Hace mucho que ronda por mi cabeza escribir sobre esto pero no sabía cómo empezar, sí lo que quiero transmitir pero no como abordarle...hasta que hace unos días, hablando sobre lo difícil que es regalar, recordé el mejor regalo que recibí en mi vida (no por lo material).

Dijo el Rey Salomón, al escribir el libro de Eclesiastés que "todo tiene su tiempo", hay ocasiones donde la gente, las circunstancias, el "universo" intentan gritarnos una lección pero nosotros andamos distraídos o faltos de madurez para entenderlo; y así me pasó a mi. Pero en

estos últimos años entre mi enfermedad, los cambios en mi vida debidos y ajenos a lo anterior, más en este último tiempo coincidir con alguien que me hizo sentir libre de mirar mi propia mierda sin pudor, con cierta cuota de indulgencia... para en lugar de juzgarme, tomar nota y

entender los porqué y los para qué; entendí. Hace unos cuantos años ya, estando en pareja, le conté a mi ex sobre todo lo que representa para mí la ex Estación Central, uno de mis dos únicos recuerdos sanos, llenos de amor, hacía mi figura paterna, están atados a ese lugar.

Mi papá (hoy me pinta llamarle así) era inspector en AFE, muy cada tanto nos llevaba a acompañarlo en el trayecto, desde Montevideo hasta 25 de agosto, el habitual recorrido que él hacía. Puedo cerrar los ojos y aún verme correteando por los pasillos, también verlo a él por los

vagones, en ese momento yo tuve el padre que después de mis seis años me faltó. Cuando le mencione esto a mi ex, chateando ni siquiera hablando, supo calibrar que eso en verdad para mí era importante...se fue a Mercado Libre a buscar uno de esos boletos y me lo regaló. Cuando

nos separamos me deshice de todo, ni fotos guardé pero el boleto me lo quedé. No tanto por mi papá sino xq en ese gesto me hizo sentir amada como pocas veces en mi vida. El mejor regalo de mi vida tomó un click y unos pocos pesos, solo que yo lo mal entendí, no supe leer entre

líneas. Por elegir hacerme fuerte me dedique a enterrar cada buen momento, solo me enfoqué en lo malo, para ganar rebeldía y tomar impulso; fuerte nadie puede derrumbarse. El gran problema es para qué mierda te querés entero así?

En este tiempo entendí que mi ex muchas veces y de mil maneras, me quiso hacer entender que la cosa no iba por ahí...más allá de lo que pasó en medio desde 2014 a hoy, después de haber recorrido mi camino sola, xq este era un viaje para hacer en solitario, hoy desbordo de

agradecimiento y esto se debe a que renuncié a seguir mirando toda la mierda para fortalecerme, ya me endurecí lo necesario y casi al punto de convertirme en piedra. Hoy puedo mirar para atrás y ver que tuve un papá que aún perdido por la vida, me amó. Que así como él por mi

existencia pasó un montón de gente así, he tenido un vida dura pero riquísima en experiencias, con mucha gente que a pesar de la temporalidad de los vínculos me enriqueció de infinitas maneras, con gente que en este último tiempo también se va sumando, de la cual sé, que voy a

nutrirme aún más. Llena mi presente el ya entender que aún en la noche más oscura, siempre un rayito de luz se colo; que no es más que una elección mía el cubrirme de una sábana negra para evitar que esa luz me traspase (como hice mucho tiempo), o romper con viejos hábitos y

permitir que la luz me traspase como a un prisma, proyectando un arcoiris de colores que puedan apreciar e iluminar a las personas que me importan, que están y estuvieron dispuestas a estar incluso cuando solo veía mierda.

La gran paradoja de todo, es que en unas pocas letras quien me regaló el boleto me lo quiso hacer entender, no lo ví por ciega. Así que si llegaron hasta acá, no sigan mi ejemplo, no tomen el camino largo para entender la lección, escuchen a la gente que los quiere bien

A mí ex mil gracias por intentarlo, por lo aprendido, por cada lindo recuerdo y por lo perdonado. Gracias también a quien me acompañó a escarbar mi mierda, sin hacerme sentir mal, poniendo la mirada en la luz que traspasa el prisma. Hoy dos

hermosas niñas tienen una mamá que les puede enseñar, que si hay algo que no vale la pena es el andar resentidos con la vida; rosa nunca será pero sí está llena de colores y nos regala más cosas que las que apreciamos