Los sábados es un día con tiempo libre para dedicarlo a la lectura, hoy os voy a recomendar un libro cuya historia es impactante y sobrecogedora.
“El tatuador de Auschwitz”
En 1942, un eslovaco de origen judío llega al infame Auschwitz, allí Ludwig Sokolov va a abandonar su nombre por un número, el 32407.
Al principio se dedica a construir bloques para prisioneros hasta que contrae tifus.
Con tifus, un prisionero francés, Pepan, le pone a trabajar como ayudante, tatuar el número que identifica a todo aquel que llega al campo.
También aprende a ser discreto y a no hacer preguntas que le matarán, como a su mentor.
Este puesto, le otorgaba ciertos “privilegios” y tener más seguridad respecto de su vida.
El tetovierer, que así se llamaba su puesto, era lo primero que veían prácticamente los recién llegados.
Despojados de ropa, rapados y marcados para siempre.
Sokolov que dominaba varios idiomas, cambiaba con los aldeanos próximos a Auschwitz, consiguiendo comida y medicamentos para algunos prisioneros del campo.
A pesar de ello, era próximo a los guardias, todo por sobrevivir.
Precisamente haciendo su trabajo, ve en la fila a una mujer, Gita Furman, él tatuó el número en su brazo y ella tatuó amor y esperanza en su corazón.
Le enviaba cartas, quedaba con ella aprovechando un poco su posición.
Juntos lucharon por sobrevivir, y lo hicieron.
Terminada la guerra, Sokolov la buscó hasta encontrarla, casándose a finales de 1945.
Guardaron silencio durante 50 años por miedo a ser visto como colaborador de los nazis por su ocupación de tatuador.
Emigraron a Melbourne, y allí la escritora Heather Morris le entrevistó durante años para dar forma a la novela, que mezcla pasajes de ficción con su historia real.
“La felicidad puede hallarse hasta en los más oscuros momentos si somos
capaces de usar bien la luz"
FIN.