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ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡

ℳ𝑜𝑜𝓃 ♡
@moonlovesmin

Sep 15, 2020
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❀ forgιvᥱ mᥱ ❀ Han pasado cinco años después de la primer decepción amorosa de Taehyung. Después de lo ocurrido con Hoseok, Taehyung se volvió un chico un tanto frío y solitario, ahora solo busca aventuras de una noche y nunca se enreda sentimentalmente. Pero Hoseok regresa.

• Como me rompieron el corazón vengo a arreglármelo yo sola. • Es una clase de continuación no autorizada (esperanding la demanda) • Lenguaje fuerte. • Escenas graficas. • Violencia. • Consumo de sustancias.
• Sí, necesitan leer la historia original porque no voy a modificar el pasado de ambos. • JinKook/MiniMoni • No respondan el hilo, solo citen. Por favor. •
🌹HσρεV αυ🌹 HoSeok solo tiene relaciones de una noche. TaeHyung quiere enamorarse. #vhope #vhopeau #Hopev #vope
Taehyung sonrió falsamente antes de beber de su copa de vino. El líquido bajó caliente por su garganta haciendo que el moreno se sintiera cada vez más relajado en aquella fiesta que se celebraba en su honor. El moreno había trabajado duro para exponer sus pinturas en los mejores
museos y galerías del país e incluso en otros países. Pero eso no quitaba el hecho de que siguiera sintiendo una soledad en el interior. Apretó la mandíbula furioso consigo mismo por pensar en Jung Hoseok siquiera por un segundo.
Apuró el resto de su bebida y pidió otra copa. —Tae, has bebido demasiado, deberías dejarlo. El ahora rubio Jimin quitó la copa rellena del moreno y se la entregó al mesero. —Park, estoy seguro de que puedo manejar alcohol, soy un hombre. Además es una fiesta en mi honor.
Dicho eso se puso de pie y camino a un grupo de personas donde se colgó de los hombros de un lindo chico. Era totalmente su tipo. Jimin apretó sus puños en su regazo y mordió su labio inferior. No le gustaba la manera en que Taehyung se había vuelto. No le gustaba nada.
Podía sentir como sus ojos se humedecían cuando un brazo se posó en sus hombros y Jimin solo pudo apretarse contra el firme pecho de Namjoon. —No iba a llorar. Se quejó Jimin rápidamente con voz quebrada. —No dije nada, cariño. Jimin hizo un pequeño ruido y se pegó más a él.
—Me siento culpable por esto. Debí haber aceptado conocer a tus amigos antes. Si hubiera conocido a Seokjin me hubiera llevado a Hoseok y habría sabido que tenía que alejarlo de ahí. —No podías saberlo, no eres culpable. Sólo te queda estar para Taehyung cuando te necesite.
Jimin apretó los labios con molestia pero dejó que su guapo esposo lo consolara. Taehyung por su parte hablaba obscenidades al oído del pequeño chico que tenía el rostro tan rojo como una cereza.
—Entonces ¿qué dices? ¿Deberíamos simplemente perdernos de aquí? —Está bien. Aceptó tímidamente el chico. Taehyung le dio su mejor y más brillante sonrisa mientras tomaba su mano y lo arrastraba fuera de la galería. —Hay un motel aquí cerca. Sube al auto.
—Pero ¿no es esta tu fiesta? Taehyung soltó una carcajada. —Algo así. A ellos solo les interesa decir que me conocen o mierdas como esas. ¿Quieres?— Ofreció un poco de su polvillo blanco al chico que negó un poco asustado de ello.—Buen chico, no metas esta basura a tu sistema.
El moreno condujo tranquilo sintiendo la cocaína trabajar en su sistema. Pago a prisa bastantes horas y llevó al chico a la habitación que les habían asignado. Nada más cerrar la puerta, Taehyung estampó al más bajo contra la puerta y devoró sus labios con hambre.
El pequeño chico soltaba jadeos y se aferraba a los anchos hombros del moreno. Taehyung sintió una sonrisa en sus propios labios al saber lo que causaba en las personas. Entre tropezones se dirigieron a la cama mientras se desvestían poco a poco luchando con más de algún botón.
Taehyun lamió cada centímetro de piel del chico haciéndolo contraerse y gemir. También lo hizo lloriquear un poco por la desesperación de sentirse lleno. Taehyung amaba cuando las personas estaban así de vulnerables y necesitadas por su causa. Lo hacían sentir como si los
tuviera en la palma de su mano; o mejor aún. Como si sus delicados cuellos estuvieran en sus manos y con solo apretar lo suficiente podría deshacerse de ellos. Era tan fácil... era tan sencillo como apretujar esos delicados cuellos.
Cuando el chico estuvo lo suficientemente preparado Taehyung embistió sin cuidado haciendo que el cuerpo bajo el suyo se quejara y se pusiera rígido por ello. —Lo siento, me gusta rápido, sucio y rudo. Atacó los labios ajenos de nuevo mientras movía su cadera con rapidez.
Y sentía como poco a poco su orgasmo se empieza a a construir en su vientre bajo. Sabía que el chico bajo su cuerpo lo disfrutaba también, sus expresiones y la manera en que se aferraba a los brazos de Taehyung se lo decían.
Taehyung no se detuvo, el sudor perlaba ambos cuerpos y hacía que mechones de cabello se pegaran a sus frentes. Cuando Taehyung sintió el que estaba por llegar, llevo su rostro al hueco del cuello del contrario y mordió dejando una marca.
El cuerpo debajo del suyo se retorció y se apretó contra sí. Taehyung lo sostuvo hasta que los espasmos pasaron. Salió sin cuidado y se sentó en la orilla para sacarse el condón usado y atarlo para dejarlo en la basura.
—Wow, eso fue... todo lo que dicen de ti es verdad. Dijo el chico sentándose haciendo una pequeña mueca. Taehyung sonrió con gusto y se recargó hacia atrás dejando su peso en sus brazos. —¿Ah sí? Pregunto curioso.
—Mhm. Dicen que eres jodidamente guapo y bueno en la cama. Todo fue tan...— El chico suspiró y le sonrió a Taehyung. Él lucia un poco joven e inocente, a Taehyung le gustaba, entendía porque a las personas les gustaba aprovecharse de ese tipo de rostros.
Él lo había vivido en carne propia. Y ahora sabía por experiencia lo mucho que una cara inocente puede provocar. —Entiendo... ¿quieres otra ronda? El chico se mordió el labio inferior yendo a gatas a donde él moreno estaba.
❀ ❀ ❀ ❀ ❀
Taehyung tenía el rostro y las manos con manchas de pintura. En realidad había manchas por doquier. La verdad era que el moreno siempre era bastante descuidado cuando estaba en su modo creativo. El sudor bajaba por sus sienes a pesar de que el aire acondicionado estaba encendido.
Su cuerpo dolía; estaba regido y al mismo tiempo se sentía suelto mientras trazaba lineas de todos colores. No fue consciente de absolutamente nada hasta que dio un paso hacia atrás con su cuerpo pidiendo un descanso y alimento a gritos. ––Es... precioso Tae.
La voz de Jimin lo sacó de sus pensamientos sobre el cuadro. Le dio un nuevo vistazo y vio con horror que había pintado a Hoseok de alguna manera. Su estomago se contrajo ante ello. ––Abandono. ––¿Qué? ––Su nombre, es abandono. Jimin asintió regresando su mirada a la pintura.
––¿Vas a exponerla y venderla? –No––. La voz de Taehyung fue tajante. ––Ésta irá a mi bodega personal. Jimin asintió echándole un ultimo vistazo a la pintura de Taehyung, sabía que algo había pasado porque el moreno solo hacía eso cuando algo le estaba molestando.
Sin embargo no pensaba presionarlo para que hablara al respecto. ––Traje comida, ve a ducharte. Taehyung no dijo nada, se quedó solo en la habitación admirando su nueva creación por otro largo rato. Ahora solo sentía furia.
¿Cómo podía haber pintado algo tan triste cuando se sentía furioso? No lo entendía. Dio un paso hacía la pintura con intención destrozarla, no seria la primera vez. Pero se detuvo sintiendo su pecho doler. Solo negó levemente y fue a su habitación.
Buscó con desesperación su cartera especial y la llevo al baño con él. Estaba cansado de pensar demasiado las cosas. Puso el seguro en la puerta y se sentó sobre la tapa del sanitario. Sacó una cuchara y el encendedor junto con una jeringuilla nueva.
Sus manos temblaban de impaciencia y una vez que la jeringuilla estuvo cargada dejó todo de manera descuidada y subió el pie a la tapa, abrió entre sus dedos y pinchó ahí. Suspiró al sentir como el liquido empezaba a viajar por su sistema.
Sonrió al sentir la paz que tanto quería y guardo todo muy bien para que Jimin no lo descubriera. Se ducho rápidamente tarareando alguna canción que había escuchado en la radio quizás. Cuando estuvo limpio y vestido con un pijama, fue a la cocina donde Jimin lo esperaba.
––Traje un... ¿estás bien?––Jimin dejó los platos en el desayunador y se acercó al moreno. ––¿Tienes cocaína en casa? Joder Tae, dijiste que ibas a dejarlo. ¿De verdad sigues con esa mierda? La voz de Jimin estaba rota.
Había pasado esos cinco años viendo cómo su mejor amigo se iba desmoronando poco a poco y lo odiaba. Taehyung había cambiado muchísimo después de lo que había pasado con Hoseok. Los primeros meses se mantuvo positivo al respecto pensando que el morocho solo estaba algo ocupado en
la empresa. Su trabajo era de esa manera después de todo. Siempre estaba al pendiente de su celular y de cualquier mensaje que le llegaba. Pero nada. Taehyung le llamó hasta el cansancio e incluso le pidió ayuda a Jimin para encontrar el lugar donde Hoseok trabajaba; Ya que se
había mudado de departamento y no pudo tener su nueva dirección. Taehyung no había hecho absolutamente nada malo, no entendía porqué Hoseok lo había abandonado de esa manera cuando las cosas parecían estar bien entre ellos. Pero el ir a la empresa de Hoseok fue la peor y la mejor
idea al mismo tiempo. Justo ese día Hoseok se paseaba con una linda chica a su lado a la cual le mostraba la empresa. Entonces el morocho le dio el golpe de gracia. Estaba comprometido y su empresa se fusionaría pronto. Taehyung había sido una simple aventura.
Aun recuerda como el mayor había hablado de lo mucho que había disfrutado tomar su inocencia, pero ya no había nada más que quisiera de él. Fue después de eso que todo fue caos. Taehyung se fue a hiatus; duró aproximadamente un año en el que regresó a Daegu a casa.
Pero en su regreso Taehyung había teñido su cabello que antes lo hacía ver alegre. Ahora lo llevaba castaño, había perdido peso pero había trabajado sus músculos al mismo tiempo. Pero lo más impactante era su actitud.
Era frio, sarcastico y grosero. Aquello fuera de hacerlo perder popularidad lo hizo ganarla. Todos estaban fascinados por el cambio del chico. No solo él había cambiado, sus pinturas lo habían hecho también, había cambiado la gama de colores y la manera de trabajarlas.
––Tranquilo Park, no me he metido nada. ––¡No mientas!––Gritó Jimin empujando al moreno haciéndolo perder el equilibrio. ––¿Por qué lo hiciste? Taehyung lo prometiste. ––Estoy cansado. Soltó derrotado.
Jimin lo vio con lagrimas en sus ojos y Taehyung se volvió serio y sin vida. ––Ya no quiero estar aquí Minie. Solo fui una aventura y fue hace años no entiendo como fue que él se metió bajo mi piel de esta manera... sólo... estoy tan cansado. ¿Podrías dejarme ir? ¿Por favor?
Jimin negó abrazándosela al moreno, aferrándose a su cuerpo. Odiaba ver a Taehyung de esa manera. Sabía que era cuestión de tiempo para que todas las mal pasadas de Taehyung empezaran a cobrarle factura. Claro que estaba teniendo demasiados problemas y entendía que estuviera
cansado de toda esa mierda, pero ¿cómo podría él simplemente dejarlo ir? Amaba a Taehyung, era mucho más que solo un amigo o un mejor amigo. Taehyung era su única familia y no quería, se negaba a soltarlo. ––Por favor quédate conmigo Tae. No me dejes solo tú también.
Taehyung suspiró dejando caer sus hombros y abrazó al rubio que se aferraba a él. Esa noche durmieron juntos uno al lado del otro, Jimin estaba demasiado asustado de dejar al moreno solo por su cuenta.
❀ ❀ ❀ ❀ ❀
––Hey Minie, no iré a la reunion de hoy. Me encontré algunos amigos y estoy yendo de fiesta con ellos. hablamos luego. Taehyung apagó su celular nada más cortar la llamada y lo metió en su bolsillo. Se colgó de los hombros de uno de los chicos con los que se había encontrado en
un bar que frecuentaba. Pero aquel grupo de chicos que recién conocía lo habían invitado a otro bar que prometía ser mucho más divertido así que ahí estaba Taehyung yendo con cuatro desconocidos quién sabe a dónde.
En la entrada estaba el típico hombre enorme, musculoso y con mala cara para cuidar de todos. ––Hey, toma esto. El chico del que Taehyung se había colgado lo beso pasando una pastilla en el proceso, la cual el moreno aceptó de muy buena gana e incluso no se separó después
de haberla tragado. No supo que fue lo que hicieron o dijeron los chicos pero el hombre musculoso los había dejado pasar. Taehyung no tenía idea de que había consumido pero se sentía jodidamente bien, necesitaría más de esas para llevar a casa.
El lugar estaba prácticamente en penumbras y solo había algunas luces encendidas que iluminaban de manera estratégica. ––Wow ¿por qué no supe de este lugar antes? Preguntó el moreno carcajeando. Se podía ver parejas teniendo sexo sin cuidado o sin sentirse avergonzados de ser
vistos por las demás personas en el lugar. Otros pocos bailaban o prácticamente se restregaban medio teniendo sexo en lo que sería la pista de baile. ––Aquí. Otro chico del grupo le tendió un antifaz a Taehyung que riendo de todo se lo colocó. ––¿Para qué es esto?
––Es para enrollarte con alguien sin tener que ver su cara, es lo que lo hace divertido. ––Pero yo quiero enrollarme con... este chico aquí. Decía Taehyung pegando más al chico que lo acompañaba. ––¡No!––Dijo el chico alargando la o. ––Debes encontrar a alguien más. Es divertido.
––¡Vamos! Será divertido. Prometió el chico desapareciendo entre el mundo de personas en el lugar. Taehyung vio en todas direcciones pero al final se dirigió a la pista de baile donde cerró los ojos y simplemente empezó a mover su cuerpo al ritmo de la música.
Pasaba las manos por su cuerpo enfundado en unos jeans negros ajustados y una camisa negra semi transparente que dejaba ver su torso. Sus mechones iban en todas direcciones y Taehyung estaba sonriendo mientras disfrutaba de la música en el lugar. Sintió un cuerpo pegarse al suyo.
Y no dudó ni un poco en girar y tomar el cuerpo ajeno por la cadera y pegarlo a él. Ocultó su rostro en el hueco del cuello ajeno, el olor le pareció vagamente familiar pero no por eso se detuvo de sacar su lengua y pasarla por la caliente piel.
––Debes ir a casa Taehyung, este no es un lugar para alguien como tú. Aquella voz la conocía de algún lugar, lo sabía. Pero no podía recordar mucho. Taehyung salió de su escondite y se encontró con un bonito antifaz rojo con detalles dorados y un hombre en traje.
––No iré a casa, voy a divertirme esta noche. ¿Quieres o tengo que buscar a alguien más? Taehyung sonrió con los ojos adormilados por la droga en su sistema. Manos gentiles tomaron sus mejillas y lo acomodaron para verlo mejor. ––¿Estás ebrio?
––No––. Taehyung rió. ––Solo tomé algo. ––¿Qué tomaste Taehyung? ––No lo sé, ese chico con el que venía me lo dio. Uh, debo encontrarlo porque quiero más, lo necesito. El moreno hizo ademan de girar para buscar a su compañero pero las manos en su rostro lo detuvieron.
––¿Estás drogado? Mírame a los ojos. Taehyung se rio un poco pero se esforzó por hacer lo que el hombre le pedía. ––Uh, tus ojos... son bonitos. El moreno se inclino al frente y uno sus labios con los del desconocido que se apartó. ––Vamos.
el hombre tomó su muñeca y lo arrastró a la salida pero Taehyung se resistió. No quería irse, no quería salir de aquel mágico lugar, quería quedarse ahí para siempre y sentirse bien. ––No, no quiero ir. Déjame, suéltame. No quiero ir.
Por más que el moreno intentó resistirse terminó siendo sacado por el desconocido. Cuando sintió el viento fresco golpear su rostro un mareo lo atacó. ––Quiero vomitar. Dijo antes de girar en un callejón oscuro y doblar su cuerpo.
Cuando terminó se empezo a reír y palpó sus bolsillos. Debía traer algo de cocaína encima. Eso le ayudaría un poco. Cuando la encontró victoreo por ello y se llevó un poco a la nariz, su mano fue golpeada haciendo que el polvillo se regara por todas partes.
––¿Qué mierda está mal contigo? Joder, era lo único que tenía encima. ––Deja esa mierda ¿cómo demonios te han estado cuidando? ––¡No necesito que nadie me cuide, lo hago bien por mí mismo! ––¿Y por eso te metes esa mierda y te acuestan con cuanto idiota se te pone en frente?
––¿Y qué más da si lo hago? No es algo que te incumba ¡Mierda! Se quejó tomando su cabeza al sentir una punzada. ––Tengo que llevarte al hospital, vamos. ––¡No! No pienso ir ahí. Le llamaran a Jimin y va a preocuparse. Sólo tomaré un taxi a casa. Me has arruinado la noche ya.
––No vas a irte tu solo en un taxi es peligroso. Taehyung soltó una carcajada limpia ignorando el punzante dolor de su cabeza. ––¿Y qué más da? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué alguien me asesine? Estaría bastante agradecido por ello. ––¿De qué hablas?
Taehyung dejó de reír y todo el brillo abandonó a su persona dandole paso a la profunda tristeza con la que siempre cargaba. ––Ya no quiero estar aquí. ––Entonces vayamos a otro lugar––. El moreno se quedó en silencio. ––No te referías a eso. No fue una pregunta.
––Solo... estoy demasiado cansado de toda esta mierda, no lo soporto más. Pero sé que esto va a destrozar a Jimin, no quiero lastimarlo. ––Creí que Namjoon y Jimin estaban cuidando de ti ¿por qué estás así? ¿Cómo es que terminaste metiendo mierdas a tu cuerpo y no me enteré?
––¿Por qué hablas cómo si nos conociéramos? Eres gracioso. Taehyung suspiró y limpió su boca de manera descuidada. Empezó a caminar sacándole la vuelta al hombre que se había quedado ahí de pie. ––Porque nos conocemos.
Taehyung lo vio sobre su hombro y solo se rió negando. ––Si quieres tener sexo solo dilo, no voy a negarme. No necesito toda esta mierda. ––No vine buscando sexo, vine a sacarte de aquí. El hombre se giró y llevó sus manos a su rostro quitando su antifaz.
Toda diversión abandonó el rostro del moreno que retrocedió un par de pasos cayendo sentado en el duro concreto. ––No te acerques a mí. Rogó Taehyung con voz pequeña.
❀ ❀ ❀ ❀ ❀
Por una grieta en las cortinas el sol entró a la habitación dando en el rostro de Taehyung. De primera intentó ignorarlo pero el dolor en su cabeza fue volviéndose insoportable. Sin abrir los ojos bostezó estirando su cuerpo sintiendo cómo sus músculos se relajaban un poco.
Se quejó cuando una punzada llegó a su cabeza. Abrió los ojos muy lentamente y se dio cuenta que estaba en una habitación desconocida. No es cómo que eso lo sorprendiera, iba a moteles con chicos todo el tiempo. Pero su entrecejo se arrugó al darse cuenta que no era un motel.
Aquella era una habitación demasiado bonita y cuidada. Pequeños flashbacks llegaron a su cabeza haciendo que unas nauseas lo obligaran a salir de la cama en busca de un baño. Vació su estomago en el inodoro y se sentó por un momento intentando organizar sus ideas y pensamientos.
Se dio cuenta rapidamente que tenía que regresar a casa. No tenía más cocaína a la mano y realmente necesitaba una buena porción en ese momento, o quizás algo un poco más fuerte. Se lamentó el no haber podido pedirle al chico que había conocido que le facilitara el número de su
dealer. Pues lo que le había dado la noche anterior había sido realmente agradable. Se puso de pie de manera torpe y lavó su rostro, tenía grandes ojeras y sus ojos se veían cansados. Secó su rostro con una toalla y tomó un enjuague bucal que había en el lugar.
Agradeció sentir aquello en su boca, pues sabía asquerosa por el vomito de la anoche pasada y el de recién. Escupió y enjuagó con agua nuevamente para salir del baño buscando su ropa por el lugar, más no la encontró, sólo sus zapatos. Mismos que se calzó a toda prisa.
La pijama que llevaba era fea, pero al menos tenía algo que vestir. Su cartera y celular estaban en la mesita de noche y las tomó. Entonces vio un vaso de agua, un par de pastillas y una nota. Esta ultima la tomó como si fuera algo radiactivo.
"Tuve que salir. No te vayas, tenemos que hablar sobre lo que pasó. Toma las pastillas que deje para ti, ayudaran con tu dolor de cabeza y resaca. Volvere pronto. JHS."
Taehyung jadeó y sintió las ganas de llorar. Arrugó la nota y la tiró al suelo. Tomó sus cosas y salió de la habitación dando algunos tropezones. Al girar en el pasillo casi choca con una chica pero se detuvo a tiempo. ––¡Lo siento! Uh ¿Taehyung?
Los labios de Taehyung se separaron y jadeó levemente. Frente a él estaba la chica con quién había visto a Hoseok aquel día que había ido a buscarlo. ––Perdón tengo que irme, lamento la intromisión. Le sacó la vuelta a la chica pero ésta lo tomó de la mano.
––¿Hoseok te buscó? Taehyung tragó grueso y bajó su mirada a la mano que lo sujetaba donde uno de sus dedos era adornado por un par de anillos. ––Lo siento, de verdad tengo que irme. Con suave firmeza se deshizo del agarre y salió corriendo del lugar.
Taehyung se sentía como una clase de fugitivo. Saliendo a toda prisa con aquella ropa. En cuanto estuvo por la calle solo caminó apresurado en cualquier dirección que lo alejara de ahí. Cuando se encontró más tranquilo revisó su ubicación en el mapa en su celular.
Buscó el número de la oficina de taxis para pedir uno que lo llevara a casa; ya que estaba al otro lado de la ciudad y no quería hablar con Jimin en ese momento. Los recuerdos sobre Hoseok preguntando cómo lo estaba cuidando Jimin volvían a su cabeza.
¿A caso Jimin mantenía contacto con Hoseok? Taehyung negó, Jimin le hubiera dicho algo como eso ¿No? ––¡Taehyung! El moreno parpadeo algunas veces saliendo de sus pensamientos y giró su rostro en dirección donde la voz venía.
Pudo ver a Hoseok ir hacia él a toda prisa, llevaba traje y su cabello estaba ligeramente despeinado por la manera descuidada en la que caminaba. Era tan guapo como lo recordaba. Claro que había cambiado con el paso de los años, pero Hoseok era un hombre guapísimo.
Taehyung se maldijo al sentir cómo su estómago se retorcía con aquel familiar nerviosismo y su corazón latía a toda prisa por la emoción. De manera inconsciente dio un paso al frente pero se detuvo en el momento en que un auto frenó frente a él.
Taehyung agradecía lo oportuno que el taxista había sido al llegar en ese momento, lo había salvado de hacer otra locura. ––¡Taehyung no! ¡Espera! ¡No subas! ¡Tenemos que hablar! Pero ignorando cualquier llamado, Taehyung subió y le pidió al conductor que lo sacara de ahí rápido.
No se dio cuenta de que estaba llorando y temblando hasta que el conductor le preguntó si estaba bien o si debía llevarlo al hospital. Taehyung secó su rostro y le pidió amablemente que solo lo llevara a la dirección que le había dado.
Cuando Taehyung llegó a casa no se preocupo por nada más que ir a su habitación, necesitaba algo más fuerte que simples lineas de cocaína. Sus manos eran torpes y su cuerpo temblaba de anticipación por la necesidad de tener esa falsa tranquilidad.
Se recostó en la cama preguntándose si quizás no había metido en su sistema más de lo que este pudiera soportar. Pero en ese momento no le preocupaba demasiado tampoco. ¿Jimin lloraría si él simplemente muriera en ese momento?
A pesar de sentir su cuerpo relajado su cabeza era un desastre de cosas que iban y venían en todas direcciones. Levantó su manos sintiendo un hormigueo y sonrió con un deje de tristeza al ver colores salir de la punta de sus dedos. ––Pintar, debo pintar.
Con mucho esfuerzo se puso de pie y caminó chocando con cada cosa a su paso riendo por ello. Seguro tendría más de un moratón por ello, pero no es que importara realmente. Entró a su estudio y lanzó un lienzo en blanco al suelo. Sacó pintura de todos colores y de manera
descuidada empezó a trazar lineas, había pintura cubriendo más pintura... y su cuerpo dolía. Su espalda punzaba y sus huesos crujían por el frenesí con la que el moreno pintaba. Todo era un desastre, pero no podía detenerse, tenía que terminar, tenía que hacerlo.
Su cuerpo pedía un descanso. Pero no lo haría, el cuadro no estaba terminado y no podía dejarlo así. Sus lineas se volvían más torpes haciendo que todo calzara de alguna manera, haciendo que aquello fuera algo de la pintura en sí y no un producto de cansancio y psicosis.
Cuando estuvo satisfecho con lo que había hecho se sorprendió al ver que la luz que entraba por las ventanas del estudio había cambiado. No sabía cuantas horas habían pasado cuando estuvo pintando. Solía desconectarse del mundo entero cuando lo hacía.
Su huesos crujieron cuando se puso de pie, sus manos, la ropa que llevaba e incluso su rostro tenían rastros de pintura. Pero al ver su creación su pecho solo se oprimió nuevamente. Apretó los puños contra sus ojos asqueado del dolor en su pecho y de sus ganas de gritar.
¿Por qué no simplemente saltar de la azotea? Estaba tan cansado de todo. Giró de manera brusca al recordar que tenía algo de cocaína en un rincón del estudio. Tiró algunas cosas al suelo en su búsqueda pero sonrió al encontrarla.
De manera torpe vacío el polvillo y lo acomodo sin medir porciones o detenerse y saciarse con solo una linea. Las necesitaba todas, necesitaba toda la bolsa. Quería que su cerebro estuviera tan jodido que no tuviera que pensar en nada más.
Cuando echó su cabeza hacia atrás después de inhalar cayó de espaldas al ir perdiendo el contro de sus extremidades. Su cabeza reboto contra el frío suelo quedando a un lado de su pintura. giro su rostro con lentitud. ––Anhelo. Tu nombre... tu nombre es anhelo.
Jimin presionaba con prisa el botón del ascensor, había escuchado a Namjoon hablar con Hoseok. No tenía idea desde cuando hablaban pero había escuchado lo suficiente como para estar preocupado por su mejor amigo. El viaje nunca le había parecido tan largo como en ese momento.
Cuando entró al departamento del moreno las luces estaban apagadas y todo estaba en calma, pero no era esa calma que te tranquilizaba, sino esa clase de calma que viene antes del desastre. Jimin corrió a la habitación del moreno y había un desastre, casi parecía que había
ocurrido una pelea en el lugar. Se acercó a la cama y vio una pequeña bolsa negra abierta a la par, había algunas jeringuillas y había un par fuera de esta, claramente habían sido usadas. Aquello alarmó a Jimin al ver las pequeñas bolsitas plásticas con pequeños cristales.
––¿Tae? Corrió al baño pero estaba solo, entonces solo pudo pensar en el estudio. Corrió a toda prisa sintiendo su pecho oprimirse por aquello. Cuando entró jadeó y sus piernas cedieron haciéndolo caer. Se arrastro con el cuerpo temblando como gelatina a donde el moreno estaba.
––TeTe––. Jimin movií el cuerpo del moreno. Con cuidado tomó su rostro sintiéndolo frío al tacto y un ruido estrangulado salió de sus labios al ver los labios pálidos del moreno y rastros de polvillo blanco en su rostro. Con esfuerzo por poder hablar llamó a emergencias.
Todo aquello sin soltar el cuerpo del chico. ¿Cómo había podido descuidarse tanto de su mejor amigo? ¿Por qué no lo había detenido antes? ¿Por qué no simplemente lo había encerrado en un lugar donde pudiera ayudarlo? Jimin apretó el cuerpo a su pecho llorando y ahogándose.
––Minnie...–– La voz del moreno era topre y patosa. ––Taehyung ¿qué hiciste? ¿Qué hiciste? Repetía Jimin apretando el cuerpo del moreno contra su pecho y dejando algunos besos en su sien. ––Yo... uh... ¿puedo... irme ahora Minnie?–– Jimin jadeó llorando.
––¿Por qué te quieres ir? ¿Por qué me quieres dejar? No me dejes Taehyung, por favor, tu lo prometiste. Taehyung le dio una sonrisa cansada y sus parpadeos se volvieron más lentos. ––Se... se llama anhelo. Es... en mi bodega... no dejes que... nadie la vea.
––¿Por qué dices eso? ¡Tienes que ir a guardarla tu mismo! ¡Cállate! ¡Solo cállate! La ambulancia va a llegar y tu vas a estar bien. ––Te amo. Susurró el moreno dejando abrazar por la oscuridad. Jimin se abrazó más a él. Los paramédicos llegaron y separaron al rubio del moreno.
Habían tenido que colocarle un calmante a Jimin, pues cuando los médicos tomaron el inerte cuerpo de Taehyung se había puesto histérico, incluso golpeo a uno de ellos en su frenesí por llegar a Taehyung. Pero todo se volvió oscuridad para él también.
❀ ❀ ❀ ❀ ❀
Sus párpados se sentían pesados al igual que su cuerpo, gimió al sentirse extraño. La habitación estaba completamente a oscuras y fría. Pero sintió calidez en una de sus manos, movió sus dedos y se dio cuenta que era la mano de alguien más.
Movió los dedos nuevamente apretando ligeramente la mano ajena. Jimin despertó dando un salto haciendo algo de ruido. Encendió la lampara con torpeza y presionó el botón de emergencia para las enfermeras. ––Hola Tae. Me asustaste mucho, estoy tan feliz de que estes aquí.
Jimin estaba llorando sosteniendo su mano cuando las enfermeras entraron a toda prisa. ––Hey, estás aquí––. Saludó amablemente una de ellas. ––Necesito que salga de la habitación por favor––. Dijo aquello dirigiéndose a Jimin. El rubio arrugó el entrecejo y apretó su agarre.
––Puedo quedarme en un rincón. Dijo esperanzado de que con ello lo dejaran quedarse, no quería separarse de Taehyung. ––Lo siento, pero debe salir. Todo estará bien, haremos todo lo más rápido posible, lo prometo. Jimin tragó grueso y le dio un ultimo vistazo al moreno.
––Regresaré enseguida. Le dejó un beso en la mano y la soltó con cuidado para salir de l habitación. Las enfermeras empezaron a revisar las maquinas y a hacer notas de ello. Hicieron algunas pruebas físicas en sus extremidades y sus ojos.
––Sé que el tubo de respiración es molesto. Vamos a retirarlo ¿Bien? Taehyung estaba seguro de algo. Prefería ser golpeado con un bate de beisbol que volver a tener un jodido tubo de respiración entrando por su boca. Había sido doloroso y asqueroso.
––Vas a sentir algo de molestia y la garganta seca, es algo normal. En un rato traeremos algo para que bebas, de momento no te podemos dar nada y te va a costar un poco de trabajo hablar, no te esfuerces mucho por ello. Cualquier cosa solo presiona el botón y estaremos aquí.
Jimin regresó a la habitación y tomó inmediatamente la mano del moreno pegándola a su húmedo rostro. ––Te extrañé mucho, estaba tan asustado. Taehyung sintió culpa al ver lo demacrado que se veía el rubio.
Había enormes círculos negros alrededor de sus ojos, su piel estaba pálida, sus ojos no tenían brillo y su sonrisa temblaba.
––Has estado aquí por tres días Tae, la has librado por cosa de nada. Yo pensé... cuando te vi ahí, realmente creí que te había perdido. Vamos a salir de esto juntos ¿Bien? Claramente el moreno no podía hablar pero tenía muchas cosas por preguntar y otras tantas para decir.
Jimin estuvo prácticamente viviendo en el hospital a pesar de que Taehyung estaba bien cuidado en el lugar. Hasta el momento no había dicho nada a pesar de que la molestia ya no estaba y podía hacerlo perfectamente.
Jimin siempre hablaba de esto y aquello, le llevaba flores y libros. Incluso le llevo algunos libros infantiles para colorear pero Taehyung solo permanecía durmiendo o si estaba despierto se cubría con la sabana y veía a la nada.
Namjoon se apareció por primera vez y Taehyung se dio cuenta que las cosas entre la pareja estaban mal. Y al parecer era culpa de Namjoon por cómo Jimin se comportaba con el moreno. ¿Seria Taehyung la causa de eso? ¿Ahora también había arruinado la relación de su mejor amigo?
Quizás él simplemente no estaba hecho para recibir amor, porque todo lo que tocaba terminaba destruyéndose.
Cuando regresó a casa se dio cuenta de algunas cosas, como que no había puertas y los baños que mantenían sus puertas no tenían manija. El lugar estaba demasiado limpio y aquello lo incomodó, fue a su habitación dándose cuenta que estaba impecable.
Abrió el cajón y sacó la ropa de este dejándola en el suelo, la caja donde guardaba su bolso negro no estaba. ––Me deshice de ella––. Dijo Jimin desde el marco de la puerta. ––Vas a ir a terapia Tae, necesitas ayuda y no pienso quedarme sin hacer nada mientras te estas muriendo.
––¿Dónde esta? La voz de Taehyung era ronca, era lo primero que le decía a Jimin en días. ––Las tire. Me deshice de todo lo que tenías en casa. Taehyung apretó los puños a sus costados viendo con furia al rubio. ––¿Por qué? ¿Qué derecho tenías?
––Son malos para ti, debes dejar... ––¿Y quien mierda te crees para sermonearme?–– Jimin dio un paso hacia atrás viendo a Taehyung con ojos grandes. ––Sé lo de Hoseok. ––Tae lo siento, yo no s... ––Guardatelo. Solo vete de mi casa, quiero estar solo.
––No pienso dejarte solo, si lo hago qui... ––¡Te has deshecho de mis jodidas drogas, me has regresado a la vida cuando te he dicho que solo quiero irme! Ya has hecho mucho Jimin. Solo vete. El rubio tragó grueso saliendo de la habitación y después del departamento.
Una vez que Taehyung se aseguró de que estaba solo tomó su celular y llamó a su contacto. ––Necesito algo... Sus manos estaban temblando. En el hospital había estado tranquilo por la medicación que le administraban, pero habían bajado las dosis y lo necesitaba.
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Jimin se recostó en el sofa pensando en todo lo que había pasado últimamente. Estaba preocupado por Taehyung, en el hospital le habían sugerido que lo internara en una clínica de recreación, pero su corazón se hacía pequeño al pensar en dejar al moreno en ese lugar.
––Hey, estás en casa. ––No por mucho, vine a recoger algunas cosas. Jimin se puso de pie para hacer lo que había dicho pero se mareo y se sentó de golpe de nuevo. Namjoon prácticamente corrió a él y lo sujetó en su lugar. ––¿Estás bien?
Jimin parpadeó algunas veces para despejarse y después respiró profundo. ––Sí, sólo es cansancio. Tengo que irme. Se puso de pie y se encaminó a la habitación dejando a Namjoon en el lugar solo. El moreno sabía que Jimin estaba furioso y dolido por lo que había hecho.
Claro que Namjoon tampoco sabía que Taehyung estaba tan mal como para tener una sobredosis. Sabía que el moreno gustaba demasiado del alcohol y los acostones de una noche con desconocidos. Pero tampoco pensó que él estuviera tan jodido.
Maldecía el momento en que pensó que era mejor ocultar de Jimin el hecho de que tenía contacto con Hoseok y que le daba algo de información. Se jaló las puntas del cabello frustrado por la situación cuando escuchó un golpe venir de la habitación.
Ni siquiera dudó un segundo en ir corriendo a ver que había pasado. Cuando entró se encontró con algo de ropa regada y a Jimin en el suelo desmayado. ––Joder. Se acercó a él y lo tomó en brazos para recostarlo en la cama con cuidado. Tanteo su cabeza para revisar que no tuviera
algún golpe; que por suerte no encontró ninguno. Fue al baño y sacó alcohol y un algodón para humedecerlo. Regresó a la habitación y coloco el algodón un poco cerca de la nariz del rubio que se quejó mientras recuperaba la consciencia.
––Hey––. Saludó Namjoon peinando su cabello hacia atrás. ––Estas teniendo un colapso general en este momento ¿Cierto? Te dije que debías descansar Minie. Solo descansa aquí ¿Bien? Te traeré agua, no te levantes.
El moreno dejó la habitación y tomó una jarra pequeña donde vertió agua. Tomó un vaso y regresó a donde dejó a Jimin; sirvió algo de agua y ayudó al rubio a beber un poco antes de recostarlo de nuevo. ––Estoy muy mareado. Balbuceó Jimin medio despierto, medio dormido.
––Voy a ponerte un pijama y vas a descansar por ahora. Debes cuidar de ti también Minie. Namjoon sacó un pijama y se acercó al rubio para desvestirlo y vestirlo nuevamente con ropas más cómodas. ––¿Por qué lo hiciste?
Namjoon ni siquiera tenía que preguntar a qué se refería. ––Hoseok me contactó, él y Jin se conocen ¿Lo olvidas? Me pidió que cuidáramos de Tae... tú y yo. Pero tú estabas teniendo un tiempo un poco difícil así que decidí no decirlo, tampoco quería que te alteraras por ello.
––Pudiste decírmelo, hubiera ido a su casa y lo hubiera golpeado. Namjoon se sentó cerca de Jimin y acariciaba su cabello con dulzura. El rubio lo veía con ojos adormilados y llorosos, su voz sonaba más aguda de lo normal y se quebraba un poco.
––Si te hubiera dicho estarías peor que en este momento. ––Hoseok es un cabrón, lastimó a Tae. ––En realidad... uh... hay algo que debes saber. Pero lo mejor es que descanses ahora, responderé a todo cuando estes mejor.
Namjoon se inclinó y besó la frente de Jimin, cuando estaba por ponerse de pie, la suave y pequeña mano de Jimin tomó la suya débilmente. ––Quédate conmigo. Namjoon sonrió para inclinarse de nuevo y besarlo en los labios. ––Siempre.
Jimin durmió siendo sostenido por los fuertes brazos de Namjoon que acariciaba su cabello y dejaba pequeños besos por su cabello y rostro. No supo cuánto tiempo había dormido, pero cuando despertó se encontró con que estaba solo y el otro lado de la cama estaba vacía.
Una de las lámparas estaba encendida iluminando de manera suave el lugar, debía ser bastante tarde, pues el cielo estaba dejando ver pequeñas estrellas ya. Se sentó en la cama con algo de esfuerzo, bebió algo de agua y él realmente necesitaba ir al baño en ese momento.
Dio un rapido vistazo al lugar y se encontró con su maleta hecha en uno de los sofas. Las ganas de ir al baño aumentaron así que sacó los pies de la cama y cuando estaba por ponerse de pie Namjoon entró a la habitación con una bandeja de comida.
––Hola bello durmiente. Ni pienses en salir de esa cama. Regañó Namjoon con voz dura dejando la bandeja en una mesita pequeña que Jimin no había visto antes. ––Necesito ir al baño. Se quejó gimoteando el rubio. Namjoon se acercó a él y lo tomó en brazos para llevarlo al baño.
Cuando fue dejado de pie esperaba que el moreno solo lo dejara y se fuera pero no lo hizo. ––¿Por qué estás aun aquí? Vete. ––Voy a ayudarte, aun estás débil. ––¿Cómo que ayudarme? ¿Qué demo...? ¡Namjoon!
Jimin gritó al sentir como el moreno lo aseguraba con un brazo por su cintura y con la mano libre bajaba sus pantalones junto con sus bóxers. Jimin luchó hasta detenerlo, estaba muy avergonzado de que Namjoon hubiera hecho algo así.
––Te dije que iba a ayudarte, no puedes ni mantenerte de pie. ––Pero no puedes... hacer... hacer eso. Que vergüenza. ––No te quejas cuando lo agarro para ponerlo en mi bo... ugh. Namjoon se quejó por el golpe que el más bajito le había dado en las costillas.
––Eso es completamente diferente, esto es vergonzoso. Solo déjame hacerlo solo. ––Si te dejo vas a caerte. Prometo solo ayudarte a estar de pie ¿Es justo no? Jimin se retorció un poco, pero sentía sus piernas como gelatina y sabía que el moreno tenía razón de estar preocupado.
Una vez que terminaron con todo el ajetreo en el baño. Jimin fue llevado de nuevo a la cama donde Namjoon se encargó de alimentarlo y ayudarlo a dormir nuevamente. Jimin había estado teniendo días realmente duros cuidando de Taehyung
Había llegado hasta este punto donde estaba teniendo un colapso por la mala alimentación y la falta de sueño. Namjoon había notado como Jimin se marchitaba un poco en el ultimo tiempo y en cómo había ido perdiendo peso.
Namjoon acaricio con suavidad la mejilla de Jimin y se puso de pie. Tomó las llaves del auto y salió de la casa. Tenía que hablar con Taehyung.
Taehyung llegó a casa aprisa para verter el polvillo blanco sobre la mesa, con una tarjeta hizo un par de lineas que esnifó con apuro. Dejó su cuerpo soltarse y relajarse. Se sentía bien estar en casa fuera del hospital sin alguien monitoreando cada cosa que hacía.
Sus dedos empezaron a picar y vio los colores salir de la punta de sus dedos y lineas correr en todas direcciones iluminando la habitación. Se puso de pie y fue a su estudio, lanzo un lienzo al suelo y salpicó pintura por aquí y por ella mientras saltaba riendo y manchando todo
el lugar en realidad. A todo aquello le añadió una gota de blanco en el centro y se rio cuando finalizó aquella creación. Se sentía eufórico, la alegría corría por sus venas aquí y allá. Alguien llamó a la puerta haciéndolo salir de su nube de alegría.
Sabía que no era Jimin, el rubio sabía la contraseña de la entrada, nunca acaba. Se encamino riendo y dando pasos torpes a la puerta. Tomó la manija con fuera abriendo de golpe. –¡Buh!
Gritó abriendo la puerta con una enorme sonrisa, cubierto de pintura y su cabello yendo en todas direcciones. Un par de manos tomaron su rostro con suavidad y la sonrisa y el color abandono al moreno. ––¿Qué haces aquí? Preguntó con voz rota.
––Vine a verte, vine días pasados pero no había nadie. ––¡No me toques! Gritó empujando al mayor. ––Taehyung espera, debes tranquilizarte. Hoseok lo tomó de las muñecas y Taehyung luchaba por soltarse sin conseguirlo. ––Vete de aquí, vete. Suéltame no me toques.
El menor se soltó del agarre de Hoseok entrando a prisa a la casa. Su cadera golpeo una mesita haciendo que un jarrón cayera y se rompiera, Taehyung dio un par de pazos gritando al sentir el cristal incrustarse en sus pies descalzos. ––¡Taehyung!
Hoseok corrió a donde el menor se quejaba de puntillas. El mayor lo tomó en brazos y caminó a prisa a un sofá, el menor gimoteaba agitando sus piernas y dejando que sus mejillas se humedecieran por sus lagrimas. ––Duele, no lo toques. Duele mucho.
––Tengo que sacarlos, parecen no necesitar suturas ¿Quieres que te lleve al hospital? ––¡No quiero regresar al hospital! No quiero estar ahí ¡Vete y déjame aquí como lo hiciste hace años! ¡No te quiero y no te necesito! ¡Vete! ¡Vete! ¡Vete!
Hoseok se detuvo un momento lamiendo sus labios al ver lo frágil y roto que se veía Taehyung en ese momento. Se encamino al baño y regreso con una toalla húmeda y algunas vendas. Se hincó frente al menor que seguía llorando y balbuceando.
Tomó uno de sus pies con cuidado y jaló con suavidad el trozo de cristal hasta sacarlo. El menor gimoteo y Hoseok se disculpaba con él porque sabía que le dolía. Fue sacando los cristales poco a poco hasta que no hubo más. Por suerte habían sido cortes pequeños.
Taehyung sintió sus manos temblar, se sentó en el sofa bajo la atenta mirada de Hoseok. Vio la pequeña bolsa con lo restante en ella y quejándose se puso de pie y se encaminó a ella. Cuando la tomó, Hoseok llegó por su espalda y se la quito vaciando el polvillo.
Taehyung se puso furioso y giró golpeándolo en la mejilla. El mayor se tambaleó un poco. ––¿Que demonios Tae? ––¿Por qué lo tiraste? ¡Joder! ¿Sabes lo difícil que fue conseguirlo? ––Ya te dije que dejes de meterte estas mierdas.
—No sé si no lo has notado, pero no eres nadie para decirme que puedo y que no puedo hacer. Vete de mi casa antes de que le hable a la policía. —Llamalos, no soy yo quien esta en cielo drogado y tiene sustancias ilícitas en casa. Taehyung apretó los labios y los puños.
El miedo y los nervios que había sentido el menor momentos antes se había esfumado. Por ahora solo estaba furioso con el hombre frente a él, había sido difícilmente que Dean le vendiera nuevamente después de que tuvo una sobredosis, pues los dealers no querían verse involucrados
en investigaciones por muertes a causa de sobredosis. Incluso había tenido que pagar un poco más y ahora estaba regado por todo el suelo, era imposible recoger el polvillo... Aunque podría hacerlo con su dedo y solo meterlo a su boca.
Mordisqueó su labio viendo la fina capa blanquecina en las baldosas. El mayor al ver como Taehyung veía hacía abajo supo inmediatamente lo que estaba pensando. Sin darle tiempo a nada lo tomó en brazos y lo llevo al sofa donde Taehyung luchó contra él en vano.
No era que el menor fuera débil o escuálido, muy por el contrario tenía un cuerpo asombroso. Pero su visita al hospital le había cobrado factura. —¡No me toques! ¡Suéltame! Gritaba Taehyung retorciéndose debajo de Hoseok.
Hoseok tomó los brazos del menor y colocó sobre su cabeza sujetando sus muñecas. Con sus piernas a los lados de la cadera de Taehyung pudo sujetar las piernas del menor que no dejaba de retorcerse en busca de libertad. Claro que Taehyung se detuvo por la pequeña fatiga.
Y porque por el constante roce de sus cuerpos había partes que Taehyung preferiría que simplemente fueran insensibles. Había pasado un poco de tiempo desde que había tenido algún encuentro casual. Pero odiaba el hecho de que justo en ese momento su amigo decidiera despertar.
Taehyung se removió incomodo intentando poner distancia entre el cuerpo del mayor y el propio. Pero al tener el peso de Hoseok sobre el suyo era algo prácticamente imposible de hacer. El menor se removió un poco más haciendo que la rodilla de Hoseok terminara entre sus piernas.
Sin poder evitarlo, Taehyung empujó su cuerpo contra el de Hoseok haciendo fricción con su pierna. El mayor tardó un momento en darse cuenta de lo que el chico estaba haciendo. Decir que no tenía ganas de lo mismo seria mentir. Pero no iba a hacerlo. No por ahora.
—Detente Tae. No vamos a hacer nada hasta que las cosas se hayan aclarado entre nosotros. Primero debemos meterte a la ducha para relajar tu cuerpo. —Hoseok—. Rogó Taehyung empujando su pelvis nuevamente. —Por favor, lo necesito.
Hoseok metió al menor a la ducha y limpió espero pacientemente. Cuando Taehyung salió vistiendo ropa cómoda y con el cabello húmedo alguien llamó a la puerta. Ambos chicos se vieron pues hasta donde sabían, no esperaban a nadie ahí.
Cuando Hoseok abrió se sorprendió al ver a Namjoon del otro lado de la puerta. Más que nada por la hora que era y porque claramente Jimin no estaba ahí sino en casa. —¿Qué haces aquí? —¿No debería yo preguntar eso?— Dijo no Namjoon entrando al departamento esquivando a Hoseok.
—Jimin no está. —No. Él está en casa descansando. Tuvo un colapso general. —¿Qué?— Aquello había salido de la boca del menor de los tres.—¿Está bien? Quiero verlo. —No. La respuesta del mayor fue tajante y su mirada filosa estaba sobre el par.
—No tienes derecho negarme que lo vea. —Estamos casados y eso me da derecho de decidir cuando algo está dañando a la persona que amo—. Taehyung dio un paso atrás como si hubiera sido golpeado fisicamente. Namjoon lo sabía. —Mira Tae, sé que tú y Jimin tienen una amistad especial+
y han compartido miles de cosas juntos. Pero estoy cansado de ver a Jimin extinguirse cada vez más por tu causa. Sé la clase de problemas que tienes y las causas de ellos—. Aquello lo dijo viendo a Hoseok. —Pero no voy a quedarme sin hacer nada cuando la vida de mi esposo está
en juego ¿Entiendes? Ahora...— Namjoon encaró a Hoseok que cuadró los hombros. — ¿Le dices tú o le digo yo? Taehyung vio con curiosidad como Hoseok abría la boca levemente y creyó ver algo de miedo y duda en sus ojos. —Nam, no es momento...
—No voy a esperarte Hoseok. Lo haces tú o lo hago yo. —¿Qué es lo que no me están diciendo? Namjoon miraba fijamente a Hoseok sin dejarse amedrentar y en ese momento Hoseok supo que no tenía opción alguna para nada más que hablar. Odiaba a Namjoon por obligarlo a hacer eso.
—Tae, te dije que teníamos que hablar. Hay... hay algunas cosas que no sabes—. Se giró hacia el mayor con ojos suplicantes. —¿Podrías darnos privacidad? —No. Namjoon fue firme con su respuesta. —¡Bien! Maldita sea—. Despeinó su cabello con frustración. —Tuve que casarme porque +
mis padres y los de Aerum nos estaban obligando para hacer una fusión entre empresas. No podía hacer ningún movimiento porque ellos lo sabían absolutamente todo. Ellos sabían sobre ti y lo que había pasado. Quise buscarte pero ellos amenazaron con acabar con tu carrera...
—Entonces decidiste por ambos. Habló Taehyung interrumpiendo. —Lo hice para protegerte. —No, lo hiciste para protegerte a ti. Pudiste haber buscado alguna manera, tenemos amigos en común. Pude haber entendido. Pero me dejaste solo por cinco años con un dolor horrible y la vida +
hecha mierda. —Taehyugn escúchame... —¡No me toques!—Taehyung lo apuntó con su dedo como advertencia. —No te atrevas a tocarme. Te creíste con el derecho de decidir lo que quería y sentía ¿Y qué si no me importaba que sabotearan mi trabajo? Solo quería estar contigo, pude +
haberte esperado, si me lo hubieras dicho lo hubiera aceptado. Pero me dejaste solo por mi cuenta y yo... yo termine convirtiéndome en esto. No soy el Taehyung con el que jugaste alguna vez Hoseok, ya no soy ese chico.
—¡Entiende que lo hice por el bien de todos! Ellos pudieron buscarte, podían haberle hecho algo a Aerum y a mí. Lo hice porque quería cuidarte. Por favor, créeme. —Dile lo demás. Por primera vez habló Namjoon. —Nam... —Diselo. Hoseok apretó sus ojos y dejó caer sus hombros.
—Aerum... Aerum está embarazada. Taehyung sabía que aquello era algo de esperarse. Después de todo ellos estaban casados y claro que tendrían que formar una familia en algún momento. Pero no esperaba que le doliera tanto. —Váyanse de mi casa los dos. Y no regresen nunca.
—Espera Tae—. Hosoek se acercó tomándolo de las mejillas mientras sus mejillas s enojaban por las lagrimas de desesperación. —Hablemos esto, busquemos una solución. Yo... Taehyung acortó la distancia entre ellos y plasmó un casto pesto en los labios ajenos.
Aquel beso le supo a tristeza. —No hay nada que hablar. Creo que llego el momento de que tu y yo nos digamos adiós por fin. Debes cumplir con tus deberes Hoseok y yo... yo no merezco ser el secreto de nadie.
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Jimin había tenido que ir al hospital para un chequeo profundo en donde el medico le dijo que debía tener cuidado con sus horarios de sueño, descanso y comidas. También le dio algunas vitaminas que tendría que estar tomando por un tiempo, pues sus defensas estaban débiles.
Había estado yendo a ver a Taehyung de manera esporádica. Solo cuando Namjoon lo llevaba y se quedaba con ellos, Taehyung estaba trabajando en nuevo proyecto. Jimin se había asombrado al ver la casa del chico pues había pinturas de todo tipo y tamaños por todos lados.
Algunas estaban a medio camino y una que otra terminada. Pero había colores por todo el lugar. Iban desde gamas monocromáticas hasta gamas multicolor. El contraste de todo aquello era impresionante.
Namjoon y Jimin habían hablado ya hacía algunos días sobre todo lo que había pasado. Namjoon terminó de contarle cómo había sido que había terminado siendo y no siendo una clase de espía para Hoseok. Pues realmente no le informaba mucho sobre el moreno, pues decía que era la
privacidad y la vida de Taehyung. Quien era un hombre capaz de tomar sus decisiones y saber lo que hacía con su vida. Jimin había estado muy molesto al principio. Pero después de hablar largo y tendido entendió que quien estaba mal, era él.
Estaba obligando a Taehyung a hacer cosas que no quería. Como vivir. Claro que amaba a Taehyung con cada fibra de su ser y quería tenerlo a su lado para toda la vida. Pero al ver cómo la vida del menor se estaba tornando se cuestionaba el hecho de que sus formas fueran correctas.
Con mucho dolor Jimin aceptó lo que fuera que Taehyung estuviera dispuesto a darle. E incluso si el chico solo quería terminar con su vida de una buena vez. No prometía que no lo fuera a deshacer, pero no quería ser la causa de la infelicidad y tormento del chico.
Después de que Jimin y Namjoon hablaran sobre eso, Jimin tuvo la oportunidad de estar a solas con el moreno y hablar con él al respecto. Decirle lo que sentía y pedirle disculpas por muchas otras cosas que él creía correctas. Taehyung había llorado como su fuera un niño.
Se había aferrado al cuerpo pequeño de Jimin y había sacado todo. Le había contado sobre lo que había pasado con Hoseok y como todo el tema le estaba afectando. Solo podía darle vueltas una y otra vez a las decisiones que el mayor había tomado por él, pero no dolía menos.
No importaba si lo había hecho por el bien de ambos, seguía doliendo y quemando en su pecho. Las cosas se pusieron peor al saber sobre la nueva formación de la familia del hombre. Sabía que no había manera de que tuviera su final feliz.
La familia de Hoseok y Aerum se encargarían de que ellos hicieran lo que se esperaba de ambos, ahí no había lugar para Taehyung que se había roto y había aceptado la idea de poder ser el secreto del mayor con tal de estar a su lado.
Había llegado a ese punto sin retorno donde estaba dispuesto a tomar cualquier cosa que Hoseok pudiera darle con tal de tener una parte de él. Taehyung estaba solo en casa rodeado de frascos de pintura y lienzos con el lugar apenas iluminado.
El olor a aceite de pintura le quemaba las fosas nasales, jalaba los mechones de cabello suelto y con prisa se puso de pie de un salto, fue a su habitación y sacó una jeringuilla. La iba a necesitar después de todo.
Cuando la droga empezó a hacer efecto en su sistema se colocó un par de zapatos de manera descuidada y tomó un abrigo ya que afuera hacía un poco de frio. Se abrazó a si mismo cuando salió y se encontró con el taxi que había pedido, le dio la dirección y se recargó en el asiento
viendo el exterior a través de la ventanilla. Era de noche, la ciudad estaba iluminada por la luz artificial de las lámparas. A pesar de lo tarde que era y del frio había bastante gente despierta en ese momento.
Hubiese deseado que el viaje fuera un poco más largo pero pronto se encontró pagando la tarifa y abandonando la calidez del auto para plantarse frente a la puerta de la casa de Hoseok. Era muy tarde para arrepentirse en ese momento así que llamó a la puerta con dedos temblorosos.
Después de unos segundos Hoseok abrió con la respiración agitada y el cabello revuelto, ni siquiera dijeron algo cuando el mayor lo rodeo con sus brazos enterrando su rostro en el hueco del cuello del menor. —Eres tú, realmente eres tú.
Habían pasado un par de meses desde que se habían visto, Hoseok se veía un poco cansado, seguro tenía mucho trabajo y él estaba quitándole su tiempo porque era como un jodido adolescente con hormonas alborotadas. Una ventisca los rodeó haciendo que ambos temblaran poco.
—Creo que fue un error... debo irme a casa. —¡No! Taehyung, por favor quédate. Hace frio y... al menos entra a beber algo caliente. Taehyung lamió sus labios con la duda marcada en sus ojos. —Bien, solo en lo que envían un taxi.
Hoseok lo soltó del todo y se hizo a un lado dejándolo entrar a la casa. La verdad es que era muy bonita, en su única visita al lugar el menor no había estado realmente interesado en el lugar o su decoración. —Vamos a la cocina, te haré algo de chocolate caliente.
Taehyung lo siguió de cerca. —Tu casa es linda—. Hoseok lo vio sobre el hombro sonriéndole y Taehyung sintió las mariposas de su estomago revolotear. —Eh ¿Dónde está Aerum? Taehyung pudo ver un poco de tension en los hombros del chico.
—Aerum no vive aquí. Toma asiento. Hoseok se movió por la cocina con gracia y Taehyung tuvo un sandwich frente a él en cuestión de nada. —No ten... —Estás demasiado delgado, siento que te vas a romper. Cometelo por favor.
Taehyung terminó obedeciendo entre dientes, pero conforme comía se dio cuenta que realmente estaba hambriento. Una taza de chocolate caliente fue colocada a su lado y la bebió gustoso. Hoseok había bebido un poco de cafe asegurándoselas de que el menor terminara todo.
Una vez hecho colocó los trastes sucios en la tarja y se volvió a encarar al menor. —¿A qué has venido Tae? El menor lamió sus labios, dejó caer sus hombros y encaró al mayor. —¿Qué... qué harías si te dijera que... que acepto que tengamos algo en secreto?
Hoseok lo vio sin entender a lo que el chico se refería hasta que una pizca de razonamiento destelló en sus ojos. —No estarás diciendo...
—Sí. He tenido tiempo libre para pensarlo y creo... creo que lo prefiero de esa manera a no tener nada—. Taehyung se rió un poco sin humor. —Es bastante patético ¿uh? Pero siento que es la única manera de sacarte de mi sistema. Porque no veo que haya ninguna otra forma.
Hoseok se acercó al menor y colocó su palma abierta en la mejilla del contrario, Taehyung se apoyó en el contacto de la cálida palma como si se tratara de un cachorrillo buscando algo de afecto. Hoseok se acercó a abrazarlo fuertemente. Mentiría si dijera que no le dolía.
No quería tener a Taehyung de esa manera. Taehyung se lo había dicho antes y tenía razón. Él no merecía ser el sucio secreto de nadie, Taehyung era la clase de persona que se merecía todo lo bueno de ese mundo. Deseaba que no hubiera nada que lo atara a Aerum, sabía que estaba
mal al desear aquello, pero no quería al bebé que la chica llevaba en su vientre. Si no hubiera un bebé, ellos simplemente podrían divorciarse y deshacerse de sus padres en el proceso. Hoseok tenía suficiente conocimiento e influencias como para hacer negocios por su cuenta.
Había trabajado tan duro por cinco años para ello, pero ahora solo un ser que ni siquiera había nacido aun lo estaba deteniendo de nuevo. ¿Iba a ser siempre de esa manera? ¿Era esa la manera en que la vida le decía o le gritaba que ellos no podían estar juntos?
Se negaba a eso. Él quería estar con Taehyung. El chico había sido inusual desde el primer momento, en como ingenuamente creía que Hoseok tenía buenas e inocentes intenciones con él. En como confió en él. Le gustaba Taehyung, le gustaba muchísimo más de lo que quería admitir.
Así que no estaba dispuesto a darse por vencido sin pelear aunque fuese un poco. No iba a perder al menor de nuevo. —No mereces esto Taehyung, yo... voy a arreglar todo para ti ¿Entiendes? Buscaremos la... Pero Taehyung no lo dejó continuar, solo se abalanzó a sus labios.
—Solo cállate y besame. Demandó el menor volviendo a atacar los labios ajenos con posesividad. En ese momento Taehyung no quería pensar en nadie más, se sentía egoísta por no querer pensar en que Hoseok tenía una familia formándose, solo quería sentirse bien por un momento.
Hoseok sabia que aun tenían mucho de que hablar y que arreglar, pero había extrañado realmente al menor, había extrañado como se sentía en sus brazos. Desde el momento en que sus padres lo habían obligado a casarse no había visto a ningún otro chico, claro que al final tuvo que
cumplir con sus deberes como esposo. Pues a Aerum y a él los estaban presionando para que tuvieran al futuro heredero de los Jung y Cha. La chica tampoco estaba convencida de todo ese circo. Incluso ambos bebieron hasta no saber nada más para poder cumplir con aquellas demandas.
Aerum estaba al tanto de Taehyung, había sido el hombro donde Hoseok se descargó tantas veces y viceversa. La chica estaba enamorada de un compañero de su universidad en ese entonces, pero sus padres lo habían descubierto y la habían casado inmediatamente.
Eran muy buenos amigos, su relación era respetuosa y meramente platónica de alguna manera. No podían negar que eran atractivos y s degustaban, pero no de esa manera. Hoseok había hablado con Aerum sobre como los sacaría a ambos de ahí y podrían estar con las personas que
realmente querían. Pero ahora con Aerum embarazada las cosas se complicaban bastante. La chica le había llamado llorando y cuando Hoseok fue a encontrarla estaba hecha un lio. Le había dicho que lo había arruinado todo con un tonto desliz que habían tenido ambos al embriagarse
pensando en sus amores imposibles. Hosoek solo la abrazó por un largo rato y ambos solo podían pensar en que harían ahora, para ese momento sus padres muy probablemente supieran al respecto y es que vigilaban cada pequeño paso.
Había sido tan difícilmente hacer negocios a espaldas de ellos, de crear sus contactos sin que ellos supieran. Pero lo había logrado, las cosas habían ido mejorando. Hasta ese momento.
Hoseok volvió en sí cuando se encontraron en la habitación del mayor con un camino de prendas regadas por todo el camino hasta el lugar. Sus manos estaban sobre la cadera del menor que restregaba sus cuerpos juntos con urgencia y Hoseok no se resistía a aquello.
Recostó al menor en la cama subiendo su peso de manera suave sobre este. Sus labios vagaban entre sus labios, su mandíbula y su cuello. Creía no tener suficiente de él mientras Taehyung se deshacía entre jadeos, suspiros y leves gemidos. Sus manos se aferraban a los hombros
contrarios intentando mantenerse atado a la realidad de alguna manera. Hoseok tomó su mano y fue besando suavemente hasta que llegó a la parte frontal de su codo donde vio un peque moretón. No necesitaba ser un genio para saber qué era la causa de aquello.
Su corazón se saltó un latido porque aquello le dolía, le lastimaba saber qué Taehyung estaba haciendo algo como eso por su culpa. —Las cosas van a cambiar, lo prometo. Dijo el mayor besando el maratón con suavidad.
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Los días pasaron después del encuentro entre Taehyung y Hoseok. Habían estado hablando un poco por teléfono después de ese suceso. Aún no se había visto en persona y eso los ponía un poco ansioso pues no sabían qué era lo que seguía desde ahí.
Ambos estaban conscientes de que el mayor debía hablar con Aerum y Taehyung no quería esconder de la chica lo que había pasado entre ellos. Deseaba que las cosas pudieran ser menos complicadas y más fáciles para ellos. Pero parecía que telaraña solo terminaba enredándose más.
El menor estaba en el estudio terminando algunas de las pinturas que había dejado a medio camino cuando su celular sonó con el tono de llamada de Hoseok, una enorme sonrisa se abrió camino en su rostro y tomó el aparato sin preocuparse por mancharlo de pintura.
—¡Seokie! Te extraño mucho ¿Cuando podremos vernos de nuevo?— Hubo un silencio del otro lado de la linea y Taehyung se sentó sintiendo algo instalarse en su estómago. —¿Seok? "Está hecho." Taehyung arrugó el entrecejo sin entender.
—Uh, me temo que no entiendo lo que intentas decirme. "Aerum y yo vamos a divorciarnos. Ambos hemos enfrentado a nuestros padres. Están como perros rabiosos, pero estamos tan cansados, Tae... Aerum abortó." Aquello era demasiado para procesar.
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Ella anhela ser madre pero no quería serlo de esta manera, tampoco conmigo. Quiere ser madre con una persona que ella ame y la ame de regreso. Después de hablarlo por horas me dijo que iba a abortarlo y... ¿Está mal que me haya sentido aliviado por ello? Porqué fue así como me +
sentí... Fuimos a la clínica y me quedé con ella en todo momento, después la tarje a casa para que no estuviera sola y hoy hablamos con nuestros padres sobre todo esto. Sobre el divorcio y como estábamos deslinandonos de cualquier cosa que nos atase a ellos. Nos amenazaron con +
tantas cosas que quizás años atrás me hubieran hecho temblar como un niño de cinco años, pero ahora solo podía ver la frialdad en sus ojos y esa hambre por poder que nunca se irá. Dios, no puedo creer que somos libres Tae." Un sollozo se escuchó del otro lado de la linea.
"¿Puedes venir por favor? Te necesito aquí, por favor. —Claro, yo uhm, tomaré una ducha rápida. Estoy yendo de pintura e iré pronto. "No lo necesitas, solo ven aquí."
La urgencia en la voz del contrario hizo que el corazón del menor se agitara y doliera con necesidad de estar a su lado. —Estaré ahí pronto. "Quiero que conozcas a Aerum, ella también quiere concerte. ¿Y Tae? Solo ven rápido, hay algo que quiero decirte."
El menor no tomó una ducha pero lavó su rostro y cambio su ropa por algo más presentable. Tomó su cartera y celular para salir de casa cuando vio la pequeña bolsa negra donde tenía sus jeringuillas. Se había colocado una horas antes pero sabía que el efecto pasaría y no estaba
muy seguro de si su ansiedad no volvería cuando estuviera con Hoseok, sabía que el hombre odiaba que hiciera estas cosas pero no podía simplemente dejarlo cuando era lo que lo había mantenido cuerdo durante tanto tiempo.
Maldiciendo bajo se acercó y sacó una porción doble dudando entre si sería demasiado para su cuerpo cuando ya tenía algo de la dosis aun en su sistema. Pero al pensar en que podría pasar la noche en casa de Hoseok deshecho la idea de considerarlo demasiado y simplemente lo hizo.
Inyectó una porción doble sin dudar de ello. El efecto lo golpeó pues era bastante cargado y los síntomas fueron casi instantáneos. Maldijo bajo al darse cuenta que posiblemente sus extremidades estaban algo torpes.
Se rió al dejar caer un vaso de cristal que estaba en su mesita de noche solo porque no podía llorar. Alisó su ropa y salió del departamento medio tambaleándose hasta llegar a la parte baja del edificio donde su taxi estaba esperando por él.
Sabía que el hombre lo veía mal pero estaba demasiado colocado como para preocuparse de ello. Las cosas fuera de la ventanilla se veían en cámara lenta y le causaba gracia como algunas incluso tomaban formas extrañas.
El hombre le avisó cuando llegaron y Taehyung sacó algunos billetes no estando muy seguro de si la cantidad era correcta, pero supuso que si porque en cuanto cerró la puerta el auto se fue. Inhalo y exhalo algunas veces intentado poner todo junto y no arruinar esto, una pequeña
risa salió de sus labios y se tranquilizó al palpar el bolsillo interno de la chaqueta que llevaba. No había llevado metanfetamina, pero sí algo de cocaína. Era más fácil de llevar.
Tocó el timbre y se rió torpemente cuando se fue hacía al frente perdiendo el equilibrio golpeando su cabeza. Se quejó por el golpe pero se rió más fuerte recargando su espalda a la pared. La puerta se abrió dejando ver a un sonriente Hoseok. —Acabo de golpearme.
Taehyung hizo un puchero y la sonrisa de Hoseok se borró. Tomó el rostro del menor inspeccionando sus ojos especialmente. —¿Que te colocaste? —Nada. Negó con la cabeza como un niño pequeño riéndose. —Mierda, joder. ¿Lo hiciste de nuevo verdad?
Hoseok lo arrastró al interior y lo sentó en un sofa donde una preciosa chica lo veía preocupada. —¿Él está bien? —Viene dopado hasta el culo. Taehyung soltó una carcajada. —Dijiste culo. Y después de decir eso cubrió su boca abriendo enormemente los ojos. El menor no sabía
porque estaba siendo tan difícilmente controlar sus sentidos, había hecho aquello cientos de veces. Quizás era porque no había estado comiendo y durmiendo bien.
—Joder, Taehyung—. El mayor caminaba de un lado a otro jalando la punta de su cabello y dandole miradas entre molestas y tristes. —¿Cuanto consumiste y qué? —Solo dos jeringuillas. Habló el menor levantando dos dedos como un niño pequeño diciendo su edad.
—Taehyung, necesitas ayuda, deberías.... deberías entrar a una clínica ¿Sabes? Ahí pueden ayudarte. El menor se alejó del contacto de Hoseok al escuchar aquellas palabras que sonaban exactamente como las de Jimin.
Todos eran egoístas, todos esperaban que él fuera quien hiciera algo y entendiera. ¿Por qué nunca eran los demás? Se puso de pie y preguntó donde estaba el baño, increíblemente no se rió por aquello y HoSeok lo llevó dejándolo ahí. Miles de pensamientos iban en todas direcciones.
Sabía que estaba bastante colocado y la porción de cocaína empeoraría todo, ya había terminado en el hospital por una sobredosis. Quizás en esta ocasión fuese más fácil solo no llegar al hospital. La casa de Hoseok estaba lejos, la ambulancia claramente tardaría tiempo en llegar.
Sin pensarlo dos veces sacó el polvillo blanco de su chaqueta y lo esnifo sin cuidado tosiendo cuando quemó. —Tae ¿Está todo bien? Pero el menor no respondió, estaba muy ocupado intentando controlar el zumbido que había en su cabeza, pronto las esquinas de su vision empezaron a
volverse manchas negras. Escuchó como Hoseok golpeaba la puerta nuevamente y decía algo más. —¡Estoy bien! Había gritado desesperadamente esnifando la segunda linea haciendo que el zumbido fuera mas fuerte en esta ocasión.
La puerta se abrió cuando su cuerpo perdió toda fuerza, Hoseok vio los restos del polvillo y no tuvo que sumar dos más dos para saber lo que estaba pasando. Tomó el cuerpo de Taehyung mientras gritaba a Aerum que le ayudara con el auto.
Se acomodó en el asiento trasero con el menor en brazos colocándolo de lado cuando las arcadas de Taehyung empezaron. Tenía que sacar el vomito y ayudarlo a que no se ahogara. El cuerpo del mayor estaba temblando completamente, se sentía culpable por haber pedido al menor que
buscara ayuda. El camino a urgencias nunca le había parecido tan largo. Pero gracias a Aerum habían llegado rápido e incluso habían hablado por teléfono en el camino para avisarles lo que pasaba. Había un pa de medicos en la entrada de urgencias esperándolos con una camilla.
❀ ❀ ❀ ❀ ❀
Pasaron un par de días en los que Taehyung estuvo completamente aislado de todos con respiración artificial e intravenosa por donde le eran sustraídas vitaminas. Jimin y Namjoon habían llegado más tarde después de que Hoseok se pusiera en contacto con ellos.
Solo entonces el rubio le había contado todo a Hoseok. Sobre como Taehyung tenía esos acostones de una noche con desconocidas y como poco a poco fue metiendo cada vez más droga y más fuertes a su cuerpo hasta llegar a esto. No solo eso, el chico se negaba a ir a terapia.
Lo cual claramente necesitaba con urgencia. Pero no podía obligarlo a ir. Jimin y Hoseok llegaron al acuerdo de encerrar al menor en una clínica donde obtendría la ayuda que necesitaba.
Hoseok se había alarmado al escuchar de los labios del menor sobre los intentos de suicidio de Taehyung. Solo porque en ese momento más que nuca fue consciente de todo el daño que había causado en el chico todos esos años. Ahora ni siquiera se sentía merecedor de su cariño.
¿Cómo había podido hacerle tanto daño a un chico tan precioso? Los recuerdos de aquel encuentro en el baño en aquella fiesta venían a él. El verlo en su pequeña galería y cómo había sido verlo dormir en su habitación en su departamento compartido con Seokjin.
Parecía una persona totalmente diferente a quien estaba viendo ahora. Taehyung estaba empeñado en terminar su vida porque se había cansado de todo y Hoseok entendía perfectamente ese sentimiento, porque por años se sintió de esa manera también.
Pero si de algo estaba seguro era que desde aquel día en que lo vio en su galería, Taehyung había provocado algo en él que era difícil de explicar. No quería que Taehyung se fuera de este mundo de esa manera, quería que el chico fuera feliz, quería que tuviera buenos recuerdos.
Quería que se enamorara tanto de la vida que el morir le pareciera algo imperdonable. No quería eso por él, lo quería por Taehyung. Porque el menor merecía ser feliz, merecía ser amado y merecía tener una buena vida, aun si este se empeñaba en que fuera demasiado corta.
Jimin y Hoseok habían hecho todo el papeleo para ingresar a Taehyung a la clínica cuando el alta le fuera dada en el hospital. No mencionarían nada al respecto. El tratamiento era por seis meses para empezar, pero no podrían verlo durante todo el primer mes pues estaría en
proceso de desintoxicación. El corazón de todos se hacía pequeño por el mero pensamiento de no ver al chico durante un mes. Pero sabían que después de eso podrían verlo cada sábado si Taehyung se portaba bien y tenía avances. El lugar era bastante bonito a decir verdad.
Ya lo habían visitado y las personas ahí parecían agradables. Estaban aterrados de dejar al chico ahí, pero era su ultima salida en ese momento. La parte buena era que tenían un taller de arte que le permitiría Taehyung pintar siempre que quisiera.
Claro que eso cuando no se portara mal y no fuera regañado por no cumplir con lo que tenía que. Después de una semana podrían ver a Taehyung por primera vez. Estaba seguro de que debía verse realmente mal, pero aun así quería verlo.
Namjoon y Jimin fueron los primeros en entrar a la habitación. A Hoseok le tomó algunos segundos más. Cuando dio el primer paso para adentrarse sus ojos fueron directamente al delgado y demacrado cuerpo del chico con bata azul cielo. Taehyung lucia demasiado pequeño.
Su cabello estaba despeinado y sin brillo, había enormes ojeras negras bajo sus ojos, sus labios estaban resecos y su morena piel lucia enfermizamente pálida. —Hola Tae. Saludó el mayor quedándose a cierta distancia de la camilla donde Taehyung se encontraba.
La cara del menor se deformó y rompió en llanto abrazando sus piernas pegadas a su pecho. Hoseok acortó la distancia entre ellos y abrazo al menor que temblaba y lloraba aferrándose ahora a su cuello. —Lo siento, lo siento, lo siento. Repetía una y otra vez con voz ronca.
Les tomó bastante calmar al menor y hacer que se tranquilizara sin tener que administrarle más medicamento. Cuando estuvo más tranquilo tomó la mano de Hoseok y se aferró a ella apretándola con el más mínimo movimiento que este hacía. Como si estuviera asustado.
Hoseok vio a Jimin y sin pronunciar una sola palabra ambos asintieron pensando que lo mejor sería si le informaran a Taehyung sobre su ingreso a una clínica. —Tae, debemos decirte algo. Pero necesitamos que estes tranquilo y escuches hasta el final ¿está bien?
El menor asintió aferrándose incluso más a la manor del mayor e incluso enrollándoselos en su brazo de manera posesiva. —Hoseok, Namjoon y yo te amamos profundamente. Haríamos cualquier cosa por tu bien... Así que, buscamos una clínica para ayudarte—. El agarre de Taehyung +
en el brazo de Hoseok se volvió más fuerte pero continuo en silencio. —Sé que... que esto no es lo que quieres, pero... Por favor ¿Podrías solo...? —Lo haré. Había dicho en un susurro.
A todos les había tomado por sorpresa lo fácil que había sido que el menor aceptara. Habían esperado que se rehusara y en el peor de los casos; que tuvieran que usar calmantes. La habitación se quedó en silencio por algunos segundos hasta que Hoseok habló rompiendo aquello.
—¿De verdad lo harás Tae? El menor asintió sin verlos. —Lo haré... yo... ne... necesito ayuda. Ya no quiero sentirme... sentirme de esta manera. Quiero... quiero ser feliz. Hoseok besó el cabello del menor apretando contra su propio cuerpo.
—No va a ser fácil Taehyung, pero no vamos a déjarte solo. Namjoon había hablado por primera vez abrazando a Jimin por la espalda que apretaba los labios intentando no llorar. Aunque era claro para todos que el chico estaba teniendo un momento difícil.
—Jiminie—. El menor salió de su escondite en los brazos de Hoseok para estirar su mano en dirección a su mejor amigo quien salió de los brazos de su esposo para tomarla. —¿Te vas a quedar conmigo verdad? ¿Me vas a seguir amando?
—Tonto, como si tuvieras que preguntar eso. Jimin lo abrazo y Taehyung correspondió el abrazo fuertemente. Decir que estaba asustado era mínimo, estaba aterrado de lo que le esperaba y de como sería su nueva vida. Pero después de lo que había pasado, quería cambiar.
Al menor le había sido dada el alta y habían acordado en ir a comer todos juntos pues al día siguiente Taehyung sería ingresado. Ya le habían hablado sobre el primer mes donde no se podrían ver por su proceso de desintoxicación. Claro que al principio lo tomó muy mal.
Pero se fue tranquilizando y se dijo que tenía que ser fuerte y recibir esa ayuda. Había disfrutado de la compañía de los chicos. Incluso Jin, Jeongguk, Yoongi y Aerum se unieron a ellos. Taehyung había hablado con todos y les había agradecido por haber estado ahí con él.
Por la noche habían decidido que el moreno iría a casa de Hoseok; ya que querían estar el mayor tiempo juntos posible. Después de todo estarían separados por un mes y después solo podrían verse una vez a la semana. —Hay algo que quiero mostrate.
El mayor lo guió tomándolo de la mano a una de las habitaciones. Le pido que esperara un segundo y entró cerrando la puerta dejándolo solo en el pasillo. Segundos después abrió la puerta y se hizo a un lado dejando al menor pasar.
La boca de Taehyung se abrió viendo al rededor. La habitación era grande. Quizás era de más de sesenta metros cuadrados, había dos enormes ventanales que dejaban que la luz natural entrara durante el día. Aunque para ese momento era tarde. Los muros estaban pintados de blanco y
el piso era de madera clara. Había una muy buena iluminación, pero no era eso lo que Taehyung estaba admirando. Esa habitación estaba repleta de pinturas. Sus pinturas. Algunas habían salido de su bodega personal después de tenerlas ahí demasiado tiempo.
La cosa era que en la bodega personal del menor había pinturas que de una u otra manera estaban hechas para Hoseok. Ya fueran mensajes de amor o de odio oculto en aquellas pinceladas. Los títulos de las pinturas contaban una parte de aquella pequeña historia que habían tenido.
De las emociones que había sentido en esos momentos. Entre medio de los dos ventanales estaba una sola pintura.
Se podía ver un par de manos difusas entre sabanas blancas, una mano llevaba un pequeño anillo en el dedo anular con una cadena que era tomada con delicadeza por la otra mano. "Atados"
Aquella pintura Taehyung la hizo después de darse cuenta que le costaría toda la vida deshacerse de sus sentimientos por el moreno y había estado en lo correcto. "Sonrisa" "Mariposas" "Repulsión" "Paraiso" "Marcha" "Gancho" "Beso" "Miradas" "Capricho" "Infierno"
Sus obras lo veían por todas partes y solo se preguntaba si Hoseok sabía lo que esas obras significaban para él, si... —Lo sé—. Había dicho el mayor que lo veía unos pasos atrás. —Sé que fueron hechas para mi y por eso no podia permitir que alguien más las tomara.
Las emociones se arremolinaban en su pecho, no sabia si debía reír o llorar por lo que estaba viendo y escuchando. Hoseok lo había sabido todo ese tiempo. ¿Lo odiaba por las horribles pinturas de odio que había hecho para él?
Pero si ese hubiera sido el caso no estuvieran en esa sala en ese momento ¿Cierto? —¿Cómo lo supiste? —Eres muy transparente conmigo Tae, siempre supe lo que estabas pensando. Incluso cuando no te veía, sabía que era lo que estabas diciendo en ellas.
Dijo señalando con su barbilla al montón de pinturas que los rodeaba. —¿Me quieres aun sabiendo eso? Hoseok dio algunos pasos más quedando frente al menor, tomó su barbilla y lo hizo que viera sus ojos. Sus rostros estaban tan cerca que sus alientos se mezclaban. —Te amo.
—¿Qué? Había preguntado Taehyung en un tembloroso susurro. —Creo que te he amado desde aquel día en la galería, solo que me había costado algo de trabajo el aceptarlo. Sin embargo conforme pasaba el tiempo solo podía confirmar que mis sospechas eran reales. Sé que te lastimé en +
el pasado con mis decisiones. Pero yo también me lastimé a mí mismo Tae. He pasado todos estos años anhelandote y amándote como no tienes una idea. Así que escuchaste bien. Yo, Jung Hoseok; te amo a ti, Kim Taehyung.
—¿Podemos... podemos besarnos? Creo que realmente lo necesito. Hoseok sonrió haciendo que un par de lagrimas bajaran por sus mejillas, mismas que Taehyung acarició con sus pulgares para desaparecerlas. —No puedo creer que por fin estes aquí conmigo.
La voz del mayor había salido tan débilmente y pequeña. Terminó por eliminar la distancia entre ellos y unió sus labios. Eran cálidos y sabían a un hogar a salvo y a amor. Hoseok rodeó la cintura del menor pegando sus cuerpo juntos.
El resto pasó entre suaves besos por el cuerpo contrario, marcas que tardarían en desaparecer por un tiempo. Susurros cálidos, uñas dejando marcas en la piel ajena para por fin sentirse en la cima del extasís. Habían dormido enredados en el cuerpo ajeno y así habían despertado.
No sabían donde empezaba uno y terminaba el otro, solo sabían que la despedida estaba cerca. Pero en esta ocasión solo era un hasta pronto y un cruel despedida como años atrás. Ambos se habían duchado y habían terminado teniendo sexo de nuevo en la ducha.
Hoseok se encargó de dejar nuevas marcas en donde no hubiera ya. Taehyung le había rogado por ello, pues decía que era la única manera en que podría sobrevivir ese mes sin verlo. Habían tomado un desayuno ligero entre bromas, besos y suaves caricias.
Cuando la hora llegó, Hoseok tomó un pequeño bolso donde estaban las cosas básicas que necesitaría. Le había prometido ir a verlo en cuanto ese mes pasara. El resto de los chicos llevaron algunos dulces como regalo de despedida y lo habían abrazado mucho prometiendo verlo
cuando el mes pasara. Taehyung siguió a la enfermera que había estado con ellos en el lobby del lugar y se despidió de todos agitando su mano. —Estarás bien cariño, pronto podrás verlos. Le había dicho la mujer amablemente.
Y de cierta manera Taehyung sabía que no le mentiría, sabía que estaría bien en ese lugar y que pronto estaría viendo a su novio y sus amigos. Esperaría ese día con ansias.
❀ ❀ ❀ ❀ ❀
Taehyung tarareaba una canción que sonaba en la pequeña bocina que estaba en la mesa de la esquina con un desastre sobre ella. Apenas había conseguido que la cosa se mantuviera ahí y no cayera al suelo. Llevaba un pantalón de algodón suelto negro y una camisa de algodón también
negra. Aunque tenían una que otra mancha aquí y allá. A su lado había una pequeña mesa con tubos y frascos de pintura, se detuvo un momento para destensar los músculos y movió sus pies al ritmo de la melodía. Estaba por terminar una nueva pintura. "Amantes"
El sol hacía que la habitación se sintiera un poco más cálida, pero aquello le gustaba mucho. Estaba agitándose al ritmo de la musca sobre el banco donde estaba sentado cuando esta se detuvo de golpe.
Cuando Taehyung giró en dirección de la pequeña bocina vio a hosoek con traje y maletín en mano. —¡Oh! ¡Estás en casa! Le dijo sonriendo en grande con el pincel al aire del cual cayó una gota de pintura roja en su pantalón.
—¿Cómo que estoy en casa? ¿Me puedes decir por qué no has tomado el desayuno? Taehyung inclinó su cabeza y después se giró para ver la hora en el enorme reloj que Hoseok había puesto ahí pues Taehyung tendía a pasarse horas pintando sin tener una noción del tiempo real. —Mierda.
—¡Taehyung! —¡Lo siento! No me di cuenta de la hora y solo tenía esta grandiosa idea que no podia esperar para hacer y tu sabes como s esto. Lo siento, comeré ahora ¿Sí? ¿Ya saliste del trabajo? Podemos comer juntos. Hoseok suspiró y dejó caer los hombros derrotado.
—Salí antes del trabajo porque quería llevarte a la playa este fin de semana. ¿pero como voy a hacer eso cuando ni siquiera has comido nada? Taehyung se mordió el labio inferior llevando su mano con pincel y todo a su boca para cubrir su sonrisa.
—Lo siento Seokie. Pero podemos ir, solo me ducharé y comeré un sandwich. —No Tae, debes comer bien. Sabes que no puedes tener una mala alimentación después de todo lo que pasó Taehyung asintió apretando los labios con culpa.
Sabía que su salud era perfecta, pero Hoseok estaba siempre tan preocupado por él. Había salido de rehabilitación hacía tres años después de cumplir su tratamiento y Hoseok seguía cuidando como el primer día. —Pero aun así podemos ir.
—Bien ¿Quieres que cargue tus pinceles y pinturas o no quieres pintar allá? Taehyung dejó sus cosas en la pequeña mesita y corrió a donde Hoseok dejó caer el maletín para atraparlo. Pero Taehyung frenó en seco al ver su ropa con pintura fresca.
Se sacó rapidamente los pantalones y la camiseta quedando en ropa interior y abrazando al mayor que se había quedado pasmado con los brazos abiertos. —Tenía pintura y no quería arruinar tu traje—. Había dicho dandole un rápido beso que sacó al mayor de su estupor para rodear al +
menor con sus brazos. —No llevaré nada, solo vayamos a pasarla juntos ¿Bien? —Dios, jamas me voy a acostumbrar a ti, eres demasiado bonito ¿lo sabes? —¿Así que solo te gusto por mi cara bonita? —Sabes que me gustas completamente.
Hosoek le dio otro beso al menor quien sonrió cuando se separaron. —¡Oh! Jiminie habló, dijo que la adopción de Lisa está completa, irán por ella en esta semana. —¿De verdad? Eso es grandioso, deberíamos visitarlos pronto. Hablando de hijos, ¿Donde está Tannie?
—Ah está dormido en la cama. Taehyung sonrió inocentemente al darse cuenta que se había echado de cabeza él solo. Hosoek negó sonriéndole. —Nunca vas a entender ¿cierto? —¡Es que es muy cómodo para él dormir ahí! Ademas, no es como que usemos la cama durante el día.
Hosoek palmeó el trasero del menor cuando este le dio una mirada juguetona. Las manos de Hoseok se deslizaron por su trasero después de darle un pequeño apretón a su espalda, de manera suave mientras ambos se besaban con urgencia.
Rodeo la cintura del menor con una mano y la otra fue a parar al cuello de este. —Te amo tanto. Había dicho Hoseok cuando se separaron. —Te amo más—. Le dijo Taehyung dandole un rápido beso más. —Seokie, lo he estado pensando y sabes que puedes decir no, pero...
—¿Quieres que adoptemos niños? El rostro de Taehyung se llenó de sorpresa. —¿Cómo..? —Por el pequeño broche rojo de tu nueva pintura. Taehyung sonrió abrazando más al mayor, Hoseok siempre veía esas pequeñas cosas que nadie más veía y siempre sabía lo que quería decir. —¿Podemos?
—Todo lo que quieras mi amor. Ambos sonrieron pero Taehyung soltó un grito y después se carcajeo cuando Hoseok lo cargó en brazos dejando su ropa olvidada en el lugar, su risa solo incremento cuando el menor había dicho que iría a mostrarle como es que Yeontan no podía usar su
cama porque también la usaban durante el día y que no solo lo hacían en el resto de la casa porque estaban demasiado ansiosos por tener sexo como para preocuparse por llegar a la cama para ello.
Cuando terminaron su ronda de sexo se quedaron enredados en los brazos del otro solo hablando de esto y aquello y una sabana apenas cubriendo su desnudez. Se había hecho de noche por lo que aplazaron el viaje al siguiente fin de semana y por ahora solo se quedarían en casa.
Taehyung era sumamente feliz en ese momento, por fin se sentía completo y se sentía parte de alguien. Estaba feliz de que Aerum hubiera podido hacer su vida también, ahora tenía a la pequeña Hyejin que Hoseok y él adoraban con locura.
Jimin estaba formando su propia familia y la emoción e hacerlo él también al lado de hosoek solo hacía que su pecho se sintiera cálido. Había pasado por momento realmente feos en el pasado y había incluso pensad que lo mejor era simplemente irse y desaparecer.
Pero ahora estaba feliz y agradecido de que las personas que lo quieren no s hayan rendido con él y lo hubieran obligado a vivir incluso cuando él no quería. Estaba viviendo una buena vida, ya no consumía droga y no la necesitaría nunca más.
Claro que no todo siempre era de color rosa, pero era lo suficientemente fuerte como para hacerle cara a lo que viniera. Sobre todo cuando tenía a la persona que amaba a su lado. Con aquel sentimiento y aquel pensamiento se quedó dormido sonriendo.
❀ ᥱᥣ fιᥒ ❀
¡Hemos terminado por fin! La verdad es que me he saltado un montón de cosas que quería poner pero sentí que esto se estaba volviendo demasiado largo y cansado para ustedes. Perdón, es que mis ideas solo iban acumulándosela y quería hacer todo, pero bueno.
Muchísimas gracias por leer y tenerme paciencia, también agradezcan a Les por no meterme demanda por hacer una continuación de su historia, espero que cuando termine de leer esta le guste. Y pues nos leemos por ahí. All the love, x.
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