HILO [El chimpancé que engañó a todos] Pierre Brassau era un artista misterioso. Nadie lo conocía cuando debutó en una exposición, con sólo cuatro obras, pero causó furor entre los críticos. Ese artista era, en realidad, el chimpancé de un zoo. ¿Quieres conocerlo?

Os presentamos al prota de este hilo. Ahí van tres datos: 1. No se llamaba Pierre, sino Peter. 2. Vivía muy tranquilo en su zoo, el Borås Djurpark (Suecia). 3. Su vida no apuntaba a la fama (comer plátanos era su única pasión), pero un periodista tuvo una idea muy curiosa.

Ese periodista era Åke Axelsson. Y quería desafiar a los críticos. Si llevaba las obras de un simio a una exposición de arte moderno, ¿podrían detectar el fraude? ¿O disfrutarían de su arte? Con esta premisa, Axelsson buscó un cómplice para su plan.

Corría el año 1964. Axelsson viajó al zoo de Borås y conoció a Peter, un chimpancé de cuatro añitos. Luego buscó al cuidador de Peter, le contó su plan y parece que la idea le gustó mucho. Peter se ganó su primer kit de pintura, empezó a pintar y se volvió todo un artista.

Dicen que Peter tenía chispas de inspiración. Cuanto más creativo era, más rápido comía sus plátanos. Axelsson dejó al genio trabajando (con su arsenal de plátanos, por supuesto), y al volver escogió sus cuatro obras favoritas. Sólo faltaba una cosa. Un alias para Peter.

Axelsson quería un nombre francés, así que cambió Peter por Pierre. Luego leyó «Borås Zoo» en algún lado, y entonces pensó en Brassau como apellido. Todo listo. Con sólo cuatro obras, Axelsson llevó el trabajo de Peter/Pierre a la Gallerie Christinae, en Gotemburgo.

Un crítico habló de nuestro amigo «Pierre» así: «Pierre Brassau pinta con trazos potentes bajo una determinación muy clara. Sus pinceladas se tuercen con una meticulosidad furiosa. Pierre es un artista cuyas piezas se llevan a cabo con la delicadeza de una bailarina de ballet»

Ese crítico era Rolf Anderberg, y no fue el único fan de Pierre. De hecho, dicen que un señor compró una de las obras, soltando 90 dólares de la época. Que hoy serían... ¡más de 700 pavos! Pero Peter no gustó a todos. Alguien dijo que «Sólo un simio podría haber hecho esto».

Toda la razón. Pero no era un simio cualquiera. ¡A ver cuántos chimpancés tienen un nombre tan molón! La muestra acabó y Axelsson contó la verdad. La obra de Peter la vieron críticos, periodistas, estudiantes de arte... Y todos se quedaron de piedra con la noticia.

Todos menos uno, claro. El que adivinó lo del simio. ¿Y qué dijo Rolf Anderberg, el mayor fan de Peter? Pues no se retractó. ¡Justo al revés! Rolf insistió en que la obra de Peter era la mejor. Algo que habla muy bien del simio... Y regular de los demás artistas...

¿Y qué pasó con Peter? ¿Siguió su carrera como artista? Pues no, por desgracia. Su vida siguió como si nada, y en 1969 lo llevaron al zoo de Chester (Inglaterra), donde pasó el resto de sus días. Vamos, que Peter fue un artista incomprendido. Como tantos otros genios...

PD1: Y hasta aquí el hilo de esta semana! ¿Conoces más animales artistas? Si es así, déjanos un comentario! ¿Nos ayudas a difundir el hilo? Puedes compartirlo dando RT al primer tuit, que os dejamos aquí abajo https://twitter.com/datusmagnificus/status/1558015490722861058…

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