EL «FEMINISMO» NACIONALSOCIALISTA Abro hilo

Sí, como leéis, realmente existió un «ala feminista» dentro del NSDAP. Véase el ejemplo notorio de Carola Struve; Ideóloga völkisch y feminista al mismo tiempo, discípula de teóricos como Johann Jakob Bachofen o Lewis Henry Morgan y abierta crítica de los postulados de Nietzsche.

Struve planteaba su propia visión antropológica del progreso histórico del ser humano, sintetizando ideas del feminismo radical y el racismo científico. Su particular visión de la antropología nos habla del papel de la feminidad en el desarrollo de las razas y civilizaciones.

Afirma que el matriarcado histórico –𝙈𝙪𝙩𝙩𝙚𝙧𝙧𝙚𝙘𝙝𝙩– dio paso al patriarcado –𝙑𝙖𝙩𝙚𝙧𝙧𝙚𝙘𝙝𝙩–, es decir, nuestra era actual. Para Struve, la revolución nacionalsocialista produciría su síntesis en una nueva sociedad camaderil –𝙆𝙖𝙢𝙚𝙧𝙖𝙙𝙨𝙘𝙝𝙖𝙛𝙩𝙨𝙧𝙚𝙘𝙝𝙩–

Una nueva era civilizacional que traería consigo, entre otras cosas, una igualdad sexual bajo el völkisch, superadora de todas las estructuras tradicionales por una nueva forma más evolucionada y trascendental de colectivo humano. Un modelo de sociedad superior nunca antes vista.

De mismo modo que el nacionalsocialismo pretendía acabar con la lucha de clases mediante la reconciliación y la armonía de las mismas a través del nacionalismo völkisch –«Ni proletarios, ni burgueses, todos alemanes»–, Sturve creía que este debía hacer lo suyo con los sexo.

Una sociedad «Kameradschaftsrecht» donde las desigualdades entre ambos géneros desapareciesen, limitándose a diferencias superficiales, como los genitales. En la sociedad soñada por Struve, estas etiquetas quedarían obsoletas: Ya no habrían ni hombres ni mujeres, solo alemanes.

Otro ejemplo de este feminismo nacionalsocialista fue Sophie Rogge-Börner, escritora alemana. Exmilitante del DNVP, tras su radicalización pasará a unirse a las filas del NSFB en 1924, tomando un rol importante en su sección femenina. Por desgracia, no encontré fotos de ella.

Nota autor: El NSFB –Movimiento Nacionalsocialista por la Libertad– fue un partido político paralelo al NSDAP, creado en abril de 1924 tras las consecuencias del fallido Putsch de Múnich en 1923, que llevó a la ilegalización del NSDAP. Tras su relegalización ambos se fusionan.

Según Rogge-Börner, la igualdad de género nórdico-germánica habría resultado de una diferenciación sexual mínima. Para ella, las características sexuales primarias –genitales externos, anatomía reproductiva interna y gónadas– era la única distinción real entre varones y mujeres.

Diferencias que, según ella, simplemente existían pues eran necesarias para la reproducción humana. De resto, hombres y mujeres nórdico-germánicos eran, prácticamente, un único género.

Para Rogge-Börner los genitales –características sexuales primarias– no suponían una relevancia social y por lo tanto no generaban desequilibrio de distribución de poder entre hombres y mujeres, ni sexismo. Todos los hombres y mujeres tenían mismos derechos y obligaciones.

Fue incluso más allá, al afirmar que las características sexuales secundarias, como estatura o fuerza, no existían dentro de la «raza nórdico-alemana» al comienzo de la humanidad, sino que eran más bien un resultado a largo plazo de la introducción del sistema patriarcal.

El sistema patriarcal, para ella, era de origen judío y fue introducido en la civilización nórdico-alemana a través de la fe cristiana. Con el abandono del paganismo, la fe alemana real para Rogge-Börner, la cristianización sirvió como inoculación de una sociedad semítica que

comenzó a socavar a la verdadera identidad alemana, remplazando sus formas de vida y códigos de sociedad por otros ajenos a su civilización, como el caso que nos trae aquí: El patriarcado.

Del mismo modo, durante este período de era precristiana «pura», las diferencias específicas de sexo en la estructura del cerebro eran inexistentes, de modo que las capacidades intelectuales y la psicología podían diferir entre los individuos pero no eran causadas por su género.

Mismamente, las diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos, según Rogge-Börner, eran producto de una perturbación evolutiva de la «raza nórdico-alemana» provocada por el «judeocristianismo».

La similitud entre géneros, o más bien la ausencia de una diferenciación específica por sexo, fue la clave para la igualdad de género. Según ella, los judíos introdujeron el concepto de hombre-mujer como entes distinguidos a la sociedad alemana para destruir su armonía y orden.

Buscando así su división y enfrentamiento. En síntesis, el patriarcado es ajeno a todo lo nórdico y germánico, si no que es de origen judaico, siendo la «germinifación» de Alemania el único antídoto para acabar con el patriarcado.

Para Rogge-Börner, la revolución nacionalsocialista supondría una vuelta a las raíces indígenas y la «desjudaificación» progresiva de la nación alemana. Como Struve, creía que este proceso traería consigo un retorno a la igualdad entre hombres y mujeres bajo la sociedad völkisch.

Es interesante comparar a las feministas dentro del NSDAP con las del movimiento nacional alemán –es decir, el DNVP, nacionalista burgués–. El DNVP entregó aproximadamente el 10% de sus asientos en el Reichstag a representantes de mujeres y tuvo gran éxito en conseguir su voto.

Los análisis electorales sugieren que el DNVP generalmente obtuvo entre el 54–58% de su voto nacional total de mujeres –solo el Zentrum y el Partido Popular Bávaro recibieron una participación ligeramente mayor–.

En su apogeo electoral en 1924, el DNVP fue votado por una cuarta parte de las mujeres alemanas. En los bastiones del DNVP en el norte y este del país, esta proporción bien puede haberse acercado hasta casi el 50% de los votantes femeninos.

Comparemos esto con el NSDAP, cuya facción femenina fue relegada –salvo un breve período de auje a inicios de 1926– a publicaciones marginales. El NSDAP no tenía mujeres en el Reichstag. Los roles de las mujeres del Partido se delegaron, en su mayoría, en un rol de apoyo.

Con bastante frecuencia, una mujer cuyo esposo o hermano era miembro de un partido, también se unía para brindar apoyo ad hoc a los hombres de la zona, proporcionándoles comida, confeccionando y remendando uniformes o, como en Hannover en 1922, por ejemplo, diseñando banderas.

Estas actividades marcaron la pauta de lo que durante el resto de la era nazi se conocería como «trabajo femenino»: Una asistencia práctica y mundana que las mujeres, como amas de casa, podrían proporcionar fácilmente.

Esta división laboral reflejaba la visión general del NSDAP sobre las funciones de la mujer en la sociedad y subrayaba su insistencia en la segregación de los sexos en el trabajo, de forma contraria a lo que aspiraban las dos autoras previamente mencionadas.

Para los NS, los talentos y las capacidades de las mujeres eran diferentes de los de los hombres y, al igual que ellos, debían utilizarse plenamente y no desperdiciarse en intentos de las mujeres por hacerse cargo del «trabajo de los hombres» o «emular los logros masculinos».

Parte de la razón por la que el NSDAP estableció su organización oficial de mujeres en 1931 fue para ejercer una mayor supervisión y control sobre las actividades de las mujeres activistas dentro del partido, especialmente de esta facción «feminista» que antes comenté.

Una de las más interesantes de estas primeras activistas femeninas fue Andrea Ellendt. Ellendt, alemana nacida en México, fue una oradora antisemita muy popular en Franconia y ocasionalmente actuó como presentadora para Hitler o Drexler. Se rumorea que pudo haber sido una espía.

Aunque hoy una desconocida, olvidada por la historia, Ellendt tuvo un rol fundamental en el partido temprano en Alemania sur, pues entre 1922–23 le ganó cientos, quizás miles, de partidarios al NSDAP en la Baja y Media Franconia. De ella tampoco he conseguido fotografías.

Si el nombre de esta enigmática mujer era realmente Andrea Ellendt, de dónde venía, a dónde pertenecía y hacia dónde se dirigía, era algo que nadie sabía con exactitud. Según rumores, era viuda de un oficial naval que había muerto en la guerra.

Otro relato insistió en que ella era la esposa de un espía alemán que había sido ejecutado en Estados Unidos. Posteriomente se supo que nació un 10 de noviembre de 1890 en Hidalgo del Parral (Chihuahua).

En cualquier caso, siempre se dijo había una atmósfera de lejanas tierras extranjeras a su alrededor, incluso solo por su apariencia. Rondaba los treinta años, era delgada y vestida como una dama, tenía piel oscura y el cabello negro.

Sabemos por investigaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial que Andrea era hija de un inmigrante alemán y una indígena del norte de México. Llevaba un traje deportivo con corte militar y un pequeño sombrero de adorno como el de una líder de Girl Scouts.

Lo que se notaba –sobre todo en aquellos años de inflación y escasez– era la excelente calidad de su ropa, que daba mayor credibilidad sobre su origen extranjero.

Otra cosa que alimentó los rumores de sus fuentes de dinero extranjeras, o al menos secretas, era el estilo de vida de Frau Ellendt, que, no bastante lujoso y que, como supuesta viuda, indicaba una completa independencia financiera.

Frau Ellendt no recibió ni un centavo del partido, como ella se jactaba; a lo sumo permitiría que uno de sus numerosos admiradores la llevara en automóvil a sus reuniones.

Esta mujer poseía una elocuencia cautivadora, que funcionaba con igual eficacia con los campesinos analfabetos y desposeidos de Franconia como con los notables de las pequeñas ciudades de Hessia y el público educado y relativamente acomodado

Como una Juana de Arco moderna, Frau Ellendt convocó a su público a armarse de coraje, del amor por la patria y el espíritu comunitario. Ella revistió su discurso en forma de lamento por la miseria y la vergüenza de la Patria y las muertes desperdiciadas de los millones caídos.

En general, dependía de la apelación a las emociones y la proyección de su aura femenina, y con tal éxito que los campesinos, estudiantes y trabajadores a los que cautivaba se hubieran ido a la tumba a sus órdenes. En pocos meses se las ingenió para mover una masa de miles.

La eficacia política de Frau Ellendt duró poco. Incluso antes del Putsch de la «Beer Hall» en noviembre de 1923, desapareció del escenario político tan repentinamente como había aparecido. Sencillamente ¡se esfumó!

Numerosos rumores aseguran que el propio Hitler se encargó de sacarla del escenario político ¿Por qué? Nadie lo sabe con exactitud, solo hay conjeturas y teorías. Investigaciones posteriores a la SGM lograron seguir el rastro perdido de esta enigmática mujer.

Las investigaciones posteriores indican que posiblemente hubiese fallecido en 1931 por complicaciones en un aborto fallido. Una figura misteriosa y curiosa, olvidada por historia y de la cual no siquiera se conservan fotografías o vídeos, solo relatos y testimonios.

Volviendo al tema anterior, sabemos también que hubo numerosas mujeres altamente activas dentro del Partido Obrero Alemán (DAP) de Austro-Hungría, fundado en noviembre de 1903 por Karl Hermann Wolf y antecesor directo del NSDAP.

El DAP austrohúngaro era bastante más progresista en ciertas cuestiones de lo que acabó siendo el NSDAP en Alemania. Estos primeros nacionalsocialistas apoyaban el sufragio femenino, colocaba a mujeres en puestos de liderazgo y presentó a mujeres como candidatas electorales.

Por último os hablaré de Lydia Gottschewski, activista líder en la Liga de Chicas Alemanas del NSDAP y defensora de una forma de feminismo nacionalsocialista.

Gottschewski, lejos de ser una figura marginal como las primeras, llegó a ser nombrada líder nacional de la Organización Nacional Socialista de Mujeres (NS-Frauenschaft) en abril de 1933, pero fue destituida en septiembre por su excesivo y abierto radicalismo.

Gottschewski creía que las mujeres tenían la capacidad combativa suficiente y DEBÍAN formar sus propios grupos, siguiendo el modelo de la organización masculina y emulando a la reina Luisa de Prusia, una heroína nacional conocida por la devoción a su esposo y sus muchos hijos.

Gottschewski escribió: «Solo las mujeres unidas podrán contrarrestar una peligrosa «exageración de los ideales comunitarios masculinos (...) ¿De qué sirve crear un nuevo estado si no logra crear nuevos seres humanos? (...)

Durante más de dos mil años, cada revolución ha fracasado porque sus líderes no se han dado cuenta de que el logro esencial de cualquier revolución no es la toma del poder, sino la formación de una nueva generación!».

Gottschewski criticó específicamente a los hombres del partido por sus estrechos vínculos emocionales con el «sindicato de hombres». Estos lazos íntimos, aunque no fueran sexuales, relegaban implícitamente a las mujeres a una función reproductiva meramente biológica.

Lejos de ser reprendida por su «arrogancia», en un inicio se le encomendó la tarea de organizar a las niñas y mujeres jóvenes en el movimiento a través de las Juventudes Hitlerianas.

Bajo el lema de «maternidad espiritual», Gottschewski instó a todas las mujeres a dedicarse a tareas maternas, lo que no se refería solo a la maternidad biológica, si no a todas las actividades que requieren proyección y crianza de los débiles.

Ella insinuó que nunca se podría confiar en que los hombres proporcionaran el espíritu comunitario que unía a un völk. Para Gottschewski, solo las mujeres eran portadoras de dicho «espíritu maternal», el cual fungía como columna vertebral de toda sociedad y civilización humana.

Un espíritu que el varón jamás llegaría a entender, una cualidad de las sociedades que era propiamente feminino. El espíritu de la comunidad aspirada era la síntesis de los atributos guerreros varoniles y los atributos maternales femeninos, complementarios entre sí.

Ya para acabar, os dejo esta curiosa imagen del congreso del NSDAP en Nuremberg. La foto es de 1937: «Respetamos todos los logros genuinos realizados en épocas anteriores porque corresponden al espíritu del Nacional Socialismo»

En el mural podemos ver a ilustres sufragistas y feministas liberales alemanas, incluidas Hedwig Heyl, Auguste Schmidt o Helene Lange.

Y eso es todo, amigos. Espero que el hilo os haya interesado y gustado, o por lo menos os hubiese aportado algo que desconocíais. Muchas gracias por leer hasta el final.