“El chico nuevo” NamJoon se incorpora a la clase de TaeHyung a medio ciclo escolar. A los chicos les parece extraño eso. Su profesora presenta NamJoon que siempre los está viendo con una sonrisa amable mostrando sus hoyuelos. Entonces la profesora les dice:

“NamJoon es sordomudo. Así que incorporaremos lengua de señas a las clases.” TaeHyung sentía curiosidad por el chico de hoyuelos ya que siempre estaba sonriendo y siendo amable. En el salón los chicos tenían paciencia con él e idearon maneras de hacer fácil la comunicación.

Pero entonces un día TaeHyung lo encuentra solo en la azotea. Sin su sonrisa y con ojos inundados de profunda tristeza. TaeHyung intentó consolarlo pero no sabía cómo, él no era tan hábil como otros de su clase con la lengua de señas.

Asi wow desde ese día de propone mejorar para poder volverse cercano al chico de ojos tristes. A TaeHyung le sorprendía como NamJoon podía seguir pareciendo tan feliz y amable pero cuando estaba solo era un desastre triste.

Entonces NamJoon le contó su secreto. Él no siempre fue sordomudo, en realidad era más una condición postraumática después de que su padre asesinara a su madre con una pistola frente a él. Desde entonces no volvió a hablar o escuchar algún ruido.

TaeHyung lo abrazó y dejó que NamJoon llorara en su hombro para que fuera libre por un momento. Su amistad se volvió más fuerte y su relación más estrecha. Conocían los secretos y miedos del otro, conocían los gustos y disgustos del contrario.

Hasta que un día TaeHyung decidió que iba a confesar sus sentimientos a NamJoon. NamJoon se había saltado algunas clases y no había llegado. TaeHyung fue a buscarlo a la azorra y ahí estaba. Pero no era eso lo que lo tenía asustado.

NamJoon estaba del otro lado de la barandilla de seguridad. TaeHyung gritó y NamJoon lo vio sobre su hombro con una sonrisa. “No lo hagas, ven aquí. Ven conmigo” Pedía TaeHyung desesperado mientras se mantenía con los pies firmes. “Por favor. Te amo.”

Los ojos de NamJoon se volvieron grandes por un momento y después le sonrió. La sonrisa más brillante que TaeHyung nunca había visto. “También te amo.” Había dicho con voz ronca el de hoyuelos antes de saltar.