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ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Jan 8, 2019
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⌛︎ ʏᴏᴜ ⌛︎ ᴏs JeongGuk y YoonGi han estado juntos por ocho años, su amor solo crece y crece... pero entonces todo cambia.

JeongGuk despertó entre una cama deshecha y la mitad fría cuando su mano palpó el lado que YoonGi ocupaba. Se removió un poco estirándose y abriendo un ojo para inspeccionar la habitación que se encontraba en penumbra.
Sus músculos se tensaron y relajaron y algunos de sus huesos crujieron. El menor dejó salir un gemido de satisfacción al sentirse relajado. Con algo de torpeza palpó la mesita de noche tumbando el cenicero en el acto. —Mierda.—Masculló al recordar que no lo había vaciado antes.
Un gruñido bajo salió del castaño quien encendió la pequeña lamparota iluminando de manera tenue el lugar. Era un desastre. Ropa en una esquina que estaba esperando a ser lavada. Algunos libros apilados en el escritorio con el portátil y la vieja máquina de escribir que +
YoonGi se empeña por conservar porque “es especial”. Muchas veces el castaño se había ofrecido a comprarle una nueva pero el pálido solo negaba sonriendo haciendo sus ojos pequeños y siempre daba la misma respuesta al menor.
“No la necesito Guk-ah, mejor con ese dinero llévame al teatro o rentemos una película mientras comemos pizza en casa. Además tú me la obsequiaste... Bueno algo así.” Y después besaba la mejilla de JeongGuk.
Y es que aquella vieja máquina había pertenecido a la difunta abuela del castaño. Cuando ambos chicos decidieron cambiarse a un apartamento más espacioso para poder vivir juntos, el menor había estado decidido de deshacerse de aquella antigüedad.
Pero entonces apareció YoonGi con ojos brillosos le rogó que se la diera, le dijo que se encargaría de cuidarla muy bien ¿Y quien era JeongGuk para decirle que no cuando parecía un niño a quien acaban de obsequiarle un caramelo?
El menor se rió negando mientras pasaba su mano por su cabello. Había algunas colillas de cigarrillos en un cenicero del escritorio, hizo nota mental de limpiarlo si no quería tener otro accidente. Quito las sábanas de su cuerpo que solo estás vestido con unos flojos bóxers que +
colgaban de sus estrechas caderas. Una vez fuera de la cama; se percató de la blanca taza en la que YoonGi siempre hacía café para él -aunque al final el pálido se bebía la mitad y JeongGuk no ponía objeción en aquello-. Al tocarla se dio cuenta que estaba bastante fría, así que+
debía llevar mucho tiempo ahí. También sonrió al ver la marca del bálsamo que él pálido usaba. Como tenía la manía de lamer y mordisquear sus labios siempre se resecaba la piel de estos y YoonGi se quejaba de lo feos que se ponían. A JeongGuk realmente le daba igual besarlo así.
Cuando revisó la hora en el reloj que el pálido tenía en su mesita de noche sus ojos se abrieron enormemente al darse cuenta de que eran pasadas de la una de la tarde y el rugir de su estómago solo lo hizo más consciente de lo tarde que era.
Salió de la habitación y tuvo que parpadear un par de veces por la luz que entraba por el enorme ventanal de la sala. Escuchó el leve zumbido de la lavadora e hizo una mueca algo divertido. YoonGi lo regañaría de nuevo por no haber lavado la ropa cuando era su turno.
Dejó la taza en el desayunador de la cocina y se encaminó al cuarto de lavado encontrándose con el lugar solo. —¿Yoonie?—Medio gritó viendo a todos lados pero no obtuvo respuesta. Puso los ojos en blanco al darse cuenta que era domingo y seguramente YoonGi se había cansado de +
esperar a que se despertara para hacer el súper. Esperaba que trajera cereales y leche de plátano porque ya no quedaba mucha. Empezó a tararear mientras abría la nevera, pero cuando abrió el microondas se encontró con algunos hotcakes. Sacó con urgencia la miel, jarabe de +
chocolate y crema para ponerlas en el desayunador. El microondas sonó anunciando que la comida estaba lista. Antes de sentarse encendió la pequeña radio que tenían ahí y sonaba un suave jazz de fondo. La voz de Chet Baker acompañó el desayuno del menor.
Recogió los trastes y los lavó rápidamente. Si se apresuraba debería tener terminado uno de sus cuadros o al menos debería haber avanzando suficiente para cuando YoonGi regresara de las compras y poder ver alguna vieja película o leer algún libro mientras se acurrucan en el +
sofá con un par de tazas de café. Sonrió ante la idea así que se encaminó al pequeño estudio que tenía en el apartamento y cuando pasó por el desayunador gruñó al darse cuenta que se había dejado la taza con el café helado que YoonGi le había preparado.
Suspirando se encogió de hombros y bebió el frío y oscuro líquido por completo para después dejar la taza en la tarja prometiendo lavarla más tarde. Acomodó el caballete y el lienzo, preparo las pinturas y suspirando se pregunto qué haría en esa ocasión.
JeongGuk cerraba sus ojos y dejaba que la sonata No. 17 de Beethoven que sonaba en el pequeño estudio, aligerará su cuerpo e hiciera que sus trazos fueran más certeros y sutiles. Cada tanto veía la mezcla de colores en el cuadro y sonreía al ver que le estaba gustando el cuerpo +
y forma que iba tomando. Cuando escuchó el característico chasquido de la puerta principal cuando la clave era ingresada sonrió. Bajó el volumen de la pieza pero no dejó de pintar pues sabía que YoonGi llamaría a su puerta.
Escuchó algunos ruidos y voces en la sala, identifico la voz de JiMin y sonrió al pensar que posiblemente el pequeño rubio sería el modelo de YoonGi. Aunque estaba titulado en literatura y trabajaba como profesor en una de las mejores universidades de la ciudadanía el pálido +
había empezado a tener interés en la moda. Así que ahora se encontraba estudiando diseño y mercadotecnia de modas; y usualmente tomaba a su mejor amigo como modelo ya que se quejaba de lo grande que era él y lo mucho que lo distraía de su trabajo al tenerlo semidesnudo.
—¡YoonGi, la ropa está lista!—Se escuchó a JiMin gritar. —¡Haz lo que quieras!—El pálido sonaba molesto y aquello puso nervioso a JeongGuk. Pues seguramente estaba molesto por no haberlo acompañado.
Se preguntó si debía salir e intentar arreglar todo con algunos besos. Gruñó levemente al recordar que JiMin estaba ahí y que no podría besar a YoonGi como quisiera. Limpió sus manos y peinó su cabello pero no salió del estudio, escuchaba algunos ruidos y a JiMin parlotear.
Espero cerca de quince minutos pegado a la puerta preguntándose cuando sería el momento indicado para salir. Cuando tomó la perilla escucho la voz de JiMin más clara. Debía estar en la sala. —Me iré ahora, dejé algo de comida en la nevera. Volveré por la noche ¿Está bien?
No hubo respuesta del pálido pero el momentáneo silencio fue interrumpido por el sonido de la puerta principal siendo cerrada. Con mucho cuidado, el menor abrió la puerta de su estudio intentando hacer el menor ruido posible. Se encaminó a la sala y se encontró con que YoonGi +
estaba acostado en el sofá dándole la espalda. Llevaba uno de sus suéteres negros que le quedaban enormes, sus característicos jeans rasgados y estaba en calcetines. El suave movimiento de su cuerpo le indicó que quizás estaba dormido, después de todo no había respondido a JiMin.
Cuando se acercó al pequeño cuerpo de YoonGi su entrecejo se arrugó al darse cuenta que el pálido tenía la vista fija en el respaldo del sofá mientras lágrimas salían de sus ojos. Y no solo aquello. Sus ojos estaban rojizos y sin brillo y su piel estaba demacrada.
—¿Yoonie?—Habló con voz tan suave que se sintió como la caricia de una fresca brisa en un caluroso verano. Los cabellos de la nuca de YoonGi se erizaron y se giró rápidamente para ver a su espalda. —Guk-ah.—Sus ojos se aguaron más.
El pálido se sentó en el borde del sofá dejando que sus mejillas se humedecieran sin importarle la molestia. —¿Qué pasa amor? ¿Qué está mal?—El menor se hincó frente al pálido quien estiró un poco su mano pero se detuvo antes de tocarlo haciendo su mano un puño llevándola a su +
pecho. Cerró los ojos con fuerza y negó con algo de fuerza. Su pequeño cuerpo se curvó hacia abajo y se sacudió cuando YoonGi abrió la boca solo para dejar salir un quejido lastimero. —Guk-ah.—Aquello salió con tanto dolor que el menor sintió un nudo en su pecho y su garganta.
En la radio que JeongGuk había olvidado apagar empezó a sonar Photograph de Ed Sherman. Él pálido levantó su cabeza y vio el radio con nostalgia. —¿Recuerdas lo mucho que me rogaste para que dejara que esa fuera nuestra canción el día de nuestra boda?—Preguntó ausente YoonGi.
JeongGuk parpadeo un par de veces confundido. YoonGi se puso de pie y se acercó a donde el radio descansaba en el desayunador. Suspirando cerró sus ojos y se abrazó a sí mismo balanceándose un poco... JeongGuk estaba asustándose. —¿Yoonie qué pasa? Me estás asustando?—los ojos +
del pálido se abrieron de golpe y en su cara de plasmó una nueva mueca de dolor y nuevas lágrimas salieron. Con pasos fuertes y decididos el morocho se encaminó al estudio del menor quien lo veía sin tender nada. YoonGi se quedó en el umbral de la puerta un par de segundos +
viendo el interior del lugar y después entro tomando uno de los lienzos sin terminar de JeongGuk y lo rompió por la mitad. Los ojos del menor se abrieron enormemente y se apresuró a acercarse al pálido pero se detuvo cuando éste gritó de una manera casi dolorosa para él.
Y después se dejó caer entre el pequeño reguero de pintura que había hecho llorando nuevamente. —Te odio. Te odio Jeon JeongGuk.—El menor negó sintiendo sus ojos escocer. —Pero...—Jadeó cuando se acercó a abrazar al pálido... pero no pudo. Su respiración se aceleró.
Intentó tocar a YoonGi pero nuevamente no pudo, su mano atravesaba el cuerpo del morocho con facilidad. “Solo es un sueño.” Se repetía JeongGuk en su mente mientras veía sus manos y el pequeño cuerpo de YoonGi mientras temblaba.
—No tenías porque dejarme así.—Sollozo YoonGi haciendo puños en su estómago.—¿Qué se supone que haré ahora sin ti? !¿Qué voy a hacer sin ti?!—JeongGuk sólo sentía sus mejillas humedecerse. —Estoy aquí Yoonie ¡Mírame! ¡Estoy aquí!—Gritó con todas sus fuerzas.
—Te odio por irte de aquí sin mí ¿Por qué no pudiste al menos llevarme contigo? Te odio JeongGuk.—YoonGi gritó nuevamente aunque esta vez mas bajo. Se secó de manera descuidada las lágrimas.—Llévame contigo, quiero estar contigo.—Rogaba el pálido recostándose en el frío piso.
—Yoonie... yo no... amor no... perdón, perdón. Perdóname cariño.—JeongGuk sabiabque el pálido no lo escuchaba pero no podía evitar decir aquello. Pasaron unos minutos en los que JeongGuk intentaba procesar lo que estaba pasando y YoonGi se fue quedando dormido en el piso.
El menor se puso de pie y empezó a buscar por el apartamento algo que le diera una pista de que estaba pasando. Y en la mesita de centro de la sala lo vio. Una fotografía del día de su boda con YoonGi a un lado de otra fotografía de un auto destruido en la primera plana.
“Trágico accidente automovilístico...” La nota decía que un camión de carga se había quedado sin frenos saltándose la luz roja de un semáforo. Los recuerdos volvieron al castaño haciéndolo caer. Había dejado a YoonGi y no porque hubiera muerto, lo había dejado ese día.
Habían estado teniendo pequeñas peleas y esa noche JeongGuk se había molestado por la poca atención que tenía del pálido. Había empacado una maleta y había salido del departamento con la idea de no regresar a menos que fuese por sus cosas... pero claramente no regresaría.
—Lo merezco. Este es mi karma ¿uh?—Preguntó para sí mismo. Una puerta abriéndose lo hizo girar a ver la entrada de su estudio. YoonGi tenía el rostro hinchado y enrojecido. En sus brazos sostenía de manera firme la fotografía enmarcada de cuando cumplieron su primer aniversario.
JeongGuk tenía esa fotografía en el estudio, realmente le gustaba porque ese día había sido especial... fue el día en que le propuso matrimonio al pálido. Sin moverse de su lugar siguió los pausados pasos de YoonGi hasta verlo entrar a la cocina y después ir a la habitación.
Todas las alarmas se encendieron en el castaño. Corrió a toda prisa y se encontró con la puerta del baño abierta. Su respiración se volvió errática al ver a YoonGi tomar un puño de pastillas. Había al menos una docena de frascos abiertos, la tina se estaba llenando con agua fría.
—No. No. No. No ¡No!—Gritaba desesperado el castaño intentando detenerlo mientras tragaba el agua para pasar las pastillas con dificultad. YoonGi tosió un poco sintiendo náuseas pero se contuvo. JeongGuk no sabía que hacer, no quería que él terminara así... no él.
Con un poco de dificultad, YoonGi se puso de pie y se adentró con la ropa puesta a la tina. Pegó la fotografía a su pecho y suspiró pesadamente. JeongGuk furioso empujó el espejo que había en el muro y se hizo trizas, con parsimonia, YoonGi vio el cristal romperse ybslnrio.
—Solo.. solo espera.. un poco.. ya voy Guk-ah... ya voy.—El pálido empezaba a quedarse dormido mientras se resbalaba lentamente por el borde de la tina. JeongGuk entre lágrimas intentaba con todas sus fuerzas detener a YoonG, intentaba detener que se siguiera hundiendo. No pudo.
Los paramédicos llegaron a causa de que JiMin había regresado un par de horas después y había encontrado a YoonGi; JeongGuk estaba sentado en el sala viendo a la nada, mientas la música de la radio se escuchaba de manera tenue. —Guk-ah.—Su respiración se cortó.
YoonGi corrió a abrazar al menor quien lo apretó fuertemente entre sus brazos. —Eres un idiota ¿Por qué hiciste eso yoonie? ¿Por qué? ¡No tenías! ¡No tenías...!—JeongGuk estaba furioso. —Porque quiero estar contigo. No quiera una vida sin ti. No la quiero.
Y con aquello el pálido se apoyó en las puntas de sus pies y juntó sus labios con los del menor. No había corrientes eléctricas y tampoco había ese calor que emanaban antes... Pero había calidez en sus pechos.
JeongGuk tomó las mejillas del pálido y éste se aferró a la camisa del menor mientras sus labios seguían reencontrándose. Sus cuerpos empezaron a balancearse al ritmo de la suave canción que sonaba de fondo. —Ya no tengo que estar con tu fantasma.—Dijo el pálido sonriendo.
ᴀsɪ ǫᴜᴇ ʟᴏ ᴀʜᴏɢᴏ, ᴄᴏᴍᴏ sɪᴇᴍᴘʀᴇ ʟᴏ ʜᴀɢᴏ, ʙᴀɪʟᴀɴᴅᴏ ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ɴᴜᴇsᴛʀᴀ ᴄᴀsᴀ ᴄᴏɴ ᴛᴜ ғᴀɴᴛsᴍᴀ, ʏ ʟᴏ ᴘᴇʀsɪɢᴏ, ᴄᴏɴ ᴜɴ ɢᴏʟᴘᴇ ᴅᴇ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ, ʙᴀɪʟᴀɴᴅᴏ ᴀ ᴛʀᴀᴠᴇs ᴅᴇ ɴᴜᴇsᴛʀᴀ ᴄᴀsᴀ ᴄᴏɴ ᴛᴜ ғᴀɴᴛsᴍᴀ.
⌛︎ ᴇʟ ғɪɴ ⌛︎
Gracias por leer este pequeño OneShot que se me ocurrió mientras escuchaba Ghost Of You de 5sos. Si ustedes lloraron imaginen yo escribiendo mientras escuchaba esa preciosidad. Releean escuchando uwu La verdad pensé en dejarlo donde Guk se da cuenta, pero creo que eso les iba a +
doler mucho así que me extendí un poco para darle un final bonito de cierta manera. Así que posiblemente quede extraño o mal hecho. Pero bueno no tenía planeado nada después de eso y lo hice en el momento. Nos leemos por ahí. All the love, x.
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