JiMin y YoonGi tenían la bonita tradición de ir a parques en sus aniversarios o cuando celebraban algo importante para ellos. Pues se habían conocido en uno. YoonGi era un timido chico que se había acercado hasta JiMin para comprar un poco de algodón de azúcar.

A JiMin le había parecido lindo desde el inicio así que no dudo en pedirle su numero de teléfono y una cita; a lo cual YoonGi acepto. Siete años después la tradición de los parques seguía con ellos. JiMin vestir como a YoonGi l e gustaba, sabía que el pálido chico amaba verlo

con la chaqueta de cuero que le había regalado la navidad pasada. Así que no dudo en usarla en una ocasión tan especial como su aniversario. Se había hecho tarde así que el lugar era iluminado por la luz artificial, haciendo que todo se viese más intimo y bonito.

JiMin reía a carcajadas en cada atracción y cuando la hora de irse llegó, la tristeza lo inundo una vez más. Extrañaba a YoonGi. El pálido había muerto un mes atrás por problemas de salud. JiMin seguía empujando a vivir su vida sin él, pero le costaba horrores.

Cuando salió del parque abrazó aquel gorro que alguna vez había pensado que era estúpido, pero ahora lo atesoraba tanto, YoonGi se lo había regalado en su aniversario anterior. ––Te sigo amando, Yoonie. Dicho eso, regresó a casa, donde los recuerdos del pálido estaban en cada r