Esta es la historia de Amar Bharati, el hombre que lleva 49 años con el brazo levantado.

1) Esta historia, que contaré muy brevemente, transcurrre en India. Actualmente. Y es real (porque si hay un lugar en el que pueden suceder estas cosas es en India). Hasta 1973, Amar Bharati llevaba una vida standard. Empleado de banco, una familia. Diríamos: un tipo normal.

2) Claro que, como dice Caetano Veloso, "de cerca nadie es normal". Ese año, el protagonista de nuestra historia tuvo una revelación y se convirtió en un sadhu, también conocidos como santones. Los sadhus son ascetas que llevan una vida de penitencia, en busca de la iluminación.

3) Es decir, gente -casi siempre hombres- que un día se dan cuenta de que todo lo material que nos rodea (la maya, según el hinduismo) es una ilusión, es mentira. Que lo fenoménico no significa nada, un engaño. Que la verdad, lo trascendental está en el espíritu.

4) Los sadhus, así, abandonan todo lo que tenían anteriormente y se consagran a una vida de ascetismo, mendicancia y penitencia. Se los suele ver en muchas ciudades indias, esperando que alguien les dé comida. Muchos tienen estudios, eran jefes en sus trabajos...y dejan todo.

5) El ascetismo es una constante en la historia india y en el hinduismo. Sin ir más lejos, Buda o Gandhi. Los sadhus suelen ir con sus túnicas naranjas, o semidesnudos, barbas crecidas; uno los ve durmiendo en las calles, abajo de los árboles... En general, son muy respetados.

6) Claro que hay diferentes tipos de santones. Los más extremos son los aghori, que practican el necrocanibalismo (comen cadáveres). Según su filosofía, uno descubre la luz sólo después de penetrar en la oscuridad: por eso, llevan a cabo acciones que la sociedad rechaza.

7) Los sadhus se imponen penitencias, como muestras de su compromiso con la tarea que emprendieron, pero también como castigo por la "vida anterior" a la conversión. De nuevo: hay muchos tipos de santones. Una de las penitencias más comunes, por ejemplo, es el ayuno.

8) Pero Amar, tras dejar de lado su vida anterior, decidió que siempre iría con el brazo derecho levantado. Pase lo que pase. Esa sería su penitencia. Y el objetivo al que consagró su vida es la paz mundial. Empezó hace casi medio siglo. Y sigue así...

9) Según el mismo contó, los primeros dos años fueron insoportables. El dolor era una tortura, porque ni siquiera lo bajaba para dormir. Pero luego, los cartílagos se secaron, el brazo se atrofió completamente y ya dejó de sentirlo. Hoy, es como una parte muerta de su cuerpo.

10) Si Amar quisiera bajar el brazo, luego de 49 años, ya no podría. No habría forma. Esta es una de las penitencias más impresionante que alguna vez un ser humano llevó a cabo. El hombre orientó su vida en pos de un objetivo...y ahí sigue. ¿Opiniones? Qué extremo todo, ¿No?