Thread Reader
ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Oct 13, 2019
146 tweets
Twitter

☒ sᴏᴜʟᴍᴛᴇ ☒ ᴏs Cuando cumples 21 sabes quien será tu alma gemela. A tu mente van rápidas fotografías de pequeñas características físicas y lo más importante; puedes ver un hilo rojo en tu meñique. ¿Pero qué pasa cuando el hilo se rompe a voluntad?

YoonGi y JiMin iban en la misma escuela; había sido de esa manera desde muy temprana edad por el simple hecho de que sus madres eran mejores amigas de toda la vida. El pequeño pálido con enormes gafas solía mentirle a su madre y a la de JiMin todo el tiempo.
Pues siempre fingía estar feliz y hablar de JiMin como si fueran los mejores amigos cuando no lo eran. Muy por el contrario el castaño solía molestarlo muchísimo en clases. Él y su grupo de amigos.
YoonGi no era bueno en los deportes o ejercitarse; exceptuando basketball. Pero no hacia mucho eso porque siempre terminaban empujándolo o golpeándolo por “accidente”. Odiaba ir a la misma escuela que JiMin y odiaba mentirle a su madre.
Pero sobre todo odiaba cuando sus ojos buscaban al castaño a cualquier lugar que iba, como su corazón se aceleraba con su cercanía y cómo disfrutaba de los fingidos abrazos y juegos amistosos que hacían frente a sus padres.
¿Por qué no podía simplemente odiarlo por dejarle tantas marcas horrendas en su cuerpo? Se odiaba más a sí mismo por ello. A pesar de tener un trato horrible por JiMin, el pálido nunca se dejo caer o se rindió ante él o su grupo de amigos.
Si bien el daño parecía haber hecho algo horrible en él; no se rendía. Pero nada lo preparo para aquel fatídico día.
Su grupo había ido de excursión al campo, era una tradición escolar. El pálido no quería ir y le decía a su madre que era muy pequeño como para salir del campo solo, a lo que ella solo le respondió.
—JiMin también va, además ya tienes dieciocho. No eres un bebé exactamente MinMin. Todo había estado bien, YoonGi había estado tranquilo con TaeHyung; quien era su único y mejor amigo de todo el mundo. Uno real, no como JiMin.
El moreno era molestado también por ser un poco diferente, pero es que TaeHyung tenía un alma vieja; o eso decía el abuelo del moreno, quien había prácticamente educado a su nieto. Pues los padres de TaeHyung se encargaban de trabajar y viajar mucho.
El moreno disfrutaba de música jazz o clásica, escuchaba música actual, pero seguían siendo más baladas o suaves. Prefería ir a los museos que a los centros de videojuegos e incluso estaba en el club de pintura en donde era muy elogiado por su talento para ello.
También usaba una vieja cámara que su abuelo le había obsequiado. TaeHyung no era la clase de chico que buscaba tener el teléfono celular de moda o el modelo más reciente, incluso un computador.
A veces su ropa estaba muy gastada o manchada de pintura, pero aquello no le molestaba en absoluto. TaeHyung no compraba cosas nuevas porque no sentía la necesidad, pues sus padres le daban el dinero suficiente para hacerlo; era solo que disfrutaba vivir de esa manera.
Los alumnos habían quedado de ir al lago por la noche y a pesar de que ambos no querían, se dejaron convencer por JeongGuk. El azabache parecía buen chico, sus brillantes ojos, pequeñas arrugas y bonita sonrisa causaban la necesidad de apretujar sus mejillas y llenarlo de besos.
Como no pudieron negarse a aquello terminaron escapando de su cabaña como mucho de los otros chicos. Acompañados por una linterna para iluminar el camino, YoonGi no soltaba la mano del moreno quien veía sobre su hombro con la tenue luz de la luna +
y le sonreía al pálido diciendo que no pasaría nada, que no tuviera miedo. Al fin y al cabo estaban juntos. Cuando llegaron el lugar era iluminado por un par de fogatas que alguien se había encargado de hacer, incluso tenia una bocina bastante grande donde había algo de +
música, se preguntaba donde habían escondido aquello y las bebidas que estaban repartiendo a los demás. Pero simplemente se encogió de hombros y siguió a TaeHyung quien lo había tomado de la mano para no apartarse uno del otro.
⚠️🔞⚠️🔞⚠️🔞⚠️
La noche fue transcurriendo sin percances, hasta que una de las chicas se saco la ropa quedando solo con prendas interiores y gritando saltó al interior del lago. Muchos chicos le siguieron y YoonGi reía con TaeHyung al ver todo aquello.
Pero su risa se acabo cuando sintió como era separado del moreno y era alzado en el aire. Podía escuchar a TaeHyung gritando su nombre mientras se removía de igual manera en el hombro de quien parecía ser NamJoon.
YoonGi vio con atención a quien lo cargaba en brazos y resulto ser SeokJin; ambos amigos de JiMin. Su cuerpo se congeló por un momento cuando fue sumergido en el agua fría y con rapidez saco su cabeza a flote tomando una gran bocanada de aire.
Pudo ver los brillantes ojos de SeokJin viéndolo con malicia una pequeña sonrisa en sus labios. —¡Boo!—Dijo simplemente el mayor haciendo que YoonGi nadara desesperado la orilla del lago y sacara su cuerpo de éste.
Su cuerpo tirito por el frio, ya que sus ropas estaban empapadas y era de noche en el campo. Mordiendo su labio inferior vio en todas direcciones abrazándose a si mismo. Pudo ver algunos arbustos cerca de la fogata y se encamino ahí para sacarse la ropa y exprimirla.
Tenía que buscar a TaeHyung para regresar a la cabaña pronto, podía enfermarse y era lo ultimo que necesitaba. Estaba por ponerse el suéter aun mojado; pero no tanto como antes cuando una mano cubrió su boca. Sus ojos se abrieron enormemente y quizo moverse pero otras manos +
tomaron sus piernas y sus brazos. Jackson, JaeBeom y NamJoon estaban ahí. El pánico abrazó al pálido haciendo que su corazón corriera a toda velocidad. Intentó gritar por ayuda pero la música estaba alta, la mayoría estaba en el lago y los que no; estaban alejados de esa zona.
—¿Eres virgen, Min?—Preguntó NamJoon sobre su oido enviando escalofríos a su espina dorsal.
Todas sus alarmas se encendieron pero él no podía moverse. Eran tres personas contra uno, ademas que eran más grandes y fuertes. Pero aun así lo intento, empezó a retorcerse sin importarle lo mucho que escocía su piel al ser maltratada por los fuertes agarres.
Jackson y JaeBeom lo sujetaron con firmeza y sin esperar bajaron su ropa interior girando su cuerpo y dejándolo expuesto. —Veamos que te parece esto. —¿Joon? —Callate.—Ordenó tomando uno de los glúteos del pálido y abriéndolo para dejar a la vista su ano.
YoonGi se retorció con histeria, no podían hacer aquello; él nunca les había hecho nada, nunca los lastimó. Incluso fue amable hasta cuando ellos eran groseros. Su cuerpo se retorció cuando algo rugoso entró en él sin cuidado.
Sintió como sus extremidades eran soltadas y un asustado “¿que mierda te pasa? ¡este no era el plan!” era gritado por JaeBeom a NamJoon quien se mantenía a su espalda empujando más adentro aquel objeto. YoonGi por su parte gritó sobre la mano de este sin moverse realmente.
Los profesores llegaron a la zona y fueron a reunir a todos los chicos. El trio se fue corriendo a la fogata cuando escucharon el alboroto dejando al pálido ahí. Desnudo y con algo dentro de él. Empezó a llorar de manera silenciosa, su cuerpo punzaba a horrores.
Cuando dejó de temblar de una manera exagerada con suavidad llevó su mano a su espalda y bajó suavemente a su entrada para poder sacar aquello. Jadeo al darse cuenta que había sido la rama de un árbol. Mordió sus labios y contuvo las ganas de llorar y vomitar al mismo tiempo.
Hacia tiempo que los alumnos habían sido regresados a las cabañas porque no escuchaba absolutamente nada. Cuando por fin tuvo aquella rama fuera jadeo de dolor y nuevas lagrimas vinieron a sus ojos.
Como pudo se colocó sobre sus manos y rodillas sintiendo las constantes nauseas por el dolor y cundo se agachó para ver sus muslos y lloró mas al ver hilos de algo negro bajar por sus muslos a la luz de la luna. Sabía lo que era. después de todo, quemaba.
Cuando llegó a la cabaña eran altas horas de la madrugada y TaeHyung estaba despierto. Nada más verlo saltó a abrazarlo y decirle lo mucho que se había preocupado. Pero su esa preocupación no se fue, sobre todo cuando YoonGi agarró su vientre con fuerza y cayó al piso llorando.
TaeHyung se alarmó al ver los shorts del pálido manchados de lo que parecía ser sangre e hizo amago de salir a buscar ayuda, pero lo detuvo negando y suplicándole.
—No les digas, por favor no les digas.—Y contra todo, TaeHyung se trago su enojo y ayudo al pálido a tomar una ducha y acomodarse en su cama.
Después de aquello, YoonGi había cambiado. Ya no era el chico brillante que alguna vez TaeHyung había conocido; en más de una ocasión quizo golpear a JiMin y sus amigos. Sobre todo el día en que uno de ellos hizo un comentario bastante feo y especifico sobre el suceso.
Pasaron un par de meses que fue todo el tiempo que YoonGi pudo seguir soportando aquello… le contó todo a su madre. Le dijo que habían escapado de sus cabañas para una fiesta y que algunos chicos del lugar lo habían tomado. No iba a decirle que habían sido los amigos de JiMin.
Y a pesar de todo le suplico a su madre que no deja nada. Estaba avergonzado de aquello. Hicieron sus maletas y se fueron de la ciudad sin decir nada a nadie. YoonGi mantuvo contacto con TaeHyung por correos y el moreno iba a verle de vez en cuando en algunas vacaciones.
YoonGi no pregunto jamás por las personas de su antigua escuela, no lo necesitaba. Ahora tenía otros amigos, iba a un estudio de fotografía, había quedado en la universidad que quería y en la carrera que quería. Su vida parecía estar bien por ahora.
Aunque no salía a citas, no aceptaba invitaciones de nadie, siempre rechazaba a las personas que se le confesaban y no había querido experimentar nada sexual desde aquel suceso, ni siquiera pensaba en masturbarse. Le parecía asqueroso.
Cuando se graduó, fue invitado a trabajar a una de las revistas más reconocidas y prestigiosas en Seul. YoonGi se sentía muy feliz por aquello y por el reciente reclutamiento de TaeHyung a una prestigiosa escuela de artes en Italia.
Su vida parecía ir tan perfecta que lo asustaba un poco lo que pudiera pasar en cualquier momento… y no estaba equivocado. Su madre había muerto dejándolo completamente solo. Hacia tiempo que su padre había muerto por una enfermedad y su madre +
corto todo lazo con su familia cuando hablaban de lo afeminado y extraño que era YoonGi. Había pedido permiso en el trabajo y por su puesto que su jefa le dio el tiempo que el pálido necesitara para asimilar la muerte de su madre y poner un poco de orden en su vida.
Terminó ausentándose por dos semanas en las que estuvo pendiente del trabajo por medio de correos, al final le habían conseguido un suplente temporal para que el trabajo no se le amontonara.
Lo que YoonGi no esperaba era que aquel lunes cuando regresara a su trabajo y a su oficina se encontraría con Park JiMin en ésta; él había sido su suplente temporal aquellos días.
YoonGi dejó caer su café haciendo un desastre por todos lados, su respiración se volvió errática al ver al chico que le había hecho la vida imposible, por quién había tenido que salir huyendo de su antiguo hogar con su madre.
Era como si volviera a los días donde el castaño disfrutaba de hacerle sufrir de cualquier manera; JiMin por su parte se quedó sin aliento por otras razones.
YoonGi había cambiado mucho desde que habían dejado de verse. Ahora ya no era tan delgado como lo recordaba, su piel de porcelana parecía más brillante que nunca y su cabello estaba teñido de un bonito azul celeste.
Sus labios estaban entre abiertos y sus ojos estaba fijos en él; quiso ponerse de pie pero sintió un tirón y las pequeñas fotografías que se habían reproducido en su mente hacia algunos años +
volvieron a pasar rápidamente por su mente, no solo eso, pudo ver el delgado pero brillante hilo en su dedo. Sus ojos volaron a la mano de YoonGi quien seguía sin moverse a excepción de tu pecho.
—Yoon… —¡Alejate!—Gritó tan fuerte que seguramente lo habían escuchado afuera.—No te cerques, no.—Negó señalándolo con el indice. JiMin trago grueso al ver el estado del pálido, parecía que iba a desmayarse en cualquier momento.
JiMin dio un paso para acercarse pero el pálido chilló pegándose a la esquina de la oficina sin despegar sus enormes ojos de él. JiMin sabía que se merecía aquello, después de todo había hecho daño a YoonGi en el pasado, sabía que lo que había hecho estaba mal; pero +
no se dio cuenta de ello hasta que él pálido se fue sin dejar rastro alguno. JiMin había querido contactarlo en más de una ocasión y prácticamente rogándole a TaeHyung porque le diera su número de teléfono siendo algo fallido en cada ocasión.
“¿De verdad crees que te daría su información después de lo que le hicieron? Son unos hijos de puta que deberían estar presos.”
Había dicho el moreno cerrando la puerta de su casa en su nariz; JiMin sabía que había golpeado o molestado a YoonGi en muchas ocasiones, pero jamás fue algo tan grave como para merecer ir a prisión ¿o sí?
Su mente regresó a la actualidad cuando vio a alguien de seguridad en la puerta, YoonGi estaba detrás del hombre y era abrazado por WheeIn. Al final el enorme hombre lo había escoltado hasta la oficina de quien había sido su jefa durante esas dos semanas, y a pesar de +
que la mujer estaba hablando con él y respondía. No podía dejar de pensar en la reacción de YoonGi. Realmente había hecho mucho daño al chico como para que le tuviera ese horrible miedo. Pero sobre todo, no podía dejar de tocar el brillante hilo rojo en su dedo.
—¿JiMin?—Lo llamó HyeJin sacándolo de su ensoñación. —Lo siento no estaba prestando atención.—Se disculpó apenado. —Pregunte si YoonGi y tu habían tenido problemas fuertes antes.—Repitió la mujer llevando mechones de cabello detrás de su oreja.
A la mente del castaño vinieron todos los años que comparto con él pálido; no tenía exactamente buenos recuerdos en su memoria. Carraspeo aclarando su garganta y se sentó recto en la silla.
—Puede ser.—Aceptó desviando su mirada. Su jefa lo venia expectante con una ceja arqueada.—Nuestras madres eran mejores amigas así crecimos juntos, pero… yo siempre lo moleste. Ya sabes, empujarlo un poco y decirle nombres.—Aquello ultimo fue dicho en un susurro casi inaudible.
HyeJin suspiró recargándose en su respaldo. Realmente no quería perder a JiMin como empleado, si bien el chico había estado ahí como suplente, había hecho un muy buen trabajo como para dejarlo ir así nada más. Suspirando empezó a hacer arreglos en su mente.
YoonGi aun tenía espasmos, WheeIn no lo había dejado solo en ningún momento. Se preguntaba qué le había hecho el suplente para tener al chico de esa manera; mas no abrió la boca para preguntar al pálido, pues bastante dolido y dañado se veía ya.
Por su parte, YoonGi no podía dejar de sentir nauseas al ver el brillante hilo rojo en su dedo. Aquello tenia que estar equivocado, tenia que ser una broma bastante jodida del destino. JiMin no podía ni por error ser su pareja destinada.
¿Tan malo había sido en su vida pasada que ahora parecía estar pagando los peores crímenes de ésta? —No.—Dijo firmemente dejando confundida a WheeIn.—Me rehuso.—Dijo con voz rota curvando para llorar nuevamente.
Podía sentir el ardor de esa noche, en cómo sus piernas temblaban y apenas había podido mantenerse de pie al regresar a la cabaña con TaeHyung. Podía recordar las salidas manos de su madre sobre su rostro sus brazos para abrazarlo de una manera cálida.
Pero también podía sentir lo sucio de aquella noche. —¿Qué pasa?—Pregunto la castaña metiendo uno de los largos mechones de YoonGi detrás de su oreja. WheeIn y JiMin había compaginado muy bien, el chico era divertido y muy amable; ademas de guapo por supuesto.
Las semanas en ausencia de YoonGi, realmente la había pasado bien, era fácil trabajar con él… pero ahora se preguntaba si todo aquello no era más que una fachadas para quedarse con el puesto del pálido.
—JiMin es mi…—Su voz se atascó en su garganta negándose a terminar aquella frase. Decirlo en voz alta solo lo hacia mas real… y se negaba a ello.—Me voy.—Dijo poniendo de pie y tomando sus cosas.
Había hablado con HyeJin sobre su ausencia otro día. Lo curioso era; YoonGi y ella eran muy buenos amigos, había sido así cuando el pálido ingresó a aquel lugar como un simple practicante. Aunque no había contado del todo la historia a su ahora jefa; ésta +
entendía perfectamente lo que había pasado a YoonGi sin que siquiera lo dijera. Y ahora la mujer estaba en un conflicto enorme, porque JiMin había demostrado tener unas habilidades asombrosas para el campo, había pensado en que él y el pálido harían un equipo +
grandioso y seguramente crecerían muchísimo más. Pero ahora no sabía que hacer. El resto de la semana transcurrió de manera normal, si las personas en la oficina habían sabido del incidente; no lo comentaban. Y YoonGi realmente agradecía aquello.
Pero justo cuando penaba en que las cosas irían a mejor, su jefa le dio la explosiva noticia; JiMin había sido contrato. Aun si ella abogo porque no fuera así, los otros inversionistas se negaban a dejar ir un talento como Park.
Lo único bueno era que estarían en oficinas separadas, muy separadas. —Yoon, hay reunión hoy a las 11am no lo olvides.—informó WheeIn nada mas entrar a su oficina.
—No me lo recuerdes por favor.—Gimió bajo, se dejó caer sobre su silla en manera de derrota pero aun así se las arregló para sonreírle a la chica; misma que respondió con otra sonrisa. —¿Vas a estar bien?—Preguntó con cuidado.
—Eso creo.—Susurró apenas acomodándose en su silla y encendiendo el computador para revisar los pendientes, editar un poco y releer las notas que tenia que organizar.
Para su mala suerte, la mañana se fue volando y pronto se encontró en la sala de reuniones, supo cuando JiMin había entrado… ni siquiera le dirigió una mirada pero lo supo. El castaño por el contrario no podía despegar sus ojos de YoonGi.
Movió sus dedos al ver el hilo rojo que sabia terminaba en el dedo del pálido. YoonGi odio sentir un ligero hormigueo en su mano a causa de ese tonto hilo. No podía dejar de pensar en que el destino se estaba burlando de él de una manera asquerosa.
—…así que necesito que Min y Park empiecen a trabajar lo antes posible en ello.—Aquello capto la atención de YoonGi. ¿había escuchado mal? —No.—Soltó sin pensar YoonGi; en cuanto las palabras abandonaron su boca quizo morderse la lengua.
—No estoy preguntando Min.—El hombre lo vio con una ceja arqueada. YoonGi asintió lamiendo sus labios y tragando grueso el nudo que empezaba a formarse en su garganta.
Cuando la reunión termino salió prácticamente corriendo a su oficina, estaba intentando esconderse de JiMin de una manera un tanto patetica, pues el chico bien sabia donde encontrarlo. Y sobre todo tenían que trabajar juntos.
La sola idea de estar pasando demasiado tiempo con él le daba nauseas. Un par de toques se escucharon en su puerta y se enderezo en su asiento viendo con recelo la puerta que se abrió muy lentamente, casi parecía una escena de película en cámara lenta.
—¿Puedo pasar?—Pregunto con una voz ridículamente pequeña el castaño. —Claro.—YoonGi fingia estar trabajando en algo de suma importancia, cuando en realidad solo estaba revisando su correo basura.
JiMin tomo asiento frente a él enlazando sus manos, por un segundo el pálido dirigido su mirada a las manos de éste viendo el brillante hilo rojo. Apretando los labios regreso su vista a la pantalla.
—Tenemos que revisar nuestros horarios y contactarnos con el manager de YoungSun… y yo quería, uhm, saber cuando te parece bien que planeemos esto.—YoonGi suspiro pesadamente.
—Vas a mantenerte lejos de mí, no te quiero cerca a menos que sea para algo de este estúpido trabajo. No intentes entablar conversación conmigo y yo me encargo de esta tonta planificación. Te envío todo por correo.—Aquello fue dicho en un tono gélido que hizo temblar a JiMin.
Sin decir nada más y solo asintiendo, el castaño se puso de pie para salir de la oficina. Estaba claro que YoonGi estaba a la defensiva y no solo eso, sino que parecía odiarlo más ese día que los anteriores. —JiMin...—Llamó su atención antes de que pudiera salir.
—¿Si?—Pregunto sin soltar la cerradura de la puerta. —Deberías buscarte una pareja, porque ni en mis más jodidos sueños pienso estar contigo. Esto...—Dijo levantando su dedo mostrando el hilo.—No va a pasar entre nosotros. Me niego rotundamente a tocarte un cabello siquiera.
Y un dolor se instalo en el pecho del castaño. Rechazo. Que tu pareja destinada te despreciara de aquella manera dolía de una manera un tanto física y por un momento le costo trabajo respirar o recuperar la compostura siquiera.
Los días siguieron pasando. YoonGi ordenaba y JiMin hacia el trabajo que este le pedía sin cuestionar absolutamente nada. El dolor en su pecho no se había ido desde aquel día en la oficina del pálido, eso le preocupaba un poco porque eso solo podía significar que los +
sentimientos del pálido hacia él segundo siendo los mismos. Mordió su labio inferior mientras movía entre sus manos el brillante sobre donde estaba la invitación a la fiesta que daría la oficina por las grandes ventas que habían tenido con los artículos y fotografías que +
sacaron él y el pálido. Los habían felicitado muchísimo y todos hablaban sobre el grandioso equipo que hacía. Lastima que solo fuese algo del trabajo porque YoonGi pasaba de su existencia todo el tiempo, aun si estaban uno al lado del otro.
Suspirando con cansancio, se dijo que iría a la estúpida fiesta e iba a beber hasta no recordar cual era la dirección de su apartamento.
La música tronaba en sus oídos pero aun así no le molestaba tanto. Claro nada podía molestarle más que ver como YoonGi sonreía abiertamente y disfrutaba de la compañía de otros empleados de la misma empresa pero de diferentes zonas.
¿Por qué ellos podían estar así con él pero nada más lo veía y casi quería que estallara en llamas? Lo detestaba. La chica que había estado intentando coquetear con él Durante la ultima hora pareció darse cuenta de lo que sus ojos veían de manera recelosa, con un dedo en su +
mandíbula, hizo que e castaño la viera y le sonrío con algo que parecía ¿lastima? —YoonGi es famoso en el trabajo por no tener citas y no salir con absolutamente nadie. En todos los años que lleva ahí; hemos visto que coquetee con alguien o le de un beso en la mejilla siquiera.
El ceño de JiMin se arrugo por aquella información. Si el pálido no tenia una relación o algo por el estilo ¿por qué seguía rechazando a todos? Habia algo extraño en todo eso. Se bebió el resto del liquido en su vaso de golpe y pidió uno nuevo.
—¿Sabes si le rompieron el corazón o una mierda como esa?—Preguntó sin cuidado, el alcohol empezaba a hacer delas suyas en su sistema. —No realmente, pero escuche que tuvo una mala experiencia. No sé de que tipo, solo eso.—La chica se encogió de hombros.
Para las tres de la mañana el lugar estaba aun más lleno que antes de personas. JiMin empezaba a sentirse sofocado ahí, sintiéndose lo suficientemente borracho para hacer estupideces, decidir qué lo mejor sería salir a buscar un taxi e ir a casa.
Tambaleandose y chocando contra algunas personas; hizo su camino a la salida mientras reía un poco de una manera atontada. cuando prácticamente tropezó a la salida y el aire frio golpeo su cara, se sintió mejor de cierta manera. Empezó a tararear una canción que había +
escuchado en el club antes de salir y soltaba pequeñas risitas. Sus ojos muy apenas se mantenían abiertos y se sentía un poco atontado también. Pero al escuchar un gemido lastimero sus sentidos volvieron un poco en sí. Caminó al pequeño callejón oscuro que estaba a un lado del +
club y vio un par de siluetas ahí. Sintió envidia de ellos, pues desde antes de encontrarse con YoonGi no había tenido algo de sexo divertido y ahora que sabia que ya había encontrado a su destinado, la idea de tener sexo con otra persona le desagradaba por completo.
—No.—Gimieron bajo y aquello hizo que JiMin encuadrara los hombros. Aquella era la voz de YoonGi y él claramente había dicho no. Sin pensar en lo mal que estaba aquello porque a duras penas podía controlar sus extremidades por la cantidad de alcohol ingerida se adentro a la +
oscuridad del lugar y con fuerza apartó al hombre del pálido poniéndose frente a él para protegerlo. El otro hombre dio un puñetazo a JiMin haciendolo jadear de dolor y moverse un poco. Pero aun así se rehusaba a dejar a YoonGi ahí.
El pálido por su parte sin saber porque, hizo puños la camisa de JiMin en la parte trasera y se pegó a su cuerpo manteniéndose oculto. —YoonGi es mi destinado.—Informó de manera brusca. El hombre maldijo por lo bajo y se fue del lugar. Agradeciendo aquello, JiMin se giró +
lentamente y pudo ver que la camisa de YoonGi estaba rota. Se sacó la suya y se la colocó para cubrirlo un poco. —JiMin...—Su voz sonaba extraña. Pero no prestó atención a aquello, tenía que ponerlo a salvo pronto.
Al no saber la dirección del pálido, decidió que sería buena idea llevarlo a casa con él. Durante el trayecto en el taxi se dio cuenta de que YoonGi realmente estaba mal; no sabía si por alcohol o alguna sustancia de dudosa procedencia.
Dejó con cuidado al pálido en su cama y fue a la cocina a preparar un café cargado para ambos, estaba nervioso por como reaccionaria YoonGi cuando estuviera más consciente de donde estaba. Sabía que debería prepararse para un buen golpe por ello.
Hizo que el pálido bebiera el negruzco liquido aun cuando seguía quejándose de lo mal que sabía, al final lo bebió todo y se acurruco entre las sabanas de la cama. JiMin por su parte solo le sacó los zapatos sin atreverse a más y tomando una almohada y una sabana se encamino +
al sofá en la sala. Sabía que si dormía en su cama con YoonGi ahí iba a asesinarlo y aun esperaba poder vivir un poco más que eso.
Unos gritos lo despertaron, se removió entre las sabanas y terminó cayendo al suelo golpeando su rostro. Se quejó largamente hasta que escuchaba algunos ruidos que empezaban a preocuparle. Sintiéndose torpe por haber despertado recién y de aquella manera, fue a su habitación y +
se encontro con un no muy feliz YoonGi; incluso podía decir que estaba asustado. —Hey...—Llamó su atención con suavidad. —¡Tú!—El pálido lo señalo de manera acusadora.—¿Qué mierda hago aquí? ¿Qué me hiciste?—Su voz tembló al final; JiMin por su parte no pudo evitar +
sentirse ofendido por lo que esas preguntas implicaban. —¿Disculpa? Salve tu trasero de un imbécil anoche ¿Recuerdas? ¡Claro que no! Porque estabas hasta el culo de ebrio.—A pesar de que no quería sonar molesto para no asustarlo, fue exactamente así como sonó.
YoonGi se encogió abrazándose a si mismo. su labio inferior empezaba a temblar y sus ojos fueron a parar al rostro de JiMin. —¿Qué pasó anoche? ¿Nosotros...? ¿Tú...? —¡Oh por Dios! No pasó nada. Sé que me odias pero jamás haría algo como lo que estas insinuando.
YoonGi jadeo de manera temblorosa mientras daba otro par de pasos hacia atrás. JiMin lucia furioso y él lo conocía, sabia lo que Park JiMin era capaz de hacer cuando estaba molesto, especialmente con él. —Alejate.—Rogó cerrando los ojos con fuerza.
Los recuerdos golpearon su mente, su cuerpo adolorido y sucio, su cabello pegado a su rostro, lagrimas mojando sus mejillas, el ardor de aquel intruso en su cuerpo, sus manos manchadas de aquel rojizo liquido que bajaba por sus muslos. La horrible caminata de regreso.
JiMin gimió frustrado, no era para tanto. Ademas él ni siquiera le había puesto un jodido dedo encima al pálido para que actuara de esa manera tan estúpida, lo peor es que se sentía mal y lo odiaba. Él no le había hecho nada para que actuara así.
—No te toqué un solo cabello, no soy un jodido violador de mierda.—Masculló con voz ronca en un tono bajo cansado. Los labios de YoonGi temblaron, su garganta se cerró y las lágrimas escaparon de sus ojos. —Lo eres.
—¿Perdiste la cabeza por el alcohol o algo por el estilo?—Preguntó gritando y acercándose al pálido que se dejo car en el piso haciéndose cada vez más pequeño. —Por favor no, no. Lo lamento, lo lamento. Por favor no me toques.—JiMin se detuvo en seco y su rostro se congelo.
Abrió la boca un par de veces pero la cerró. YoonGi seguía balbuceando algunas cosas; pero eso no era lo que había impactado a JiMin. El pálido había mojado sus pantalones. ¿Realmente sentía tanto miedo de él? Se alejó algunos pasos hasta que choco con un mueble.
—Yoon... —Por favor no les digas que lo hagan de nuevo. Duele, no quiero. Lo siento mucho JiMin, lo siento. Perdón. Por favor no lo hagan de nuevo.—El castaño sintió nauseas, todo empezó a darle vueltas.
—¿De qué hablas? —No sé... no sé que hice en el campamento para molestarte. Pero ya no lo haré ¡lo juro! no lo volveré a hacer... solo no hagas que me toquen... duele... duele mucho. —¿Quién?
—Tu... tus amigos. perdón min, prometo no hacer nada que te moleste de nuevo, lo juro. Por favor déjame ir. No voy a decirle a nadie, lo prometo.—El pálido estaba llorando, su rostro estaba rojo por el esfuerzo y ahora JiMin también quería hacerlo.
JiMin se dio cuenta que YoonGi estaba teniendo un ataque de pánico, así que con su cuerpo respondiendo a marchas forzadas se obligo a acercarse al pálido a quien se le desorbitaron los ojos al verlo sentado frente a él. Su respiración era jadeante y podía decir que no estaba +
respirando en absoluto. Sin esperar más lo abrazó con fuerza y el pálido soltó algunos chillidos removiendose entre sus brazos con fuerza para liberarse, después de un momento sintió como todo el cuerpo perdía fuerza y dejaba caer su cabeza contra su hombro. Se había desmayado.
Cuando YoonGi despertó por segunda ocasión, el lugar estaba desierto, no había rastro de JiMin en ningún lugar. A su lado había un vaso de agua con algunas pastillas y un par de notas. "Toma las pastillas antes de irte. No te preocupes, volveré a casa hasta mañana. JM."
YoonGi tomó las pastillas y la otra nota de la mesa de noche. Se sorprendió al ver la hora en el reloj que JiMin tenia ahí así que la guardo en su bolsillo. necesitaba regresar a su casa. Sus movimientos se congelaron, su respiración se volvió pesada. El hilo no estaba.
Sacó la nota de su bolsillo con manos torpes y la desdoblo cortándoselos con el papel en el proceso. quería enfocar su vista en ello pero no podía dejar de ver su mano sin el brillante hilo rojo.
Las manos del pálido temblaron cuando pegó la hoja a su pecho y nuevas lagrimas salieron de sus ojos. Jamás había sido consciente de cuanto necesitaba que le pidieran disculpas por lo que le había pasado... hasta este momento.
Después de recomponerse, salió del apartamento de JiMin dejándole una nota. "Gracias. Y." Podía sonar estúpido, pero sentía su pecho menos pesado y podía respirar incluso mejor que antes.
Regresar al trabajo no fue tan duro como ambos pensaban. YoonGi incluso saludó a la distancia a JiMin. Había hablado con TaeHyung y le había contado lo que sucedió en aquel club y el apartamento de JiMin.
El moreno terminó por contarle de la ocasión en que JiMin fue a rogarle por su numero telefónico. El pálido aun se debatía en si podía acercarse a JiMin un poco e intentar hablar con él.
Aun tenía algunas preguntas sobre muchas cosas pero al mismo tiempo seguía sintiéndose aterrado. Quizás lo mejor era dejar que las cosas tomaran su propio rumbo, sin presiones de nada más que disfrutar cada día.
Había sido un escándalo cuando algunas semanas después JiMin salió con una caja y sus cosas personales en ella, YoonGi se ahogó con su café y sin pensarlo corrió hasta el castaño quien se alejó de él cuando le tomo el brazo haciendo que sus cosas terminaran regadas por el suelo.
—Lo siento, no quiero que te asustes.—Informó agachándose para meter todo el caja de nuevo. —No tienes porque irte.—Dijo en un susurro ayudando a guardar nuevamente todo.—No es necesario que lo hagas.
JiMin lo vio con una sonrisa y después se dejó caer al suelo sentándose mientras se quejaba de como tendría que rogar por tener su empleo de regreso. Por su parte el pálido le sonrío y le regaño por hacer un +
drama innecesario, pues era bien sabido que el personal del lugar quería a JiMin en su equipo.
Después de que dejaran de reí y tontear un poco, YoonGi lo vio por un poco más de tiempo y se dio cuenta de lo mucho que JiMin había cambiado.
Su cuerpo era más fibroso, tenía músculo en los lugares correctos y tenía buen gusto para vestir. No muy formal, pero tampoco muy holgazán, su rostro aunque seguía siendo un poco tierno, podía verse más maduro, su mandíbula era imposible +
de ignorar en esa bonita cara, incluso sus labios parecían más esponjosos que antes. Sintió sus mejillas calentarse cuando fue atrapado por el castaño mientras estaba haciendo su inspección.
Pero entonces se dijo a si mismo que quizás no era tan mala idea lo que había propuesto JiMin, quizás podrían conocerse ahora y ser amigos, uno nunca sabe a donde puedan llevarte tus decisiones.
—Hey JiMin ¿Quieres ir por un café hoy?—El castaño abrió un poco los labios y los ojos con sorpresa, pero después su rostro se suavizo cuando una pequeña sonrisa se abrió camino. —Claro.
☒ ᴇʟ ғɪɴ ☒
Bueno, hemos llegado al final de este OneShot. Me salte muchas cosas porque sentí que me estaba llevando demasiado tiempo hacerlo. Lamento si quedó confuso o algo así. Gracias por tenerme paciencia y esperarme. ¡Nos leemos por ahí! All the love, x.
Missing some tweets in this thread? Or failed to load images or videos? You can try to .