Thread Reader
ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

May 26, 2019
88 tweets
Twitter

♡ ʙᴀʙʏ ʙᴏʏ ♡ ⌈ᴏs⌋ El CEO Park JiMin asiste a una de esas fiestas a las que tanto odia a causa de un importante inversionista. JiMin tiene la fama de un muy mal carácter y de tratar horrible a cualquier persona. Pero el lindo NamJoon no es cualquier persona.

—Joder.—Se quejó el rubio abrochando los botones de su chaqueta. La reunión en la que había estado antes había demorado más de lo debido y ahora estaba llegando tarde. La idea de ir a un club con personas medió vestidas no era de su agrado, pero su nuevo casi socio; Kim SeokJin +
era un gran fanatico de ese tipo de lugares. JiMin estaba dispuesto a todo con tal de tener la inversión de SeokJin para su empresa, le abriría nuevas puertas en el mundo de los negocios y eso nunca era malo.
Un hombre bastante grande y fornido lo detuvo en la puerta al final del largo pasillo por el cual JiMin había ido casi corriendo. —Nombre.—Exigió el hombre. —Park JiMin. Kim SeokJin me está esperando, ahora mueve tu culo de mi jodido camino.—El hombre se movió al escuchar el +
nombre de SeokJin salir de los labios del rubio. Pues era uno de los clientes favoritos de su jefe, por lo tanto su trato era como el de un rey. Al entrar al lugar, el rubio se sorprendió por lo errado que estaba al imaginarse el dichoso club. No era parecido a lo que creía.
No había personas con poca ropa, si bien algunos atuendos mostraban más de lo debido, no llegaba a ser algo exagerado. JiMin debía admitir que se veían muy bien. El lugar tenía luces de neón pero al mismo tiempo había una tenue luz constante dejando ver el lugar con cierta +
claridad. —Por aquí.—Escuchó una alegre voz que supo identificar de manera inmediata. En las piernas de SeokJin y recostado en su pecho estaba un chico delgado de mechones rojos, mientras que en su otro hombro un morocho descansaba su cabeza.
—Disculpa la demora, la reunión se alargó y bueno...—JiMin se excusó nada más llegar. —Descuida hombre, anda bebe algo.—El cabellos platinados señaló con su barbilla a la mesa donde había una pequeña variedad de botellas.—Mira, te presento a TeTe y KoKo ¿A que son unas bellezas?
El par se puso de pie y se inclinaron para besar a JiMin en los labios. Este no perdió tiempo en hacer una mueca de disgusto y limpiarlos de manera descuidada con la servilleta de tela. —Guárdenlo para SeokJin.—Dijo de manera tajante a lo que el platinado carcajeó.
—Relájate, vaya que tu carácter es una mierda. ¿No deberías mostrarme tu mejor cara? Después de todo es mi dinero lo que quieres.—El platinado empezó a acariciar el muslo de uno de los chicos mientras sonreía de manera descarada. —Lo quiero, pero no por eso voy a mentir.
—Me gusta tu actitud Park JiMin. Además eres muy guapo y un gran hombre de negocios. Lastima que ambos sabemos que no dejarías que te follara... aunque la verdad la perdida es tuya y no mía.—El mayor se encogió de hombros riendo a carcajada limpia.
Habiendo dejado las cosas un poco claras, JiMin no desaprovecho y empezó a hablarle sobre sus propuestas a SeokJin quien no hacía más que reírse cuando él rubio se salía de sus casillas por su culpa. Era grandioso e impresionante ver como JiMin era bueno con los negocios y en +
cómo manejarlos. Pero SeokJin debía admitir que el hombrecito era de temer. En la hora que llevaban ahí ya habían despedido a un mesero y ya había hecho llorar a dos de los bailarines por la dureza con la que les habló. Claro que SeokJin admiraba el hecho de que el menor no le +
vendiera una máscara de falsedad en cuanto a su horrible carácter. Lo cual sería muy estúpido; pues todos en el negocio sabian que Park JiMin era más conocido por su carácter de mierda que por lo bueno que era en lo que hacía.
—...Y ese es el plan que mi equipo y yo tenemos para tu inversión.—Concluyó el rubio posando sus codos en sus rodillas y entrelazando los dedos. —Tienes una fama horrible por tu carácter. Pero eres el mejor en los negocios. Estoy dentro.—Fue la escueta respuesta del mayor.
—Disculpen...—Habló un chico quien no se veía caminando muy seguro. Cuando JiMin levantó la vista solo sintió como su traje se empapaba. —Hijo de p...—El rubio estaba furioso, pero al ver como el moreno estaba a nada de llorar algo en él lo detuvo de golpe.
JiMin iba por la vida teniendo acostones con chicos lindos. Podía darse ese lujo ya que era guapo y rico ¿quien no quiere pasar la noche con alguien como él? Pero solo eran eso y nada más. Muy extraña vez el rubio repetía de pareja sexual, pues lo evitaba a toda costa.
Nunca se detenía al gritarle a alguien que acomodara su mierda e hiciera su jodido trabajo pero por alguna extraña razón... El moreno frente a él tenían toda su atención.
—Lo siento muchísimo.—El chico apretó la charola a su pecho y sus cejas estaban juntas en señal de que quería llorar, sus labios estaban un poco abultados creando un lindo puchero y sus ropas no lo estaban ayudando en nada.
Sudadera amarilla que le quedaba un poco grande, shorts arriba de la rodilla, tenis simples y cabello despeinado. Si bien se veía que el chico era mayor, emanaba un aura de inocencia y ternura que ablandaría hasta la persona más dura; como a Park JiMin.
—Descuida.—Respondió simplemente aclarándose la garganta. SeokJin y su par no pasaron aquello por alto a lo que él mayor solo soltó una suave carcajada. —Hay habitaciones en la planta alta, pediré una para que tomes una ducha rápida y laven tu ropa.—Antes de que el rubio +
pidiera si quiera parpadear, SeokJin con su compañía se habían ido del lugar y el abochornado moreno sacó su pañuelo tendiéndoselo a JiMin mientras se mordía el labio inferior con nerviosismo. —De verdad lo siento muchísimo, es mi primer día y estoy muy nervioso. Posiblemente +
me echen del lugar después de esto. Su traje se ve carísimo, pero puedo pagar la tintorería y su estancia en la habitación.—El moreno estaba recogiendo los trozos de cristal pues había hecho un desastre.—¡Mierda!—Se llevó un dedo a la boca.
—Ven aquí.—JiMin lo jaló con suavidad para ayudarlo a ponerse de pie. Si bien el moreno era más alto que el rubio, la inocencia que emanaba lo hacia más pequeño.—Vamos a esa habitación y busquemos banditas, alguien más se encargará de esto.—Y dicho eso, tomó su mano para guiarlo.
Anduvieron por los extensos pasillos hasta que JiMin sacó de su bolsillo la tarjeta que se le había entregado en recepción por orden de SeokJin. EL chico era extraño pero debía admitir que en ese momento le agradaba por haber facilitado todo aquello.
El moreno entro a la habitación detrás del rubio y se quedo de pie en un solo lugar con sus manos tomadas por la espalda, como si esperara que le dieran ordenes de poder respirar.
—No sé tu nombre.—Aunque el rubio intentaba sonar casual mientras se servia un vaso de vino, la verdad es que por primera vez en su vida se sentía realmente curioso por el nombre de alguien con quien no iba a hacer negocios... al menos no de los que estaba acostumbrado.
—NamJoon. Mi nombre es Kim NamJoon.—Repitio el chico sin despegar su vista del suelo. JiMin se dirigió al baño y por suerte si había banditas. Tomó una y salió de nuevo para encontrarse con que NamJoon no se había movido ni un centímetro.
—Puedes tomar asiento ¿Sabes? No voy a morderte.—Carcajeo. NamJoon le sonrío dejando ver unos adorables hoyuelos... y el moreno no lo sabía, pero escasa vez se veía al rubio reír de esa manera.
Después de susurrar un “gracias” apenas audible, NamJoon se sentó con cuidado en una de las sillas intentando no arruinar nada más. Secó la palma de sus manos en su pantalón, pues no había podido dejar de pensar en que sería despedido en su primer día y por si fuera poco a quien+
le había arruinado la ropa parecía ser alguien de muchísimo dinero. Como si no tuviera suficiente con tener que reunir dinero para pagar el semestre y que no lo echaran de la universidad. Ahora mismo se cuestionaba si realmente había elegido la carrera correcta...
JiMin no perdía detalle de cómo el moreno parecía estar nervioso y un poco incómodo... incluso parecía afligido. Pero JiMin sólo intentaba descifrar lo que él tierno chico le causaba. Torciendo un poco los labios lo veía de manera fija casi perforando al contrario.
NamJoon se removió un poco incómodo por sentir la vista del rubio en él. JiMin se acercó a él y se arrodilló frente al moreno para tratar la pequeña herida de este. ¿Quién diría que el gran Park JiMin estaría de rodillas por alguien de un rango inferior a él?
—Gracias.—Susurro NamJoon cuando tuvo una bandita al rededor de su dedo.—Voy a llevar su ropa a lavar.—Informó el moreno poniéndose de pie y cuadrando los hombros. —Claro.—JiMin sonrió de lado y se sacó la chaqueta del traje entregándosela a NamJoon que lo veía con ojos enormes.
JiMin empezó a desabotonar su camisa blanca dejando ver su pecho. NamJoon desvió la vista sintiendo el calor en sus mejillas, no evitó el lamerse los labios con nerviosismo. —En el... uh... baño hay batas.—La voz de NamJoon sonó pequeña.
—No la necesito.—Respondió con sorna el rubio. Terminó por sacarse los zapatos y el pantalón para entregar este último a NamJoon, quien lo recibió con mejillas y orejas rojas. Eso y con la vista en el suelo donde podía ver que las piernas del rubio estaban realmente trabajadas.
NamJoon estiró su mano para tomar la ropa del rubio y sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal ante el pequeño contacto que tuvieron sus dedos. —Ya regreso con algo de comida, señor.—Hizo una inclinación y salió de la habitación sin ver a JiMin a la cara.
JiMin aprovechó para llamar a recepción, ya le había puesto el ojo al tierno chico y quería pasar la noche con él. Se sentó cómodamente sobre uno de los sofás y tomó el teléfono de la habitación. Después de un par de timbres se escuchó como respondían del otro lado.
—“¿En qué podemos servirle Sr. Park?”—La dulce voz de una chica llegó a sus oídos. —Quisiera contratar los servicios de Kim NamJoon por esta noche.—Escuchó que la chica hizo un ruido y después le pidió que esperara unos segundos en la línea.
—“Sr. Park, gracias por su espera. Lamento decirle que Kim NamJoon no tiene esa clase de servicios en este lugar. El joven NamJoon es solo un mesero.”—Eso explica muchas cosas, pensó inconscientemente. —Quiero contratarlo de igual manera. No para algo sexual, solo compañía.
—“Debo consultarlo primero con el joven, ya que si él no autoriza no puedo asegurarle nada. Nos contactaremos con usted de manera inmediata cuando tengamos respuesta. Gracias por su preferencia.”—Y sin más, la chica colgó el teléfono, JiMin suspiro echando su cabeza hacia atrás.
Después de algunos 40 minutos, hubo un par de toques en la puerta de la habitación para después abrirse dejando ver al tierno moreno asomarse con cautela. JiMin al saber que NamJoon solo trabajaba como mesero ahí se había colocado una bata intentando no asustarlo o intimidarlo.
—Con permiso.—Se excusó llegando con las prendas del rubio perfectalemnte planchadas colgando de un gancho.—Traje su ropa limpia.—NamJoon le sonrió levemente dejando ver sus hoyuelos. —Uh, gracias.—El rubio lamió sus labios.—¿Aceptaste?—Para su sorpresa, NamJoon negó.
—No hago ningún tipo de compañía. Entre a trabajar aquí porque la paga y las propinas son muy buenas y yo...—Apretó sus labios y después suspiro.—Debo pagar el semestre en mi escuela de artes si no quiero que me echen.—Sonrió avergonzado.—Por eso en mi contrato especifique que +
no quería hacer ningún otro trabajo que no fuese el servir bebidas, comida o llevar cosas necesarias a las habitaciones. Lo siento.—Dicho eso hizo una reverencia y se disculpó para salir de la habitación. Mientras tanto, JiMin se quedó ahí preguntándose porque se sentía mal.
♡♡♡♡♡
Una semana había pasado volando y los empleados se extrañaban del comportamiento del director Park JiMin. No había tenido encuentros con nadie, ni siquiera le había gritado a otros e incluso hasta había sido un poco amable. Los empelados lo notaban un poco perdido, como si su +
mente estuviera siendo ocupada por algo más. Sin embargo, nadie se atrevía a preguntar por el miedo que eso les provocaba. Por su parte, JiMin tenía toda esa semana trabajando en automático, la mayor parte del tiempo no tenía noción de lo que estaba pasando o lo que se estaba+
diciendo en algún lugar y sabía que aquello estaba mal. Pero su mente se negaba a deshacerse de la imagen mental de cierto moreno con dulces hoyuelos; y es que el rubio no había podido dejar de pensar en el alto chico desde aquel día en que lo rechazó.
Justo en ese momento JiMin estaba con la vista perdida en la nada. Todos los días al terminar su jornada laboral se preguntaba si debía regresar a aquel lugar a buscar de NamJoon, pero su orgullo era lo que lo hacía retroceder al final.
Por su parte, NamJoon no había sido echado de su trabajo, para su sorpresa, el hombre de aquella noche había pagado los desarreglos que él había hecho. Para su mala suerte, en el lugar no podían darle información personal, pues era por lo que aquel sitio era tan famoso...+
mantenían el registro y nombre de todos sus clientes en secreto. Jamás se había filtrado absolutamente nada. Así que para NamJoon el agradecerle o pagarle a aquel CEO era casi imposible. También se había llevado la grata sorpresa de que había dejado una buena cantidad de dinero +
como propina. Y aunque hubiese amado el regresarla, prefirió tragarse su orgullo y el malestar de su estómago para tomar aquel dinero y pagar una parte de su semestre. Ahora que NamJoon estaba por empezar su turno, no pudo evitar el ver a la entrada esperanzado de que ese día +
por fin viniera en apuesto hombre. Pues debía admitir que el rubio era muy guapo, algunas personas se enteraron de la propuesta que se le había hecho a NamJoon y como este lo había rechazado; ciertamente le dijeron que estaba loco por dejar pasar esa oportunidad.
Ese día había más personas de lo normal, quizás porque era sábado. Lo bueno era que NamJoon había podido adelantar algo de sus tareas para trabajar sin preocupación alguna. —¡Joons!—Luna llego muy alegre agitando su coleta.—Hay un cliente que quiere que seas su mesero hoy.
El moreno sintió un escalofrío bajar por su espina dorsal con anticipación. Acomodó su uniforme y encuadrando los hombros siguió a la chica que balanceaba sus caderas al ritmo de la música. Pronto; NamJoon se percató de que se dirigían a las salas privadas.
Las salas privadas estaban muy bien equipadas, eran habitaciones de mediano tamaño en las que había mullidos sofás, luz suave, música al gusto de las personas en su interior y la privacidad de una puerta con clave; la cual, solo el mesero de turno o pedido por el cliente era +
conocedor de esta. —Aquí.—La chica entregó la tarjeta donde había un código de seis dígitos. Con manos levemente temblorosas, NamJoon tecleó el código y la puerta hizo un chasquido avisando que estaba abierta. Tragando grueso se adentró a la sala y sonrió al ver a JiMin ahí.
—Uh, hola.—Saludó sintiéndose nervioso y tímido.—Has regresado.—Soltó sin saber que más decir. —Ven aquí.—JiMin palmeó el lugar a su lado sin despegar los ojos de NamJoon quien se removió nervioso pero hizo caso a su petición.
El moreno respingó cuando el rubio se movió hasta quedar muy pegado a él. De manera que cuando NamJoon se giró para decirle algo, se percató de lo cerca que sus rostros se encontraban. —Yo...—Balbuceaba intercalando su mirada de los ojos a los esponjosos labios del rubio.
—Nam...Joon.—Completó el rubio al sentir que no eran tan cercanos como para hablarle de manera tan informal, aun si era un empleado.—No estoy aquí para obligarte a nada, ni siquiera he venido a nada. Solo...—JiMin se aclaró la garganta sintiéndose incómodo.—Solo quería verte.
NamJoon abrió mucho sus ojos y sintió como sus mejillas se calentaban por el rubor que empezaba a aparecer en ellas. Mordió su labio inferior y le echó un vistazo a JiMin quien le sonreía de manera amable.
—Eres... uh... eres muy guapo y se que eres rico.—Entendió que aquello sonaba muy mal.—¡Quiero decir! No... no quiero que creas que quiero conocerte por eso. Uh... ¡Si quiero conocerte! ¡Diablos!—NamJoon cubrió su rostro con ambas manos, mientras; JiMin lo observaba sonriendo.
—Entiendo lo que quieres decir.—JiMin colocó su mano sobre las del moreno. El contraste de sus pieles era algo tan hermoso. —Puedo intentar besarte...—Soltó de pronto NamJoon haciendo que el rubio abriera los ojos y sonriera. —No...
JiMin ni siquiera terminó la frase cuando los gruesos labios del moreno se posaron sobre los suyos con algo de torpeza. Con duda, el rubio posó sus manos en las suaves mejillas de NamJoon; quien colocó sus manos sobre las de JiMin.
Los labios de ambos eran torpes pero se buscaban con urgencia. NamJoon se movió de su sitio hasta llegar a posarse sobre los gruesos muslos del rubio. JiMin por su parte no tarde en llevar sus manos a los costados del moreno para acercarlo de manera que sus pechos quedaran +
pegados, siendo solo separados por la ropa entre ellos. Una de las manos de JiMin bajó por el costado del moreno acariciando su glúteo y después descansar en el muslo del mismo dándole un apretón suave. NamJoon dejó salir un jadeo involuntario, pero no sintió vergüenza esta vez.
Aquel sonido alentó al rubio a pegarse con ímpetu al moreno. NamJoon por su parte bajó sus manos con delicadeza al pecho del rubio quien suspiró entre el ahora húmedo beso. Los labios del rubio hicieron su camino por la mandíbula y cuello del moreno hasta sus clavículas.
NamJoon restregaba sus caderas con más ímpetu contra el creciente bulto en los pantalones de JiMin. Las morenas manos tomaron las del rubio para guiarlas a su trasero, JiMin ayudaba al empuje que hacia NamJoon contra su miembro para que la fricción fuera mayor entre ellos.
Con delicadeza, las manos de JiMin se colaron debajo del suéter azul cielo del moreno quien arqueó su espalda por el tibio y delicado roce de las manos ajenas contra su piel. —Dis...Disculpa.—Dijo con esfuerzo el moreno separándose de aquel beso. —JiMin. Mi nombre es JiMin.
Dicho aquello, estamparon sus labios de nuevo pero esta vez siendo más seguros con los toques en el cuerpo contrario. JiMin movió al moreno de manera que quedó sobre él con las piernas flexionadas a los costados de su cadera mientras el rubio estaba recostado en el sofá.
NamJoon suspiró al sentir las manos de JiMin sobre su cuerpo nuevamente. Pero en esta ocasión, tomando algo de confianza, se separó del rubio y sacó su suéter sobre su cabeza dejando su torso desnudo. JiMin suspiró recorriendo el moreno pecho con su índice.
Con manos más confiadas, NamJoon desató la corbata del rubio y empezó a desabotonar la camisa de este. JiMin solo se dejaba hacer sin dejar sus caricias en los costados de NamJoon. Cuando ambos tuvieron sus torsos desnudos se fundieron en un beso nuevamente.
Ambos tocaban el cuerpo ajeno con delicadeza y suavidad. Pero al mismo tiempo con pasión y hambre. Cuando los besos húmedos por el torso no fueron suficientes, ambos se separaron y sacaron sus zapatos y pantalones hasta quedar en bóxers.
Cada uno admiraba el cuerpo del otro. NamJoon era más alto que JiMin y tenía un cuerpo magnífico. Aquello con su color de piel y aquella mirada tímida que mantenía, podía despertar lujuria en cualquier persona. Por su parte, aunque JiMin era más bajito, no dejaba de tener un +
cuerpo jodidamente caliente, sobre todo sus piernas; pensó NamJoon. Aunque JiMin no era muy alto, tenía ese aura, ese “no se qué” pero imponía una presencia de respeto. El rubio se lamió los labios viendo al moreno y al final, volvió su vista a sus ojos. —¿Estás seguro?
NamJoon asintió mordiendo su labio inferior mientras se acercaba al rubio. JiMin tomó la nuca del moreno y estampó sus labios juntos nuevamente, solo que en esta ocasión las cosas fueron más allá de un simple beso húmedo.
♡♡♡♡♡
—¡NamJoon ya llegaron por ti!—HoSeok avisó asomándose por la puerta. —¡Voy en un segundo!—Informó el moreno para regresar su atención al profesor que le estaba haciendo algunas correcciones a su tesis.
Cuando el profesor terminó, NamJoon no dudó en tomar sus cosas a toda prisa y disculparse de manera atropellada para salir del lugar. Cuando llegó al estacionamiento, vio el auto deportivo de JiMin aparcado. El moreno sintió su corazón acelerarse como siempre.
Y es que no se acostumbraba a aquello. JiMin lucía el traje de la oficina con gafas oscuras, pero se veía jodidamente caliente como siempre. El moreno se acercó a paso apresurado y con una sonrisa entró al auto para ser recibido un suave beso en los labios.
—¿Cómo fueron las clases hoy cariño?—JiMin le acaricio la mejilla para acomodarse en su asiento nuevamente y arrancar el auto. —No tengo muchas correcciones, creo que las termino para el viernes.—Soltó con orgullo. —Ese es mi chico listo.—JiMin le sonrió de manera ladina.
El moreno esperó a que uno de los semáforos estuviera en rojo para inclinarse al asiento del rubio un darle un beso con bastante fuerza; dejándolos a ambos sin aliento. Cuando regreso a su asiento no pudo evitar darle una sonrisa tímida al rubio quien solo llevó su mano a la +
pierna del moreno. NamJoon por su parte, colocó su mano sobre la del rubio y entrelazaron sus dedos. —Vayamos a Paris de luna de miel.—Propuso el moreno. —Al fin lo decidiste. No puedo creer que falte un par de meses para nuestra boda y apenas lo decidas.—JiMin negó riendo.
—Al menos lo decidí.—Se excusó NamJoon sonriendo. JiMin solo sonrió asintiendo y regresando su vista al camino. No podía creer como había cambiado todo su panorama después de un año saliendo con NamJoon. Las personas se sorprendieron cuando empezó su cambio sin siquiera ser +
consciente de aquello. Pero era lo que NamJoon provocaba en él. Ahora solo se sentía completamente feliz y eso estaba muy bien para él. Había encontrado a un cálido chico que hizo a un frío JiMin contagiarse de aquella luz que emanaba. Y pronto estarían más juntos que nunca.
♡ᴇʟ ғɪɴ♡
Okay, esto tomó muchísimo más tiempo del pensado. Pero ya saben que siempre mi vida es un constante sube y baja. Gracias por leer y tenerme paciencia. ¡Nos leemos por ahí! All the love, x.
Missing some tweets in this thread? Or failed to load images or videos? You can try to .