lo es.—NamJoon asintió secando un par de lágrimas que escaparon de sus ojos.
SeokJin estaba en el balcón que tenía el departamento, admiraba las luces de la ciudad, las escasas estrellas que se dejaban ver y la borrosa luz de luna que se filtraba entre las esponjosas nubes grises.
A pesar de que estaba helando afuera, como siempre el morocho estaba en sus típicos pantalones de chandal, descalzo y sin camisa mientras se fumaba un cigarrillo.
Ultimamente no podía dejar de fumarlos en exceso y es que siempre estaba preocupado porque NamJoon se alejara en cualquier momento. Un auto se detuvo frente al edificio y hubiera apartado la vista de no ser porque conocía el gorro rojo que NamJoon se había puesto +
ese día para ir al trabajo. Vio como abrazó al chico que conducía y salió de éste para después despedirse agitando la mano.
El corazón de SeokJin se oprimió, de alguna manera supo que ese chico era el mate de NamJoon y ver como éste le dirigía una de esas sonrisas que solo había visto dirigirle a él cuando le mostraba alguna de sus pinturas terminadas hizo que su corazón solo se hundiera un +
poco más en su pecho. NamJoon ingresó al edificio y SeokJin se apresuro a desechar la colilla del cigarrillo para adentrarse al departamento. Se encerró en el baño y abrió la ducha.
No paso mucho para que tocaran la puerta del baño y después fuese abierta. SeokJin fingió no darse cuenta apenas de NamJoon. —Ya llegué.—Informó el rubio recargando en el marco de la puerta.
—Oh, bien.—Asintió el morocho tomando el bote de shampoo y poniendo un poco en su mano. —¿Puedo unirme?—Antes de obtener respuesta, NamJoon ya se encontraba desanudándose para adentrarse a la ducha con su novio.
SeokJin solo se concentro en tranquilizarse y no dejarle ver al menor lo asustado que estaba por perderlo. La ducha transcurrió en silencio, lo único que se escuchaba era como restegaban sus cuerpos, el lavar de sus cabellos y el agua cuando la llave era abierta.
El primero en salir fue SeokJin quien tomó una toalla y empezó a secar su cuerpo. Tomó la otra y se la pasó al moreno quien la acepto con una sonrisa.
—¿Estás cansado?—NamJoon negó acercándose al mayor y dejando un besó en su mejilla algo humedas por la reciente ducha. —El día no estuvo tan movido como los anteriores ¿Has terminado otra de tus pinturas?—El mayor asintió. Enredo la toalla a su cadera y salió del baño.
Colocaron sus pijamas y fueron a la cama. NamJoon rápidamente se pegó al mayor rodeando su cintura y escondiendo su cara en el cuello de éste. SeokJin coloco un brazo debajo de la almohada y el otro lo dejó descansar en la cadera del moreno mientras enredaban sus piernas.
Antes de dormir, SeokJin escucho un te amo de parte del moreno y éste solo beso la frente del menor acurrucándose más con él.
Los dias seguiam pasando. NamJoon ya no evitaba a JeongGuk, de hecho se llevaba muy bien con él habían descubierto que tenían mucho en común y gustos similares. Aunque NamJoon no pasaba desapercibido la manera en que el menor lo veía a veces,+
aún así no pensaba hablar de ello, pues tenía la esperanza de que si no hablaba eso eventualmente desaparecería.
Las cosas con SeokJin seguían igual que siempre… o eso creía él.
Pues SeokJin no hacía más que pensar en miles escenarios en los cuales siempre era dejado por NamJoon. Cada atardecer cuando el sol se ponía y el reloj marcaba las 8pm no podía evitar ver con ansiedad la puerta principal del departamento,+
pues sabía que el día que esta no se abriera, sería el día en que haya perdido para siempre a su pequeño.
Ese día sentía una enorme molestiaf que no lo dejaba en paz. Sin saber que más hacer se vistió. Tomó su cartera y las llaves del auto para salir del departamento. Sorprendería a NamJoon en el trabajo.
Lo llevaría a cenar a su lugar favorito. Un lindo restaurante de comida Italiana en el centro de la ciudad.
Aparcó el auto y salió con una pequeña sonrisa de éste. Pero por alguna razón vio por el gran ventanal hacía el interior de la cafetería iluminada de manera cálida, su cuerpo se congeló y no era por el frío.
En el interior NamJoon y el castaño hablaban de manera muy animada. SeokJin pudo ver ese característico brillo de emoción en los ojos del menor. Vio como de pronto ambos se fundían en un abrazo y cuando se separaron NamJoon dejó un beso en la mejilla del castaño.
Sabía que no debía hacerse ideas de lo que acababa de ver, sin embargo no podía evitar sentir algo pesado en su pecho. Ni siquiera se dio cuenta de que estaba llorando hasta que salió de su pequeño trance. Regresó sobre sus pasos y fue al auto arrancando para volver a casa.
Cuando NamJoon llegó al departamento se encontró con que sorpresivamente el mayor estaba dormido. Se acerco con cuidado a su lado para tocar su frente y ver si estaba bien, sonrío al pensar en que quizás solo estaba+
un poco cansado porque pronto tenía revisión de las pinturas para su próxima exposición.
Por la mañana NamJoon tuvo que salir temprano pues tenía cosas que hacer en la universidad y no tendría tiempo de ir a almorzar a casa con SeokJin. Antes de irse le preparo el desayuno al mayor y dejo una nota en la barra de la cocina para salir a toda prisa de casa.
Cuando regresó a casa, el moreno no pudo evitar sentirse preocupado, no había recibido ningún mensaje de su novio en todo el día. A pesar de que no solían enviar muchos si enviaba algunos preguntando si quería algo para cenar o si estaba bien. Pero ese día no fue así.
Su corazón se oprimió al ver que había un sobre blanco en la barra con su nombre, podía reconocer la caligrafía de SeokJin.
Sin quitarse nada más corrió rápidamente a la habitación que ambos compartían y estaba inusualmente ordenada. Abrió el armario y se encontró con que la mayoría de la ropa del mayor no estaba, entre más buscaba menos cosas del morocho encontraba en casa.
Su corazón termino de romperse y las lágrimas por fin salieron cuando encontró en el estudio solo el escritorio donde estaban sus cosas. Las pinturas, lienzos y demás se habían ido al igual que el computador de SeokJin.
—¿Qué hiciste?—Preguntó agarrando con un puño la tela en su corazón. Regresó a la cocina donde vio el sobre con odio pero sacó una carta de SeokJin que estaba dirigida a él.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ᴠ 」
Un mes había pasado desde que SeokJin había abandonado el departamento. NamJoon cada día se sentía más decaído. Y es que cada rincón le recordaba al apuesto chico.
Lo más duro fue la primer semana, cuando regresaba a casa y se encontraba con el silencio y la oscuridad reinando el lugar.
No había un SeokJin quien lo recibiera con un beso y un fuerte abrazo como siempre, quien le preguntara como había estado su día, no tenía su deliciosa taza de chocolate en manos.
No sentía el característico olor de las pinturas picar en su nariz, ya no recibía más los ruidosos besos del mayor cuando le regañaba por estar descalzo y lo peor de todo... Ya no tenía a quien abrazar por las noches.
Había intentado infinidad de veces contactar con el morocho. Pero sus llamadas entraban directamente al buzón de voz, sus mensajes eran rechazados. No había pista alguna del nuevo paradero de SeokJin y lo único que le quedaba por hacer +
era esperar a que este tuviera una exposición pronto para poder asistir y verlo nuevamente.
Era por esto que NamJoon últimamente no se separaba de su celular, estaba a la espera de alguna notificación de alguno de los museos o galerías donde solían colocar el arte de su ahora ex novio… pero no había nada. Como si de pronto se hubiera esfumado en la nada.
Si no fuese por JeongGuk, NamJoon ya se hubiese dejado consumir del todo por alguna depresión. Pero el castañito se encargaba de elevarle el animo de una u otra forma. Habían empezado a tener citas no citas.
Salían a cenar, al cine, a alguna obra de teatro, incluso a buscar cosas que el mayor necesitaba para la universidad. JeongGuk estaba encantado de poder ser el hombro para apoyarse del moreno. Aunque le dolía la circunstancia.
Dentro de todo lo malo, las cosa parecían ir bien. Pues NamJoon sonreía un poco e incluso tenia parte de su esencia intacta… Pero todo cambio cuando seis meses pasaron.
NamJoon tiempo atrás había notado como el intenso color rojo del aro en su dedo anular iba desvaneciéndose. Al principio pensó que era solo su imaginación, pero cuando despertó un día hacia dos semanas por un repentino dolor en su pecho que le corto la respiración +
se dio cuenta que era lo que se temía.
El aro que en un momento fue rojo, se encontraba hoy de un enfermizo color amarillo que estaba empezando a desvanecerse. NamJoon sabía que pronto ese aro se volvería de un pálido color blanco y cuando eso pasara temía por lo que pudiera sucederle a JeongGuk.
Solo no quería que el chico sufriera por algo que no era su culpa. Sabía que para su mate sería doloroso cuando sintiera la perdida. Pero tenía la esperanza que JeongGuk en algún momento encontrara a otra persona quien tampoco tuviera a su mate ya y pudiera sobrevivir sin él.
El verano era caluroso. NamJoon se encargaba de cubrir el aro amarillo de una u otra forma, casi siempre era con el grueso aro de plata que había comprado meses antes para ocultarlo de SeokJin.
JeongGuk, HaNa y HaNeul habían notado aquello, pero no fueron insistentes con el tema, pues sabían que NamJoon había perdido a alguien a quien amaba demasiado y quizás era doloroso el ver aquel aro en su dedo anular.
—¡Namie!—JeongGuk se colgó del cuello del moreno sin llegar a hacerle daño.—Salgamos a cenar hoy, hay un nuevo restaurante de pizzas cocinadas en leña al que quiero ir. —No lo sé…—Empezó el mayor.
—Anda, pasaré por ti a las 10pm. Quizás podrimos ir a beber algo, de igual manera no tenemos turnos mañana.—Se encogió de hombros viendo al moreno.
NamJoon quería negarse, no se estaba sintiendo muy bien últimamente y a pesar de que él juraba que estaba ocultando muy bien, sus compañeros estaban preocupados por lo miserable que lucía el chico.
Había marcas negras al rededor de sus ojos que estaban mal disimuladas con corrector, la que un día había sido una brillante piel acanalada ahora lucía un enfermizo color amarillo y por si fuera poco, había perdido peso haciendo que su mandíbula y mentón se vieran +
demasiado afiladas, sus ojos hundidos y cada hueso enfermizamente marcado como si solo tuviese piel para cubrir un esqueleto.
—Está bien.—Aceptó al final. JeongGuk besó su mejilla sonriendo y corrió por ahí en la cafetería mientras NamJoon veía al exterior.
Su corazón se oprimió al ver un enorme banner que anunciaba la gran exposición de Kim SeokJin en uno de los museos más importantes de la ciudad. El artista había ganado un importante reconocimiento en unas premiaciones en Italia haciendo que su fama se disparara enormemente.
Aquello era duro para el moreno, pues veía su cara, nombre y pinturas por todos lados. Al final, NamJoon no tuvo el valor de encararle nuevamente. No insistió en buscarlo nunca más.
Planchó el frente de su camisa con sus palmas abiertas una ultima vez en el espejo de cuerpo completo de la habitación. Escuchó la puerta principal ser abierta y después un grito de JeongGuk al que respondió diciendo que ya mismo salía.
Cuando llegó a la sala vio como el menor se encontraba de pie frente a aquella pintura que había colgado en el muro del comedor, era lo que SeokJin había dejado para él antes de partir. "Quizás debería guardarlo en el armario." Pensó el moreno.
En aquella pintura podía verse el rostro del moreno siendo la mitad de su boca cubierta por una de sus manos mientras su rostro estaba relajado. Su cabello rubio estaba algo revuelto, sus facciones estaban suavemente pinceladas ahí, pero lo que hacia ver aquella pintura como +
algo maravilloso, era el hecho de que en los costados y nariz del moreno había muchas pequeñas estrellas adornando su piel con un fondo siendo tenuemente morado y azul simulando una clase de galaxia, +
así mismo debajo de sus ojos había pequeñas lunas menguantes simulando un par de lunares que daban el ultimo toque.
Cualquiera que viera aquella pintura se daría cuenta del amor que el artista había puesto en aquel trabajo. Pero JeongGuk solo podía ver una y otra vez la pequeña luna y una peculiar firma que últimamente se hizo muy conocida en el país en la esquina del cuadro.
—Hola.—Saludó con una sonrisa el menor al ver a NamJoon. El moreno se veía realmente guapo, siempre lucía guapo pero cuando usaba camisa de botones, resaltaba más su figura.
El moreno abrió la boca para decir algo pero una punzada en su cabeza lo hizo encogerse y llevar ambas manos a esta. JeongGuk se acercó rápidamente cuando el moreno cayó de rodillas sosteniéndolo a tiempo antes de dejarse caer por como peso muerto al piso.
El menor gritaba de manera frenética el nombre del rubio pero este solo podía escuchar un pitido que lo aturdía. El oxígeno no llegaba a sus pulmones y no podía hablar o mover alguna extremidad.
—Jinnie…—Fue lo ultimo que susurro antes de dejarse abrazar por la oscuridad.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ᴠɪ 」
—Me gustaría decir que los casos anteriores que llegaron aquí terminaron con éxito, pero no es así. El joven Kim no es el primero que llega en este estado, sin embargo no hay mucho que nosotros podamos hacer.—Le informaba el medico a JeongGuk.
El día que ingresaron a NamJoon, lograron estabilizarlo y solo cuando se le permitió ver al inconsciente chico, JeongGuk fue capaz de ver el amarillento aro en su dedo. Su corazón se oprimió al sentirse descuidado y no haberse dado cuenta de aquello antes.
Sin mucha esperanza el menor regresó a la habitación donde el moreno veía a la nada por la ventana mientras había unas cuantas maquinas conectadas a él. Aunque ya habían retirado la mascara de oxigeno, NamJoon había dormido por tres días.
—Hey….—Saludo con suavidad JeongGuk al entrar.—¿Cómo te sientes?—Tomó la amarillenta mano entre las suyas mientras tomaba asiento a un lado en la camilla. —Lo siento mucho Guk-ah…—NamJoon mordió su labio inferior.
—No, no. Está bien, cariño.—Se puso de pie para sentarse en la camilla y poder estar mas cerca del mayor. Solo entonces por primera vez el moreno le dirigió una mirada.
—De verdad lo intente, juro que intente enamorarme de ti y olvidarlo. No quiero seguir amándolo porque ya no esta aquí, ya no lo tengo conmigo y no va a regresar… y aun sabiendo eso no puedo dejar de amarlo, sigo esperando el día que entre por la puerta del departamento. +
Espero llegar y verlo con pequeñas manchas de pintura o que me este esperando con mi taza de chocolate caliente incluso en verano.—NamJoon rompió a llorar, era esa clase de llanto que podía romper a cualquiera que lo escuchara.
—Si pudiera cambiar de lugar con él para que fueses feliz lo haría sin pensarlo, Namie. Te amo tanto que no quiero verte así, no quiero que me abandones porque has dejado de luchar por seguir viviendo.—JeongGuk también se encontraba llorando un poco.—Entiendo como +
te sientes porque JiMin encontró su mate hace dos semanas… creí que dejaría de amarlo entonces pero no es así. Mi amor por él solo va en aumento. Y no te mentí, porque también te amo, pero no esa clase de amor ¿entiendes?
JeongGuk coloco la palma de su mano en la mejilla humedades de NamJoon quien puso cu mano encima de esta acariciando con ternura. —Lo siento…—Su voz era ahogada. —Saldrás de esta, Namie.—Aseguró el menor.
Antes de que el moreno pudiera decir algo, JeongGuk salió de la habitación diciendo que debía hacer algunas cosas de la universidad pero que regresaría a verlo pronto. Nada más cerrar la puerta a su espalda, el castañito sacó su celular y vio la pantalla de éste.
NamJoon había sido dado de alta un par de días atrás en los que JeongGuk hizo una muy exhaustiva búsqueda y recopilación de información. Tenía que ayudar. NamJoon, no quería perderlo y no porque fuera su mate, porque ahora entendía que no siempre el hilo estaba en lo correcto +
ahora entendía que no siempre ese hilo significaba amor de pareja, podía ser muy bien un amor fraternal o una amistad muy intensa. Se había dado cuenta que los sentimientos por el moreno habían empezado a florecer en su pecho, pero no de la manera que se suponía que fuesen.
Lo comprobó el día en que JiMin le soltó aquella bomba. El pelirosa había encontrado a su mate, un par de veces vio al moreno en las fiesta a a las que acompañaba a JiMin, TaeHyung. Al menos parecía ser un buen chico.
Pero aun si sabía que ambos habían encontrado a su mate ya no podía dejar de tener esos fuertes sentimientos por su pequeño y lindo mejor amigo. Fue por eso que tomo la decisión de alejarse un poco del pelirosa, de tomarse su espacio y esperar a que las cosas entre ellos se +
calmaran un poco. Solo que ahora en su mente no entraba ninguna preocupación por el pequeño chico y sus sentimientos crecientes hacía él. Ahora solo NamJoon ocupaba su mente y una meta. Salvarlo.
JeongGuk se paseaba por el lugar con una copa de vino tinto en mano viendo los cuadros cuidadosamente acomodados. Había muchísima gente en el lugar lo que le había hecho imposible acercarse a SeokJin.
Siguió paseando por el lugar viendo los lienzos marcados con preciosas combinaciones de colores y hubo una que llamó su atención, era bastante simple a decir verdad, se mostraba un ojo con trazos solamente negros, pero por alguna razón le hacia sentir calidez.
No supo que había estado demasiado tiempo observando hasta que alguien habló a su lado. —¿Te gusta?—JeongGuk salto levemente por el susto de ser sacado de su trance y giró a ver a la persona a su lado, sorprendiéndose al ver a SeokJin.
—Sí, tiene un no sé que... No sé como explicarlo, el arte no es lo mío.—Le dio aun sorbo a su copa mientras SeokJin asentía. —¿Cómo está?—Aunque no dijo su nombre, sabía que se refería a NamJoon. —Te extraña.—Soltó sin filtro alguno. —Te tiene a ti.—Respondio negando.
—No soy yo a quien quiere. —Eres su mate, es obvio que debe quererte. JeongGuk sintió deseos de darle un puñetazo en la nariz y arruinar su linda cara, pero en lugar de ello respiro profundo y se tranquilizo.
—Está muriendo.—Soltó girando para quedar frente al costado del morocho quien rápidamente se giró a verlo.—NamJoon está muriendo.—SeokJin negó sintiéndose incrédulo. —Estás mintiendo.—Su voz salió temblorosa.
—No te voy a obligar a que me creas. El medico…—La mención de un medico hizo tensar al mayor.—Lo envió a casa, dijo que debía estar con las cosas que más le gustan para estar tranquilo cuando llegue la hora.—JeongGuk pudo ver la batalla que había en el interior del morocho. +
Rebusco en su bolsillo y saco una memoria USB que extendió a SeokJin.—Escuhala, quizás así me creas un poco.
Y sin esperar respuesta, JeongGuk se encamino a la salida dejando su copa semi vacía en la charola de uno de los meseros. SeokJin se quedo ahí sintiendo su corazón correr de manera antinatural sintiendo el rectángulo en su mano.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴘᴀʀᴛᴇ ᴠɪɪ 」
Dos días habían pasado desde que JeongGuk había entregado aquella memoria USB con un audio y una fotografía adjunta. SeokJin más de una vez había conectado la memoria a su computador, pero le aterraba con lo que fuese a encontrarse en esta.
SeokJin entró al estudio que tenía el departamento donde vivía por su cuenta ahora. Había salido de una reunión porque sentía una molestia en su pecho, por alguna razón sabía que tenía que ver con la memoria USB que JeongGuk le había entregado.
Rebusco la memoria en uno de los cajones del escritorio y empezó a desesperarse cuando no la encontraba. Después de vaciar los cajones en el suelo y hacer un desastre por fin recordó que la memoria en realidad estaba conectada a su laptop en su habitación.
Entro corriendo a la habitación que estaba conformada con solo un colchón en el suelo, una mesita de noche y su ropa estaba regada entre las maletas en el suelo. La verdad es que nunca había desempacado Nad, ni siquiera había comprado muebles. No le gustaba estar ahí.
Se lanzó por su computador y creyó que éste jamás había tardado tanto en encender como esta vez.
En cuanto encendió rápidamente atrio la memoria encontrándoselo así con un audio y una imagen. De inmediato abrió el audio que duraba algunos minutos.
Se escuchaba ruidos, como si se estuviera ocultando algo. "-Hey, Namie...-" Era la voz de JeongGuk."-Aquí tienes algo de té de manzanilla.-" Más ruidos."-¿Te sientes mejor?" NamJoon hace un sonido de aprobación."-¿Has podido hablar con él?-" Un suspiro."No está respondiendo.-".
"-Entiendo, quizás solo está un poco ocupado.-" Hay algo de ruido"-No, creo que ya acepte que quizás él no me amaba de amanera en que yo lo hacía. Supongo que debo moverme ahora ¿No? Creo que es lo que se espera que haga, pero por alguna razón no quiero porque sé que regresara,+
tengo la esperanza de que lo haga y si yo... si yo avanzo y no permanezco aquí, cuando el regrese no podrá encontrarme... y yo quiero que me encuentre.-" "-Entiendo, sabes que te apoyo en lo que decidas. Vamos a comer algo delicioso +
¿Quieres? Yo invito.-" Se corta el audio, hay silencio por un par de segundos.
"Lo siento Guk-ah, te juro que lo estoy intentando con todo mi ser, quiero tener sentimientos por ti porque el estar enamorado de Jinnie solo hace que mi corazón duela ¿Por qué no se detiene suya te conocí? Quiero que se detenga" "Nadie, no tienes porque obligarte a sentir algo +
que no quieres. No te presiones con eso, Sabes que siempre puedes contar conmigo cuando lo extrañes mucho. Podemos hacer más noches de películas para burlarnos de lo cliché que son y de lo mucho que nos gusta eso." De nuevo se corta el audio.
"Recuerdo el día en que lo conocí como si apenas hubiera pasado un segundo. Jinnie se veía realmente guapo con el cabello rubio y con su aspecto descuidado." Se escucha la risa de NamJoon pero con un deje de tristeza."Yo creía que no podía enamorarme más de él, pero cuando tuvo +
su primer exposición en uno de los museos dela ciudad, cambio el color de su cabello y se vistió con un traje. Creí que iba a desmayarme cuando lo vi, solo podía pensar -whoa ¿Realmente este chico es mi novio? Debo haber hecho algo muy bien en mi vida pasada-" Es ahora la risa +
de JeongGuk la que suena después un sonido y una queja por parte del menor. "Entones él solo se acercó a mí y me besó en los labios. Mi SeokJinnie nunca había hecho algo así en público en el año que llevamos juntos y me tomo por sorpresa, recuerdo que mis mejillas se sentían +
tan calientes que creí que tenía fiebre o que explotarían." Se escucha la carcajada de ambos esta vez.
"De verdad lo intente, juro que intente enamorarme de ti y olvidarlo. No quiero seguir amándolo porque ya no esta aquí, ya no lo tengo conmigo y no va a regresar… y aun sabiendo eso no puedo dejar de amarlo, sigo esperando el día que entre por la puerta del departamento. +
Espero llegar y verlo con pequeñas manchas de pintura o que me este esperando con mi taza de chocolate caliente incluso en verano." El audio se corta por unos segundos nuevamente.
"Como ya le expliqué antes, joven Jeon..." La voz de un hombre que no le resultaba familiar estaba hablando."El caso del joven Kim no es el primero que llega aquí, pero son tan escasas esta clase de situaciones que no tenemos conocimiento de que hacer. El alma de estas personas +
empieza a desvanecerse hasta que dejan de existir llevando a la persona a la muerte pero puede ser por muchas razones." Hay un silencio que parece eterno."Aunque este es el primer caso en el que la persona que llega tiene el aro rojo desde el inicio y su mate está con él."
El audio termina ahí. SeokJin sentía la cara húmeda por las lágrimas. Estas solo aumentaron cuando vio la imagen... Era una fotografía de NamJoon.
Coloco sus dedos en la pantalla, negaba viendo aquella persona que lucía tan rota y enferma, ese no podía ser su pequeño. EL NamJoon que él amaba era un chico con ojos brillantes, una piel preciosa, era un chico saludable... No la persona que estaba viendo ahora.
—¿Te sientes mejor?—Preguntó el menor al dejar el vaso de agua en la mesita de noche del mayor. —Quiero dormir...—Rogó con voz demasiado cansada y casi inaudible. —Sé que estás cansado, pero no te duermas, por favor.—NamJoon no entendía porque no podía, pero asintió.
JeongGuk no podía dejar de ver el aro que se veía ya no de un brillante color amarillo, sino un muy pálido y alarmante beige, casi blanco. —Tengo frío—Se quejó temblando un poco. —Bien, te triaré una manta extra ¡No vayas a dormirte!—Gritó saliendo de la habitación.
Mientras JeongGuk tomaba una manta extra como había dicho, del que una vez fue el estudio de SeokJin, llamaron con desespero a la puerta de entrada. Asegurando la manta entre sus brazos se encamino a ésta y se sorprendió al ver a SeokJin -bastante desalineado- de pie ahí.
—Está en la habitación.—Soltó rápidamente JeongGuk haciéndose a un lado para que el chico entrara corriendo. El menor corría letras del morocho que se detuvo en seco en el marco de la puerta y al ver sobre su hombro, dejó caer la manta.
JeongGuk empujo a SeokJin y se acerco a la cama. —No, no, no ,no...—Decía una y otra vez mientras movía el delgado cuerpo de NamJoon.—Despierta, por favor, despierta.—SeokJin se acerco y quito a JeongGuk, pero aun así no toco el cuerpo de NamJoon.
Dejó salir aire de manera temblorosa y se sentó a un lado del moreno en la cama sin despegar sus ojos del cuerpo que tenía frente a él. Levanto una mano temblorosa y acaricio con suavidad el demacrado rostro del chico. —Namie...—Soltó con voz ronca y temblorosa.
Las cortas pestañas del moreno se movieron lentamente como si del aleteo de una mariposa en calma se tratara, abrió los ojos muy apenas, como si aquello le tomara mucho esfuerzo.
—Ji...—NamJoon arrugó el entrecejo. —No hables, cariño.—Una lágrima bajó por su mejilla.—Tienes que quedarte aquí conmigo, por favor...—Suplicó pasando uno de sus brazos bajo la nuca del moreno y acomodándosela a su lado para atraerlo a su cuerpo.
—Cansado...—Habló apenas. SeokJin lo apretó más a su cuerpo, JeongGuk salió de manera silenciosa de la habitación y cerro la puerta tras él. —Lo siento, amor. Lo siento mucho.—Una muy pequeñísima sonrisa se formo en los gruesos labios del moreno. —Beso...
SeokJin asintió y besó los labios del moreno con tanto cuidado , como si el chico en sus brazos fuese a romperse de un momento a otro. —Cansado...—Repitió nuevamente. —Está bien amor, cuidare de Jeon, lo prometo. Puedes dejarte ir, no voy a dejarte solo esta vez.
NamJoon asintió nuevamente y cerro sus ojos sintiendo la comodidad de los brazos de SeokJin rodeándolo. SeokJin solo temblaba al estar llorando, estaría bien, él iba a estar bien, NamJoon siempre había sido libre, no lo obligaría a nada ahora.
La respiración de NamJoon era cada vez más lenta, mucho más lenta. SeokJin beso el rostro del chico, lo lleno de salados besos por sus lágrimas. —Siempre serás mi luna y mis estrellas.
✧ᴍʏ ᴍᴏᴏɴ ᴀɴᴅ ᴍʏ sᴛᴀʀs✧ 「 ᴇᴘɪʟᴏɢᴏ 」
Nuevamente era invierno, este invierno parecía ser más frío que el anterior o quizás así lo percibía SeokJin. Apretó el ramo de flores en su mano y acomodo mejor su bufanda, pronto se ocultaría la escasa luz solar que había ese día. Era tarde, bastante tarde.
Cuando llegó, saludo al encargado del lugar quien le dio una débil sonrisa. Se sorprendió al ver que habia algunas personas ahí. Sonrío tenuemente al ver a YoonGi, HoSeok, JeongGuk y JiMin ahí. Pero era obvio que los chicos vendrían, Todos llevaban trajes negro, al igual que él.
—¡Ahí estás!—HoSeok fue el primero en abrazarlo, a este le siguió el resto. —¿Cómo has estado?—Preguntó JeongGuk. —Bien, supongo.—Se encogió de hombros. —Las flores... —Sí... —Es increíble que hayan pasado cinco meses ya...—Todos asintieron en silencio.
Por unos segundos todos permanecieron así, en silencio mientras escuchaban el bullicio de los alrededores. Siempre era de esa manera cuando tocaban "ese" tema. JiMin carraspeo su garganta, odiaba ver como sus amigos cambiaban a la mención de aquel suceso.
Antes de que alguien pudiera decir algo, un hombre de traje llamó la atención de los presentes. Los cinco amigos prestaron atención al discurso en silencio, aunque SeokJin se sentía un poco inquieto, lo extrañaba.
Pero su corazón se relajo al verlo salir con una tímida sonrisa que enmarcaba sus lindos hoyuelos, su cabello -ahora castaño- estaba pulcramente peinado y se veía precioso en aquel traje. NamJoon había publicado un libro y estaba teniendo tanto éxito que le organizaron un evento.
Mientras hablaba, SeokJin no podía quitar sus ojos del hermoso chico en el pequeño escenario. El evento estaba dirigido para otro autores y otra clase de artistas. Era algo bastante exclusivo. Cuando el moreno termino su discurso, SeokJin se las ingenio para aplaudir con euforia.
NamJoon se sonrojo al escuchar una voz bastante conocida gritar "¡Ese es mi novio!" y después la leve risa de algunos presentes. En cuanto bajo del escenario, unos brazos le rodearon y unos suaves labios se posaron sobre los suyos.
—Estuviste genial ahí arriba.—Habló el morocho nada más separarse. —Me estás avergonzando.—Rió el moreno con gusto. —Que se jodan, seguro les da envidia porque solo yo tengo la atención que ellos quieren de ti.—NamJoon se sonrojó aún más.
—Eres un desvergonzado cuando quieres.—NamJoon cubrió su cara son su mano. —Bueno, creí que querías toda mi atención, al menos eso decías anoche cuando...—El moreno le cubrió la boca con una mano mientras le daba una mirada asesina y SeokJin se reía.
SeokJin elevo los girasoles a la cara de su novio a quien se le iluminaron los ojos al ver el enorme ramo. Con una enorme sonrisa lo tomó y se abrazo de este para después dejar un beso en los gruesos labios de su novio. —Muchas gracias.—Dijo mientras se abrazaba al ramo.
Después de aquello SeokJin estuvo bastante serio y algo alejado de NamJoon. aunque este ultimo no lo noto pues iba de un lado a otro conociendo a personas que lo felicitaban por su libro. Era todo una hazaña que el libro de alguien que no estaba graduado tuviera tanto éxito.
Cuando por fin regresaron a su departamento y se quitaron la ropa extra. Ambos se encaminaron en silencio a la habitación donde se desnudaron quedando solo en bóxers. SeokJin termino primero y se sentó en el borde de la cama mientras admiraba a su lindo novio tararear mientras +
recogía la ropa sucia de ambos y la colocaba en el cesto que había en la habitación. —Cásate conmigo.—Soltó de repente SeokJin. NamJoon se giró no creyendo haber escuchado bien.—Por favor, Moonie. Casemonos. —Jinnie...
—Quiero que busquemos una casa más grande, una con un jardín. Una donde podamos tener a los hijos que adoptemos y un perro o quizás dos. Los que tu quieras. Podemos poner un estudio para cada uno y puedo dar clases de pintura en casa, así puedes hacer las giras de tus libros +
sin problemas puedes trabajar desde casa cuando yo no esté.—SeokJin empezaba a ponerse nervioso al no recibir respuesta.—Sabes que siempre puedes decir no, yo nunca te obligaría. Pero... Kim NamJoon, por favor acepta casarte conmigo.
El moreno secó las lágrimas que salieron sin darse cuenta y sonrío enormemente dejando ver aquello hoyuelos de los que SeokJin se enamoraba cada día mas. Corrió a donde SeokJin estaba y salto haciendo que los dos cayeran sobre la cama.
—Acepto.—Beso.—Acepto.—Beso—Acepto.—SeokJin atrapó su cara entre sus manos y uno sus labios en un beso donde sus labios se acariciaron con parsimonia. Una de las manos del moreno se apoyo en el pecho de SeokJin donde estaba el tatuaje de una pequeña estrella con sus iniciales.
SeokJin llevó la suya al pecho ajeno donde estaba aquella luna con sus iniciales. Aun no entendían porque el aro de JeongGuk y NamJoon tenia grabado una luna y una estrella juntas, más porque aquella luna era idéntica a la que SeokJin usaba en la firma de sus pinturas.
Pero suponían que no había respuesta para aquello. La blanca mano recorrió un costado del moreno cuerpo sobre el suyo hasta posar ambas manos en las caderas de NamJoon donde enterró los dedos pegándolo más a su cuerpo.
Esa noche hicieron el amor con lentitud, amando al otro. Compartieron sonrisas y palabras de amor hasta que sus cuerpo estuvieron demasiado saciados como para seguir tanto como sus corazones les pedían. Se quedaron profundamente dormidos sintiendo al otro entre brazos.
「 ᴇʟ ғɪɴ 」
Bueno, hemos llegado al final del camino, amigos. Gracias por la compañía. Para ser honestos, el final original era donde SeokJin decía aquellas palabras a NamJoon. Pero me dolió el corazoncito porque sé lo que se siente sufrir por una historia. +
Espero que les haya gustado y cualquier duda, no duden -duh- en responder este tweet o enviarme dm. Las resolveré. Nos leemos por ahí. All the love, x.
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